BUSCANDO MITOS EN GRECIA ✏️ Blogs de Grecia

Nos levantamos temprano, como casi todos los días, y como la piscina del hotel estaba bien, preguntamos en recepción si después de ver el yacimiento, podíamos volver para darnos un baño y comer, ya que después teníamos que ir hacia Killini para coger el ferry a Zakynthos a las 17:15.
Si lees en los foros casi todo el mundo dice que Olimpia no merece la pena, pero si le preguntas a mis hijos que es lo que más les ha gustado de Grecia te dirán que ha sido Olimpia…para gustos los colores, ya se sabe.
Personalmente, lo que más me gustó fue el Museo y no solo por las grandes piezas que tienen, el Hermes de Praxiteles y una Victoria de Atenea (Atenea Nike de Paionios), sino por la gran colección que tienen. Importante y curioso: en los museos de Grecia puedes hacer foto a las piezas sin flash por supuesto, pero solo a la pieza, es decir, no puedes hacer la foto con alguien posando. Creo que lo consideran una falta de respeto.

Tras estar un buen rato en el museo, fuimos al yacimiento, donde mi hijo solo quería llegar al Estadio. Dimos una vuelta por todo el yacimiento, viendo los restos de lo que en su día tuvo que ser impresionante, el templo de Hera donde aún se enciende cada 4 años la antorcha olímpica, la palestra, el Filipeo y por supuesto el templo de Zeus, donde los atletas dedicaban su triunfo al gran dios. Es cierto, que para ver estos yacimientos, siempre tienes que echar mano de tu imaginación, porque desgraciadamente en muchos casos, no se ven más que “piedras”.
Y por fin, llegamos al estadio donde celebramos nuestras olimpiadas familiares… Por razones obvias, descartamos la lucha, ya que aún nos quedaba mucho viaje por Grecia.
Despues de ver el yacimiento nos fuimos de nuevo al hotel, y es que aunque yo hubiera preferido ver el pequeño museo de Arquimedes, el resto de la familia quería piscina.
Decidimos comer en el hotel, y sin duda fue una mala decisión ya que tardaron demasiado y tuvimos que ir volando para coger el ferry en Killini. Afortunadamente, Killini es un pueblo muy pequeño y no hubo problemas para encontrar el muelle, pero desde luego lo pasamos un pelín mal pensando que perdíamos el ferry.
Tras una horita y algo de trayecto desembarcamos en Zakynthos y pusimos rumbo hacia Agios Sostis donde nos íbamos a quedar alojados durante 3 dias. No hace falta decir, que nos perdimos un poquito gracias al GPS, pero finalmente llegamos a nuestro alojamiento (Panorama Inn, 70 euros la noche) cerca de las 19. Si bien los apartamentos están en primera línea de playa, la playa es bastante mala. El hotel estaba regentado por una señora algo mayor dueña del supermercado que había abajo y aunque la señora era muy amable, la verdad es que había ciertas carencias que tuvimos que pedir que arreglaran (eramos cuatro y solo había cama para 3). Tras dejar las maletas, mis hijos solo querían playa y playa, asi que nos bajamos a aprovechar la luz que aun quedaba, para bañarnos mientras veíamos Marathonisi.


La zona es muy tranquila, quizá hasta demasiado, asi que aunque había bastantes sitios donde cenar, nos costó decidirnos porque no había casi gente en ninguno, tan solo en el Zante Blue Beach. Tomamos pescado en un sitio mirando al mar y un helado..Por cierto, en la mayoría de los sitios donde tomamos helado en Grecia, los venden al peso.

---

La tarde anterior habíamos reservado la excursión para ir a ver las tortugas caretta, Marathonisi y las Keri caves. Habia estado mirando por internet, pero todo era carísimo, asi que decidimos esperar hasta llegar a Zakynthos donde sin duda había mucha oferta. Al final cogimos una excursión que era de 3 horas por 45 euros (15 los adultos y los niños a 7.5).
Pero antes de la excursión teníamos que buscar donde desayunar, ya que en el apartamento no estaba incluido. Dimos un par de vueltas y al final, entramos donde el hotel Zante Blue Beach y nos hicieron buen precio (15 euros los 4 y es buffet libre, muy rico todo).
A las 11 empezó nuestra excursión, primero te llevan a un islote donde hay un restaurante, y que es justo donde se ven las tortugas… Las tortugas, como buen ser vivo que se preste no posa para que los turistas las veamos, asi que es un poco complicado verlas. No obstante, nuestro barquito estuvo un ratito parado, y esperando a que las tortugas salieran a respirar (que aguantan bastante bajo el agua). Ver las tortugas, es fácil, pero hacer buenas fotos nooo.
Despues el barquito puso rumbo a Marathonisi, o isla tortuga ya que tiene forma de tortuga. Allí desembarcamos y nos dejaron estar media horita dándonos un baño en esas aguas turquesas que tiene Grecia. En Marathonisi, ya vimos nidos de tortuga caretta en la zona que tienen acotada y que nadie puede pisar.

