![]() ![]() Kuala Lumpur, Borneo malayo y Bali ✏️ Blogs de Asia Sudeste
Casi tres semanas recorriendo KL, Borneo y Bali. Un viaje inolvidable!Autor: Chufina Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (10 Votos) Índice del Diario: Kuala Lumpur, Borneo malayo y Bali
01: Preparativos
02: Un día en Kuala Lumpur
03: Kuching y Bako National Park
04: Gunung Mulu
05: Kota Kinabalu y Tunku Abdul Rahman Marine Park
06: Kinabatangan
07: Lembongan Island
08: Bali: ruta Este
09: Bali: Ubud
10: Bali: ruta Noreste
11: Bali: ruta Norte
12: Bali: ruta Sur
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Etapas 4 a 6, total 12
Nuestro MasWings de Kuching a Mulu (19€ por persona con maleta) salía a las 10:50 y era muy cortito, sólo media hora. MasWings nos sorprendió gratamente, el avión era muy pequeñito pero el servicio a bordo fue estupendo, nos dieron un sándwich y bebida, y nos ofrecieron periódicos. Yo cogí uno malayo pero en inglés, y en primera página había un recuadro pequeñito diciendo que habían derribado un avión de Malaysian Airlines la noche anterior cuando sobrevolaba Ucrania. Le preguntamos a la azafata si esa noticia estaba bien, si era algo verídico, porque no nos lo podíamos creer, y nos dijo que sí, pero que no había más noticias y se estaba investigando. Decir que nos dejó mal cuerpo es quedarse corto.
Aeropuerto de Mulu
El aeropuerto de Mulu es una pasada. Ya al ir acercándote ves que allí no hay nada más que verde, selva, árboles… y te preguntas dónde narices va a aterrizar. La pista está robada a la selva, no hay nada alrededor más que el centro de visitantes y el hotel que dan servicio al parque, a poco más de un km del aeropuerto. Aunque está muy cerca, con el calor horrible que hacía no nos apetecía andar, así que cogimos uno de las furgonetas que te llevan al parque por 5 MYR por persona. La furgoneta debía ser de 5 personas y creo que íbamos 8, así que como sardinas. Menos mal que se pasó rápido! Bienvenidos a Gunung Mulu
Al llegar al parque nos acercamos al centro de visitantes para registrarnos, pagar y repasar las excusiones que teníamos contratadas. Este parque es conocido por sus enormes e impresionantes cuevas; hay gente que va desde todos los rincones del mundo sólo para hacer espeleología. Está considerado como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. Las cuevas las tienen divididas en las fáciles o show caves, que son las que tienen pasarelas para recorrerlas a pie y son aptas para todos, pero siempre con guía; y las adventure caves, que son más difíciles aunque también están divididas por niveles. Nosotros sólo haríamos las fáciles. Aparte de las cuevas, en el parque se pueden hacer varios recorridos de trekking, el más famoso es posiblemente el de los Pinnacles, unas formaciones rocosas muy curiosas con forma de agujas. Para llegar hasta ellos hay que hacer un recorrido largo y algo duro, creo que incluso hay que hacer noche por el camino. Otra de las atracciones de Mulu es un canopy walk muy interesante, uno de los mejores de todo el Sudeste Asiático por lo visto. Nosotros estaríamos dos noches y queríamos hacer muchas actividades: las cuevas Langs, Deer, Wind, Clearwater y Fast Lane, el Canopy Walk y un paseo nocturno. Cada actividad tiene su precio, y luego a parte se paga la entrada al parque que es válida durante 5 días (30 MYR). Tenéis toda la información en la web del parque, que está bastante completa. Creo que en total en actividades dentro del parque fueron como 200 MYR por persona (unos 48€). El parque tiene varias opciones de alojamiento. Fuera del parque hay algunos hostales muy básicos y un hotel que no tiene mala pinta del todo, pero nosotros preferíamos dormir dentro del parque y como reservamos con mucho tiempo no tuvimos problema. El proceso de reserva es por email, y ellos te confirman disponibilidad y te dan un número de cuenta para que hagas un depósito. Cuando lo reciben te dan la confirmación y ahí ya puedes coger vuelos (te insisten en que no cojas vuelos hasta entonces). Un poco rollo, pero son bastante serios y la comunicación con ellos es