12 DIAS EN UN PARAISO TERRENAL LLAMADO REPUBLICA DOMINICANA ✏️ Blogs de Dominicana Rep.

Como cada año, llegó el momento de decidir donde íbamos a pasar las vacaciones del 2009. Mi novio propuso alguna isla de las Canarias, tipo Lanzarote o Fuerteventura. Así que me dirigí a Halcon Viajes, mi agencia de confianza, en busca de buenas ofertas para el mes de septiembre a algunos de esos destinos. Al llegar a la agencia, una de las dependientas,casi amiga por todas las veces que hemos viajado con esa agencia, me dice que pase a su mesa y le comento que este año hemos decidido ir a Lanzarote o Fuerteventura, y ella sin dudarlo ni un segundo, y sabiendo por comentarios mios de años anteriores mis intenciones de pisar suelo Americano alguna vez, me dice textualmente: " Lanzarote o Fuerteventura??, y porque no el Caribe??" y al oir esa palabra a mi se me abrieron los ojos como platos, e inmediatamente me sacó varios catalogos y me fui a casa a comentarselo a Diego, pero sus palabras no fueron las que yo esperaba. " Como dices??? 9 horas en un avión, ni lo sueñes" , y con esas palabras acabó temporalmente mi sueño de pisar tierras caribe. Siempre quedaran las fantasticas Islas Canarias. A medida que fueron pasando los dias Diego fue comentando a conocidos mi idea de viajar al Caribe, y muy buenas debieron ser las críticas por parte de estos que al final decidió ir , no sin antes repetir hasta la saciedad que no sabía si podría resistir el largo viaje. Así que inmediatamente me puse a buscar el hotel que mas nos gustara, Diego para eso no tiene poblemas y me dejó elegir a mi. Despues de mucho mirar, y preguntar en el foro, me quedé con dos, el Magetic Elegance y el Bahía Principe Bavaro. Al llegar a la agencia me comentaron que había una buena oferta para el Bahía Principe, y no me lo pensé. 12 días/10 noches en el Club Hacienda por 2000 €. Así que reservamos el viaje. Ya faltaba menos para ver el bonito mar azul turquesa.

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Nosotros vivimos en la provincia de Castellón y nuestro vuelo salía de Madrid, así que decidimos pasar la noche anterior al vuelo en la capital, para no tener que madrugar demasiado ese día y no llevar 500 km a cuestas antes de subir al avión. Así lo hicimos, y el lunes 21 de septiembre nos fuimos a madrid, y dió la casualidad que el equipo español de baloncesto, con Pau Gasol a la cabeza, habían sido campeones de Europa y ese día lo festejaban en Cibeles, así que aprovechamos la ocasión y fuimos a ver la fiesta. Al finalizar directamente al hotel a domir. A la mañana siguiente nos despertamos pronto y nerviosos, y despues de varios autobuses y varios trasbordos en metro llegamos a la T4. Despues de un buen recorrido llegamos a los mostradores de facturación, y pese a que aun no eran ni las 11 de la mañana y nuestro vuelo no salía hasta las 14:45, ya había bastante gente en la cola. Aun así la espera fue amena porque estuvimos hablando con varias parejas sobre a que hotel iban y varias cosas asi. Al abrir los mostradores de facturación la cola fue rápida, al llegar nuestro turno, elegimos ventana y sin problemas, facturamos las maletas y nos dicen la puerta de embarque y la hora exacta de salida del vuelo.Pasamos por el control policial y todo perfecto. Estuvimos dando vueltas por las tiendas del aeropuerto y a las 13:30 nos fuimos a la puerta de embarque donde ya había bastante gente esperando. Por mas que miraba el reloj este no adelantaba, aquella hora y media se me hizo eterna. Cuando faltaban 30 minutos escasos para la salida del vuelo la gente empieza a ponerse en fila para subir al avión, y poco despues aquella fila se hace insoportable, ya que la gente no paraba de empujar, hasta que un viajero, con un poco de cara, salta y dice " señores, no hace falta que empujen que al avión vamos a subir todos, y todos tenemos ya nuestro asiento asignado". de todas maneras puedo entender el nerviosismo de la gente, y encima íbamos en un avión de Pullmantur, con mas de 500 pasajeros. Una vez subidos y acomodados dentro, todo cambia, la gente se relaja. Y tras las indicaciones de las azafatas, puedo jurar que las he visto mas amables y simpaticas, nuestro avión despega sin problemas. No diré que fue un viaje bonito ni mucho menos, se me hizo pesado, ya que no pude dormir ni un minuto. Me leí el libro "El niño con el pijama de rayas", me cansé de jugar a la DS, y aun así el tiempo parecía haberse parado, y sólo falto que Diego estaba un poco insoportable porque decia que no sabía como ponerse y que estaba cansado.........en fin peor que un niño, menos mal que decidí no hacerle caso y así evitar pelearnos .Sólo faltó la pantalla del avión que cada poco tiempo te indicaba la situación exacta, y parecía que nunca saldríamos de en medio del Atlantico. De la comida del avión no diré nada más que no sea que fue pobre y escasa. Por fin, y despues de un viaje no demasiado agradable, el piloto del avión nos informa que en breves momentos aterrizaremos en el Aeropuerto de Punta Cana, y así fue. Aplausos y desesperación por bajar del avión. Nos informan que la temperatura exterior es de 25 grados, para mi decepción, ya que esperaba encontrar al menos 30 grados.Pero mi sorpresa fue mayuscula antes de pasar la puerta de salida del avión, cuando sentí un calor agobiante y una sensacion casí de asfixia. He de decir que el aeropuerto de Punta Cana me decepcionó, no se, esperaba encontrar algo mas impresionante. Pero lo que si que tuve claro nada mas poner un pie en Republica Dominicana es que el viaje había merecido la pena. Y tras los días de estancia allí jure que no tenía que morirme sin volver a pisar aquellas tierras. Al entrar al aeropuerto te hacen la foto con una pareja de Dominicanos con vestimentas típicas del país, la cual no recogimos al salir del pais. Pagas las tasas de entrada, te cuñan el pasaporte , eso sí donde alempleado le da la gana y sin respetar ningín orden, será que no deben saber eso de que primero la primera página y segundo la segunda, pero en fin.No dirigimos a buscar al tourperador, no sin que antes un monton de chicos se te ofrezcan a llevarte las maletas a cambio de una propina. Subimos al Autobus, donde te dan las primeras explicaciones, nuestra guia era muy amable y nos hizo el viaje muy ameno. En un sobre te dan las pulseras, la llave de la habitación y hasta las reservas de las cenas en los restaurantes tematicos, las cuales simpre pueden cambiar si no son de tu gusto, pero yo no tuve ese problema, ya que llevaba la reserva hecha desde España.En esa media hora escasa que dura el trayecto te haces un idea de la forma de vivir que tienen allí, ver tan de cerca tanta miseria te hace reaccionar y te sientes privilegiado de todas las cosas que tienes. La guia del autobus nos cuenta que su pais, Republica Dominicana, es una isla fascinante bañada por el magnifico mar caribe, de playas interminables de arena blanca y finísima. Los contrastes entre las clases sociales son abismales, quien tiene tiene mucho, y quien no tiene no tiene nada. Aun así te das cuenta que la gente es feliz viviendo de esa manera, mucho más de lo que aveces somos nosotros teniendo todo lo que tenemos. Con los nervios a flor de piel y unas ganas tremendas de no perder detalle de todo lo que vemos, la guia nos indica que en breve llegaremos al hotel, y así es, el Bahía Principe nos recibe con su nombre en unas bonitas letras que impresionan.

