Viaje de 12 días por Antigua, Chichicastenango, Quetzaltenango, lago Atitlán, río Dulce y selva de Petén Autor:Miguelang031075Fecha creación:⭐ Puntos: 5 (10 Votos)
Domingo 6 de diciembre:
Mañana de despedida del lago Atitlán. Esa noche y mañana por suerte no encontré ningún bicho desagradable.
Para seguir mi costumbre de los 2 días anteriores, me levanté pronto para hacer más fotos del lago Atitlán y los volcanes. ¡Espléndido paisaje!.
Fui a desayunar, eligiendo nuevamente un desayuno distinto. En este caso opté por la omelette vegetariana con patatas de desayuno, que iba acompañada de un pequeño plato de frutas, el té de canela y el saqül.
La omelette estaba deliciosa y las patatas de desayuno, que llevaban unas hierbas espolvoreadas”, en un nivel aún más superior. La omelette iba acompañada también de una salsa verde en una taza pequeña. No recuerdo de qué era.
En el check out, hice el pago de los desayunos, cenas y tasas.
A las 9:00 tenían que pasar a buscarme de la empresa Atitrans para llevarme hasta Antigua. Se retrasaron y tuve que pedir en recepción que llamasen a la agencia. Finalmente en torno a las 9:25-9:30 aparecieron por el hotel.
El viaje hasta Antigua fue por unas carreteras un poco “raras” durante la primera mitad del recorrido, puesto que pasamos por unas carreteras de montaña estrechas y llenas de curvas que en vez de llevarnos hacia una importante ciudad del país parecía que lo hacía hacia lo más recóndito del país. Incluso en un momento dado la carretera cruzaba un arroyo. Nos miramos todos los viajeros con cara de “por dónde narices nos estás llevando”. Recuerdo que pasamos por pueblos o ciudades como Godínez, Patzún y Patzicia.
Pensé que era imposible que tardásemos 2 horas en llegar a la ciudad de Antigua, pero ante mi sorpresa sí que lo hicimos tal y como estaba previsto. Pasamos por el Parque Central y empezamos a bajar por la 4ª Avenida hacia el sur, donde se encontraba mi hotel. Atravesamos varias calles con lo cual me quedó claro que mi alojamiento se encontraba bastante alejado del Parque Central, como aproximadamente a 1 km.
El hotel era bastante discreto por fuera. Un portón que estaba cerrado y un pequeño letrero en la pared que indicaba el nombre.
Una vez dentro sin embargo era bastante más vistoso. Tras las habitaciones comunes como el comedor y el salón, una galería cubierta con pilares junto a un estanque conducía a las habitaciones. Por lo que vi, al salón no le faltaba detalle de decoración y me entretuve haciendo unas fotos antes de salir a pasear, dado que faltaban varias horas para que pudiese entrar a la habitación.
Había artículos como textiles tejidos en telar de cintura, esculturas, vajilla diseñada a partir de las tallas de las ruinas del Convento Capuchinas, etc...
Paré a sacar dinero de un cajero en el hotel Porta Antigua y luego me dirigí hacia la iglesia de San Francisco.
La orden franciscana se instaló en los terrenos de la actual iglesia durante el siglo XVI. Progresivamente fueron construyendo las diferentes áreas del convento, no sin pocas vicisitudes, como descargas eléctricas por tormentas, incendios y terremotos. El terremoto de 1689 causó muchos daños, pero 3 años después comenzó la reconstrucción y poco a poco se fueron edificando la sacristía, el claustro bajo, el Salón General de los Estudios. Por encima de la gran sacristía se construyó una biblioteca.
La visita del área que ocupan las ruinas donde una vez estuvo este convento cuesta 35 quetzales para turistas internacionales. Luego de un paseo por la planta baja viendo los restos entre otros de la cocina o la zona de enfermería, subí a la planta de arriba donde una vez estuvo la biblioteca. En días soleados se puede contemplar una panorámica del volcán del Agua y Acatenango, pero no era el caso. Estaba muy nublado y sólo se veía la falda de los volcanes.
Por último entré a la iglesia una vez que la misa que se estaba celebrando había finalizado.
Pude observar por los alrededores cómo iba vestida la gente, sobre todo las mujeres.
Siguiendo por la I Avenida Sur y la II Avenida Sur en dirección norte, llegué al templo y convento de Santa Clara. La entrada cuesta 40 quetzales.
El templo y convento terminaron de construirse en 1705. Unos años después un terremoto destruyó todo el edificio y empezó a construirse de nuevo en 1723.
Destaca el claustro principal rodeado por una galería de arcos en 2 niveles. En el centro del patio hay una fuente tallada de piedra.
Como curiosidad, estaban montando un evento de una boda, por lo que estaba el claustro decorado.
En la planta baja del convento estaba también la sacristía, la cocina, el refectorio, la sala de labores y otras.
