Tenerife ✏️ Blogs de España

Elegimos este destino por ser una de las islas que aúna agua y montaña, mis preferidas. Investigando sobre la zona en diferentes páginas, descubrimos que el norte de la isla era más curioso y estaba despoblado de GUIRIS, cosa que en el sur era todo lo contrario, además te puede llegar a recordar a zonas turísticas abarrotadas tipo Benidorm (Costa Adeje).


Fuimos la última semana de agosto, no podía ser de otra manera, pero creo que no es mala fecha. Llegamos un lunes a eso de las 8 de la tarde,un bus de traslado nos acercó hasta los Apartamentos Ving, ubicados en Puerto de la Cruz, todo un acierto. Durante el traslado y llegando a lo que iba a convertirse ''nuestra zona'' observamos una costa demasiado edificada, sobre todo de pisos y apartahoteles en primeras líneas de playa, según nos pareció. Comenzaba a anochecer (en Tenerife en verano es de noche a las 9) por lo que para cuando llegamos no pudimos ver gran cosa, dejamos las maletas y dimos un paseo por los alrededores,a pocos metros nos topamos con Playa Jardín, la primera de las tres playas consecutivas; oíamos la fuerza de las olas, el murmullo de familias y parejas que tomaban el fresco en la arena,pero apenas veíamos qué es lo que nos rodeaba excepto un jardín botánico cuya atracción era difícil ignorar y marcaba el camino hacia el arenal.

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A la mañana siguiente,decidimos curiosear por el pueblo,hacernos con él. Tras un desayuno buffet en los Ving (normalito), visitamos la tercera de las playas,ya que la segunda no nos llamaba demasiado la atención, pues estaba en obras. Abundaban las palmeras,arbustos y flores de colores llamativos en el paseo y la entrada. Una cascada la separa de la anterior y puede destacar por su proximidad al pueblo de casitas bajas que sobresale y esconde el sol de los atardeceres. El primer baño, espectacular, gran disfrute. La arena, fina y oscura,brilla para deleite de nuestros ojos. Comemos en el buffet, nos sorprende, está rico y hay platos calientes elaborados para elegir. Por la tarde visitamos el Casco histórico de Puerto de la Cruz, no tiene desperdicio. Reina el encanto por cada una de sus calles, apenas hay GUIRIS,aparentemente la mayoría de las personas son locales, canarias, auténticas. ¿Qué más se le puede pedir a tu destino de vacaciones? El muelle,próximo a la Plaza del Charco,baño obligado, acoge por fin aguas tranquilas, eso sí, es mejor no olvidarse de los escarpines. Caminando hacia Lago Martiánez (zona de turisteo) nos encontramos con Plaza Europa,nada que ver, y una zona de baño donde abundan grandes rocas, un poco peligrosa para nuestro gusto. Esta zona también se encontraba en obras. Muy cerca, la Iglesia,muy bonita. Por aquí podréis encontrar vuestras cajas o bancos. Llegamos a Lago Martiánez,pero no localizamos la entrada, nos asomamos y vemos unas grandes piscinas turquesa vacías. Nos pica el gusanillo y al encontrar la entrada preguntamos el precio, 5.50€ cada uno pero cierran a las 18:00 y eran las 17:30, por lo que pasamos del tema. No concuerda con el coste medio de las cosas en este pueblo. Tomar algo por Puerto de la Cruz es barato, las cañas, 1€, los cafés 0.80€, los cubatas, 4 o 5 €, los cocktails bien puestos ídem de ídem, ¡qué felicidad! Además deliciosos,aquí van algunas recomendaciones:

Un mojito en Copacabana, La Marea
Una cerveza en Pizzaria Compostelana, La Fragata,
Una copa en La Fragata (junto al muelle)

Comer o cenar en RESTAURANTE Tambo, MESÓN Los Gemelos o BAR Ma Fela (frente a la Cofradía, en el muelle).

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Amanecimos pronto, pues nuestra guagua salía a las 9 hacia Costa Adeje, las Américas concretamente, desde allí nos desplazamos tan rápido como pudimos a Puerto Colón (20 minutos), ya que los hosteleros ingleses y belgas nos acribillaban para atraer a la clientela. Nos dimos un baño en una pequeña playa junto al puerto. El el muelle n°4 nos esperaba un catamarán con la compañía EDEN, salía a las 13:15 y regresaba a las 16:00. Duraba 3 horas y se acercaba a la isla Gomera en busca de ballenas y delfines. Imprescindible algo contra el mareo, nosotros compramos biodramina con cafeína en una farmacia que pillaba cerca. Y ¡menos mal! La cara del resto de pasajeros era un poema...Nadie disfrutó como nosotros. El personal de Edén muy agradable, la única pega es que no pudimos bucear en altamar por las condiciones del mar, según el capitán. En el barco, éramos los únicos españoles, claro que, estábamos en el sur. En el Puerto Comercial Colón, comimos en una pizzeria cuyo nombre nos es imposible recordar y no aparece en Internet, por lo que os diré que está dentro del pabellón del club, donde se encuentran todas las tiendas de souvenir y restaurantes, está en planta baja y tiene terraza. Delicioso, personal italiano, por muy poco dinero. Pronto regresamos al intermediario de Los Cristianos en busca de nuestra guagua, pues la duración del viaje es de 1h 30 minutos, y nos tocaba buffet para cenar, ¡antes de las 21:45!

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