Noviembre en China: 8 días entre Beijing y Shanghai ✏️ Blogs of China

Después de nuestra primera toma de contacto con el continente Asiático en Japón, tuvimos muchas dudas entre repetir con el país del sol naciente o abrir nuevos horizontes yendo a China. Y es que cuando leíamos sobre China, todo parecía excesivamente complicado y nos echaba para atrás. Ahora puedo decir que no haber hecho este viaje hubiera sido un gran error, ya que China nos cautivó de una manera que jamás habría imaginado.

Animo a los que tengáis dudas que deis el paso y vayáis, como poco no va a ser un viaje que os deje indiferentes y estoy seguro que a la mayoría os va a gustar mucho. Solo se trata de ir con la mente abierta y libre de prejuicios

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Después de aterrizar a las 8:30 de la mañana y pasar los múltiples y exhaustivos controles de pasaportes y de seguridad en el aeropuerto, sacamos dinero en un cajero y tomamos el tren hasta la ciudad, donde llegamos a media mañana. Lo primero que sentimos fue el frío, y es que en Beijing el 2 de noviembre parece que es lo que en España podría ser diciembre entrado.

No me voy a extender mucho en lo referente al hotel. Nosotros elegimos un hotel céntrico, limpio y no excesivamente grande. el motivo es que muchos hoteles pretenden que les dejes una fianza, y no estábamos dispuestos a esto. Así que nos quedamos prácticamente al lado del Templo de los Lamas, cerca de la estación de metro de Andingmen en el hotel "Nostalgia Hotel Beijing Yonghe Lama Temple". Está en medio de un Hutong y disponen de habitaciones privadas con baño y limpias y desayuno bufé estilo Chino. Recomiendo probar el desayuno.

Las primeras horas las dedicamos a recorrer la zona cercana al hotel y a visitar el magnífico Templo de los Lamas, que es una auténtica maravilla. Ya sabéis que en China se paga para todo, sin embargo la entrada al Templo de los Lamas vale cada yuan que pagáis. Os dejo algunas fotos:


Puerta que da acceso al Templo.


Detalles increíbles.


Sala de estudio de los monjes budistas que todavía hoy residen en el Templo.

A la salida del Templo nos dedicamos a recorrer varios puntos interesantes de la ciudad que no requieren demasiado tiempo para hacerte una idea lo que es la ciudad en sí, lejos de las atracciones turísticas más destacadas.


La vida en los hutongs de la ciudad


Nanluoguxiang: una calle comercial renovada pero que conserva "algo" de la esencia de antaño. Hay tiendas muy bonitas y es buen lugar para comprar algún recuerdo.


Cae la noche en la ciudad, pero el ambiente sigue igual de animado. En las zonas más comerciales hay multitud de lugares de comida para todos los gustos, pero por supuesto esencialmente comida China.

Así terminamos nuestro primer día en la ciudad, que debido a no poderlo haber aprovechado entero se nos hizo algo corto.

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El segundo día lo empezamos muy temprano, para poder llegar a la Ciudad Prohibida antes que la gran ola de turistas Chinos. Si tenéis pensado ir tened en cuenta que hay que pasar controles de seguridad una vez sales del metro en la Plaza de Tiananmen, por lo que al ser una zona muy concurrida os hará perder algo de tiempo. Por eso hay que ir temprano, para poder evitar colas innecesarias. Las entradas las podéis comprar una vez estéis ahí, aunque si tenéis pensado ir por la tarde cuidado, porque solo venden un determinado número de entradas diarias...Imagino para no saturar el lugar incluso más.
Amntes de ir había leído que hay personas que eligen entre este lugar tan bonito y el PAlacio de Verano. Yo no lo recomiendo, creo que sí o sí hay que ver los dos a toda costa.
Dicho esto, os dejo algunas fotos de lo que nosotros llamamos Ciudad Prohibida pero que en la actualidad se llama "Museo del Palacio". Es increíblemente grande, por lo que vais a necesitar como mínimo dos horas muy largas o tres, y eso yendo muy rápido. Nosotros lo tomamos con mucha calma, ya que nuestro siguiente punto de la visita del día, la Colina del Carbón (Parque Jingshan) está al otro lado del recinto de la Ciudad Prohibida. En fin, os dejo algunas fotos del lugar:


Puerta del Cielo, que da entrada al recinto desde la Plaza de Tiananmen.





La inmensidad del lugar en todo su esplendor.

A la salida de la Ciudad Prohibida subimos a la Colina del Carbón, desde donde en principio se tiene una panorámica excelente de la Ciudad Prohibida. sin embargo, aquél dia había mucha contaminación y se veía muy poquito, pero en un día claro recomiendo que subáis y que al bajar vayáis al Parque Beihai. Este fue nuestro siguiente punto del recorrido, y la verdad que es un oasis de paz y tranquilidad en el corazón de la ciudad. Al ser noviembre, tuvimos la suerte de poder visitar el parque con los árboles ya prácticamente otoñales en su totalidad, por lo que los colores que había eran muy bonitos.
Os dejo algunas fotos del lugar:


Bajada desde la Colina del Carbón al Parque Beihai.


Panorámica del parque.

Después de comer hicimos la visita a la zona de compras de Qianmen, que por cierto aunque tiene algo de encanto, está totalmente renovada. En mi opinión, lo que merece mucho la pena de este sitio son las callejuelas (hutongs) que se encuentran a unos minutos a pie de la puerta de Qianmen, donde os vais a meter de lleno en la vida local. Para mi es una experiencia inolvidable. Os dejo algunas fotos:


Puerta de Qianmen.


Cercanías de Qianmen, con varios lugares donde podéis probar el "Pato Pekín". Este día comimos en esta zona y lo probamos, no os puedo decir dónde, porque fue un lugar un poco al azar.


Hutongs en el corazón de la ciudad.


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