![]() ![]() BUSCANDO MITOS EN GRECIA ✏️ Blogs de Grecia
Viaje a Grecia con niños visitando ruinas y playaAutor: Soniabama Fecha creación: ⭐ Puntos: 5 (3 Votos) Índice del Diario: BUSCANDO MITOS EN GRECIA
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Etapas 1 a 3, total 10
Llegada a Atenas 31 de agosto
Empezamos el día sin prisas y viajamos desde Madrid a Atenas en un vuelo que llegaba a Atenas a las 17:00 hora local, aunque por causas ajenas a nosotros el vuelo se retrasó un poco y aterrizamos cerca de las 18:00. Tras coger nuestras maletas, salimos en busca de la parada del autobús X95 ( si, si mucha gente recomienda el metro, pero entre que es más barato, y que así vas haciéndote una idea del país, pues, nos gusta más esta opción). Es fácil encontrar la parada del autobús a la salida del aeropuerto y sale cada 15 min hacia la plaza Syntagma. Los precios están publicados, pero no obstante, os diré que gastamos 18 euros (2 tickets normales de 6 euros y 2 reducidos para los niños de 3 euros). El trayecto duró cerca de una hora, pero lo dicho, no llevábamos prisa. Al llegar a Syntagma, nos ubicamos en la plaza y buscamos nuestro hotel (hotel Astor, 143 euros la noche con desayuno incluido) que estaba en una calle paralela a la calle Ermou, y en 5 minutos estábamos allí. Tras hacer el check-in, decidimos que había que salir a dar una vuelta por la ciudad y buscar de cenar, pero no sin antes subir al restaurante de nuestro hotel desde donde ya quedamos impresionados por ver la Acrópolis iluminada. Cogimos la calle Ermou, la más comercial de Atenas donde había mucho ambiente y no solo de turistas. Sin darnos cuenta, ya que pensábamos que las distancias eran más grandes, llegamos hasta la plaza Monistraki y por supuesto a la Biblioteca de Adriano. Lo cierto es que aunque ya había leído en los foros que muchas ruinas en Atenas se ven desde fuera, es verdad que me quedé un poco decepcionada, ya que de la Biblioteca me esperaba algo más.. Estuvimos buscando alguno de los sitios que se recomiendan en los foros para comer, pero finalmente elegimos uno que se llamaba Bairaktaris, que estaba en la calle Mitropoleos. La verdad es que la zona está llena de restaruantes. Comimos Musaka, tzatiziki y gyros para empezar de lleno con la gastronomía griega..De postre, decidimos no pedir nada ya que habíamos encontrado la pastelería Attica Aptonoeia, justo enfrente de la iglesia de Kapnikorea, y todo tenía una pinta estupenda, pero para nuestra sorpresa, nos trajeron gratis unas rodajas de sandía. La cena para los cuatro nos salió por 31 euros y los postre en la pastelería por 3 euros. Algo que me sorprendió gratamente es que las botellas de agua de 500 ml costaban en la mayoría de los sitios 50 céntimos, cosa que para ser sitios turísticos no es nada habitual. Aunque para llegar a nuestro hotel no era necesario llegar a la plaza Syntagma, decidimos dar una vuelta y ver la guardia frente al Parlamento. Cuidado si queréis haceros una foto con los guardias, no ponen pegas, pero no os podéis sentar en las escaleras ni acercaros demasiado a ellos. Si lo hacéis, se ponen a dar golpes al suelo con el fusil, hasta que llega el soldado que está allí para velar por su integridad física. Menudo susto se llevó mi pequeña… Tras eso volvimos a atravesar la plaza Syntagma para ir a nuestro hotel, cuando mi hijo se dio cuenta de un gran evento que se estaba celebrando allí…había una POKEKEDADA, todos los jóvenes con sus móviles en mano cazando Pokemons.. Etapas 1 a 3, total 10
Teníamos que levantarnos temprano ya que a las 09:45 teníamos que estar en el Arco de Adriano para iniciar el Free Walking Tour que habíamos contratado. Desayunamos en el hotel con unas vistas esplendidas a la Acrópolis…
El Free Walking tour es algo que nosotros utilizamos en las grandes ciudades, ya que suelen durar 2-3 horas y te dan una visión general de la ciudad..y si vas con niños, si los guías son divertidos, se les hace más ameno. Nuestro tour como he dicho empezó en el Arco de Adriano y de ahí nos llevó a Zappeion y al Estadio Panetanaico, donde mi hijo tenía previsto empezar su particular ruta olímpica. Sin embargo, no pudo hacerlo ya que no teníamos tiempo para visitarlo por dentro (si cogéis la entrada general de 30 euros, tenéis acceso al estadio pero nosotros no la cogimos porque no íbamos a tener tanto tiempo en Atenas como para visitar todos los monumentos por dentro, y además desde fuera se ve bastante bien). Por suerte, el enfado se le pasó