Lanzarote- 7 días ✏️ Blogs de España

Habíamos leído bastante cosas del mercado de los domingos de Teguise y la verdad que a nosotros nos gusta mucho ver mercadillos así que madrugamos y pusimos rumbo a Teguise.
En la isla la verdad que todo está bastante cerca, a veces se tarda pero no por los km si no por la velocidad...
Una vez que estéis en Teguise os recomiendo, como bien leí por aquí, intentar aparcar en el último parking. De hecho si vais pronto y dais alguna vuelta igual encontráis fuera de los parkings.
Los parkings son solares gestionados por vecinos de allí que cobran 1,80 por aparcar. Nosotros aparcamos en el 4º creo que fue, a 30 metro del mercado.
El mercado es grande y tiene de todo: ropa, bisutería hecha a mano, colonias, comida etc
Un mercadillo normal con algún puesto llamativo como el hombre que dibuja tu sombra (creo que 12€ por pareja)
Después de realizar algunas compras como mojo verde, rojo y de chocolate, camiseta de recuerdos, lazo para el perro... nos fuímos (la verdad que apuramos hasta que casi cerraron porque queríamos ver todos los puestos)

La siguiente parada fue el monumento al campesino donde vimos que entre semana hacía talleres y como nos apetecía descansar fuimos al dia siguiente (luego relato)
Para comer ese día nos acercamos hasta Yaiza porque queríamos conocer uno de los famosos teleclub llamado Bar Stop.
Como podéis ver en otras opiniones son tascas de toda la vida donde encuentras más personas del pueblo que turistas y eso se agradece. He de decir que comimos un montón por poco dinero. Allí en el mostrador tienen la comida preparada y vas eligiendo. Nosotros comimos: medias raciones de: garbanzadas, fideuá, albóndigas, pollo y dos rollos de cordon blue, más pan, más agua grande... todo por 25,70€.
Salimos encantados, eso sí no es un sitio para gente "fina"

Con la barriga llena dimos una vuelta por el pueblo y nos fuimos a la Fundación de César Manrique con la hora pegada.
La Fundación es la primera casa donde vivió César Manrique y es impresionante como este hombre construía en cualquier lugar casas impresionantes, además de poder ver una galería de arte

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Hoy nos apetecía un día tranquilo y como el tiempo seguía sin permitirnos ir a la playa por la cantidad de aire que hacía nos fuimos a realizar los talleres que ofrecían en el monumento al Campesino.
Es una actividad que no se conoce mucho pero que yo recomiendo al 100%.. Si vais con niños se lo van a pasar genial pero vosotros como adultos también.
Los talleres duran unos 15-20 minutos pero entre que te lavas y demás echas la mañana si te apuntas a varios.
Nosotros nos apuntamos al de Mojo y Gofio (5€ si coges los 2) más el de cerámica (3€)
Empezamos por el de cerámica para que se pudiera ir secando. El maestro la verdad que super agradable y te enseña como se hacía la artesanía de Lanzarote antiguamente: a mano sin torno... Los instrumentos para decorarla: conchas y huesos de cabras.
Hicimos un cuenco cada uno, la verdad que me gusto mucho este taller. Posiblemente el que más.
Una vez le dimos forma (después de un rato) nos lavamos y lo dejamos secar para luego decorarlo y nos fuimos a hacer mojo rojo.
Como bien dicen cada mojo es diferente ¡nunca hay dos mojos iguales! El mio picaba un montón. Allí te dan la receta original y los ingredientes (antes de volver a Península aprovechamos a comprar pimiento picón porque a mi pareja le encanta el mojo) Una vez catado te dan lo que sobra en un taper y nos fuimos al taller de gofio.
El gofio es una harina de maíz de la isla que está lista para comer pues los granos de maíz se fríen antes de hacer harina. (Animaros a ir, allí os explican todo el procedimiento)
El gofio a mi me huele cuando estas haciendo el postre a turrón blando pero al probarlo me sabía a palomitas de maíz (tiene sentido claro jeje)
Una vez terminamos nos fuimos de nuevo a rematar la cerámica.
Tras toda la mañana allí nos fuimos a Arrecife a comer a un bar de tapas que tenía muy buenos comentarios (la verdad que merecidos)
Ya en la Tasca de Raspa comimos: croquetas de sepia (negras), unas bravas, chipirones en una cama de hummus, huevos a la portuguesa, pan, 2 de agua, una gara (cerveza artesanal de allí), mousse de leche de cabra con miel de palma, hojaldre de manzana y dos cafés 42,90€. Todo esto con unas buenas vistas, en la zona del puerto.
Allí pasamos la tarde conociendo la casa amarilla, el paseo marítimo, el castillo etc.

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Se acercaba nuestro fin de vacaciones (¡todo lo bueno que rápido acaba!)
Nos quedaba de conocer casi lo más emblemático de la isla: el Timanfaya.
Salimos hacia allí sobre casi las 10 de la mañana... aunque habíamos leído que había que madrugar para no encontrar colas ya las sábanas se nos iban pegando.
La verdad que aunque había un cartel que anunciaba que la cola era de 45 a 60 minutos no tardamos ni 30 min haciendo cola con el coche.
Allí está todo muy bien organizado pues te van dando paso hasta que llegas a una explanada donde te dicen donde aparcar y subes a por el autobús que va enseñandote el volcán.
El tour es un audio en Castellano, Inglés, Alemán y creo que italiano y va explicando un poco lo que paso el día de la explosión. El autobusero va haciendo paradas para que desde el bus puedas ir viendo un poco todo.
Una vez termina la ruta puedes ver demostraciones geotérmicas en directo y luego, como no, una parada para ver como se asan los pollos con el propio calor del volcán.
Tomamos un refresco en el bar para poder apreciar las vistas.
Posteriormente, pusimos rumbo a ver el charco verde. Merece la pena tanto subir a verlo desde arriba como bajar a la zona de "la playa"... una pasada de vistas todo.
Siguiendo la ruta (porque todo está cerca y seguido) fuimos a los Hervideros. Es un acantilado que merece la pena dedicar tiempo, pues hay bastantes sitios donde puedes bajar por escaleras y acercarte a ver todo las zonas erosionadas por el mar. No olvidaré nunca este sitio porque mi pareja me sorprendió con una estupenda pedida de mano
Después de la emoción y las lágrimas nos acercamos hasta las salinas de Janubio, que la verdad ya no queda mucho que ver. Eso y que yo iba con un gran recuerdo de las salinas de Almería y me lleve algo de chasco.
Nos debatimos si comer en el restaurante que hay allí o ir a la Lapa, en el Golfo (donde finalmente fuimos)
Ese día comimos: lapas,puntillas más pescado del día (queríamos paella pero el camarero nos dijo que estando en esa zona era mejor el pescado porque era fresco y el marisco de la paella no), dos postres (bienmesabe: helado + pasta de almendra y huevo y quesillo: como una tarta de queso y bizcocho) agua grande más 2 cafés 65,48€. La verdad que nos pareció un poco carillo.
Después de comer decidimos volver al Puerto del Carmen para aprovechar a darnos un bañito en la playa.

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