La iglesia es de una sola nave y en el lado sur había un claustro alto con bóvedas vaídas, es decir, bóvedas que están cortadas por 4 planos verticales cuyas trazas en planta corresponden a un cuadrado inscrito en la circunferencia base de la bóveda.
Otro detalle que me resultó curioso, es que los guatemaltecos parecen usar los sitios arqueológicos como lugar de picnic los fines de semana.
Siguiendo hacia el norte, alcancé la plaza donde se encuentra el lavadero del Tanque La Unión. En Antigua sólo las casas más grandes disponían de un lugar para lavar la ropa. El resto de la gente tenía que acudir a lavaderos públicos. Éste, construido en 1853, es el más significativo de todos ellos.
Continué caminando hasta el hotel Boutique Spa Casa Santo Domingo, que está edificado sobre las ruinas del antiguo convento de Santo Domingo.
Hay 6 museos permanentes y 2 salas de arte con exposiciones temporales. La entrada cuesta 24 quetzales para los visitantes. No vi todos los museos. Sólo los siguientes:
- Museo de arte precolombino y vidrio moderno: hay obras de arte realizadas en vidrio que contrastan con piezas prehispánicas, de forma que se resaltan las diferencias y similitudes entre lo nuevo y lo antiguo.
- Sala Marco Augusto Quiroga y sala del artista: sala de exposiciones temporales con obras de artistas nacionales e internacionales.
- Museo Colonial: alberga obras de los siglos XVI al XIX de pinturas religiosas, santos, vírgenes, etc...
- Museo Arqueológico: alberga objetos del período clásico de la cultura Maya
- Área arqueológica
En el patio del hotel vi que había unas guacamayas de diferentes colores en los árboles.
También vi algunas obras de arte en la zona del hotel, como una escultura de San Miguel Arcángel.
Como era bastante tarde decidí comer en el restaurante El Refectorio, en el hotel. Había una opción de tomar platos típicos guatemaltecos en un buffet, en el que comer costaba 92 quetzales. Sin embargo la hora de inicio era un poco rara, a las 16:00. Como llevaba sin comer desde las 7:30, me quedé en el salón principal del restaurante y pedí a la carta:
- Horchata con leche
- Sopa chapina (guatemalteca) con pollo y tamales
- Wok de camarones con verduras y leche de coco
Todo muy bueno, pero caro, pues la cuenta fue de 262 quetzales.
Como eran más de las 17:00 y me había empezado a molestar bastante el pie, me volví al hotel en tuk-tuk. Me entregaron la llave de la habitación.
La habitación que yo tenía reservada tenía de nombre "Bird" o sala de aves, con unos pájaros de madera que hacían referencia al nombre de la habitación. Vistas al jardín, cama grande con varias almohadas y cojines, banco para la maleta, 2 mesitas de noche con lámparas, 3 alfombras, chimenea de leña, 2 sillones, una mesita baja (en la que dejaron botellas de agua y vasos), TV plana, otra mesa baja con algunos libros, una lámpara de pie, cuadros, caja fuerte y un armario en el que había mantas adicionales y albornoces. Como digo no le faltaba detalle de decoración.
El cuarto de baño tenía una bañera con presión de agua aceptable, un espejo grande, uno pequeño de cara, pañuelos de papel, pastillas de jabón, gorro de ducha, champú y loción corporal.
De noche fui a comer al restaurante Los Moros, en el hotel Porta Antigua. Bastante cerca del hotel en el que me alojaba.
Pedí lo siguiente:
- Horchata con leche
- Sopa de tortilla
- Pollo en pepian
- Plátano en mole
Cena muy contundente. Me gustó especialmente la sopa de tortilla y el sabor del ajónjoli en el plátano en mole.
Lunes 7 de diciembre:
Me levanté no demasiado temprano y a las 8 aproximadamente ya estaba desayunando. Se sirve a partir de las 7:15, aunque si hay que salir antes de esa hora, a partir de las 5 pueden preparar algunas cosas que no sean platos calientes.
El desayuno consta, si no me fui antes de tiempo del comedor, de un plato de fruta, té o café, zumo de naranja y un plato caliente, que en mi caso fue una tortilla (omelette, para no confundir con las tortillas de maíz guatemaltecas) vegetariana con frijoles volteados (en puré) y plátano frito.
Por el precio que pagué por las 2 noches de hotel me esperaba algo más, por ejemplo algo dulce, si bien es cierto que tampoco me quedé con hambre.
El puré de frijoles cuanto más lo como menos gracia me hace, por el sabor y la textura. Si te tiran un pegote de ese puré a la cara, se te queda pegado.
Pedí un taxi para ir hasta el Convento de Capuchinas, por 30 quetzales. Me seguía notando con molestias en el pie.
La entrada cuesta 40 quetzales.
Este convento de clausura fue construido en 1736 por religiosas procedentes de Madrid. Administraban un orfanato y un hospital para mujeres. Fue abandonado en 1773 tras el terremoto que asoló la ciudad.
Destaca el claustro porticado, los jardines y la Torre del Retiro, un edificio circular que albergaba celdas para las monjas, con retrete y área de estudio.