rápidamente a mi hijo y es que cuando te cuentan el sufrimiento de aquel soldado griego cuya carrera desde Marathon a Atenas dio lugar a los actuales maratones, pues todo pasa a un segundo lugar. De ahí atravesamos por los jardines Nacionales para llegar al Parlamento y ver el cambio de guardia, pero llegamos tarde y ya solo había una larga cola de gente que quería hacerse fotos con los guardias. De nuevo en marcha bajamos por la calle Mitropoleos hasta la catedral de la Anunciación de Santa Maria, donde se casaron nuestros reyes eméritos. Si bien esta iglesia ortodoxa es bien bonita, lo que llama la atención es de repente ver bajo el porche de un hotel de lujo una pequeña iglesia ortodoxa. Nuestro guía nos contó que el hotel de hecho pertenece a la iglesia, y es que en Grecia se venera a todos los Santos y por muy pequeña que sea una capilla, si ésta está dedicada a un santo, no se puede destruir. Actualmente, los griegos celebran más el día de su Santo que el de su cumpleaños. De ahí, nos adentramos más en el barrio de Plaka para poner rumbo hacia la biblioteca de Adriano, que ya os he dicho que está bastante deterioriada y el Agora Romana, donde sin duda la torre de los Vientos destaca por su conservación. A modo curioso destacaré que nuestro guía nos comentó que algunas de las casas por las que pasaos pertenecieron a Pachás del imperio Otomano y que de hecho, se puede ver que las piedras que usaron para su construcción provenían de los edificios griegos clásicos. Despues de ahí, comenzamos la gran “cuesta” hacia la Acropolis, y sin duda os diré que la vista de la Acropolisis desde el monte Aeropago es algo excepcional. Nuestro guía nos contó la historia de cómo San Pablo convenció a los atenienses de la existencia de Dios, ya que según la leyenda como nadie podía mentir en el monte Aeropago, San Pablo se subió al monte y desde ahí, dijo que Dios era el 13 dios..y como ningún rayo le partió, los atenienses le creyeron..Cosas de la historia.. Aquí acabó nuestra ruta guiada de más de 3 horas..eso sí, desde la entrada de la Acropolis bajamos por el teatro de Dionisio hasta el Museo de la Acropolis, pero antes de entrar ahí, había que reponer fuerzas y comer. Comimos en un restaurante en la calle principal, no fue algo memorable, y nos costó 37 euros Como era temprano, y no era plan de ver la Acropolis cuando el sol pega más fuerte, nos fuimos al Museo. El Museo cuesta 5 euros, y no está incluido en el ticket de 30 euros. El museo tiene 3 plantas, y aunque todo es bastante interesante, como mis hijos no estaban mucho por la labor, pasamos bastante rápido por toda la parte de la cultura minoica hasta llegar a las famosas cariátides. Tras unas fotos, subimos a la 3ª planta donde ponen un video sobre la construcción y destrucción de la Acropolis...y tras esto, no podíamos saltarnos la recreación en Lego de la Acropolis, que sin duda fue lo que más gustó a mis hijos. Tras esto, decidimos poner rumbo a la Acropolis. La Acropolis tiene dos entradas, una por la calle Dioysious Aeropagitou y otra cerca del Aeropago…Nuestro guía nos comentó que la subida era más ligera por la de la calle Aeropagitou, pero como había bastante cola, decidimos subir otra vez hasta el Aeropago. Nosotros recomendamos esta entrada, ya que sin duda es la más impresionante.. Como buen monumento antiguo que se precie sin duda el Partenón está en obras, aunque ello no le resta ni un ápice de esplendor. Las vistas desde el Partenón, sin duda son increíbles, y aunque está bastante lleno de gente, pudimos hacer buenas fotos. El Erection me decepcionó un pelín, y es que tras ver las cariátides en el museo, me esperaba que el templo fuera más grande. Dimos un gran paseo por la Acrópolis y como el templo de Hefesto (8 euros la entrada, niños gratis) cerraba a las 20 h, a pesar de las reticencias de mis hijos, pudimos convencerlos e ir hasta allí. La verdad es que lo que queda del Ágora no es mucho, pero sin duda el templo de Hefesto hay que verlo, ya que además de estar muy bien conservado, te hace imaginar cómo sería en su día el Partenón, ya que la arquitectura de ambos edificios era prácticamente igual, pero en menor escala. Tras esto duro día nos adentramos de nuevo en el barrio de Monastiraki tomar algo y a hacer tiempo hasta la cena. Subimos por la calle paralela a Ermou donde puedes comprar regalos y copias de equipaciones deportivas a buen precio..Importante, recordad que siempre hay que regatear. Nos dio la hora de la cena y decidimos comer unos kebabs en la taberna Thanassis, que está muy recomendada en los foros. Tomamos unos gyros y tzaziki, pero no teníamos mucha hambre. Fueron 17 euros. De nuevo, de postre nos tomamos algo en Attica Aptonoeia y de vuelta al hotel que había sido un día duro. Etapas 1 a 3, total 10
