Parto hacia Croacia con mucha pena, pero sabiendo que puede ser uno de los viajes de mi vida.
El viaje que estábamos esperando durante tanto tiempo mi amigo Javi y yo empezó de manera bastante triste. Unos días antes Javi me advirtió de que su madre estaba enferma y que no le quedaba mucho tiempo de vida, de hecho así ocurrió, a mitad de viaje pasó lo que tristemente esperábamos, por lo que decidió quedarse en Valencia el día antes de partir, y lo que hizo que con mucha tristeza tomara la decisión de viajar sólo, el viaje estaba pagado y no podía recuperar nada de dinero. Javi siempre dice una frase, “la vida son experiencias”, y una experiencia en la vida es viajar y más si cabe viajar sólo.
El lunes a las 18:55 partió el avión desde Valencia con destino a Trieste, dos sencillas horas de vuelo con Ryanair y a la llegada me fui directamente hacia la caseta de Sicily by Car, la compañía con la que había alquilado un coche para poder desplazarme hacia Croacia. El vehículo entregado fue un Fiat Tipo Cross, mejor de lo que esperaba, nunca sabes con qué coche te van a sorprender. El precio, bastante barato, sobre 220 euros 5 días, con seguro full equip etc por lo que pueda pasar, ojo hay que llevar siempre una tarjeta de crédito, no de débito, ya que te bloquean una cantidad como fianza. Me lo dejaron aparcado en la zona de vehículos de alquiler del aeropuerto, era de noche y si no llega a ser porque se iluminan los intermitentes al apretar el mando a distancia, aun estoy allí buscando el coche.
La base de mi viaje era la isla de Pag, pero desde el aeropuerto de Trieste hasta el alojamiento en Pag hay unos 260 km, de noche por carreteras desconocidas, por lo que tuve previsión de pasar la noche a mitad de camino, en Kostrena, pasando Rijeka.
La carretera en Italia es algo extraña, algo de autopista pero después el camino es por carretera estrecha y oscura, el GPS me introdujo por dentro de la ciudad para buscar caminos raros, pero era realmente el único camino que marcaba para llegar a mi destino. En ruta a Croacia hay que pasar por Eslovenia que es todavía si cabe más oscuro y solitario, la carretera pasa por frondosos bosques (de día es impresionante) y por solitarios pueblecitos hasta llegar a Croacia donde de nuevo te incorporas a autopista. A mitad de camino hay un control de fronteras tipo peaje de autopista, creo que fue en el paso Italia-Eslovenia, ya no sabía ni donde estaba, me pidieron documentación, la comprobaron y adelante. Me quedé en el siguiente hotel:
Me costó 69 euros la habitación con desayuno. Llegué sobre las 00:30 por lo que no se me hizo demasiado tarde en carretera, la habitación era grande y se estaba bien, tampoco necesitaba más. Así que nada más llegar me acosté, tenía intención de levantarme temprano para llegar a buena hora a la isla y disfrutar del día así que zZzZzZ.
Había contratado el desayuno y me encontré con un buffet que había de todo. Cargué el estómago y a la carretera, tenía un par de horas hasta el ferry que pasa desde la península a la isla de Pag.
La carretera discurre principalmente por la costa y atravesando algunos pueblos, es una carretera de curvas en la que no se puede correr mucho pero daba igual, en el momento veía un hueco en el arcén paraba para echar unas fotos y disfrutar del paisaje. Desde la península se ven las islas e islotes rodeados por un agua azul y cristalina, y de fondo Istria, parte de la península que se introduce en el mar, es una vista maravillosa. Tanto paré que el trayecto duró casi cuatro horas pudiendo durar unas dos. Hasta que por fin llegué a Prizna donde está ubicado el puerto donde se coge el ferry. Llegando al embarcadero hay un carril en carretera indicado para poder acceder al barco, en ese carril que se hace una buena cola, a mano derecha hay una caseta donde comprar el ticket para el ferry, una persona y un coche me costó 20 euros, ellos cogen tanto kunas, como euros, en kunas costaba unas 137, por lo que el redondeo…. Lo que no aceptan son tarjetas bancarias por lo que hay que llevar dinero cuando llegues allí.
