China o como no morir atropellado en el intento ✏️ Blogs de China

XI'AN y HUASHAN (04-06 octubre)

XI'AN

04 de octubre.
Son las 04:30 horas y el maldito bús me ha dejado en el "culo” de Xi'an". Aquí no hay estación de autobuses y no tengo ni pajotera idea de dónde estoy. Así que cojo un taxi hasta la estación de ferrocarriles (26.50y) que, al menos, tengo la referencia del bus 41, que no sale hasta las 06:00. Indagando encuentro una sala de interné... a lo grande. Sillones, decenas de puestos y gente que parece haber pasado toda la noche allí. Puedes conectarte 4 horas por 10y. Así que aprovecho para mirar el correo y seguir con las reservas de alojamiento. Un chaval, en el puesto al lado del mío, se comunica conmigo utilizando un traductor on line. Dice que es la primera vez que habla con un occidental y que le gustaría mantener comunicación por correo electrónico. Tras varios intentos mi correo devuelve el que le mando (a la dirección que el mismo me escribe) ni el puede mandarlo a la mía. Imagino que será consecuencia de las limitaciones que hay en este país sobre el uso de interné. (ya he comentado las de facebook y blogger).


A las 06:00 horas de la mañana cojo el bus que me deja cerca del hostel. La ubicación es fantástica, al lado de la pagoda que se encuentra en una plaza superanimada. Gente cantando, bailando, puestos de feria, visitantes...
Al margen de la ubicación el hostel no es gran cosa. Muy ruidoso y un mini colchón que te recuerda a cada momento la dureza de la tabla que hay debajo. Eso sí… mucho mejor que la noche pasada en Nanjing. Esta tarde la quiero dedicar a visitar “The Terracota Guarriors”.

Para regresar a la estación de ferrocarriles cojo el bus 5. Justo delante del edificio sale el 306, que es el que lleva hasta donde se encuentra los Guerreros de Terracota (7y). El recorrido de ida dura exactamente 1 hora. Xi'an es una ciudad caótica (como todas las que he visitado hasta ahora) y está llena de chinos (para variar). Se nota que es el país más poblado del planeta. Estoy convencido de que si se organizaran y a todos los chinos les diera por empujar a una, estos serian capaces de cambiar el sentido de giro de la Tierra.


La entrada al recinto donde se encuentran las naves que alojan las esculturas cuesta 110y. Sobre la visita.... pues nada. IMPRESIONANTE no sólo por los guerreros en si, si no por la cantidad de personas que se abarrotan a la entrada, a la salida, a los lados, delante y detrás. De cada cinco fotografías sólo una es válida. Las demás salen movidas o desenfocadas. Y es que no veas cómo empuja esta gente…!!! Todos haciendo y haciéndose fotos de una manera compulsiva. Apenas puedes ver con tranquilidad las esculturas y finalmente terminas usando su mismo sistema: empuja, ubícate y no mires a los lados ni pidas perdón…!!!


Salgo del parque a las 17:35 horas. La salida te conduce a una zona de tiendas donde cada una tiene su reclamo que grita incesantemente algo que no llego a entender pero debe ser así como "pasen y compren”. “barato, barato, barato…". Los “furtivos” (al margen de tiendas) te ofrecen de manera clandestina un estuche con miniaturas de los guerreros exactamente iguales que los que se puede comprar en cualquier tienda de chinos de España. Un souvenir demasiado delicado para llevar en la mochila cuando aún me queda tantos días de viaje por delante. El último autobús sale del mismo sitio donde me dejó a las 19:00 horas.
Llego a la parada a las 18:00 y la cola para coger el bus es.... jajaja…ufuf…!!! Por lo que aconsejo que vayáis por la mañana y no lo dejéis para última hora de la tarde. La salida es a las 19:00 (tras hora y media de cola en la que no falta quien se quiere colar descaradamente de la manera habitual, esto es, se mete sin mirarte a la cara)
Decenas a autobuses esperan para recoger a las miles (no exagero) de personas que nos agolpamos con la idea de regresar a nuestros distintos puntos de partida. Llego a Xi’an a las 20:30.

OBSERVACIÓN. En Xi'an no hay estación de autobuses. Estos se agolpan en la puerta del la estación de ferrocarriles (a la derecha según se mira).

Aprovecho para preguntar el horario y lugar de salida del bus para Huashan. El primero a las 07 y último a las 19. El lugar es esta improvisada estación de buses. La identificación del autobús es la de los símbolos de montaña y Hushan (fijarse bien).

OBSERVACIÓN. Aquí será fiesta, pero la construcción no cesa. Son las 21:30 horas y aún siguen trabajando los obreros.

En la plaza que encontramos al rededor de la pagoda se desarrolla una actividad increíble. Puestos de venta, grupos de personas bailando y decenas paseando y mirando.


05 de octubre.
Cambio en el Bank of China. El cambio está hoy a 8.82 y/e.
Caminando llego a la puerta Sur de la muralla que rodea la Xi’an antigua y subo a la misma (40y). Cerca hay un puesto donde alquilan bicicletas (20y hora y media), lo suficiente como para dar la vuelta a toda la muralla que, por cierto, ya hay que pedalear para llegar a tiempo haciendo las obligadas paradas. Esta experiencia es MUY ACONSEJABLE. Las vistas de la ciudad son increíbles y el ambiente sobre la muralla es estupendo. Además se puede acceder a distintas torres donde hay exposiciones. Al ser fiesta en China se pueden apreciar desde la muralla diferentes espectáculos conmemorativos, como un desfile de personas ataviados con el típico atuendo xianí y un espectáculo de percusión.

