Itinerario de 7 días por ROMA ✏️ Blogs of Italy

Comenzamos la primera etapa de nuestro viaje con las pilas bien cargadas tras un estupendo desayuno en el apartamento.

Nuestro punto de partida para ver todo el Centro histórico en un sólo día y así hacer un primer contacto con Roma, es en Piazza Venecia, frente al Monumento de Vittorio Emanuele II (o la máquina de escribir, como la llaman los romanos).

Desde ahí también veremos el Palacio Venecia y será donde pongamos rumbo hacia el barrio Judio. Pero antes de empezar a callejear, al lateral izquierdo del Monumento a Vittorio Emanuelle II, tenemos una larguísima escalinata que nos sube hasta una preciosa iglesia (una de tantas que veremos), Santa María de Aracoeli (entrada gratuita).

Desde ahí empezaremos a meternos por callecitas estrechas y empedradas, que ya nos empiezan a dar ese aire de Roma hasta llegar al templo Jesuita, la Iglesia de Gesu.

Pasearemos por el entorno viendo las ruinas de un teatro romano que hay por las proximidades, disfrutando de los comercios, las calles hasta llegar a la maravillosa Plaza Campo di Fiori, llena de puestecillos locales de productos frescos y típicos de Italia. A mi personalmente tras ver tantas cosas deliciosas, me ha entrado hambre y me apetece comer por el Barrio Judío una típica alcachofa frita (riquísima).

Así que buscamos un buen restaurante tradicional, familiar y poco turísitico: Sora Margherita donde nos hacen un menú degustación de dos tipos de pasta, cordero, alcachofa frita... por sólo 20€ salimos llenísimos y estaba todo ES-PEC-TA-CU-LAR.

Ya con la panza llena y aprovechando que es todavía la hora de comer, nos dirigimos a ver el imponente Partenon Romano (entrada gratuita), así hacemos poca fila. Cuando entramos tras sólo 15 minutos de espera, nos quedamos impresionados con la magnificencia de un lugar construido por el propio Imperio hace tantísimos años.

Aunque podríamos pasar horas ahí metidos, tenemos mucho aun por ver, ¡y todavía no hemos tomado el café! Así que nos dirigimos a ver el antiguo circo de caballos romano: Piazza Navona. Ahí decidimos tomarnos un café (ERROR!!) debido a que nos cobran 8€ por cada uno. Por lo menos estaba muy bueno, y el lugar no podía ser mejor (hay que buscar el lado positivo de las cosas).

Como el calor de la tarde empieza a apretar, decidimos acudir a la que dicen ser la mejor heladería de Roma, la Gelatería del Teatro. Por solo 2,5€ tengo un helado de dos sabores que no sé si será el mejor de Roma, pero sin duda es el mejor helado que he probado en TODA mi vida.

Con nuestro helado en la mano seguimos paseando por las calles de Roma, sin prisa, viendo tiendas, actuaciones callejeras, a los presumidos italianos vestir a la última moda... y así llegamos a Plaza España. La gente se sienta y se agolpa en las escaleras disfrutando y descansando de la ciudad. Algunos comen un helado, o un pastelito, las parejas se abrazan, las palomas vienen y van en busca de esos pedazos de bocadillo que algunos turistas están disfrutando. El momento no podría ser mejor, ¡pero hay que seguir con la ruta!

Y aunque estamos aun llenos de la comida y del helado, no podemos dejar pasar la ocasión de ir a Pompi, que es una tienda de Tiramisú famosísima y deliciosa. Esto último lo confirmamos después de probar una ración de este postre (5€).

La tarde empieza a caer, así que con una preciosa luz, decidimos que es el momento de visitar la Fontana de Trevi... llena y llena de gente, conseguimos hacer un hueco para lanzar las 3 monedas, con la mano derecha sobre el hombre izquierdo, ya que cada moneda te concederá un deseo:

1. Volverás a Roma
2. Conocerás el amor con una italiana
3. Te casarás con ella

Yo por el momento sólo he acertado con el número 2... pero eso os lo contaré en mi viaje a Milán

El sol empieza a caer y las fuerzas también, así que vamos poniendo rumbo ya a Piazza Venecia, donde comenzamos nuestra jornada.