buena, así que no tuvimos problema. Las actividades también es conveniente reservarlas con tiempo porque algunas se llenan. Dentro del parque hay alojamiento en plan dormitorios compartidos y luego hay unos bungalows individuales con baño propio que son más nuevos y están bastante bien. Nosotros cogimos uno de esos, pero es sólo alojamiento y desayuno, sin comidas ni wifi ni nada más. El wifi se puede comprar (5 MYR al día) pero sólo va bien en la zona de la cafetería. Nosotros lo cogimos porque estábamos todavía flipando con lo del avión y queríamos enterarnos mejor de lo que había pasado. Como teníamos la primera actividad programada para las 2:30, nos fuimos a comer. Las opciones para comer son la cafetería del parque y un par de restaurantes muy básicos justo en la entrada del parque. Los de fuera son obviamente más baratos tanto para comer como para comprar agua (que por cierto estaba entre 4.50 y 6.50 MYR la botella grande). Comimos allí ese primer día (24 MYR) y nos gustó lo suficiente como para repetir. Nuestra primera excursión sería Langs & Deer Caves, que están muy cerca una de la otra y se visitan juntas. Langs es posiblemente la cueva más bonita que vimos; es muy chiquitita pero tiene unas formaciones espectaculares. Deer es una cueva muchísimo más grande (la cueva abierta al público más grande del mundo) que tiene dos peculiaridades: una es que cuando te adentras hasta un determinado punto y miras hacia la entrada puedes ver el perfil de Abraham Lincoln, y la otra son los millones de murciélagos que viven en esta cueva y que hacen que el suelo sea una especie de yacimiento gigante de guano. Langs Cave
Langs Cave
Abraham Lincoln en Deer Cave
Deer se suele visitar al atardecer porque la gracia de los murciélagos es que más o menos a esa hora salen todos en estampida para alimentarse por la noche, y cuando los ves salir parece una especie de nube negra en movimiento. Para poder ver este fenómeno hay que salir de la cueva y colocarse en el mirado que han montado para esto, que claro está estaba petado. Como los muciélagos hacen lo que quieren, no te garantizan que los vayas a ver, ni la hora exacta a la que salen, y de hecho nosotros tuvimos que esperar un buen rato hasta que decidieron salir. Bat Exodus en Deer Cave
Hay tantísimos murciélagos que Gunung Mulu debe ser el único sitio de todo Borneo donde no te recomiendan encarecidamente que te untes de antimosquito, sencillamente porque no los hay, se los comen todos los murciélagos. Alguien hizo un cálculo de cuántas toneladas de mosquitos eran devorados cada noche en función del número de murciélagos y de cuánto comen, y era algo así como 30 toneladas de mosquitos cada noche (palabra de Lonely Planet, y del guía que nos tocó!). Como se nos hizo de noche esperando el exodus, el camino de vuelta a la habitación lo hicimos con las linternas de cabeza encendidas. Habíamos comprado unas en decathlon para este viaje y nos vinieron muy bien. Repetimos cena donde habíamos comido (29.50 MYR) y nos fuimos a dormir, que al día siguiente teníamos muchas actividades planeadas. La primera actividad del día siguiente era la visita a Wind & Clearwater Caves, que estaban más lejos que las del día anterior y se va en barco, así que después de desayunar nos pusieron los chalecos salvavidas (un poco exagerado porque el agua llegaba solo a las rodillas) y nos montamos en los longboat que usan allí. El camino por el río entre los árboles es interesante, pero hay una parada obligatoria en un poblado de indígenas Penan para comprar artesanía (en realidad, pulseras feúchas y llaveros aún más feúchos) que en mi opinión sobra. El poblado fue establecido por el Gobierno para intentar disuadir a los Penan de su vida nómada, pero a mí me dejó cierto sabor a turistada. De camino a Wind Cave
La cueva Wind se llama así por las corrientes de aire fresco que tiene en ciertos puntos. Hay una parte de la cueva llamada King’s Chambers que tiene una colección de estalactitas y estalagmitas que llegan incluso a unirse, formando columnas de suelo a techo. Clearwater tiene la peculiaridad de tener un río atravesándola. King’s Chamber en Wind Cave