OB. Es bastante más caro comprar en un supermercado que comer en las casas de comida.
CONSEJO. Preguntar SIEMPRE el precio de as cosas antes de comprar. Es muy probable que encontremos a caraduras que nos intenten estafar.

HUASHAN

El Sendero turístico más peligroso (y concurrido) del Planeta

06 de octubre.
Me levanto lo suficientemente temprano como para llegar a la hora (07:00) a la parada del bus. Antes de llegar me aborda una mujer que ofrece la excursión a la montaña por agencia. No le hago caso y pregunto al conductor a qué hora sale el autocar. Le enseño el diccionario "español-chino" donde pone claramente esta pregunta de manera expresa- Pero el tipo se limita a mirarme con cara de estúpido y hace ese desagradable pero inconfundible gesto con la mano, moviéndola de un lado a otro, mientras hace un gesto de “déjame en paz". Vuelvo a enseñarle el diccionario al tiempo que le señalo el reloj. Continúa mirándome con la misma "lucidez" mientras no suelta su termo de te. Ante la inseguridad y posibilidad de perder el día, termino aceptando el ofrecimiento de la mujer que me lleva a una especie de agencia que hay próxima a parada de buses. El precio de la excursión es de 370y (100y entrada + 150y funicular + 40y de bus acceso al parque + +80y de bus xi’an-parque). Una pasada, lo sé. Pero es una de las visitas obligadas.


En el bus conozco a una chica (Wendy) y a su familia. Es la única persona que habla inglés y yo el único extranjero.
Llegamos al parque y… 2 horas más tarde tras la espera del funicular, en torno a las 13:00 horas, comenzamos el recorrido.


Huashan, lejos de imágenes o ideas agrestes que pudiéramos tener, es un parque perfectamente organizado. Todo el recorrido está señalizado, empedrado, las pendientes con escalones tallados en la misma roca o confeccionados a base de hormigón, cámaras de seguridad, interfonos de auxilio, puestos de regalos, bares-restaurantes y puestos de comida en lo que se supone que eran los monasterios, olores desagradable (muy desagradables) en determinados puntos del camino que son utilizados como improvisados wateres o pestilente olor a aceite refrito. Cientos, miles de personas en estos “senderos” y, como viene siendo habitual, un numeroso ejército de empleados de limpieza recogiendo las toneladas de mierda que deja la gente en el camino, y con la que van rellenando decenas de bolsas de plástico.


Nos amontonamos en todos los puntos del recorrido para hacer la foto de rigor... y esa maldita manía de empujar para colarse. Ese creo que es el verdadero “peligro” de la mítica y "desmitificada" Huashan. Los miles de personas que se agolpan en cualquier punto del camino. Durante las dos horas de espera ante el telesférico hice un sencillo cálculo. Cada cabina de funicular tarda en salir aprox. 22 segundos. Cada una tiene cabida para 6 pax. Total 900 pax/hora. Dos horas de espera para subir, cuatro horas de recorrido y dos horas de espera para bajar = 8 horas= más de 7000 personas...!!!


Me planteé la opción de hacer la parte del recorrido que más apasiona de los incautos, el tramo "más peligroso del planeta”, ese que todo podemos encontrar en interné y que tanta envidia da (me la dio). Pero teniendo en cuenta que cada tramo ha de hacerse uno a uno, la cantidad de personas que se agolparían ante el paso, y con la experiencia de espera funicular… mejor disfruto del camino y el tiempo lo utilizo andando y no detenido varias horas para hacerme dos fotos y presumir de "valiente"...


Así que queda desmitificada la sagrada Huashan y la catalogo como un parque “temático millar-familiar”.

Otras dos dos horas de espera para coger el funicular de bajada hace que lleguemos tarde a la cita con el bus de la excursión (que se iba a las 17:00). Menos mal que estaba con la familia de chinos y hablaron con una de las responsables. No éramos los únicos en situación similar. Finalmente fletaron otro autocar que nos dejó en Xi’an pasadas las 23:00 horas.

07 de octubre
Compro el billete de tren para Luoyang que sale a las 11:57 (101y). Sólo hay plaza en el vagón litera. El trayecto dura 6 horas.
Tras el check out dejo la mochila en la consiga (5y -creo que me han estafado-) y me voy a comer al sitio que conozco cerca de la estación. Es muy desagradable ver la cara del propietario del establecimiento, mascando chicle con la boca abierta, mientras acaricia una y otra vez el fajo de billetes que tiene entre las manos.
Cuando accedo a la estación para tomar el tren agradezco que, al menos, tuviera plaza en vagón litera. Tengo los gemelos destrozados de los escalones de Huashan. Cientos de personas se abarrotan delante de las dos puertas habilitadas para nuestro tren, el K912. Comienza el retraso. Al final una hora de retraso y cuatro las puertas para acceder al mismo. Se abren las puertas y comienza la estampida. Ni que los asientos fueran “no numerados” como en Ryanair.


Más tarde, en el trayecto de Beijing a Shanghai, descubriría la justificación de los empujones para subir al tren. Eso os lo cuento más tarde…

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