Indonesia - Borneo, Papúa y Java central ✏️ Blogs de Indonesia

Llegamos sobre las 15:40 al aeropuerto internacional de Yakarta CGK. Vinimos en un vuelo de Emirates con escala en Dubai que nos costó 2140€ por persona i/v. El motivo de haber pagado tanto lo explicaré a continuación y aprovecharé para destapar ciertas estafas de algunas aerolíneas y buscadores de vuelos. Pero primero contaré la etapa de viaje.

Como la mayoría de los que vais a venir a Indonesia sabréis ya, hay que descargarse la app PeduliLindungi. En ella hay que subir el certificado de vacunación y pretenden que cada vez que vayas a una sitio público escanees un código QR para que te puedan localizar y rasear. Nosotros subimos nuestras vacunas hace meses y siguen pendientes de confirmación, por lo que al bajar del avión, tuvimos que realizar la primera de las largas colas. Todo para que en la tarjeta de embarque te cuñen un “Valid”, tras enseñar el pasaporte, el certificado de vacunación y la propia tarjeta de embarque.
A continuación tienes que hacer otra cola para pagar la “Visa on Arrival”. Esta cola, como se trata de cobrar va más rápido que las otra. Hay que pagar 34€ por persona o 500000 IDR (en efectivo, no tienen datáfono). Cuando vine a Bali en 2018 esta visa era gratis para españoles pero han aprovechado el COVID para ponerla de pago para todo el mundo.
Con un papel como comprobante de que has pagado, te diriges a la tercera cola, bastante más larga que la primera para que te cuñen el pasaporte.
Dos consejos, si viajáis más de una persona, uno que se vaya a pagar la VoA y el otro que vaya haciendo cola. El otro consejo es, hay códigos QRs amarillos con la declaración de bienes importados (el típico documento donde declaras que no llevas nada ilegal etc). Nosotros no lo hicimos pero con el WIFI del aeropuerto puedes aprovechar la cola para ir rellenándola y así evitarte una última cola después de recoger las maletas. Como no lo hicimos, lo tuvimos que rellenar a mano antes de abandonar el aeropuerto, y los paleles que teníamos solo estaban en indonesio, así que perdimos bastante tiempo traduciendo.
Finalmente abandonamos la terminal, sacamos algo de dinero en un cajero (la mayoría no cobran comisión), aunque el cambio de dinero en el aeropuerto estaba bastante bien, y fuimos a coger un taxi. Con la app Grab nos costaba hasta el hotel unos 170k IDR. Cogimos uno de la compañía BlueBird, que también tiene app pero no la teníamos descargada, y nos costó 159k IDR. Al parecer es más barata que Grab. En los próximos días, si podemos lo confirmaremos.
Llegamos al hotel Flamenco Living House, cerca de Merdeka Square. Era de los pocos que quedaban a un precio razonable 18€ la noche para dos personas.
El hotel está bien ubicado y limpio. Lo único malo es que en las habitaciones de las plantas superiores, el agua de la ducha llega sin potencia, y que por la noche había un sonido parecido al de un taladro que no paró. Pero supongo que esto no estará siempre.
Nos duchamos y nos fuimos a dar una vuelta y a cenar.
Pasamos por el parque donde se encuentra el Monumento Nacional (la torre “Monas” como la llaman). El parque estaba cerrado por lo que lo bordeamos. Caminando vimos una feria de atracciones y decidimos entrar. El complejo estaba lleno de sitios de comida, y nos sentamos a cenar. La cena nos costó 50k IDR. Después de cenar, como estábamos cansados volvimos andando al hotel que estaba a 15 minutos para dormir.
Se nos olvidó ver la feria.