Por último, cuando ya estaba a punto de irme, vi que por otra puerta se accedía a la nave de las ruinas de la iglesia.
La mañana estaba nublada, por lo que imposible ver completamente el volcán del Agua.
Continuando por la 2ª Calle Oriente hasta la 3ª Avenida Norte, me acerqué a las ruinas de la Iglesia del Carmen. Me llamó la atención la fachada con las columnas en 2 niveles y la decoración del arco de la entrada. No se puede visitar. Sólo ver desde fuera.
Andando por la 2ª Calle Oriente, giré hacia la derecha por la 4ª Avenida Norte hasta llegar a la Iglesia de Santa Teresa.
Lo más relevante es la fachada de la iglesia y el claustro. La entrada para visitarla creo recordar que valía 35-40 GTQ, pero no la pagué porque en la nave de la iglesia vi desde la calle que había algún tractor e incluso tenían una fogata encendida, así que decidí que no valía la pena pagar. La foto del claustro la hice desde donde se compraba la entrada.
Entre iglesia e iglesia, es interesante el propio paseo. Cualquier rincón, casa, calle o plaza ofrece algo visualmente llamativo que fotografiar.
Un poco renqueante alcancé la plaza donde se encuentra la Iglesia de la Merced, muy llamativa en el exterior por su color amarillo y por la decoración de la fachada principal donde se encuentra la puerta de entrada. Dos niveles de columnas adornadas con motivos vegetales, entre las cuales hay hornacinas con esculturas de santos. Sobre la puerta hay, si no me equivoco, una escultura de la Virgen de la Merced.
La iglesia consta de una nave principal y una nave lateral a cada lado.
Frente a la iglesia, se encuentra la entrada a las ruinas del antiguo Convento de la Merced. La fachada es más simple, con un pórtico con tres arcos en el exterior, en el que el arco central tiene a cada lado una columna retorcida (salomónica) decorada con motivos vegetales, al igual que el arco propiamente dicho.
Entrar a estas ruinas cuesta 20 GTQ. El claustro alberga una fuente enorme con forma de lirio acuático que tiene un diámetro de 27 metros. Se puede subir también a la planta superior.
Empecé a bajar por la 5ª Avenida Norte. Antes de cruzar la 2ª Calle Poniente se encuentra el Arco de Santa Catalina, construido en 1694 para que las monjas del Convento de Santa Catalina cruzaran la calle sin ser vistas. La foto por antonomasia de Antigua se hace en esta calle, con el arco en primer plano y el volcán Agua al fondo, si hace sol, claro está, que no era el caso.
Paré unos minutos en un restaurante para tomar un licuado de frutas y de paso hacer una parada técnica. Al salir de allí me metí unos metros más adelante en una tienda de artesanía que se llama Nim Po’t. En esta tienda de precios fijos se pueden adquirir objetos de muy diversa índole, como huipiles, vestimentas mayas, máscaras, tallas de madera, imanes para la nevera, chocolates y cafés, figuras de Maximón, etc... Yo compré algunas postales, un monedero de precio justo, unas libretas con dibujos mayas y una muñeca quitapenas.
Las muñecas o muñecos quitapenas hacen referencia a una tradición maya según la cual si se cuenta al muñeco o muñeca las penas que no dejan dormir y luego se pone debajo de la almohada al acostarte, el muñeco se queda con las penas en vez de la persona, permitiéndole dormir tranquilamente. Cuando la persona se despierta, lo hace sin sus penas.
Estos muñecos son minúsculos y no miden más de 5 cm. Están hechos sobre una base de madera o alambre, con ropa de algodón y cartón para la cara. es.wikipedia.org/ ...quitapenas
Según la tradición, es más para los niños, pero igual con adultos con mente infantil también funciona, jajaja.
Satisfecho por las compras realizadas, me metí a comer en el restaurante Fridas, de gastronomía mexicana. Está prácticamente contiguo a la galería de artesanía.
- Agua de jamaica
- Tacos al pastor
- Tartare de aguachile rojo
El siguiente lugar al que me dirigí fue al Parque Central. El parque está ocupado en el centro por una fuente y hay bastantes árboles. También vendedores ambulantes. Alrededor hay varios edificios de interés, como el Palacio de los Capitanes Generales, con su doble arcada, o el Palacio del Ayuntamiento, que alberga el Museo del Libro Antiguo. No lo pude visitar porque cierra precisamente los lunes.
A la Iglesia de San José, que ocupa la entrada de lo que antiguamente fue la Catedral de Santiago, sí que entré. Es gratuita. Para las ruinas de la catedral, a las que se accede desde la 5ª Calle Oriente, hay que pagar una entrada de 20 GTQ.
La antigua catedral fue construida a partir de 1545 y como muchos otros edificios, quedó destruida durante el terremoto de 1773, aunque se reconstruyó parcialmente durante el siglo XIX.
¿Lo más destacable? Sin duda las grandes columnas que sustentan arcos de ladrillo.
