Singapur e Indonesia 2018 ✏️ Blogs de Indonesia

24 DE OCTUBRE

Para este día reservamos tour con conductor (no guía), para visitar:

- Cascada NungNung
- Cascada Sekumpul
- Pura Ulun Danu Bratan

Antes de quedar con el conductor, estuvimos probando uno de los columpios de Bali, con vistas a la selva. Después fuimos hacia NungNung, en un trayecto que nos llevó aprox 40 minutos.



En esta cascada no había casi gente (estábamos nosotros dos y un par de parejas más). Quizás porque no está en el centro de Ubud... o que desde el parking hay que bajar bastantes escalones.





Después fuimos a Sekumpul Waterafall. Esta cascada es aún más inacesible. Desde Nung Nung tardamos hora y algo en llegar a un recinto donde nos esperaba una familia de Balineses que iban a ser nuestros guías para hacer una ruta sobre la zona. Vimos más arrozales, la cascada Sekumpul y la cascada Fiji Fiji. Las dos nos parecieron espectaculares. Eso sí, para llegar a ellas hay que bajar muchos, muchos escalones, muy empinados, ya que tengo entendido que son las cascadas más altas de Bali.








Al volver, para no tener que hacer la mima ruta de vuelta andando, nos llevaron por el monte en unas motos hasta su casa, donde nos dieron de comer en una explanada con vistas a arrozales. Nos encantó ese sitio, y sobretodo esa familia.



Después de comer el conductor nos llevó hasta lo que fue nuestra mayor decepción de Bali, el templo Ulun Danu Bratan. Seguramente fue porque no lo pillamos en buen día. A última hora del día se levantó bastante niebla en la zona, y además, el templo no estaba sobre agua, sino barro. Nos dijeron que en Bali estaba lloviendo muy poco ultimamente, y como no llueve, el nivel del lago no sube, por lo que el templo luce sobre barro.

En cuanto a las lluvias, no sé cómo estará ahora la cosa, pero a nosotros en cinco dias a finales de octubre no nos llovió ni un sólo día. Practicamente todos los días sol y nubes o soleado entero. Nos dijeron que estaban notando el cambio climático también allí, una pena.








Y con esto termina nuestra estancia en Bali. Nos dejamos por ver la zona de la costa, que por lo que había leido y visto no me parece el plato fuerte de esta isla, y como ibamos a pasar 7 días en Raja Ampat preferíamos dedicar estos días al centro de la isla.

Prácticamente anocheció mientras estuvimos viendo este templo, así que montamos de nuevo en el coche y el conductor nos llevó hasta el aeropuerto de Denpasar.
Cogíamos vuelo a Yakarta a las 22:30, lo que nos había dejado disfrutar de todo el día en la isla.
Al día siguiente cogeríamos otro vuelo a las 7 de la mañana a Borneo, así que nos quedamos a dormir en el hotel de la terminal del aeropuerto, muy recomendable si vas a tener pocas horas de sueño.

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25 DE OCTUBRE

Aterrizamos en Pangkalan Bun en hora, a las 8 de la mañana. A la salida del aeropuerto nos estaba esperando nuestro guía, Jackie. Con todo nuestro equipaje nos montaron en un taxi hacia el puerto de Kumai, donde estuvimos haciendo tiempo hasta las 11 de la mañana cuando partió el barco hacia la selva. El feeding de este día sería a las 2 de la tarde aprox y se tarda hora y media así que con mucha calma fuimos adentrandonos en la selva de Borneo.

La experiencia de vivir en un barco durante tres días ha sido lo que más me ha gustado del viaje, esa paz y tranquilidad que se respira, los sonidos de la selva, descansar en las hamacas mientras vas observando la vegetación y fauna... muy recomendable.

Nuestro barco:







Al ir en temporada baja había muy pocos barcos por la zona, pero el nuestro nos pareció de los mejores. (vimos un par de ellos que eran de lujo). Sin embargo, muchos sólo tenían sillas de plástico y se veían bastante viejos. El nuestro tenía dos tumbonas con colchonetas, dos hamacas colgando del techo...y otras dos tumbonas de madera en la popa. Además de un baño bastante amplio con inodoro, lavabo y ducha convencional.
La tripulación constaba del capitán, un ayudante, el guía, cocinara y su bebé de dos años.
El precio total para dos personas los tres días fue de 300 euros. Sé que es más caro que la media de lo que hay allí, pero no nos arrepentimos viendo las comodidades que tenía, el trato obtenido y la riquísima comida que nos dieron.






La primera hora de trayecto, la vegetación es como aparece en estas fotos, árboles de una clase de palmeras autóctonas (ojo, no es el árbol de aceite de palma).
Eso sí, el río separa dos zonas, la zona de la derecha del barco (en dirección kumai-camp leakey) es territorio de Parque Nacional Tanjung Puting, es decir, territorio protegido. Sin embargo la zona izquierda no esta protegida, luego es terreno susceptible de ser vendido para cultivo de palma. Y así es, la zona está repleta del árbol de palma. En un momento volamos el drone y el propio guía nos explicó dónde estaba la palma, que se veía desde la pantalla.