King’s Chamber en Wind Cave
Clearwater Cave
Este río, cuando sale de la cueva, forma una especie de piscina natural con fondo de arena donde te puedes bañar. Yo me metí y fue todo un gustazo. Piscina en Clearwater Cave
Cuando terminamos con las actividades matutinas, cogimos el barco de vuelta al centro de visitantes para comer en la cafetería (45 MYR) y seguir con nuestro programa. La siguiente excusión era Fast Lane, y esta fue la única donde íbamos nosotros solos. Esta actividad es relativamente nueva y tenía muy buenas críticas, pero a nosotros nos decepcionó un poco y casi que nos sobró después de haber visitado ya las otras cuatro cuevas porque no nos aportó nada nuevo realmente. Para llegar tuvimos que volver a coger el barquito y hacer parte del recorrido de por la mañana, y luego andar casi una hora hasta la entrada de la cueva. Nuestro guía era nieto de un chamán de las tribus indígenas y nos tuvo entretenidos todo el camino. La visita a la cueva en sí fue como hora y media, y esta cueva, a diferencia de las otras, no tiene nada de iluminación, y además se adentra mucho en la roca, así que la única luz que llevas es la de la linterna. También está menos preparada para el público, y nos dijeron que antes solo se visitaba como parte de una de las actividades de espeleología. Supongo que en ese sentido sí que era diferente. Hubo un momento en que apagamos las linternas y pudimos “disfrutar” de la oscuridad más absoluta. Aun así, las formaciones dentro de la cueva no eran tan espectaculares como en las otras y se nos hizo un poco pesada. Fast Lane
Cuando por fin terminamos volvimos a la civilización para cenar en la cafetería (34.50 MYR), y a las 7 teníamos programado el paseo nocturno, que nos volvió a tocar con el nieto del chamán. Teníamos curiosidad por ver qué tipo de bichos se podían ver en la selva de noche, y esta sí que no nos decepcionó. En Gunung Mulu no hay grandes mamíferos, los únicos bichos que se pueden ver son murciélagos, pájaros e insectos, y estos últimos es mucho más fácil verlos por la noche. El paseo dura casi dos horas y se hace por las inmediaciones de la cafetería. Bichitos nocturnos
A la mañana siguiente teníamos el vuelo que nos llevaría a Kota Kinabalu a las 12:45, pero nos daba tiempo de hacer el Canopy Walk a primera hora que es cuando recomiendan hacerlo. Había uno a las 7 pero eso era madrugar demasiado así que nos apuntamos al de las 8:30. Se supone que a primera hora tienes más probabilidad de ver los pájaros y los pocos monos que hay. La verdad es que para nosotros ya con la experiencia y las vistas nos mereció la pena. Para llegar hay que caminar un rato por uno de los caminos que salen del centro de visitantes (concretamente, el camino que lleva a Langs y Deer), y por este camino vimos otros dos bichos más para la lista: un insecto muy curioso que nos dijeron que llamaba lantern fly a pesar de que no emiten luz, y una víbora verde preciosa durmiendo plácidamente en un árbol. Lantern Fly
Víbora verde
Canopy Walk
Con esto terminamos nuestra experiencia en Gunung Mulu. La verdad es que nos gustó mucho, es un sitio distinto y merece mucho la pena una visita. Tiene muchas más cosas para hacer, pero a nosotros ya no nos daba tiempo a más. Próxima etapa: Kota Kinabalu y Tunku Abdul Rahman Marine Park Etapas 4 a 6, total 12
El MasWings de Mulu a Kota Kinabalu (23€ por persona con maleta) llegó sin contratiempos. Desde el aeropuerto de KK, como llaman los locales a la ciudad, lo normal es coger un taxi de precio cerrado como en Kuching (30 MYR). El taxi nos dejó en el hotel que teníamos reservado, el Oceanía, y cuando llegamos vimos que KK era bastante más grande que Kuching. Para empezar, había más tráfico, más coches, y el hotel que sobre el mapa parecía céntrico en realidad no lo era tanto. No estaba mal, pero estaba lejos del centro, aunque tenían un servicio gratuito de shuttle que iba y venía al centro a ciertas horas. Lo malo es que a la hora que llegamos no había ninguno así que después de dejar las cosas en la