En el barco caben unos 100 coches y se llenó, y tanto que se llenó. El trayecto son unos 15 minutos desde la península a la isla de Pag. Una vez encima del ferry observas el paisaje desértico de la isla, tanto que podrías llegar a pensar que están en Marruecos o cualquier otra zona desértica, pero girando la vista en el sentido contrario, la península mostraba una cordillera enorme y frondosa.
El desembarco fue rápido y nos enfiló a todos hacia la carretera que llevaba al interior de la isla, cogí el desvío que me llevó hasta la pensión en la que me alojé:
Un bed and breakfast muy cuco, en el que me recibieron con los brazos abiertos y me trataron genial, como si fuera una estrella, siempre educados siempre dispuestos a que mi viaje fuera súper especial. Lo recomiendo mucho. Enseguida Nikola, el dueño me mostró qué lugares visitar, donde comer etc.
Lo primero que tenía que hacer era ir a comer, estaba hambriento y tan solo había comido algo de fruta que compré a mitad camino en un Lidl por lo que siendo más o menos las 13:30 me fui a comer a un restaurante cercano que me había recomendado Nikola. Comí aquí :
Restaurante pegado al mar aunque un poco caro, comí sobre 30 euros, ciertos platos de pescado o carne estaban sobre los 20 euros, de buena calidad eso sí, estaba bueno, pero lo que hay que tener en cuenta es que Croacia es un país en que los precios están más o menos como en España, lo que quiere decir, que si vas a sitios turísticos pues como aquí, el precio también es turístico, si te tomas un café con leche en un bar a las afueras de cualquier ciudad croata pues el café vale lo que puede valer aquí, 1,20 más o menos.
Ya por la tarde me acerqué a uno de los alicientes que tiene la isla de Pag a la que también se le suele llamar la Ibiza de los Balcanes, ese lugar se llama Zrce beach, es un complejo cerrado de alrededor de 1 km de longitud en el que hay montones de discotecas y chiringuitos, abierto desde las 4 de la tarde hasta altas horas de la madrugada.
Se accede en coche a través de unas carretera, al fondo hay unas barreras de acceso a un parking, de noche muy caro por cierto y posteriormente accedes al complejo. La gente se suele dirigir siempre a la misma discoteca Noa Beach, una que está sobre el agua, está muy chula la verdad, de día es gratuita y por la noche me pedían 250 kunas para acceder, 350 a la zona vip, al cambio son 33 y 46 euros respectivamente.
El ambiente es pues… en fin, adolescentes, yo tengo 42 años y viajé en solitario por tanto allí estaba sólo totalmente, rodeado de chicos y chicas de entre 18 y 20 años por tanto, me tomé una cerveza y me fui por que parecía el padre de alguno de ellos. Estuve un rato tomando el sol en la playa de aguas cristalinas y poco más.
Así que opté por visitar Novalja, una de las principales ciudades de la isla de Pag. Me dirigí al centro y aparqué en un parking público. Ojo con los parkings, en general hay muchos parkings donde poder aparcar y es relativamente barato, es la mejor opción, eso sí, en la máquina expendedora hay que echar kunas, normalmente un máximo de billete de 100, que es el billete más pequeño que te expedirá el cajero y no suelen aceptar tarjetas bancarias. Novalja tiene una zona marítima, con playa cristalina y poco más, quizá lo que más impacta es las construcciones donde vive la gente, todas iguales, tejado rojo, de hecho la foto de postal es esa, la playa y las casitas. En Pag se construye casi todo así, es curioso.
Ese día opté por ir pronto a la pensión para acostarme pronto ya que el viaje me había dejado agotado así que cené lo que me había preparado Nikola. Una de las cosas que más disfruto en mis viajes es charlar con la gente local de cómo se vive en el país que estoy visitando y con Nikola tuve la oportunidad de charlar mucho. Sacas la conclusión de que allá donde vas todo el mundo tiene las mismas inquietudes y protesta por lo mismo que nosotros, subida de precios, trabajo, corrupción etc etc.