Día 2 de Septiembre
Nos levantamos más o menos temprano para ir a despedirnos de la Acrópolis desde el restaurante del hotel. Este día empieza nuestro recorrido por Grecia y para ello teníamos que ir a recoger el coche de alquiler en la calle Leofinidas Andrea Siggrou. El coche lo habíamos alquilado por internet en Caldera Car Hire. En esta calle están la mayoría de las empresas de alquiler de coches, y está muy cerca del Arco de Adriano. Nos metieron un buen palo en la tarjeta ya que nos retuvieron más de 1000 euros. Salimos con cierta dificultad de Atenas, pero más que nada porque los GPS gratuitos a veces lían un poco, pero bueno, una vez encontrada la salida, pusimos rumbo a Corintio. No sé por qué pero me esperaba algo más señalizado, pero efectivamente es un puente sobre un canal… hay un par de restaurantes a ambos lados para que los autobuses paren para hacer fotos. Pero la oficina de información sobre el canal estaba cerrada y los paneles no se leían bien. La verdad es que es una obra de ingeniería digna de ver. Tras la breve parada para hacer fotos en Corintio, pusimos rumbo al plato fuerte del día… EPIDAURO. El camino es sin duda lo mejor, y es que si algo me ha sorprendido de Grecia es su interior, ya que te ofrece unos paisajes magníficos. Otra cosa curiosa de ver es la cantidad de capillitas o altares que hay en los arcenes de la carretera, unos llenos y otros no, pero lo digo, hay mogollón. Llegamos a Epidauro (12 euros por cabeza, niños gratis) sobre las 2, y bueno como habíamos desayunado bien y comido galletas decidimos ver primero el yacimiento. Lo mejor es que a esa hora, no había casi gente visitándolo. Lo primero que vimos fue el museo. Pequeño y sin mucho que ver. Después al teatro…y eso ya es otra cosa… Yo había leído sobre la magnífica acústica del teatro y de que si se tiraba una moneda en el centro del teatro se podía oir desde arriba, así que decimos probar...mi hijo estuvo tirando monedas hasta que llegaron y alguien le dijo que eso no se podía hacer... Creo que era porque llego una excursión, y querían hacer con ellos otras pruebas de acústica, pero de todas formas es cierto, que si todo el mundo tira monedas, la piedra se desgastará mucho más deprisa. A pesar de las reticencias de mis hijos, decidimos ver el resto del yacimiento. La verdad es que convencimos a mi hijo porque allí habíamos visto que había otro Estadio, donde se celebraban otros Juegos parecidos a los Olímpicos. Lo malo de este estadio es que no se podía correr por él, así que a mi hijo le pareció que estaba todo roto...A diferencia del Estadio de Olimpia es que este tiene las gradas mejor conservadas, pero no deja de ser un descampado rectangular. Después seguimos viendo el resto del yacimiento, leyendo que este lugar fue algo similar a un hospital (por algo Asclepio era el dios de la medicina). La verdad es que están tratando de rehabilitar el lugar, pero aún les queda mucho. Como ya era tarde, tomamos la mala decisión de tomar un bocadillo en el chiringuito de Epidauro…aunque estéis muertos de hambre no lo hagáis. Eran casi las 5 cuando dejábamos Epidauro, y aun nos quedaban 3 horas para llegar a Olimpia, donde íbamos a dormir, así que muy a mi pesar tuvimos que dejar Nauplio y lo que es peor aún, Micenas. Cuando organizamos el viaje, estuvimos dudando si visitar Epidauro o Micenas, pero claro yendo con dos niños de 9 y 12 años, pensamos que quizá les iba a impresionar más el teatro de Epidauro, asi que tuvimos que dejar estos lugares para la próxima vez. Llegamos a Olimpia pasadas las 20:00. Afortunadamente nuestro hotel Olimpic Village (100 euros noche con desayuno incluido), cerraba la piscina a las 22:00, asi que según dejamos las maletas mis hijos fueron corriendo a la piscina, donde estuvimos hasta la hora de la cena. Olimpia es una ciudad pequeña, pero muy preparada para el turismo. De hecho, la calle principal está llena de tiendas y restaurantes. Lo que nos pareció raro es que todo estaba vacío. NO sabemos si serán por las fechas, o porque quizá Olimpia sea un destino más de dia que de pasar la noche, pero nos impactó ver tan poca gente. Etapas 1 a 3, total 10
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