Edimburgo y Alrededores (Stirling, Crail, St. Andrew y Falkland) ✏️ Blogs de Reino Unido

Para el cuarto día en Escocia, teniamos contratada desde España un tour de un día con la empresa Rabbies, de la que tanto habiamos leido en la red.
En concreto el tour contratado era el de St. Andrew y Pueblos pesqueros de Fife.

Primero decir que las excursiones o tour se hacen totalmente en Inglés, sin ninguna traducción y que es el propio conductor del microbús el que va haciendo los comentarios através de un micro. En ningún momento hay guía que te lleve por los pueblos y la excursión se limita a llevarte de pueblo en pueblo y recojerte.
También anuncian vales de descuentos para comida y souvenirs, y lo único que te dan es un folletito con algunos descunetos del 20% para comer, pero en Edimburgo y Glasgow, con lo que para el tour no sirven para nada.

A las 9:15 salimos del hotel y a los 5 metro teniamos los microbuses de Rabbies. Después de darle la confirmación del tour que llevabamos impresa, subimos al microbús y emprendimos la marcha.
En nuestro tour eramos solo 5 personas: una pareja americana, un español y nosotros.

A medida que va conduciendo, el mismo conductor con un microfono te va comentandolas cosas e historias de lo que vamos viendo, y la primera parada se hace en South Queensferry, parada para hacer algunas fotos a los puentes que cruzan a Fife.


Tras esa breve parada continuamos camino por Fife, con explicaciones del conductor y como en una hora y tras pasar por varios pueblecitos, llegamos a Crail, donde nos bajamos del microbús disponiendo de 40 minutos para visitar el pueblo.

Al ser sábado la actividad del pueblo era poca, paramos en la zona del puerto, una bonita zona al lado del mar, que con el día lluvioso y de aire que teniamos, se mostraba bravo.


Tras pasear un poco por el pueblo, la fotos de rigor y esperar, a los 40 minutos volvimos al microbus y pusimos camino a St. Andrew.

El camino a St. Andrew se hace por la costa, pasando por pueblos pequeñitos y oyendo de fondo algunos comentarios del conductor junto con música típica escocesa.

Al llegar a St. Andrew, el microbús realiza un pequeño tour por la ciudad donde el conductor aprovecha para indicar los lugares más interesantes que visitar. Al final nos dejan cerca de la playa, entre el campo del golf y el acuario y nos dan 2 horas y 40 minutos para visitar al ciudad.

Así lo hacemos y sin plano ni indicaciones (os aconsejo haceros de un plano de St. Andrews para no perderos nada), nos pusimos en marcha.

Recorrimos una avenida, paralela al mar, que te lleva por todas las facultades de la universidad hasta las ruinas del castillo.
A las ruinas se entra por la tienda de regalos, hay que pagar entrada pero si llevas [url=http://http://www.historic-scotland.gov.uk/explorer.htm]Explorer Pass[/url], la entrada es gratis. Hay una pequeñisima exposición en la tienda y depués la puerta de acceso a las ruinas.
Nosotros ni enseñamos la [url=http://http://www.historic-scotland.gov.uk/explorer.htm]Explorer Pass[/url] pues nadie controla la puerta de acceso, así que pasamos libremente.
La situación de las ruinas es impresionante, practicamente sobre el mar, lo que te da una idea de lo que fue el castillo.

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Después de la visita salimos y continuamos la marcha avenia arriba hasta llegar a las ruinas del Catedral, que junto con la torre y el cementerio son impresionantes.

La entrada es gratuita, para lo único que hay que pagar es para subir a la torre, cuyas entradas se vende en la tienda de regalos. Si tienes [url=http://http://www.historic-scotland.gov.uk/explorer.htm]Explorer Pass[/url], la entrada es gratis.

Tras recorrer el recinto, decidimos subir a la torre, pero nuestra sorpresa fue que la tienda de regalos estaba cerrada por Lunch de 13 a 15 horas, así que nuestro gozo en un pozo, por lo que decidimos dar un paseo hasta el centro del pueblo a buscar algo de comer, paseamos por las calles y vimos edificios e iglesias hasta llegar a la zona más bulliciosa con tiendas y cafés, en uno de los cuales compramos unos sandwiches para comer.

Depués de comer, volvimos sobre nuestros paso, volviendo a entrar en las ruinas de la catedral por si la tienda estaba abierta, que no, y volvimos hasta el punto de reunión del microbús. Hasta la espera del mismo, dimos un paseo por el campo del golf, por un camino que lleva hasta el hotel y regresamos hasta el mirador de la playa a espera al bus.


Ya subidos en el bus emprendimos la marcha através de pueblos y campos hasta Falkland, un pueblecito, en la falda de una montaña nevada y cubierta de niebla, donde su mayor atractivo para los que no hacemos alpinismo ni tracking es el Castillo y su iglesia, cerrados por cierto. Nos dieron 30 minutos para ver el pueblo, así que dimos un pequeño paseo por el y de vuelta al autobús, que emprendió el regreso a Edimburgo a donde llegamos a las 16:30 y no a las 18:30 como dicen en la web de Rabbies.


De nuevo nos dimos un buen paseo por la Old Town hasta la hora de cenar para lo que nos fuimos a un Pizza Hut que esta pegando a la Royal Mile, frente al Tron Kit (19 libras dos pizzas individuales mas nachos, agua y dos refresco).

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Nuestro quinto día de viaje lo dedicamos, de nuevo, por entero a Edimburgo. Así que tras el desayuno, salimos a la Royal Mail, la cual bajamos hasta llegar al Palacio de Holyroodhouse, residencia de la reina en sus visitas a Escocia.


La entrada al Palacio cuesta 10,20 libras y la de palacio más Galería unas 20 libras, eso si, puedes acceder a la galería durante todo un año gratis si rellenas un formulario que te dan con la entrada.

Compramos nuestras entradas, para palacio, solo, en la tienda de regalos, y cruzando el patio de entrada se llega a un mostrador donde comprueban tu entradan un te dan una audioguía, que entra con la entrada.

He trasladado el resto del Diario sobre Edimburgo a mi blog:
www.misnotasdeviaje.com/ ...o-escocia/

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Amanecimos por última vez en Edimburgo, eso si, más tarde de lo normal, pues el plan para nuestra última mañana en Edimburgo era pasear y curiosear hasta la hora de partida al aeropuerto.
Tras el desayuno, subimos a hacer las maletas y una vez terminado todo, bajamos a recepción a hacer el check out, mero trámite, pues estaba ya todo pagado desde España y a dejar las maletas en recepción.

Los recepcionistas, en este último día, eran españoles, muy amables, es más, amabilísimos, y nos guardaron las maletas en la habitación que tienen para ello, sin coste alguno y como máximo hasta las 23 horas.

Con las maletas a buen recaudo nos dispusimos a dar nuestro último paseo sin rumbo fijo y sin nada planeado.

He trasladado el resto del Diario sobre Edimburgo a mi blog:
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