Hoy abandonamos Lego a las 9:30 sin mas restricción horaria que las entradas de Stonehenge a las 16:30, así que salimos alegremente por las carreteras secundarias de Reino Unido y además conduciendo una van por la izquierda
en dirección Salisbury. Por el camino vislumbramos los conocidos terrenos de Ascot y su enorme mirador, llegando cerca de las 11:30 y aparcando en Old George Mall Car Park (centro comercial con varias plantas y precios económicos con horario de domingo de 10:00 a 17:00) en pleno centro, sólo tenemos hasta las 15:30 para ver Salisbury y lo que vi me gusto muchísimo, es una población pequeña y llena de encanto, bastante menos masificada y con la que me quede ganas de pasar unos días más porque tiene muchos rincones por descubrir.


[align=justify]Paseamos por sus calles más conocidas hasta Poultry Cross, Salisbury Clock Tower y The Maltings Bridge donde se encuentra Bishop’s Mill o Molino del Obispo del siglo XVII que en la actualidad acoge un restaurante. Pues como ya era la hora de comer allí que nos quedamos, en la terraza no hacia mucho calor (iba refrescando según nos alejábamos de Londres) y se puede comer muy bien, barato y con rapidez de servicio (pides también con aplicación de móvil), no me atreví a pedir el famoso asado de los domingos por si explotaba con la cantidad pero tenía muy buena pinta.

Después de comer seguimos paseando por High Street Gate hacia la famosa catedral, la calle esta atestada de tiendas muy chulas y una especialmente al lado de High Street Gate, que es un anticuario con cosas interesantes a buen precio si os gustan estas cosas. La entrada de la catedral no la teníamos reservada pero no hubo ningún problema porque no había mucha gente, bien sea porque se levanta sola y soberbia en una explanada o por todos los detalles que la rodean es una catedral impresionante desde cualquier punto de vista, es famosa por su alta aguja, la más alta de Inglaterra, y por albergar una de las cuatro copias originales de la Carta Magna. Además, cuenta con el reloj en funcionamiento más antiguo de Europa y como guinda alberga la tumba de William Longespée, un caballero y cruzado enterrado allí en 1226 con una historia llena de intriga y romance. Es muy muy recomendable si estáis, no solo digo por la ciudad, sino por la zona porque vais a visitar Stonehenge.

Volvimos al parking con la sensación de que había sido una visita más corta de lo que nos hubiera gustado, pero de los más gratificante en todos los sentidos, así que nos vamos, ahora sí, a uno del hitos del viaje, que giraba entorno a este conjunto megalítico de Stonehenge. Hace unos 5.000 años se construyó el primer monumento del complejo, mientras que el singular círculo de piedra se erigió a finales del Neolítico, alrededor del 2.500 a. C. y a principios de la Edad del Bronce se construyeron muchos túmulos en las cercanías. En la parte practica llegamos a las 16:10 al parking (de pago con la existencia de parquímetros) vas directamente al centro de interpretación consta de dos edificios, el museo (pequeño pero bien explicado) y el otro edificio de cafetería y tienda, además en el exterior hay varias actividades "neolíticas" como la visita de la recreación del antiguo poblado, o comprobar como se pudieron transportar este tipo de rocas gigantes. Nosotros primero hicimos la visita al monumento porque nuestra hora era ajustada, tras canjear la entrada en las taquillas te ponen unas pulseras, con ellas puestas rodeas el edificio de la tienda y se encuentras señalizado el punto de partida de los autobuses que llevan al propio Stonehenge (se podría ir andando y ver un montón de elementos neolíticos que salpican el entorno, pero se necesitan buenas piernas y menos cansancio además de echar el día entero). Es impresionante, muy impresionante y mucho impresionante, incluso tomado por las hordas de turistas que pasamos por allí, hay que verlo una vez en la vida, personalmente me impacto mucho (existe la opción, más cara si cabe, de entrar después o antes del cierre, con menos gente y pudiendo pasear por el interior del circulo, lo intentare la próxima vez porque estas entradas están más demandadas y necesitas varias semanas de reserva, pero debe ser una experiencia religiosa druídica). Volvemos con el autobús a ver el museo y la tienda y finalmente nos ponemos en camino de nuestro alojamiento de hoy.

Desde la carretera volvemos a ver el precioso crómlech, desde lejos, y la hermosa campiña inglesa y nos dirigimos hacia Robin Hill Cottage en Amesbury. Es la única casa que hemos reservado como alojamiento en el viaje, con desayuno incluido, una casita de invitados dentro del megajardin de la propietaria, preciosa, limpia y bien cuidada con jardín para descansar (incluso con una cama elástica para los niños y superficie para perderse), es muy buen campamento base si alguien se quiere perder varios días por la zona, además el desayuno con muchos productos naturales de los alrededores estaba riquísimo (te dejan todos los ingredientes dispuestos para preparártelos tu mismo). Como ya era tarde tras dejar las maletas (19:30
) bajamos andando hasta el tradicional pueblo de Amesbury (como una postal, con sus casitas de techo de paja, pequeño puente sobre río, iglesia con cementerio aledaño) en el pub The Bell - JD Wetherspoon, donde nos dieron de cenar a 6 personas hambrientas, espléndidamente, barato y muy amables, lo recomiendo mucho. Tras una jornada completa nos vamos a dormir en nuestra cómoda casita con cama de 2,00, que ya quedan pocos días pero intensos.