Y en los siguientes párrafos contaré los problemas referentes a los vuelos que tuvimos antes de viajar.
En su momento, a finales de abril, compramos un billete a través de GoToGate, de la aerolínea Malaysia Airlines. El billete nos costó 980€/persona, salida de Madrid, escala en Doha, escala en Kuala Lumpur y llegada a Yakarta, y lo mismo a la vuelta.
De estos vuelos, el primero estaba operado por Qatar Airways y el resto por Malaysia.
Aproximadamente un mes después, recibimos un mensaje de Malaysia (nunca recibimos un mensaje de GotoGate) de que el itinerario se había modificado. Ahora, el vuelo era Madrid-Doha-Yakarta, y todos operados por Qatar. Sin embargo había un detalle que nos llamó la atención pero no le dimos mayor importancia pues pensamos que ya se solucionaría. Desde Qatar había dos salidas con destino Yakarta, una a las 2:30 y otra a las 8:30 de la mañana.
Tres días antes del vuelo, recibimos un mensaje de Qatar diciendo que el check in del vuelo estaba ya disponible. Sin embargo sólo nombraba el primer vuelo Madrid-Doha, no decía nada del vuelo Doha-Yakarta.
Fue entonces cuando nos pusimos a investigar y entramos con el localizador tanto en GoToGate, como en Malaysia, como en Qatar.
En el primero de ellos, nuestro buscador de vuelos a través del que lo habíamos comprado, seguía apareciendo el itinerario original con vuelos que ya no existían y en ningún momento nos habían avisado.
En el segundo, en Malaysia, decía que los vuelos que había modificado, también estaban cancelados, y tampoco habían enviado confirmación de la cancelación. Sólo se habían dignado a enviar una modificación del itinerario original.
En Qatar, sin embargo, compañía con la que nosotros no habíamos contratado nada, sólo nos decían que con ellos teníamos un vuelo.
Así pasamos el día siguiente, llamando sin parar tanto a las aerolíneas como al operador. Las llamadas al operador consistían en una hora de espera para que luego te ofreciesen el reembolso del vuelo o mantener un vuelo en el que no podías llegar al destino. Las aerolíneas tampoco solucionaban los problemas. Qatar le echaba la culpa a Malaysia, y Malaysia decía que lo tenía que gestionar el operador.
Nos encontramos entonces a 48h del vuelo sin vuelo. Una opción hubiese sido aceptar el reembolso y quedarnos sin vacaciones, pero el problema es que teníamos bastantes vuelos internos ya pagados, AVEs a Madrid, algunos hoteles y excursiones ya contratadas y de todo eso íbamos a perder el dinero. El seguro que teníamos de IATI, tampoco cubre cancelación por parte de la aerolínea, cosa que a priori pueda parecer que si.
Por lo tanto empezamos a buscar vuelos, a 48h del inicio del viaje. Los vuelos el sábado costaban 5000€, por lo que decidimos mirar si había el viernes. Encontramos unos vuelos de Emirates a 2000€ aproximadamente por persona. Tras autoconvencernos y prometernos ahorrar los próximos meses para compensar este desfalco económico, procedimos a comprarlos. Para nuestra sorpresa y gracias a las cookies, en el momento de pagar los vuelos subieron otros 2000€ más, a 4000€. Fue entonces cuando decidimos desistir y con mucho pesar nos hicimos la idea de que el viaje no tendría lugar.
Esa misma noche, en casa de Lucía, cuando le contamos la historia a su cuñado, decidió buscar en su móvil estos vuelos. Nuestra sorpresa fue que los encontró al precio original, y nosotros realizamos la misma búsqueda, y nos costaban el doble.
Nos apresuramos a cogerlos antes de que volviese a cambiar de precio. Y así fue como empezó el viaje. Salimos en apenas 30h desde Madrid, y no teníamos ni cómo llegar, pues los billetes de AVE que teníamos comprados ya no nos servían.
Con todo esto quiero hacer ver dos cosas. Hay ciertos operadores como GoToGate que no son de fiar, y ciertas aerolíneas que tampoco, como Malaysia (además a un conocido le han cancelado también los vuelos a un par de semanas de volar, pero a él si que le han avisado).
GoToGate nos dijo que nos reembolsarían el dinero pero a día de hoy no sabemos nada de eso.
Con todo esto y ya desahogado, procederé a contar el viaje.

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Nuestra idea inicial era dormir en Yakarta y la mañana siguiente temprano coger el vuelo a Borneo. Debido al cambio de planes de última hora y a vernos obligados a anticipar el viaje en un día, nos encontramos con un día extra en Yakarta.