habitación cogimos un taxi para que nos llevara al centro comercial más conocido de la ciudad, el Suria Sabah (15 MYR). El plan de la tarde era bastante simple, sólo queríamos buscar un cargador para la cámara y encontrar una lavandería. En el centro comercial encontramos el cargador (menos mal!) y después de pasear un rato encontramos también una lavandería donde dejamos toda la ropa sucia que teníamos para recogerla al día siguiente (nos cobraron 6 MYR/kg). Con esto nos conformamos, KK no nos resultó una ciudad particularmente atractiva. Podríamos habernos acercado a la mezquita flotante, que la verdad es que por las fotos que he visto debe ser bastante bonita, pero está algo lejos del centro y la verdad es que sólo queríamos tomarnos la tarde un poco de descanso. Dimos un paseo por el waterfront y cuando anocheció nos acercamos al mercado nocturno, que es bastante impresionante, entre los olores, la de gente que había, y toda la comida…
KK Night Market
Había mucho pescado, pero nosotros esa noche sólo comimos noodles. Al día siguiente sí que nos dimos un buen atracón de pescado y marisco por 48 MYR, aunque tengo que decir que nos gustó más el del Top Spot de Kuching. Con esto dimos por terminado el día, cogimos el shuttle al hotel y a dormir. El día siguiente lo teníamos entero en KK. Cuando estuvimos planeando el viaje tuvimos que decidir qué nos apetecía más hacer y las opciones se redujeron a dos: pasar el día en la playa, en las islas del parque Abdul Rahman, o en la selva, en el parque Kinabalu. Las islas están justo enfrente de la ciudad y es muy fácil y rápido llegar, pero llegar al parque Kinabalu es un poco más complicado, y teniendo en cuenta que no íbamos a subir la montaña (toda una experiencia, seguro, pero es un negocio monopolizado por unos pocos que desde hace un tiempo se aprovechan e imponen unos precios desorbitados) y que íbamos a pasar los tres días siguientes en la selva de Kinabatangan decidimos pasar un día de playa, que además hacía buenísimo. Cogimos el shuttle del hotel a primera hora y nos dejó en el Suria Sabah, que está muy cerquita del Jesselton Point Ferry Terminal, de donde salen los barcos a las islas. El parque nacional Abdul Rahman es un conjunto de cinco islas frente a la costa de KK. Puedes elegir qué islas quieres visitar y pagas en función de eso. Siguiendo los consejos del foro y de la gente local, nosotros decidimos visitar Sapi y Manukan. Visitar dos islas cuesta 33 MYR, más una Tariff Fee de 7 MYR y una Environmental Fee de 10 MYR por persona. Total, 100 MYR para los dos. Los precios eran los mismos en todos los operadores que te acosan nada más entrar a la terminal de los ferries, así que contratadlo con quien mejor os caiga. Al contratar hay que decir a qué hora quieres pasar de una isla a otra, y a qué hora quieres volver. Nosotros no teníamos más planes ese día, así que pedimos volver en el último barco, creo que era sobre las 4. La primera isla que visitamos fue Sapi. El viaje hasta allí fue un poco movido porque había viento y bastante oleaje, y el barco iba súper rápido así que lo que empezó siendo gracioso cuando nos salpicaba un poco de agua al coger una ola acabó siendo una odisea donde acabamos calados. Nos habían dicho que intentáramos evitar visitar las islas en fin de semana porque se petan, y así hicimos (era lunes), pero aun así estaban a reventar de gente, sobre todo Sapi. Y tal y como nos habían advertido, la mayoría eran turistas chinos. La isla tiene una playa grande justo donde te deja el barco, y luego puedes adentrarte hacia el otro lado buscando un poco de tranquilidad y alguna playa más solitaria (no es una isla muy grande). Cuando vimos la de gente que había en la playa principal pensamos irnos a buscar algún hueco más privado, pero por el camino nos encontramos a dos chicos que tienen montada una especie de tirolina que une Sapi con Gaya, la isla de enfrente, y nos dijeron que a veces hay gente poco “recomendable” en las partes más aisladas de Sapi, normalmente filipinos que van a drogarse allí (o eso les entendimos en su inglés rudimentario), así que abandonamos la idea y volvimos con la muchedumbre china. Encontramos un huequito y ahí nos quedamos. El agua estaba muy buena, pero aquello parecía Benidorm en pleno agosto. En el extremo de la playa había unas rocas y al final nos fuimos para allá porque había menos gente. Pulau Sapi