En esta foto se puede ver dónde hay árboles de palma (zona izquierda de la foto).


Es una auténtica pena lo que están haciendo en Borneo, ya que los propios lugareños lo aprueban, pues les da trabajo y es muy poca gente la que mira por el bien de la selva y los orangutanes. El gobierno cede ante las ofertas económicas de compañias tipo Nestle y dan cientos de hectáreas de selva para que puedan plantar la palma.



Sobre las 12 nos dieron de comer, y enseguida llegamos al primer campamento. Para llegar al feeding poing hay que recorrer 10-15 mintuos. Por el camino es fácil ver plantas carnívoras.

















Tras volver al barco, nos movimos un poco para buscar los monos narigudos. Es fácil verlos desde el barco. Estuvimos observándolos un rato hasta que anocheció.






Justo después de hacerse de noche nos dieron de cenar y de seguido fuimos a hacer el trekking nocturno. Nos acompañó nuestro guía Jackie, y un ranger del parque. Dura una hora aproximadamente y es fácil ver arañas de todos los tamaños, tarántulas, ranas...



Tarántulas había muchísimas, era muy facil encontrar sus casas, unos agujeros de 4 cm de diámetro.



También vimos un precioso pájaro que descansaba tranquilo sobre una rama, sin inmutarse ante nosotros acercándonos.



Al volver nos habían preparado la cama con mosquitera y nos fuimos a dormir tras un largo y fructífero día.

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26 DE OCTUBRE

Habíamos acordado con Jackie despertarnos sobre las 7 para poner rumbo al segundo campamento.
Mientras desayunamos, el capitán y su ayudante nos recogieron la mosquitera y sábanas para dejar la cama en modo sofá. Sólo podemos tener buenas palabras de todos los miembros de la tripulación. Fue todo un acierto hacerlo con ellos.






Para desayunar nos diaron zumo, tortilla francesa, pancakes, bizcocho y café. (el café nos pareció que era muy fuerte).
Después de desayunar tomamos el sol un rato y casi sin darnos cuenta ya habíamos llegado al segundo campamento.





Esta zona de la selva me pareció la más bonita y auténtica. El agua deja de ser marron para tener un color negro que refleja toda la vegetación de alrededor.







Al llegar al campamento nos dimos cuenta que llevábamos la cámara de fotos sin batería... así que sólo pudimos sacar fotos con el móvil.

Cuando llegamos ya estaba allí un solitario macho salvaje comiendo bananas. Jackie nos explicó que al ser salvaje, el resto de orangutanes le tenían miedo, así que hasta que éste no se hartó de comer y marchó, no bajó ningún orangutan a comer. Estaban todos esperando arriba en las copas de los árboles ansiosos. Algún descarado le tiraba incluso ramas desde arriba a modo de invitación a marcharse.





Tras veinte minutos, el macho se escondió entre los árboles y rapidamente el resto de orangutanes bajó a comer, inquietos mirando constantemente a la zona por la que se había ido el macho salvaje.




Finalmente llegamos al último campamento: Camp Leakey. Sin duda es el más espectacular de todos. Antes de adentrarnos en la selva te llevan al centro donde tienen unos paneles explicativos con la historia del campamento, su fundadora... los orangutanes que ha habido etc.

Tras echar un vistazo a los paneles nos dirigimos hacia el feeding camp, que está a unos 20 minutos andando.



















También rondaban la zona otro tipo de primates llamados Gibbon, muy ágiles y rápidos para robar la comida de los orangutanes. También habia una familia de cerdos.








Otro día más Borneo nos deleitó con otro bonito atardecer. Después de cenar volvimos a hacer un trekking nocturno. Vimos bastantes tarántulas y arañas de nuevo... ranas... y un pitón bebé. El ranger se pegó buen susto al encontrarse con ella a la altura de los ojos. Aun siendo bebé se veía muy agresiva y desafiante cuando le apuntábamos con la luz.








El ranger también encontró un monito tarsier, pero nosotros no conseguimos verlo.


27 DE OCTUBRE

Este día lo tomamos con mucha calma. No teníamos prisa puesto que el avión salía a las 3 de la tarde, así que nos quedamos en el barco hasta la 1 del mediodía. Hacía buen tiempo así que estuvimos tomando el sol y viendo la selva.



Nuestro último Nasi Goreng


Según nos acercábamos a Kumai, el paisaje volvía a cambiar al agua marrón y palmeras que caracterizan esta zona cerca del puerto.




En el viaje de vuelta vimos un par de cocodrilos (no pudimos sacar fotos ya que el barco no paró a tiempo). También vimos un orangután salvaje que se acercó a la orilla a comer, pero estaba muy escondido entre los arbustos así que tampoco sacamos ninguna foto decente.


Y hasta aquí nuestra etapa de Borneo.

Llegamos al aeropuerto en hora, donde comenzaba nuestra odisea de trayecto hasta llegar a la remota isla de Kri en Raja Ampat. Nos esperaba un vuelo corto hasta Yakarta, una espera en Yakarta de 7 horas, un vuelo de 4 horas, un ferry de otras dos horas y un viaje en cayuco por mar abierto de otra hora.

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