Hay también una cripta a la que se puede bajar que alberga un Cristo.
Tras esto, pillé un taxi y me llevó hasta el hotel.
Para cenar tenía pensado ir al restaurante Mesón Panza Verde, pero como no me apetecía andar, fui a uno que casualmente estaba en un hotel contiguo a la Posada del Ángel. El restaurante The Kitchen by Pensativo. Pedí lo siguiente:
- Agua pura (como llaman al agua mineral sin gas)
- Crema de maíz
- Ravioli de güicoy (güicoy es calabaza)
- Pastel de chocolate
Toda la comida estuvo bastante bien. El servicio fue rápido (no había nadie más en el restaurante, así que....). La cuenta fue de 245 GTQ. www.tripadvisor.es/ ...tment.html
Con esta cena me despedí gastronómicamente de la ciudad de Antigua.
Martes 8 de diciembre:
Madrugón. Antes de las 5 de la mañana. El shuttle the Río Dulce Travel pasaba a recogerme a las 6 para ir hacia Río Dulce.
Para ser la hora que era, el desayuno fue más consistente de lo que esperaba: un té, un zumo de naranja y un par de croissants grandotes con mantequilla y mermelada.
Antes de las 6 de la mañana estaba en la calle esperando a que llegase el shuttle y al final no lo hizo hasta las 6:30. Pensaba que yo sería el último pasajero, pero aún volvimos hacia el centro a recoger a algunas personas más. La furgoneta era por lo menos de 18 plazas y tenía hasta asientos abatibles en el pasillo central. Iba completamente llena, con el equipaje detrás, por lo que a mí me daba la sensación de ir cual sardinas en lata. Además me fijé en los otros viajeros, mochileros la mayoría, y salvo unos pocos, el resto iba sin mascarilla. De nuevo...¿qué le pasa a los turistas/gente de ciertos países para no llevar la mascarilla en un transporte cuando es obligatoria todavía? Por supuesto, el conductor, que iba también sin mascarilla, no les dijo nada, pero obligatorio era.
El viaje estaba previsto que durase 7 horas para llegar a Río Dulce, pero fue una plasta y se alargó hasta las 15:15. Atravesar Ciudad de Guatemala fue eterno y dimos muchas vueltas. Además, recogimos en una estación a otra persona, que no tenía pinta de ser ni turista ni nada por el estilo. Alguna parada técnica que otra. 2 paradas por obras en la carretera que al menos nos retrasaron 1 hora. Lluvia.
Al llegar a Río Dulce, el autobús nos dejó junto al café Colifato, en un centro comercial. Ahí tiene su sede, o una de ellas, la agencia Río Dulce Travel. Lo primero que hice fue pagar el trayecto del día, la excursión en modo privado a Livingston y el traslado a Flores del día siguiente a la excursión. Luego me pidieron un tuk-tuk para ir hasta el hotel Nanajuana, por 15 GTQ.
Es un hotel muy integrado con la naturaleza donde hay un edificio central de recepción y las habitaciones están distribuidas alrededor en cabañas más o menos rústicas dependiendo de la categoría. Grandes son todas.
La mía era una habitación superior con vistas al jardín. Me sorprendió sobre todo la gran altura del techo del dormitorio y del cuarto de baño. La habitación tenía 2 ventanales de pared a pared con su mosquitera, por lo que tenía una gran luminosidad. Tenía una cama de 1'35 m, con el colchón quizás demasiado duro, TV plana, escritorio, 2 lámparas pequeñas, aire acondicionado, múltiples puntos para conectar dispositivos, armario (aunque con muy pocas perchas). Cada día ponían botellas de agua gratuitas.
El cuarto de baño y la ducha eran amplios, toallas buenas, jabón y champú.
En el recinto había una piscina y un supermercado pequeño, aunque no estuve en él. Puede venir bastante bien.
En lo que se refiere al restaurante, está abierto de 7 a 22:00. El desayuno, a la carta, no estaba incluido.
Lo primero que hice tras hacer unas cuantas fotos del hotel y del paisaje del río Dulce, fue ir a merendar al restaurante. Como era bastante tarde y quería cenar luego por la noche, me tomé sólo una piña colada. Luego por la noche cayó un plato de camarones en salsa de maracuyá con papas fritas. 220 GTQ.
Un rato leyendo en la habitación y curioseando los canales de TV antes de acostarme.
Miércoles 9 de diciembre:
Tras desayunar me dirigí al embarcadero del hotel, donde iban a buscarme a las 9:00 para hacer la excursión en barca por el Río Dulce hasta Livingston, en modo privado por 750 GTQ, probablemente otro gasto innecesario durante el viaje.
Navegando en dirección hacia el lago Izabal llegamos en unos minutos al castillo de San Felipe, antiguo fuerte defensivo. En primer lugar hicimos una panorámica del castillo para verlo por todos los lados desde el río. El capitán de la barca me propuso visitarlo y aunque no lo tenía previsto de antemano decidí hacerlo. Un poco cara sí que es la entrada: 75 GTQ.