En la misma playa hay un restaurante básico donde puedes comer y duchas y baños. Nos tomamos unos tés helados por 9 MYR (todo un clásico durante el viaje) y decidimos esperar para comer en Manukan. A la hora prevista el barco nos recogió y nos llevó a Manukan, y nada más llegar vimos que había bastante menos gente, pero cuando nos metimos en el agua vimos que había muchísima corriente y estaba muy revuelta y bastante sucia con plásticos y botellas. Por lo menos la playa era bonita: ![]() Pulau Manukan
Manukan tiene un restaurant pero nos pareció ridículamente caro así que comimos en un pequeño puesto que tenía los típicos platos de arroz o noodles con guisos de carne o pescado. No parecía lo más higiénico del mundo, pero tenía bastante gente y movimiento, y como hasta ese momento habíamos sobrevivido bien pensamos que ya teníamos el estómago preparado así que comimos ahí (24 MYR). Después de comer estuvimos un rato en la playa, pero ya sin bañarnos, y dimos una vuelta por los alrededores, donde vimos los primeros monitor lizards o lagartos monitor, muy típicos de las islas: Monitor Lizard
El barco que nos llevó de vuelta a KK llegó un poco tarde, pero aparte de eso no tuvimos más problema. Desde el ferry terminal fuimos a la lavandería del día anterior para recoger nuestra ropa y volvimos al hotel para ducharnos antes de salir a cenar. Cenamos pescado en el mercado nocturno y volvimos al hotel a dormir pronto, que al día siguiente teníamos un vuelo muy temprano (7:45) hacia Sandakan. Próxima etapa: Kinabatangan Etapas 4 a 6, total 12
A la mañana siguiente teníamos un MasWings a primera hora (7:45) desde KK a Sandakan (19€ por persona con maleta). El plan era llegar muy prontito, coger un taxi a Sepilok para llegar a ver el feeding de las 10:00, y a eso de las 12:30 nos recogerían los del Kinabatangan Nature Lodge para llevarnos a sus instalaciones, ya que teníamos contratado el paquete de 3 días + 2 noches con traslados desde Sandakan. Aunque hubiéramos preferido poder ver orangutanes en libertad, decidimos parar en Sepilok porque no teníamos ninguna certeza de que los veríamos en el río. Después de mucho leer, llegamos a la conclusión de que Sepilok es lo menos malo dentro de las opciones de “semi libertad” (habíamos descartado Semenggoh en Kuching por ese motivo).
Pues bien, llegamos al aeropuerto a la hora pero una vez allí, después de facturar y estando ya esperando a embarcar, pasaron dos cosas que nos torcieron el día: nuestro vuelo iba con retraso y a mí me dio una diarrea que me dejó doblada. No sé si fue la cena en el mercado nocturno o la comida en Manukan, pero eso me pasa por confiarme. Toda la medicación que habíamos llevado estaba ya facturada (sí, sí, tenía que haberlo dejado en la de mano, pero tened en cuenta que esto era un viaje de una hora con mínimas posibilidades de pérdida de maleta…) y os voy a ahorrar los detalles, pero de verdad que me llegué a alegrar de no tener que meterme en un avión inmediatamente. Al final el avión salió con mucho retraso por un fallo eléctrico, y tuvimos que llamar a los del Lodge para decirles que no iríamos a Sepilok y que por favor nos recogieran en el aeropuerto. Cuando llegamos a Sandakan eran ya las 11 así que lo único que pudimos hacer fue rescatar las pastillas de la maleta y comer algo en el aeropuerto (menos mal que en Asia no les parece raro que pidas un plato de arroz blanco sin más…). Así que, con mucha pena, nos perdimos Sepilok y fuimos directamente al Lodge. Encima, por el camino recogimos a una pareja en un hostal que sí que habían podido ir al feeding esa mañana y nos dijeron que habían visto un montón de orangutanes… Qué mala suerte! Nos quedaba la esperanza de poder verlos en el río, pero ya nos olíamos que nuestra visita a Borneo se iba a quedar muy