Como comenzar bien un viaje con la maleta perdida, aprendiendo a disfrutar de lo que se te ofrece en el camino. Autor:TrikirunrunFecha creación:⭐ Puntos: 4.4 (5 Votos)
Localización:Africa Este y CentroFecha creación: 27/08/2008 19:00⭐ Puntos: 0 (0 Votos)
VIERNES 8 DE AGOSTO Y SÁBADO 9
De salida de Serengueti vamos haciendo Safari. Vamos un poco apenados por tener que abandonar este lugar tan especial.
Nos alojamos en el Ngorongoro wildlife lodge. Está un poco viejito pero en reforma. Está en la cresta del cráter, dominándolo. Llegamos de día, justo con tiempo para disfrutar de su terraza y de la puesta de sol. Tras la cena tomamos una infusión junto al fuego, hacía bastante frío en el exterior, pero la calefacción funcionaba adecuadamente, sobre todo teniendo en cuenta que sólo teníamos unas camisetas de manga larga. Al amanecer nos dirigimos al cráter, hay una pista de bajada y otra de subida, pues son muy abruptas. Dentro del área de conservación viven masais, dedicados al pastoreo. A mi marido no se le ocurrió otra idea que mientras tramitaba el guía los papeles de entrada ponerse las lentillas delante de unos chavales masais, que alucinaron al ver como se metía esas cosas en los ojos, les pareció de lo más divertido.
Dentro del cráter manadas de ñúes y cebras iban a beber por sus correspondientes caminos a los ríos. Divisamos multitud de animales, pero el rinocerante (sólo quedan en torno a 15 ejemplares en el cráter) se nos resistió. Comimos junto al río en una de las hippo pool. Unos amigos nos habían advertido: a los milanos también les gusta el queso. Comimos dentro del coche, y los milanos nos deleitaban robando el bocadillo al vuelo de las manos de los japoneses, menudo susto.
Por la tarde iniciamos la vuelta a Arusha, con mucha pena porque se nos habían acabado los días de safari. Llegada a Arusha, la gran sorpresa es que nuestra maleta perdida está en el hotel. Reencuentro con Rubén, Cecilia, Carlos e Iñaki. Cenamos juntos y vino su guía a tomarse unas cervezas, luego algunos salieron por Arusha y volvieron a altas horas de la madrugada un poco perjudicados.
Localización:Africa Este y CentroFecha creación: 27/08/2008 19:34⭐ Puntos: 0 (0 Votos)
DÍAS 10 A 16 DE AGOSTO:
Por la mañana madrugón para ir a Zanzibar, nuestro vuelo sale a las 8. Algunos llegaron perjudicados de madrugada, por lo que salimos tarde del hotel. A iñaki hay que llevarle las pertenencias entre todos porque no da para más.
Sobre las 11h llegamos al Langi Langi, en apariencia muy normal. Nos llevan a la habitación, yo abro la boca y no consigo cerrarla en unos minutos: es una suite de película, con balconada al Índico. Más tarde descubrimos que al resto del grupo no les ha tocado una habitación así, dan a la piscina y son más pequeñas. Nuestra habitación, la Vuga´s, se convierte en sitio de reunión y botellón oficial. Desde este momento, aunque no nos conocíamos de antes, los 6 nos hacemos inseparable. De hecho para el día siguiente vamos a Spanish Diver Dancer para contratar excursión a la isla de Mnemba. En este primer día conocemos una nueva frase: POLE POLE, esto viene a ser como el ritmo caribeño aplicado a los ciudadanos de Zanzibar. Lo habitual es que tú pidas la comida y una hora después te la traigan, pero en todos los sitios. Cuestión de organización, a veces pedíamos y nos turnábamos para ir a cambiarnos de bañador, a llamar o hacer cualquier otra cosa.
Lunes 11: embarcamos rumbo a Mnemba. Vamos con 5 chicos más que también son españoles. Desde este momento el grupo se amplía a 11 miembros. Unos van a bucear y otros a hacer snorkel. El día comienza claro y con el mar en calma. Doblamos la punta del faro de Nungwi y se pone feo, aumenta el oleaje, en pocos minutos estamos empapados, se nubla y tenemos bastante frío. Llegamos a la zona de inmersión, un poco imprudente que nos dejen hacer snorkel, pues no tenemos chalecos y hay oleaje y corriente. Debido a esto, aunque se intuye que los fondos marinos son maravillosos, no disfrutamos igual. A tres personal las tienen que subir al barco con ayuda del flotador de emergencias. Varios sufren mareos, Juanan (mi marido) lo pasa fatal, vomitando en numerosas ocasiones. REcogemos a los del buceo y planteamos la situación, nos dicen que vamos a otra zoma más tranquila. En este punto, debido a que la mayoría se han mareado, incluida yo un poco, sólo bajamos 4 a hacer snorkel. los peces nos envuelven, los corales son impresionantes... Después comida a bordo (de los que pueden), otra inmersión y vuelta al hotel, ya con el mar en calma, aunque Juanan no se encuentra bien hasta que llegamos a tierra. Ya en la playa Carlos se despide de todos diciendo que ha sido un placer, se baja del barco, nada, corre por el agua, corre por la arena y desaparece...Más tarde supimos que tenía un apretón.