El castillo está en un parque que está protegido y donde se puede hacer picnic y hay una sección de playa.
Rodeado por una pequeña muralla con unos torreones y las palmeras junto al río, resultaba muy bucólico para una foto.
En el interior vi la cocina y comedor, el patio principal, la despensa, la batería de cañones.
Contemplar asimismo la panorámica del río.
Tras finalizar la visita en menos de 45 minutos, seguimos el paseo en barca en dirección contraria, volviendo a pasar por debajo del río Dulce y dejando a un lado el hotel en el que me alojaba.
Me sorprendió en el primer tramo la amplitud del río de varios km entre margen y margen, ensanchamiento conocido como El Golfete, la vegetación, las islas en medio del río, las casas.
La primera parada fue junto a las conocidas como islas de los Pájaros, un par de islotes con multitud de aves acuáticas.
En la siguiente parada atravesamos una zona de nenúfares entre manglares. Había además casas sobre pilares de madera a modo de palafitos. Como pasamos a muy baja velocidad pude grabar algunos vídeos.
El siguiente lugar de interés era una zona del río con una fuente termal de la que manaba agua sulfurosa por una roca. Es posible bañarse allí. No tiene precio de entrada como tal, pero se puede dejar una propina para conservación del lugar.
Un poco después se atraviesa la parte más bonita del río, en la que éste se estrecha al adentrarse en un cañón conocido como la Cueva de la Vaca. Las paredes de este cañón están cubiertas de tupida vegetación en la que hay aves tropicales.
La Pintada es una escarpadura con grafitos.
Al salir del cañón, nos fuimos aproximando a la desembocadura del río en el mar Caribe, y con ello, a la población de Livingston. El paisaje estaba conformado por vegetación exuberante, muchas palmeras por ejemplo, casas y barcos junto al margen izquierdo del río, pelícanos.
Al salir de la zona de embarcadero me fui por una calle cuesta arriba en la que había un mercado, pero no me alejé apenas porque me estaba dando cuenta de que en vez de estar mejor del pie, la molestia en éste iba a peor. De todos modos no hubo nada que me sorprendiera en lo que vi, más allá de que unas pocas personas con las que me crucé eran garífunas.
Volví por donde había llegado y seguí por la calle paralela al río, para ir a comer al restaurante Casa Nostra. Para recorrer los 10 minutos de distancia que había como mucho desde el embarcadero me tuve que parar varias veces. Sin ser nada especial, me encontré de camino un lavadero y varios murales representando a la población garífuna.
En el restaurante me dijeron que estaban limpiando y que no abrirían hasta las 14:00 aproximadamente. No me hizo gracia porque eran las 12 como mucho y no tenía nada que hacer. Después de esperar unos minutos en la calle, insistí llamando a la puerta y me dejaron entrar.
Mientras que esperaba para almorzar, que finalmente no iba a ser tan tarde como me habían dicho primero, me entretuve contemplando el río, las barcas, los pelícanos.
Pedí lo siguiente:
- Agua y zumo de melón
- Nachos con pico de gallo
- Tapado: plato típico de la zona que lleva pescado, mariscos y leche de coco.
Me gustó bastante la comida, aunque cuando me puse con el tapado estuve entretenido comiendo y espantando las moscas simultáneamente.
La cuenta fue de 178 GTQ. www.tripadvisor.es/ ...tment.html
Estando allí se puso a llover con intensidad. No duró mucho afortunadamente y en una pausa aproveché para volver al embarcadero.
La vuelta fue de una vez, sin paradas, y fue desagradable, no ya por el viento y porque estaba lloviendo algo, sino porque tuve la impresión de que íbamos a más velocidad comparado con la del trayecto por la mañana y creía que en una de éstas salía volando de la barca. Además de vez en cuando daba algunos saltos y ya había tenido suficiente con los que había “disfrutado” en el lago Atitlán.
Después de un rato de descanso, lectura y TV en la habitación del hotel, fui a cenar. En esta ocasión tomé un lomito a la mostaza y pan de banano con helado de vainilla. Todo muy bueno y de nuevo unos 220 GTQ.
Jueves 10 de diciembre:
El despertar al amanecer fue entretenido, al escucharse durante un buen rato los sonidos emitidos por los monos aulladores. Esa mañana no me levanté temprano, ya que no tenía nada que hacer tras el desayuno y el horario del transporte en shuttle a la isla de Flores era teóricamente a las 13:00.
Estaba en contacto por WhatsApp con la agencia con la que tenía contratado el transporte, Río Dulce Travel, para que me avisasen cuando el shuttle se iba aproximando a Río Dulce e ir hasta la cafetería Colifato. Al final me pudo la impaciencia y cuando me cansé de esperar pedí un tuk tuk para ir. Otros 15 GTQ. Cuando llegué me dijeron que no debía faltar mucho, como una media hora quizás. No obstante el tiempo fue pasando y me dijeron que había retraso porque habían pillado un corte y luego que estaba lloviendo y había habido un accidente.