Me levanté temprano por que en Croacia como en muchos lugares de Europa no usan demasiado las persianas por lo que a las 6 de la mañana ya me entraba el sol por la ventana y pese a que la pensión estaba en un lugar perfecto, sin ruidos, sin tráfico etc, a las 7 y poco ya estaba en pie.
Desayunando, Nikola me explicó las características de la isla de Pag, el porqué de su paisaje desértico en algunas zonas de la isla y de cómo estaba estructurada. La isla en su gran parte es desértica ya que desde la península les entra en invierno un viento del Norte muy fuerte que además lleva partículas saladas, por lo que arrasa con todo además de que dificulta la visibilidad en algunas partes. De ahí el porqué parte de la isla está repleta de centenares de muretes hechos de piedras, por que protegen del viento del norte y además Pag es famosa en Croacia por el queso, por tanto la isla está repleta de pequeñas granjas con cabras, esos muretes delimitan y evitan también que las cabras se escapen o ataquen a la gente.
Nikola me propuso un plan para el día, por la mañana visitar las playas de Rucica y Beritnica que quedaban muy cerca de donde me alojé y por la tarde visitar Zadar, que quedaba a unos 80 km.
Las playas de Croacia podrían ser perfectamente playas del Caribe o de las Seychelles si no fuera porque son de piedras, el agua es cristalina y tranquila, una auténtica gozada.
La primera, Rucica, tiene una zona de aparcamiento, y caminando un par de minutos llegas a ella. Tiene unos 300 metros de longitud y un chiringuito en un extremo. Es de piedras pequeñas, por lo que hay lugares que parece que sea arena pero en ese tipo de playas es recomendable los escarpines. Estuve sobre 1 hora y media, éramos unas 20 personas y marché para la playa de Beritnica que es la más especial. Desde la playa de Rucica hay un sendero señalizado como “Trail of the Moon” que te encamina hacia subir una colina rocosa (hay que llevar zapatillas al menos) desde lo alto de la colina hay una vista maravillosa de la playa Rucica y el resto de islotes cercanos. Después de unos 20 min caminado en un sube y baja se llega a la playa Beritnica, es una playa de unos 100 metros de largo, solitaria, de hecho estuve yo sólo durante un rato que llegaron otros bañistas.
La zona es súper curiosa, con 3 piedras enormes en la orilla que tienen apariencia lunar o marciana y otra piedra en lo alto de la colina con una forma muy peculiar debido a la erosión, supongo que por el agua y el viento. La playa es también paradisiaca, aguas cristalinas, poca profundidad, allí no hay absolutamente nada, ni bar, ni socorristas ni nada de nada, estás aislado. Estuve 1 horita más disfrutando de la zona y marché de nuevo hacia donde tenía aparcado el coche, esta vez volví por otro camino que había indicado, diferente al primero, este segundo era más escarpado y complicado, por lo que recomiendo seguir el camino que hay más al interior de la isla. Una gozada las playas de Pag.
Llegué a la zona donde estaba alojado y busqué un lugar para comer, según Nikola por la zona había 3 restaurantes, a uno ya había ido el día anterior así que probé otro y comí en:
Restaurante en primera línea de mar, normalito pero para comer un plato combinado estuvo bien, y mejor de precio que el otro, sobre 20 euros.
Después de una ducha marché dirección a Zadar, ciudad costera a unos 80 km de donde me alojaba, para llegar desde mi ubicación, la carretera los primeros 50 km no es especialmente buena ni rápida por lo que el trayecto se hace más largo de lo que parece. Zadar es una ciudad influenciada por muchas civilizaciones, los romanos sobre todo fueron los que dejaron más huella en esa ciudad, tiene un foro romano y bastantes restos arquitectónicos.