REsto de días: las mañanas pasan tranquilas, como es invierno está nublado y hace viento. A medio día suele levantar y hace bastante calor. Comemos variando de restaurante los once juntos. Una noche hacemos una sangriada popular española, de 50 litros, invitando a media isla. Ponemos un bote, e Iñaki, consigue vino (malísimo) a precio de oro en una isla musulmana donde en la mayoría de los comercios no venden alcohol. Se invita a turistas y locales, y "contratamos" a unos individuos para que tocaran guitarra y bomgos. Cogemos prestada una bandera de España y reunimos como a 30 personas de diversas nacionalidades en la playa, con hoguera en el centro y velas alrededor. Los músicos resultan ser un poco impresentables, el menda venía puesto de algo y se pone algo violento. A la guitarra le falta una cuerda, pero bueno, ahí nos las apañamos para pasar una noche divertida para recordar. La bandera estuvo 3 días desaparecida y al cuarto volvió a su mástil, que los del hotel debieron de alucinar. A Carlos un invitado le cambió las chanclas, pero las recuperó días después.
Las tardes eran de siesta en la playa, partidos de volei, (que por cierto, compramos una pelota y alguien se la llevó prestada mientras dormíamos junto a ella) y snorkel, aunque había escaso arrecife cerca y degradado, se podía ver a Nemo y a su familia.
Las noches eran de El cholos, la verdad es que eso de salir de marcha y estar descalza en la playa está fenomenal. El primer día cerraron la puerta de acceso al hotel, y como no conocíamos el camino alternativo algunos saltaron la verja a altas horas de la madrugada.
De los restaurante decir que la langosta del Nungwi in estupenda (no así la carne), tambíén la barracuda. Del Langi Langi lo mejor los pescados y la pasta a la marinara. Del Blue SEa los Coconut curry (como el arroz biriani), del fat fish su pescado fresco.
Como nos perdieron a la ida la maleta no habíamos repartido unos peluches, bolígrafos y pelota en el continente. Una mañana salimos del hotel dispuestos a encontrar una escuela, no nos costó mucho, a la salida había dos: una con niños bien uniformados y otra con niños con uniforme roto o sin él. Nos decidimos por la segunda. En la entrada nos encontramos con un señor muy bien vestido al que preguntamos si podemos pasar a entregar unas cosas, nos pregunta si somos profesores porque están escasos de personal, va acompañado de dos chicas que van a cooperar con el proyecto. Nos hacen entrar, salen a saludarnos varias mujeres adultas, una profesora recoge el material y nos lo agradecen, nos hace firmar un libro de visitas (en el que la nuestra es la única española). Los niños super graciosos, acercándose a ver qué traemos pero sin agobiar, nos decían cosas pero en suagili, fue un momento bonito.
El día 15, muy agradecidos por el trato recibido en el Langi Langi, partimos a Stone Town. al chófer de la agencia le pagamos para que nos llevara a visitar el bosque de Jozani. Gozamos de la cercanía del colobo rojo, endémico de la isla. Visitamos manglares y por último dimos de comer algas a unas tortugas marinas, era un buena forma de despedirse de la naturaleza de Tanzania. Por la tarde visitamos las callejuelas de la ciudad, hicimos algunas compras. Por la noche fuimos a cenar, por recomendación de otros turistas, a los jardines de Forodhani, que por cierto están en obras y ni jardines ni ná. La verdad es que nada más llegar nos agobiaron bastante todos los vendedores, al final concretamos precio con uno que tenía langostas. El problema es que al ir 11 personas nos liaron, otro de otro puesto se enteró de lo que pedíamos y nos sirvió y cobró lo mismo. Luego nos trajeron del puesto en que realmente habíamos pedido, pero el precio lo habíamos negociado con otro... conclusión, nos timaron un poco, pero resultó divertido el bullicio. La langosta por cierto estaba malísima. Y de allí a cenar a un restaurante hindú, la ruta de la seda. Muy bonita la decoración, trato exquisito (nunca me habían colocado la servilleta en el regazo) y la comida fenomenal. Luego fumamos unas sisas y tomamos algún coctel, las vacaciones se acababan.
El sábado 16 compras de última hora y viaje al aeropuerto, muy pintoresco, los mostradores de facturación están literalmente en la calle. CArlos, Iñaki, juanan y yo facturamos juntos hasta Madrid las maletas. Una vez dentro subimos a comer, y cuando volvemos a la sala de embarque a Carlos e Iñaki los habían llamado por megafonía. Impotentes vimos como les quitaban las tarjetas de embarque y se quedaban en tierra. Tuvieron la gentileza de dejarnos pasar a pie de pista para identificar las maletas que debían volar y las que no, nostros nos trajimos un arco masai de estos chicos. Sin darles explicación se quedaron en Zanzibar, menos mal que la agencia les buscó hotel con pensión completa de manera rápida, pero estuvieron 3 días allí tirados a la espera de vuelo. Siguen sin saber si fue por culpa del fallo de Iberia a la ida.
Nosotros llegamos a Barajas, pero no nuestra maletas ni el arco masai; se quedaron en Roma y por lo menos nos las han enviado a casa, aunque el arco ha llegado roto.
Desde aquí saludar a Carlos "Montenegro", a Iñaki "masai", a Cecilia y Rubén, a Maru, a Manu, a Josepo, a Kike y a Berda; por los buenos ratos que nos brindaron.
El diario esta maravilloso, pero comparto la opinión de que con unas imagenes hubiese quedado mejor aún. Y para la hora de leer, es mas distraido. Un abrazo y gracias por compartirlo.
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