Como se iba demorando, aproveché para ir a una oficina de Banrural situada enfrente, cruzando la carretera, y adquirir la entrada para visitar Tikal. El precio para extranjeros es de 150 GTQ. Como seguía sin llegar el shuttle, aproveché para pedir un licuado de papaya con leche y en esto me pilló la llegada de la furgoneta. De nuevo con más de 2 horas de retraso con respecto al horario previsto.
En la furgoneta iban parte de los mismos turistas con los que había coincidido yendo de Antigua a Río Dulce, con la misma indiferencia ante las normas de llevar la mascarilla. El viaje de 4 horas hasta la isla de Flores no tuvo más interés aparte de ver la frondosa vegetación y una fabulosa puesta de sol. Una de las personas iba hacia El Remate y se bajó en un cruce donde un conductor esperaba. El resto seguimos hacia Flores y llegamos cuando era de noche. Los shuttles paran junto a las letras de “I love Flores”.
El hotel Isla de Flores estaba a 5 minutos a pie pero me desorienté un poco y tardé algo más en llegar.
Viene definido como un hotel de diseño en una casona típica del trópico y ciertamente el colorido y decoración de las zonas comunes es llamativo.
El hotel tiene 4 plantas sin ascensor y las habitaciones están al menos en las 2 primeras. En la tercera planta hay una piscina y no recuerdo si habitaciones también. En la última planta hay una terraza con vistas panorámica de la isla y el lago, aunque no subí porque estaba abierta en horarios en los que iba a estar de excursión.
En cuanto a la habitación doble, bien de tamaño, con TV plana, ventilador de techo, aire acondicionado, armario, mesitas de noche con lámparas. El cuarto de baño con ducha y artículos como champú, gel, acondicionador, loción corporal y pastilla de jabón.
Por comentar, el cuarto de baño tenía olor a humedad y algunos desperfectos como el grifo de la ducha que estaba medio arrancado.
El horario del restaurante Achiote es de 6:00 a 22:00.
Ofrecen tours a Tikal, Yaxha o Uaxactún, aunque no cogí ninguno porque eran guiados y no parecía nada recomendable teniendo en cuenta que apenas si podía andar.
También ofrecen traslado en shuttle al hotel Jungle Lodge Tikal, aunque no me quedó muy claro el horario. Primero uno de los recepcionistas me dijo que como era un servicio privado podía ir a la hora que yo quisiese. Luego el otro recepcionista dijo que tenía que ser a unas horas específicas, pero cuando solicité a las 8 me contestaron que sólo había disponible a las 12:00 u 11:30.
Al día siguiente tenía pensado visitar el sitio arqueológico de Yaxha y dado que no podía caminar bien pregunté a los guías del parque si era posible recorrer el sitio arqueológico en algún tipo de vehículo y me dijeron que sí lo podían organizar. La página en la que encontré los datos de contacto fue la siguiente: destinoyaxha.com/
Me dijeron que si me hacían además servicio de guía me costaba 300 GTQ. Me dieron un contacto para organizar el traslado desde Flores a Yaxha por 500 GTQ en modo privado. Como me parecía caro, fui a preguntar al albergue Los Amigos, donde organizaban la excursión a Yaxha tanto con solo transporte, como con guía. Elegí la opción de solo transporte. Horario de salida desde el albergue a las 12:15.
Fui a cenar al restaurante Achiote. Hay pocas opciones de platos típicos y es más de paninis, hamburguesas, sándwiches. Sin embargo, también dan la carta de otros locales que tienen, como Delirio, para desayunos, bebidas y dulces, o Asar Steak & Grill para platos preparados a la parrilla.
Esta noche pedí
- Móctel de mora
- Ceviche de pulpo
- Pollo chiltepe
La cuenta fue de 175 GTQ.
Viernes 11 de diciembre:
Al día siguiente tras desayunar me compré en el restaurante Achiote un bocadillo para la excursión en Yaxha.
Luego estuve haciendo tiempo hasta la hora de salida del tour a Yaxha a las 12:15 del hostal Los Amigos.
Nos recogió una señora en el hostal y nos llevó al punto donde nos esperaba la furgoneta de la excursión. El conductor llamó la atención a una mujer joven estadounidense que iba a entrar en la furgoneta sin mascarilla. Ella toda elegante cogió una mascarilla, por llamarla de alguna manera, que era como de punto o ganchillo y llevaba unas piedrecitas incrustadas.
Cuando por fin salimos, llaman al conductor o al guía por teléfono y damos la vuelta de nuevo hasta el punto de inicio. Unos pasajeros más, que se les había hecho tarde. De camino a Yaxha pasamos por El Remate, para recoger a alguna persona más, y luego hicimos otra parada técnica de una media hora para comer antes de entrar en el sitio arqueológico. A lo tonto cuando llegamos eran más de las 14:30.