Así que a las 7 de la mañana nos levantamos, dejamos las cosas en la recepción del hotel tras hacer el check-out y nos fuimos a desayunar a un puesto callejero en la esquina. El desayuno, consistente en arroz, algo de pollo y una grasa gelatinosa, además de un té, nos costó 25k IDR entre los dos.

Teníamos 3 cosas que hacer ese día, además de visitar algo que nos viniese de paso. Teníamos que sacar dinero, comprar una tarjeta SIM, e ir a las oficinas de Lion Air puesto que nos habían cambiado un vuelo de hora y se nos solapaba con otro.

Decidimos ir en primer lugar a la mezquital Istiqlal. Cogimos un tuktuk para ello (30k IDR). Nuestra sorpresa al llegar fue que los policías que estaban en la puerta nos dijeron que estaba cerrada al turismo (no sé si es por el COVID, porque han cambiado de normas o porque no les apeteció). El caso es que cruzamos a la acera de enfrente a visitar la catedral, pero al tratarse de domingo, estaban de misa y no pudimos entrar al interior. Así que cogimos otro tuktuk (otros 30k IDR) y nos fuimos a la avenida donde se encontraba el edificio de Lion Air. Estaban todas las tiendas cerradas por tratarse de domingo. Intentamos sacar dinero en 5 o 6 cajeros de diferentes bancos y en ninguno nos dejaba. El día no había empezado nada bien.

Finalmente llegamos al edificio de Lion Air, y la verdad es que fueron bastante eficientes y nos cambiaron uno de los vuelos para que no tuviésemos problemas sin coste alguno. Allí mismo, en las oficinas había varios cajeros, y probamos a sacar dinero en uno de ellos (Maybank) y pudimos a la primera y sin comisiones. Por lo tanto sólo nos quedaba el tema de la tarjeta sim.

Como era temprano, alrededor de las 9 de la mañana, y con los mapas de Google descargados sin conexión nos apañábamos, decidimos subir a Kota Tua. Visitamos Chinatown, el ayuntamiento de Yakarta, que se encuentra próximo, y vimos desde fuera el famoso café Batavia.





Después de pasear un rato más y visitar el mercado de Chinatown, cogimos un taxi de una compañía parecida a Bluebird, pero que no era de ella, y nos acercó hasta la plaza Merdeka por 50k IDR. Le preguntamos si sabía donde comprar una tarjeta SIM y antes de bajarnos nos llevo a una oficina de Telkomsell. Además, esta era la compañía que el hotel de Raja Ampat (Papúa) nos había recomendado puesto que era la única con cobertura allí. Más tarde preguntamos por las tajertas SIM y nos dijeron que se compran en las tiendas donde vende teléfonos, pero como era domingo y estaba todo cerrado no lo pudimos confirmar. En las oficinas, enseguida nos atendieron y al poco salimos con una tarjeta SIM con 11gb para un mes por 42k IDR (40 de datos y 2 de la tarjeta).
Ahora sí, con todos los deberes hechos, nos fuimos a ver el Monumento Nacional.


Entramos en el parque y estuvimos paseando y descansando por allí hasta que se hizo sobre la una y fuimos a comer de vuelta al hostal. Comimos en un restaurante Beautika Khas Manado que no estaba malo pero la verdad es que era bastante más caro que el resto de sitios donde habíamos comido. La comida nos costó 259k IDR.
Volvimos al hotel a recoger las maletas y cogimos un taxi Bluebird para ir al hotel que teníamos ese día, Mutiara Batu Cepe, que se encontraba a 20 minutos del aeropuerto. El taxi nos costó 98k IDR. Estábamos cansados del madrugón y nos echamos una siesta. Además, por el barrio ese no había nada que hacer ni que ver.
Nos levantamos de la siesta sobre las 16:30 y nos fuimos a un café que había inmediatamente al lado de nuestro hotel a pasar la tarde.
Pedimos unos batidos y unos donuts, y tras echar un par de horas (con conexión wifi) y haber dado esa merienda por cena, subimos al hotel a descansar y a dormir. Al día siguiente teníamos que levantarnos a las 4 de la mañana para coger el avión rumbo a Borneo a las 6.