coja. Después de 2 horas y pico, incluyendo una parada en un supermercado para que compráramos agua y snacks (las comidas estaban incluidas en el paquete que teníamos pero siempre vienen bien unas galletas y unas patatas fritas), llegamos al Lodge. Tengo que decir que en las fechas en las que fuimos habían decretado toque de queda (desde al anochecer hasta el amanecer) en toda la zona costera del noreste del Borneo malayo por los ataques a turistas que había habido en los meses anteriores. Por lo visto eran milicias filipinas que habían llegado a secuestrar y matar a turistas (y guardias de seguridad) en un complejo turístico en Semporna, pero por si acaso habían extendido la zona de seguridad hasta Sandakan. Yo estaba un poco preocupada, pero como no nos quedábamos en la costa sino en medio de la selva decidimos seguir adelante con los planes. Eso sí, nos aseguramos de que nuestro seguro de viaje no quedaría anulado por visitar una zona considerada “de riesgo” y a la que los gobiernos tanto de España como de Nueva Zelanda recomendaban no viajar, ya que habíamos leído que muchas compañías anularían directamente el seguro por ese motivo. No tuvimos ningún problema ni vimos nada extraño, únicamente mucha presencia militar en la carretera que no sé si era normal o algo puntual. El Nature Lodge es un lugar sencillo, sin grandes lujos, a la orilla del río. Quien va allí no es por el alojamiento en sí sino por el programa tan completo de actividades que ofrecen: 4 paseos por el río, 2 paseos por la selva nocturnos y un paseo diurno en el paquete de 3 días y 2 noches. Era la opción más completa y con mejor relación calidad-precio, y después de leer todas las opiniones positivas que hay en internet decidimos cogerlo. No nos equivocamos. La habitación era muy básica, posiblemente el sitio más cutrecillo donde hemos dormido en mucho tiempo, pero la experiencia mereció la pena. Hay varios tipos de habitación, incluso dormitorios compartidos. Nosotros cogimos una privada con baño y ventilador, pero las había también con aire acondicionado. Era pequeña y el baño podría haber estado mucho más limpio, pero nos sirvió. Nuestro Superior Agamid Chalet
Al llegar te dan una charla de bienvenida donde te explican los horarios y cómo funciona lo de los cruceros por el río. De hecho, lo primero que haces cuando te han explicado todo es dejar las cosas en la habitación y dar tu primer paseo por el río. Son barcos alargados donde entran unas 10 personas. En este primer paseo vimos ya muchos animales, incluso elefantes pigmeos, que son endémicos de Borneo y están en peligro crítico de extinción y son bastante difíciles de ver. Las plantaciones de palma que destruyen su habitat se han extendido tanto tanto en esa zona que les han dejado un espacio muy pequeño a lo largo del río, y esa es la triste razón por la que se ven tantos animales en Kinabatangan. Con las barcas te puedes acercar bastante, pero si hay muchas barcas juntas al final pierde gracia. Vimos varios grupos de monos Proboscis y Silver Leaf, pero están siempre en las partes altas de los árboles y es difícil sacar buenas fotos desde una barca en movimiento y con la luz del atardecer. Unos buenos prismáticos son imprescindibles! Kinabatangan: monitor lizard
Kinabatangan: pygmy elephants
Kinabatangan: pygmy elephants
Kinabatangan: hornbills
Kinabatangan: proboscis monkey
Kinabatangan: silver leaf monkey
Después del primer crucero volvimos al Lodge, cenamos y al rato teníamos nuestro primer paseo nocturno. Te recomiendan que alquiles unas botas de esas de goma hasta las rodillas, porque hay mucho barro y vienen muy bien (hay sitios donde nosotros acabamos de barro hasta los tobillos, y eso que no había llovido mucho). Como es zona de mucho mosquito y riesgo de malaria, hay que forrarse bien de antimosquitos y llevar manga larga. Nosotros llevábamos Relec tropical. La manga larga con el calor que hacía se hacía bastante insoportable, pero no quedaba otra. Esa noche pudimos ver varios pájaros durmiendo y algunos insectos, pero poco más. Nuestra ilusión era poder ver un tarsier, una especie diminuta de mono nocturno, carnívoro y cazador conocido como mono fantasma por los malayos, pero esa noche no tuvimos suerte. Kinabatangan: daddy long legs