Al llegar a la entrada del sitio arqueológico pagamos la entrada de 80 GTQ. Aquí no hay gratuidad ni descuentos para personas con discapacidades físicas. Aparte de hacer el recorrido en vehículo del que me habían hablado el día anterior, decidí contratar también los servicios de un guía comunitario por 300 GTQ. Un poco ridículo yendo en una excursión que llevaba su propio guía, pero todo por no tener que hacerlo a pie.
Nos dirigimos hacia el sitio arqueológico, 3 km más adelante, y allí estaba el vehículo esperando y el conductor, pero se iba. Suponían que yo iba a llegar bastante antes a Yaxha y a las 16:00 tenía otro compromiso o gestión que atender. Vaya chasco que me llevé. Después de comentar la situación, me dijeron que iban a permitir que el conductor de otra excursión me diera una vuelta por el sitio arqueológico en su furgoneta, acompañado por el guía que había contratado y un empleado de Yaxha, al no ser una situación habitual.
La ciudad de Yaxha ya estaba habitada en el siglo VI A.C y tuvo su mayor época de apogeo en el siglo VIII D.C., cuando alcanzó a tener hasta 20000 habitantes.
En vehículo pasé por el Complejo Astronómico Menor, desde donde la aristocracia de la ciudad observaba los juegos de pelota.
Seguidamente el Juego de Pelota y el Grupo Maler, la Acrópolis Norte.
Por último, y pese a no encontrarme bien, subí a pie a lo más alto del templo de las Manos Rojas para ver la panorámica con la selva, la laguna de Yaxha y el atardecer. Se escuchaba el sonido de los monos aulladores. También durante mucho rato pude ver los monos araña saltando por las ramas de los árboles y jugando o persiguiendo a otros monos araña.
Sábado 12 de diciembre:
Esta mañana después de desayunar iba en shuttle hacia el hotel Jungle Lodge Tikal. El horario de salida lo habían cambiado y era a las 7:30. El viaje para ir hasta Tikal es de nuevo con dirección a El Remate. Una vez que se pasa la barrera de control del sitio arqueológico, la velocidad está limitada, por lo que se termina tardando sobre 2 horas en llegar.
El hotel cuenta con un edificio principal donde está la recepción, el restaurante, el bar y un salón de juegos y conferencias. Por otra parte está la piscina y las habitaciones están en diferentes cabañas rodeadas de bosque.
A la hora que llegué todavía no se podía hacer el check-in, así que sin pausa me fui a visitar el sitio arqueológico. Pasé el punto de control donde enseñé la entrada que había comprado y busqué el “vehículo social”, como llamaban al vehículo que utilizaban supuestamente para acercar a personas con discapacidades físicas a algunos de los puntos principales del recinto. En concreto, la información que tenía era que paraban en la Gran Plaza y luego junto al Templo IV. Sin embargo me dijeron que solo paraban cerca de la Gran Plaza. Además no me subí solo yo, sino gente a la que no le apetecía andar 15 minutos de más.
La camioneta tardó sobre 15 minutos en llegar a la parte de atrás de la Gran Plaza, porque el camino es bastante malo. Desde donde nos dejó la camioneta se veía el templo I. Me sorprendió la gran altura de la estructura, pero sobre todo el grado de verticalidad. Los escalones para subir a lo alto parecían formar por lo menos un ángulo de 60º, si no más.
En este punto comprobé que no podía andar sin dolor y me costó bastante trabajo llegar hasta la Gran Plaza. Desde aquí se veía el Templo 1 frente al Templo 2, y luego el Palacio de Mahler y en otro lado de la plaza la Acrópolis Norte con bastantes estructuras. Ni pensar en recorrerlas. Sí subí en cambio al Palacio Mahler.
Desde aquí pregunté que a qué distancia quedaba más o menos el Templo IV y me dijeron que como 15 minutos. Con mucho trabajo conseguí llegar hasta el Templo III. Este templo está cubierto completamente por vegetación y solo se ve la crestería desde algunos puntos.
Pasado el Templo III, caminé como 200 metros más, hasta un punto desde el cual se veía la crestería del Templo IV aparecer por encima de la vegetación. Se trata de la estructura más alta de Tikal y debe haber una vista espectacular desde la parte superior, pero ni pensar en llegar allí.
Me tuve que dar la vuelta y llegar como pude a la Gran Plaza de nuevo, donde me paré a descansar. Me encontré con el guía de la excursión que había hecho el día anterior a Yaxha (el de la excursión contratada en el albergue Los Amigos, no el guía comunitario de Yaxha) y me dijo que el “vehículo social” tenía que parar también junto al Templo IV, pero que no cumplían con el objetivo del vehículo y en su lugar solo lo utilizaban para subir a toda la gente posible hasta la Gran Plaza. Lo que me dio bastante rabia.