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Hoy empezaba realmente la aventura. Le habíamos dicho al chico de la recepción que llamase a un taxi para las 4 de la mañana. Nos habíamos levantado a las 3:30 para recoger todo y arreglarnos. No confiábamos mucho en que estuviese el taxi pues el chico apenas hablaba inglés. Sin embargo, al bajar había un hombre esperando (no era taxi) que nos llevó al aeropuerto por 80k IDR en unos 20 minutos.
No estaba clara cuál era la terminal. El vuelo era de Nam Air, y en los paneles de entrada al aeropuerto ponía que era la Terminal 1. Sin embargo en la página web del aeropuerto ponía que era la 2. Paramos primero en la 2, el conductor preguntó a un policía y yo a su vez confirmé que el vuelo no estaba en las pantallas de salidas de esa terminal, por lo que nos llevó a la terminal 1 (había que ir en coche pues están lejos). Finalmente llegamos, pasamos un primer control de seguridad y, como ya teníamos las tarjetas de embarque que habíamos sacado por internet, pasamos el control de seguridad para pasar a la zona de embarque. Esperamos aproximadamente unos 40 minutos hasta que el vuelo embarcó y salió puntual a su hora establecida.
En poco más de una hora estábamos sobrevolando las selvas de Borneo. Aterrizamos en Pangkalan bun, y al no llevar mochilas facturadas salimos como un tiro del avión los primeros y allí estaba Adi, primo de Jenie con quien habíamos contratado el tour.
El tour consistía en 3 días / 2 noches (en realidad el 3 día es de vuelta para todos los tours pero lo venden como uno más) con vida en el barco y noches en él también. El tour nos costó 6000000 IDR. He de decir que aunque pueda parecer caro en mi opinión, no lo es.
Luego veréis por qué.
Nos recogió Adi del aeropuerto con un taxi que nos llevó hasta la orilla del río donde los Klotoks estaban esperando. Había bastantes de ellos, pero según nos contó Jenie, que vino después a cobrar el tour, habían pasado de 130 barcos precovid a tan solo 40.
Sobre las 9 de la mañana comenzamos el viaje. Ibamos a pasar los próximos días en el barco, desembarcado para ver a los orangutanes en los puntos donde les daban comida, y para alguna excursión nocturna.
La tripulación del barco consistía, además de Adi que hacía de guía, en un capitán, su ayudante y una cocinera.
El barco tenía un piso superior que iba a ser exclusivamente para nosotros, con una cama, mesa para comer, dos tumbonas y una hamaca, y una planta inferior donde se encontraba la cocina, la sala de mandos, un baño, y donde dormía la tripulación.
El baño tenía un váter al que había que echar cubos de agua (del río, o sea, marrón) después de utilizarlo, y una ducha que estaba conectada a un barril de agua situado en el piso superior (esta no era del río, menos mal). El agua no estaba caliente, tampoco fría pues la temperatura media era de 30 grados durante el día.


Respecto al río donde se realiza el recorrido mide 40km aproximadamente de largo, y tiene 3 estaciones donde dar de comer a los orangutanes cada día. Los ejemplares que se ven son reinsertados en la selva, por lo que no son salvajes del todo, dependen del ser humano en cierta manera para sobrevivir. Además, según nos contó Adi, muchas hectáreas de selva se están talando, no para extraer aceite de palma, que es lo que principalmente se piensa, sino para utilizar la resina de los árboles de selva primaria o secundaria en cosméticos. Una vez han talado los árboles, plantan las palmeras de las que posteriormente sacan el aceite al cortarlas. Finalmente, cuando las cortan, el terreno queda inservible porque las palmeras drenan casi todo el agua del suelo y no se puede plantar nada más. Donde las empresas sacan realmente beneficio es en la primera parte del proceso, el aceite de palma es algo complementario que les genera más beneficios. Por todo ello, las zonas donde los orangutanes encontraban comida se van reduciendo y su densidad de población aumenta en la zona del parque natural ya que no tienen alimento para todos y dependen de la ayuda humana para sobrevivir.

