Islas Mediterráneo occidental a bordo del Gran Voyager ✏️ Blogs de Mediterráneo

Vuelta a casa.
Lo cierto es que es un día aburridillo, ya que como no hay excursiones tienes que estar todo el día en el barco, y enseguida se te hace pequeño. Además este barco es de los más pequeñines, sobre todo te das cuenta cuando atracas al lado de otro, aunque es el más rápido: lo llaman “el ferrari del mar”. Nos contaron que en un principio era un barco para el ejercito de algún país pero luego se echaron atrás. Como ya estaba casi hecho lo compró una naviera y lo acondicionó como barco de crucero, pero los motores son militares, por eso corre que se las pela.
También hay que añadir que nos tocó un día de perros, un temporal malísimo, que movía el barco como si fuera una hoja de un árbol.

Tratamos de asistir a la mayor parte de eventos para entretenernos.
Fui a hacer aerobic, pero en la cubierta de la piscina no se podía estar del frío y además el suelo estaba mojado. La profe lo había suspendido viendo que casi no había asistencia, pero al final nos juntamos unas 3 o 4 y se animó. Justo entonces dijeron por megafonía que las actividades de la piscina pasaban al teatro, así que allá que nos fuimos. Luego se animó más gente, la verdad es que era muy sencillo de seguir.
Tras el aerobic hubo una exposición de esculturas de vegetales en directo y seguido una de cócteles, con lo que ya pasamos la mañana.

Después de comer fuimos a una visita guiada de las cocinas del barco, muy curioso la verdad.
A las 7 de la tarde había espectáculo de magia y a las 9 el espectáculo de siempre. En los ratillos sueltos íbamos por los bares o a la sala de juegos, jugando a cartas, al scrable, al trivial… había bastantes juegos, pero a todos les faltaba alguna ficha.

A la hora del espectáculo de magia nos comentaron que debido al temporal, teníamos que ir más despacio y que llegaríamos sobre las 11 de la mañana, (hora prevista: las 9 h) que íbamos más despacio por nuestra seguridad y que son cosas que pasan. Pero antes del bingo, sobre las 10 de la noche nos comentaron que el capitán había decidido dar un rodeo para evitar el temporal y que llegaríamos sobre las 13 h.
Había gente que con ese retraso perdía vuelos y conexiones. Ya os comento que no hay nada que hacer. Si tienes un buen seguro de viaje se hará cargo, si no, pues ajo y agua.
El desembarque al día siguiente se hacía por orden de piso, los de la 7, que eran las suites, primero y de ahí para abajo tras la llamada por megafonía. También dieron la oportunidad a la gente que le corriera mucha prisa desembarcar para poder coger la conexión, que pusieran unas etiquetas identificativas a sus maletas y saldrían de los primeros junto con la cubierta 7. Fue el caso de nuestros amigos que tenían que coger el tren a las 14 y gracias a eso lo cogieron. Nosotros gracias a dios volvíamos en coche así que no nos afectó.
Las maletas tenían que estar en el pasillo antes de las 2 de la mañana. Se las llevaban y tú ya las recogías en la terminal de Málaga.
A las 00:15, después de preparar las maletas subimos a ver el espectáculo que habían preparado los de animación, como cada noche, pero el teatro estaba vacío, cero personas. Solo un camarero encantado del poco trabajo que tenía. Se ve que se suspendió por poco aforo (todos mareados, seguro).

A la mañana siguiente, tras desayunar y haciendo tiempo mientras llegábamos tuvimos un gran avistamiento.

*** Imagen borrada ***

Fue precioso y nos siguieron durante un buen rato. Al final no supimos si eran delfines o atunes, pero daban unos saltos muy graciosos.

Una vez atracados y hasta que nos tocó bajar (éramos de la cubierta 3), estuvimos observando cómo cargaban los palés de frutas, agua y demás provisiones para los siguientes pasajeros. Esa noche nos habían dejado una hoja con lo que se había gastado esa semana, toneladas y kilos de alimentos, bebidas y demás, qué pena que no lo guardé, porque era curioso.
Lo peor organizado con diferencia fue la recogida de maletas. En la terminal, llegaba una furgonetilla con maletas y los pasajeros como buitres a coger la suya, sin apenas control. Ponían una cinta con pivotes para que la gente esperase a que las descargaran, pero ya sabemos cómo somos.

Al final, nos quedamos con los buenos recuerdos, los buenos amigos que hemos hecho y con los bonitos lugares que hemos visitado.
Espero no haberos metido mucha chapa y que algún día sirva de ayuda para futuros viajeros.
Saludos. Monikeitor.

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