Bajé de nuevo hasta el punto donde nos había dejado la camioneta y en pocos minutos llegamos a la entrada. Me fijé como mientras que yo bajaba con muletas de la camioneta con trabajo por unas escaleras que pusieron, otros bajaban de un salto desde 1 metro y pico de altura. Me dio todavía más rabia que pusieran el vehículo a disposición de gente que no lo necesita.
Volví de nuevo al alojamiento y estaba bastante triste. No suelo permitir que nada me recuerde el tener una discapacidad física, ni que eso me impida hacer alguna actividad , pero en ese momento solo tenía pena por no haber podido recorrer a pie al menos 3 km de esos 9 km que me dijeron que se requerían para visitar todo el sitio arqueológico.
Como era todavía temprano me fui a comer al restaurante de la piscina, que según me dijeron tenía la misma carta de comida que el restaurante principal. Lo único es que a esa hora ciertas bebidas no se podían preparar, al no disponer de electricidad.
Pedí lo siguiente:
- Limonada
- Tostones
- Camarones chiltepe
- Cheesecake
Tras comer ya sí pude hacer la entrada en la habitación. Una cabaña con una junior suite muy grande, decorada con mesa redonda con 2 sillas, alfombra, ventilador de techo, armario grande con muchas perchas, espacio para poner la maleta, 2 mesitas de noche con lámparas, cama king con mosquitera y 2 butacas en la terraza o porche de la cabaña. Dejaron botellas de agua gratuita con sus vasos. La mosquitera no se cerraba del todo bien por cómo estaba colgada, o no sé si no supe extenderla bien.
El cuarto de baño era también amplísimo, con bañera desde la que se veía el bosque y una ducha. Los artículos de baño eran de calidad (L’Occitane) y había gel de ducha, champú, acondicionador, loción corporal y pastilla de jabón. Pasé el resto de la tarde en remojo entre la bañera y la ducha.
En el hotel hay electricidad de 6 a 8, de 13 a 15 y de 18 a 23. El resto del tiempo debe haber generadores que quizás no generan la suficiente energía como para encender todos los aparatos.
El horario del restaurante es continuado desde las 6:30 a 21:00 y como ya iba siendo hora, me fui a cenar.
- Licuado de papaya con leche
- Carpaccio de bonito
- Mojarra al habanero
- Flan del día
La cuenta fue de 231 GTQ, y al igual que el almuerzo, estuvo muy bueno.
Me fui a dormir, que al día siguiente temprano iba hacia el aeropuerto de Flores.
Guatemala: Cultura vivaRuta de 27 días por toda Guatemala dentro de un viaje de 6 meses por Latinoamérica. Recorriendo Antigua y Xela, junto a sus volcanes Pacaya, Fuego y...⭐ Puntos 4.93 (15 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 118
Guatemala 25 díasGuatemala fuera del típico itinerario de agencia de viajes. Volcán Pacaya, volcán Acatenango, Trekking 6 días El Mirador, Laguna Brava, Cimarrón, nacimiento...⭐ Puntos 5.00 (3 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 114
GUATEMALA "a la orden" 2025Viaje de 15 días recorriendo el país centroamericano⭐ Puntos 5.00 (3 Votos) 👁️ Visitas mes actual: 102
Foro Centroamérica y México: Foro de viajes a Centroamérica y México: Costa Rica, Guatemala, Nicaragua, Honduras, interior de México y Costa del Pacífico, Panamá...
Gracias por las aportaciones, tomo nota de las recomendaciones de San Pedro de la Laguna y Santiago Atitlan.
He rehecho el itinerario:
• 26/12/2025 Salida desde Barcelona
• 27/12/2025 Llegada. Alquiler de coche en aeropuerto, Antigua por la tarde. Cena y noche en Antigua
• 28/12/2025 Domingo salida 9:00 hacia Chichicastenango, llegada 12:00. Dejar coche y maletas en lugar seguro. Visita mercado y comida. 15:00 salida hacia Panajachel 17:00, tarde en alrededores de Panajachel. Dormir en xxxx
• 29/12/2025 Lago Atitlán y alrededores. Dormir en xxx
• 30/12/2025 Lago Atitlán y... Leer más ...
A mi me parece muy bien. Asegurate del ultimo tramo Flores-Lanquin- Semuc-Coban, que hay unas tiradas de carretera espantosas... Si vas con guia seguro que lo tiene controlado. Nosotros lo hicimos en orden inverso y estuvimos un día entero en Semuc.... Igual podrias llegar el día 7 hasta Semuc a dormir....
Pero ueno si vas con alguien, ya lo tendra controlado, un saludo
Gracias de nuevo indamatossi.marta. Si, ya hemos asegurado ese tramo por eso hacemos noche en Lanquin el día 7.
Ahora ya empiezo a buscar alojamientos si tenéis sugerencias se agradecen, el primeo que quería reservar (Hotel Atitlan) ya no tiene disponibilidad en mis fechas, por lo visto voy tarde.
Gracias a todos
Pues me alegro, así todo controlado. No te recomiendo ningun alojamiento, ninguno era malo, pero tampoco para tirar cohetes. Un saludo