Al día siguiente tocaba madrugar mucho, puesto que el primer paseo por el río era a las 6 de la mañana, antes de desayunar. Pudimos ver un cocodrilo, algún pájaro y también algunos monos. Vimos también huellas de elefantes donde habían cruzado el río durante la noche, así que sabíamos que ahora estaban en “nuestro” lado del río. Kinabatangan: kingfisher
Kinabatangan: saltwater crocodile
Después de desayunar teníamos el trek por la selva. No te alejas mucho del lodge, simplemente es un paseo hasta un meandro del río donde hay una especie de embarcadero. La verdad es que este paseo casi que sobra, porque entre el calor que hacía y que a esas horas no se ve ni un puñetero bicho… Pero bueno, el paisaje es bonito: Kinabatangan: Ox-bow lake
A la vuelta, comida y siesta, que con ese madrugón y el calor que hacía no apetecía otra cosa. Antes de cenar dimos nuestro tercer paseo en barco, y esta vez nos tocó sacar el chubasquero porque estaba chispeando. Menos mal que no llegó a diluviar, pero sí llovía lo suficiente para que hacer fotos sin que se mojara la lente se convirtiera en toda una odisea. Vimos muchísimos monos. Todos los proboscis que no vimos en Bako los vimos aquí! Kinabatangan: Proboscis monkey
Kinabatangan: Proboscis monkey con cría
Kinabatangan: Proboscis monkey con cría
Kinabatangan: Proboscis monkeys
Kinabatangan: Proboscis monkey
Kinabatangan: Long tail macaque
Kinabatangan: Long tail macaques
Kinabatangan: Hornbill
Después de cenar tuvimos nuestro segundo paseo nocturno, y este sí que fue más productivo: Kinabatangan: rana (?)
Kinabatangan: rana (?)
Kinabatangan: araña (?)
Kinabatangan: Western tarsier
El tarsier es un bicho monísimo que aguantó estoicamente la cola de pesados armados de linternas que querían hacerle fotos. Eso sí, cuando se le hincharon las narices pegó un salto impensable para su tamaño y se largó. A la mañana siguiente tuvimos nuestro último crucero, de nuevo a las 6 de la mañana. Desde nuestra experiencia son más productivos los cruceros a última hora de la tarde, pero por la mañana también se ven algunos bichos, como este gigantesco cocodrilo: Kinabatangan: saltwater crocodile
Kinabatangan: saltwater crocodile
Al terminar el paseo fuimos a desayunar y con esto terminó nuestra experiencia Kinabatangan. No pudimos ver orangutanes pero vimos un montón de animales, así que nos fuimos con buen sabor de boca. Como teníamos el vuelo de vuelta a KK a las 14:30 y nos sobraba tiempo, decidimos hacer un último intento de ir a Sepilok y les pedimos que nos dejaran allí en lugar de en el aeropuerto si llegábamos a tiempo del feeding de las 10. Poco después de las 10 estábamos en la puerta de Sepilok, pero para nuestra sorpresa había un cartel diciendo que ese día el santuario estaba cerrado. El conductor preguntó a la gente de por allí y le dijeron que el día anterior se había escapado un oso del santuario que hay justo al lado (el Bornean Sun Bear Conservation Center) y todavía lo estaban buscando, así que por seguridad habían cerrado temporalmente ambos recintos. Definitivamente, el destino no quería que viéramos orangutanes en este viaje! Esta es la segunda cosa que si pudiera cambiaría de nuestro viaje: deberíamos haber volado a Sandakan la noche anterior y haber dormido en las inmediaciones de Sepilok, sobre todo porque en KK no teníamos grandes planes y era más bien un lugar de paso obligado, y porque no puedes confiar en que los horarios de vuelos se van a cumplir a rajatabla! (aunque este fue el único vuelo que se nos retrasó en todo el viaje) Pero bueno, otra vez será. Tendremos que volver a Borneo algún día a buscar orangutanes… Kinabatangan River Cruise
Nuestro vuelo a KK transcurrió sin problemas (AirAsia, 30€ por persona con maleta) y desde allí empalmamos con otro AirAsia directo a Bali (76€ por persona con maleta). Próxima etapa: Bali - Lembongan Etapas 4 a 6, total 12
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