Despues del baño, nos llevaron por detrás de la isla y después camino de la Keri Caves (ojo no confundir con las Blue Caves del norte de la isla). Al llegar a las cuevas nuestro guía nos invitó a dar un paseo a nado a través de ellas, y como mi familia somos buenos nadadores nos apuntamos. Mi hija pequeña tiene 9 años y en una de las cuevas lo pasó un pelín mal por la oscuridad y el oleaje, pero la pudo hacer entera (mucha gente mayor se volvió al barco tras ir a la primera cueva). Estas cuevas tienen gran contenido en azufre, y de hecho huele bastante, y fueron usadas por la gente de la isla para guardar armas y luchar contra los enemigos.
Ya de vuelta a Agios Sostis como era hora de comer, comimos en uno de los restaurantes de la calle principal. Nada que descatar de él.
Por la tarde, pusimos rumbo a la playa de Gerakas, donde las tortugas Caretta ponen sus huevos. Nos costó bastante llegar y es que las carreteras no son muy buenas y además hay curvas y no se puede adelantar legalmente. Al llegar a la playa, te encuentras con un gran descampado para aparcar y aunque estaba bastante lleno, a la hora que llegamos ya había gente que empezaba a irse. Para nuestra desgracia, el centro de interpretación estaba cerrado, así que nos tuvimos que conformar con leer los paneles que había.
La playa de Gerakas es muy larga y amplia, pero como hay nidos de tortugas, y además hay zona de tumbonas, pues no hay mucho espacio para las toallas a no ser que te vayas al final de la playa. Importante, en esta playa solo se permite estar hasta el atardecer, y de hecho, sobre las 7 y algo, vino un hombre de la reserva natural a decirnos que había que irse. La playa es muy chula y no cubre apenas, pero es una pena ver que en una reserva natural como es esa, la gente es demasiado guarra, y te encuentras colillas de cigarro por todos los lados, realmente es un asco. Eso sí, la gente no debe saber leer, porque antes de bajar a la playa hay una serie de normas, como que si haces castillos los destroces cuando te vayas y sobre todo que no pongan sombrillas, pero nada la gente ni caso..Asi que como nosotros nos quedamos hasta que nos echaron, mis hijos y yo nos dedicamos a destruir castillos, para dejar vía libre a las tortugas..
Volvimos al hotel, tras otro largo camino en coche, y después de ducharnos decidimos que era el día para darnos el homenaje culinario, así que cenamos en el restaurante Aperitto, justo debajo de nuestro hotel. La idea resultó genial y cenamos estupendamente por un precio algo más caro que no normal, pero si pasarnos (unos 60 euros)

---

Empezamos el día desayunando en el mismo sitio (estaba bueno y bien de precio, asi que ¿Por qué no repetir?).
Después compramos algo de embutido y pan en el supermercado del hotel porque ese dia tocaba playa y bocatas, en las playas del norte de la isla.
Pusimos rumbo a la playa Porto Limnionas, donde había leído que había plataformas para saltar y sabía que a mi hijo le iba a encantar. La idea era estar un ratito, e irnos a comer cerca de la Playa del Naufragio, pero lo dicho, los niños estaba tan felices, que decimos quedarnos más tiempo allí. Por cierto, el restaurante de esta playa tenía una pinta estupenda, pero nosotros ya habíamos decidido comer bocatas.

La playa, playa no es, pero el agua es turquesa y limpia...y si te gusta saltar desde altura es perfecta.
Decidimos no comer en Porto Limnionas ya que había leído que Maries era un pueblecito chulo y pensamos que allí, habría algún lugar agradable donde poder comer los bocatas. Maries es un pueblecito donde se supone que Maria Magdalena estuvo en su camino hacia Paris. Al llegar nos llevamos un pequeño chasco porque parecía un pueblo fantasma, no había nadie. Pero bueno, aparcamos y comimos en un parquecito que había cerca de la iglesia. Eso si, los buzones eran bastante curiosos

Tras comer, pusimos rumbo hacia el mirador de la playa del Naufragio. En un principio, pensábamos haber hecho esa excursión, pero leyendo comentarios del foro, pensamos que al final la playa iba a estar bastante concurrida y que perdería encanto (y los niños, preferirían lo de las tortugas caretta, por supuesto). Al llegar al mirador, vimos que había bastantes coches y algún autobús…El mirador es chiquitín y tienes que hacer cola para poder hacerte una foto...La verdad es que es donde se puede hacer la mejor foto, así que mejor esperar…Tambien te puedes ir un poco más lejos, y seguro saca alguna foto buena, pero cuidadin, que no es un camino muy seguro. Nosotros con dos niños, desechamos esta opción.



Las vistas de la playa son magníficas, pero como hay tanta gente, no creáis que se disfruta mucho.
Despues pusimos rumbo hacia Alikanas, para pasar un rato en la playa. Habia leído que Alikanas tenía una playa muy larga, y si bien es cierto, la verdad, es que está como un poco fragmentada. Aquí nos volvió a pasar lo mismo que en Gerakas, es decir, ya la gente se empezaba a ir ( no eran ni las 6), asi que tras andar un poco buscando algo de gente nos paramos en un sitio donde había unas tumbonas ya vacias. Estuvimos bañándonos un buen rato, hasta que nos cansamos y volvimos al hotel y tras ducharnos decidimos que tocaba ir a Laganas.
Había leído que en Laganas había mucha marcha, y doy fe de ello..es un poco como Benidorm pero sin rascacielos. Había mogollón de grupos de gente joven, algunos ya borrachos a las 10 de la noche. Dimos una vuelta por la calle principal “disfrutando” del ambientazo y nos metimos a comer en un sitio turístico a tope. No os voy a recomendar el restaurante donde cenamos, pero creo que ninguno de los de aquella calle debe ser un sitio gourmet.
Laganas no nos gustó, pero porque no es lo que buscamos en nuestras vacaciones. Nos gusta que haya ambiente, pero tanto, tanto noooo

---