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Nos dejan en el Lobby del Bavaro, nos reciben unas chicas con los típicos trajes dominicanos, un coctel de bienvenida y la cancion "Bienvenidos todos, bienvenidos todos.......", que os aseguro que se alegra uno mil veces mas de oir esta, que la tan temida "Yo volveré, eh eh, yo volveré ,eh eh...", pero bueno. Vayamos paso a paso.
Los trenes maleteros nos recogen y nos dejan a cada uno en nuestra habitación, a nosotros nos asignan la villa 33, delante de la piscina del Club hacienda.
La habitación es una junior suite, grande y con una cama king Size.

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Estabamos muy cansados del largo viaje, así que nos fuimos a cenar a buffet Bugambilia, donde hay variedad y cantidad, tanto en carnes como pescados, postres.............

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Despues de cenar una copa rapida en el Lobby y a descansar...... que nos esperan muchos días de disfrute.

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El famoso "get-lag" hizo el efecto esperado, y a las 6 de la mañana ya estabamos con el bikini puesto y contemplando desde la terraza de la habitación el bonito amanecer. Ese día nos despertamos exitados y con ganas de ver todas las intalaciones del hotel, las piscinas, la playa, el mar.......... Nuestra primera parada, y con el cielo amenazando lluvia, fue la piscina del Club Hacienda.Donde pasaríamos largos ratos de nuestras vacaciones por ser una piscina tranquila y limpia.Sin demasiada gente y con una barra humeda con mucho surtido en cocteles.

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Después fuimos a comprobar la eficacia de los trenes que te llevan de un sitio a otro del complejo, y efectivamente la espera fue muy corta, bueno casi no hubo espera.

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Como aun no habían abierto el buffet de desayunos decidimos ir a ver la playa, y la verdad no nos desfraudó.

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Luego subimos al buffet Bugambilla a desayunar. Variedad , cantidad y unas tortillas al gusto recien hechas que quitaban el sentido, a demás de unos batidos buenisimos, sobre todo el de platano, al menos para mi gusto.

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Desde luego que nosotros el T.I. lo aprovechamos al 100%,por que en el desayuno no nos privabamos de nada, bueno ni en el deayuno ni en la comida ni en la cena.

Despues de desayunar nos fuimos a la reunión con el Touroperador, pero bueno nada del otro mundo, nos explicó el funcionamiento del hotel y de los diferentes clubs, y luego se hizo un poco pesado con el tema de las excursiones, pero como nosotros no íbamos a hacer ninguna con ellos abandonamos la reunión a la mitad.
Y nos fuimos directamente a la piscina del club Hacienda. Ya con el día algo mejorado.

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Tomamos cocteles de todos los colores, jejeje. Servidos por el camarero Rafael, un tio simpático cuando las propinas iban por delante.

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Ese primer dia decidimos comer en el restaurante italiano, dentro del Club hacienda, el cual esta abierto para desayunos y cenas, y se convierte en tematico por las noches. La comida estaba muy bien, habia un poco de buffet y carta.

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Esa tarde la pasamos entre la piscina del Club Hacienda y la del Punta Cana, que estaba justo enfrente. Y tubimos la suerte de conocer a una pareja de andaluces majísimos, Chari y JoseMari.

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Con ellos entablamos una relación de amistad muy fuerte, pasabamos los días juntos, y disfrutabamos de todos los rincones del maravilloso complejo.

Esa noche estuvimos cenando en el Buffet Bugambilla, luego tamando cocktels y visitando el lobby del bavaro.

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