De camino a la plaza, seguimos viendo tiendas y disfrutando de las retorcidas calles del centro de Roma. Paramos en la Plaza Colonna donde hay una columna tallada que narra toda la historia de la ciudad. Y para cuando llegamos a Piazza Venecia, descubrimos un lugar totalmente diferente y es...de noche con todo iluminado. IN-CRE-I-BLE.

Con esa preciosa imagen, tomamos un autobús al apartamento donde cenaremos y descansamos para recargar pilas y afrontar la segunda jornada en Roma.

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Arrancamos nuestra segunda jornada en Roma preparados para descubrir quizá la parte más espectacular y conocida de la ciudad.

Empezamos en la parte de atrás de "la máquina de escribir" concretamente en la Plaza del Capitolio. Una plaza preciosa en la que se encuentran los museos capitolinos (los más antiguos del mundo). Esta plaza tiene como curiosidad, que pocos saben, que fue diseñada por Rafael.

En esta plaza nos encontramos a la famosa Lupa Capitolina, pero esta estatua es falsa, ya que la original se encuentra dentro del museo, por lo que, sin perder el tiempo, entramos para disfrutarlo (11,50€).

Dentro de los museos podemos empaparnos de gran parte de la historia cultural de este país, la cual no es poca. Pero una de las partes más bonitas es el Tabularium, que conecta el museo viejo con el nuevo. Desde ahí obtenemos unas vistas privilegiadas de los foros romanos.

Después de ver el museo en unas dos horas, procedemos, como no, a ver LOS FOROS!!

La entrada de los Foros, el Patatino y el Coliseo es la misma (12€), por lo que es recomendable hacer fila para comprarlas en la que menos gente haya (comúnmente, los Foros).

Dentro de los foros nos encontramos con el lugar donde se hacía la vida política, comercial y religiosa en la antigua Roma. Aquí además encontramos la tumba de Julio César. Hacemos uso de una guía en papel para entender qué es cada una de las cosas que vemos ya que, no hay casi carteles explicativos, y sin esta guía, sólo parecen piedras mal amontonadas (muy bonitas eso sí).

Desde el propio Foro, podemos acceder al Monte Palatino sin necesidad de salir. En este monte era donde las personalidades romanas tenían sus residencias, y además cuenta la tradición que es en este monte donde se funda Roma.

Lo único que vemos que vale la pena del Palatino, son sus magníficas vistas de Foro y del Coliseo, por lo que, si vas con prisa, puedes saltarte esta parte.

Para visitar este lugar hemos empleado unas 2-3 horas, por lo que ya va apretando el hambre y toca ir a comer. Nos acercamos a una pizzería barata de la zona, la cual no menciono por no recordar su nombre y tras recargar fuerzas, nos dirigimos al Coliseo.

Hemos tomado una buena decisión ya que al entrar al Coliseo después de comer, la gente empieza a marcharse y no está tan saturado; además como el sol empieza a caer, la luz que queda sobre las piedras nos transporta a una época donde este lugar era el clamor y máximo esplendor del pueblo.

En el coliseo cogemos una audio guía, para poder entender qué es lo que vemos en cada rincón. Esta audio guía nos cuesta 5€.

Recorremos cada parte de las gradas, de la arena, nos sentamos y nos imaginamos a los gladiadores dándolo todo en el terreno... el lugar es espectacular, y nos lo tomamos con tanta calma, que pasamos 3 horas en el lugar sin darnos ni cuenta.

Tal es el punto que se nos echa la tarde encima y decidimos irnos a cenar al apartamento para descansar y seguir disfrutando de Roma al día siguiente.

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