Aparcar fue sencillo ya que encontré una zona de parking público gratuito y muy cercano a la zona centro, de no haberlo encontrado hubiera podido aparcar en otros parkings pero de pago, no son excesivamente caros. Pensando ahora, dejé el coche en ese descampado, señalizado como parking, sí, pero oscuro y sin vigilar, con un coche de alquiler no es tan buena idea si ocurre algo con el coche.
La noche anterior a viajar a Zadar contraté mediante la empresa Spirit Free Tours un tour gratuito en inglés (de los de pagar dando la voluntad) para por lo menos ya que voy, enterarme un poco de la visita. A las 5 debía estar esperando la guía de la empresa para hacer el recorrido y como llegué un rato antes investigué un poco por mi cuenta la zona centro de la ciudad. Callejuelas estrechas, muchas tiendas, una calle principal repleta de gente, restaurantes, la verdad es que Zadar es curiosa y bonita, muy turística. A las 5 puntual estaba allí esperando con un paraguas naranja Sandra, quien tanto a mí como a 4 brasileñas que se unieron al tour nos dio un par de horas de información maravillosa. Aprendimos mucho con ella y después nos dio información útil para poder cenar y salir por la zona.
De las cosas más importantes que se pueden hacer en Zadar es ver la puesta de sol, una de las más bonitas que se pueden ver en Croacia. En el paseo marítimo de Zadar hay una zona donde se reúne toda la gente para apreciar como el sol se esconde. Allí hay una obra arquitectónica maravillosa, el órgano de mar, son unas escalinatas con agujeros que concluyen en pleno mar y que al chocar las olas contra las escalinatas entra el agua en el interior y a través de unas tuberías produce un sonido parecido al de un órgano, es increíble. Sandra la guía comentó que en días de temporal el órgano llega a escucharse desde el otro lado de la ciudad. Allí también se encuentra el Saludo al sol, un conjunto de vidrios formando un círculo enorme ubicado en el suelo que recogen la energía solar y la proyecta durante el atardecer y el anochecer a modo de haces de luz de colores, espectacular. Lo malo es que ese día, las nubes deslucieron un poco la puesta de sol pero desde la isla de Pag, concretamente desde la terraza de la pensión donde me alojaba se veía de maravilla.
Para cenar fui a un sitio que Sandra me recomendó pero estaba a tope, pedí mesa para mí solo y parece ser que eso no renta, así que opté por cenar en una pizzería que había por la zona, sin chicha ni limoná pero para rellenar el estómago estuvo bien:
Como me quedaba una hora y pico de viaje decidí poner rumbo a la pensión y poco más. Cuando llegué allí Nikola estaba recogiendo las cenas y aproveché para preguntar qué zonas podía visitar siendo que mis planes habían cambiado, de viajar con mi amigo Javi a la Ibiza de los Balcanes a viajar solo y encontrarse fuera de lugar con tanta discoteca de gente joven y mucha playa. Así que opté por aprovechar las horas y visitar Split.
Aunque el principio del viaje estuvo marcado por la tristeza, parecen 5 días muy bien aprovechados. Muy útil la etapa última de consejos. Gracias por compartir, te mando 5*****
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Buenos días. Espero alguien me pueda ayudar. Estamos pensando viajar a Croacia con la familia (2 adultos 2 niñas) pero no sabemos bien que ver iríamos 12 o 13 días, nos gustaría playa también, pero como digo no sabemos si empezar en Zagreb o dubrocnik, ir directamente a las islas o que islas ver o si terminamos en alguno de las islas y en ese caso en cual. No se si nos podéis ayudar los que hayáis estado alli, para hacer un viaje lo mas maravilloso posible. Muchas gracias
ANGEMI Moderador de Zona 09-08-2009 Mensajes: 31204
Yo te puedo decir que no dejaría Zagreb, me parece una ciudad bastante agradable (aunque asfixiante de calor en verano) y que a mi, personalmente, me resulto una visita positiva (un par de días)
Últimos comentarios al diario Croacia en solitario. 5 días en Pag, Zadar y Split
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