La primera estación donde íbamos a ver los orangutanes se encontraba a un par de horas de distancia desde el inicio del río. Sin embargo, como les daban de comer a las 3 de la tarde, el barco fue recorriendo ese tramo lentamente. Nos dio tiempo a disfrutar con calma el paisaje, si bien el que nos esperaba pasada la primera estación era bastante más bonito. El motivo es que en la primera parte del río, al encontrarse cerca del mar, el agua contiene un poco de sal y los únicos árboles que hay son palmeras. En ellas no vive ningún simio pero igualmente son bonitas de ver.


Llegamos sobre la una del mediodía al primer punto. No podíamos acceder a la zona de alimentación que se encontraba a unos minutos andando hasta las 2.
Hicimos tiempo viendo el centro de información que había, donde te explicaban la diferente fauna del parque, el recorrido que ibas a hacer en los próximos días, y una breve introducción a cómo la evolución nos hizo separarnos de los orangutanes. Al salir, tuvimos nuestro primer encuentro con dos orangutanes, un macho y una hembra que se encontraban bastante cerca de la casa donde los rangers guardan los plátanos.
Tras hacer fotos y volver al barco a cambiarnos y ponernos ropa larga (está lleno de mosquitos), fuimos a la zona de alimentación. Se veían algunos orangutanes por los árboles esperando a que echasen los plátanos encima de los tablones de madera dispuestos para ello.
El ranger llegó puntual, echó la comida y bajaron unos pocos. Son animales que viven en soledad y se relacionan poco con otros de su especie. Además tienen cierta jerarquía y muchos de ellos no se atrevían a bajar hasta que el macho o la hembra dominante se retiraban (lo cual podía llevar un buen rato hasta que se saciaban). Además, los rangers se guardaban algunos plátanos para dárselos y que estuviesen cerca de la gente.



Como siempre tiendo a comparar, voy a hacerlo esta vez también. El año pasado estuve en Gombe NP (Tanzania) viendo a los chimpancés. Estos eran totalmente salvajes, si bien están acostumbrados a cierta presencia humana. Allí, dependía totalmente de la pericia de los guardia el encontrarlos puesto que no se les daba de comer de forma rutinaria en un mismo sitio. Esto de los orangutanes es mucho más “turístico” que lo de los chimpancés. También es verdad que los orangutanes son mucho más silenciosos y difíciles de rastrear, el parque no está apenas preparado para andar por el por la frondosidad de la vegetación, y el tipo de viaje es apto tanto para niños como gente mayor (el de Tanzania era mucho menos accesible). Por todo ello creo que aunque sea mucho menos real que otra experiencia con animales, a día de hoy y con los medios que tienen en el país, es la única forma de ver a estos animales.

Cuando nos cansamos de sacar fotos, volvimos al barco (no sé cuánto tiempo hay para quedarse en las plataformas de alimentación pues nos fuimos a la hora y poco), y justo antes de llegar, en las casas de los rangers, pudimos observar muy muy de cerca un ejemplar adulto de enormes dimensiones, el macho alfa de aquel área.


Nuevamente, hicimos fotos y cuando el grueso de turistas que había decidido quedarse en las plataformas llegó, nos fuimos al barco.
Esa noche teníamos el tour nocturno por la selva. Comenzaba sobre las seis y media, cuando ya era noche cerrada. Todavía quedaban un par de horas por lo que fuimos río abajo unos cientos de metros hasta que vimos a una comunidad de monos narigudos. Este tipo de monos suele aproximarse a la orilla del río para dormir y estar más frescos.


Tras descansar un poco nos fuimos a hacer la excursión nocturna, en la que podíamos encontrar animales (entre ellos un mono) que solo se dejaban ver por la noche. La verdad es que no tuvimos la suerte de ver prácticamente nada. Sin embargo, el hecho de caminar por la selva de noche con todos sus animales emitiendo ruidos y completamente a oscuras es espectacular y bien vale la pena.

Al finalizar el tour, cenamos y estuvimos viendo un rato las estrellas. El cielo allí se ve espectacularmente, claro. Además no había ninguna nube esa noche.
Cuando nos cansamos, nos fuimos a dormir, al día siguiente nos tocaba madrugar de nuevo, los días empiezan con el sol, es decir, a las seis de la mañana.

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