Lisboa en fin de semana ✏️ Blogs de Portugal

Éste es mi primer viaje adulto fuera de España donde voy con intención de ver y conocer. Todos los diarios que vi en esta página me ayudaron mucho a organizarlo, decidir qué ver y demás. Así que he pensado en hacer yo lo mismo por si a alguien le sirve de algo, o simplemente por si quereis disfrutar con nosotros de nuestro viaje.


1er día: VIERNES

Bueno, lo primero de todo voy a dar unos pocos detalles de dónde estuvimos alojados y demás. Tras mucho buscar en internet finalmente reservé el hotel en www.booking.com. Todo fácil y muy rápido, no hacen ningún tipo de cargo a la tarjeta con la que haces la reserva hasta que abandonas el hotel. El susodicho hotel, que más que hotel era albergue, fue Albergaria Insulana. Muy bien situado en la calle Assunçao, perpendicular a Rua Augusta, justo en el centro. Si no buscais demasiadas comodidades y lujos, éste es vuestro hotel. No es muy moderno pero a mi personalmente el toque retro de las habitaciones y de la zona común me gustaron bastante. El desayuno estaba muy bien y el trato con el personal también fue bueno. El idioma no era problema y en general, tanto en el hotel como en todo nuestro recorrido, la gente se hacía entender y te entendía sin problemas.

Decidimos hacer el viaje en coche desde Madrid. Unas 6 horitas de viaje a buen ritmo (el obligado 110km/h con altibajos... viaje eterno). Me preocupó alguna cosilla que leí por ahí de los pejaes portugueses y aquellos aparatitos que se alquilaban o no sé que historias... afortunadamente en el foro me dejaron más tranquilo, mi ruta no estaba afectada

[Guía rápida: A-5 hasta el fondo y en portugal todo recto por la IP-7 (creo jaja). 15 euritos de peaje después de un buen rato en autopista y 1 eurito y pico para el (grandioso) puente 25 de abril]

Nótese que tran pasar a Portugal (y un mísero cartel que nos lo anunciara) me gustaron bastante los cartelitos. Acostumbrado a la típica fuente Arial española, me entusiasmó la cartelera portuguesa.

Dejando mis gusto carreteriles a un lado, empezamos con lo verdaderamente importante:

Llegamos a Lisboa y procedemos a apoquinar el peaje para entrar por el Puente 25 de Abril. A mi novia y a mi, que estudiamos ingeniería, como entendereis, nos encantó. Fuera de eso, parece poca cosa, pero una vez cruzándolo impone por el tamaño y las vistas (a la derecha sobre todo) del río Tajo y de Lisboa.


Ya en la ciudad y tras pasar un mini-tunel rollo M-30, salimos a la plaza Marqués de Pompal. Hora local: 6 pm. Ganamos una hora por la zona horaria, pero el Sol sigue a su rollo y se hace de noche prontito. Nuestra visita a esta plaza fue rápida y motorizada porque nunca más volvimos a subir aquí. El tiempo apremia y había cosas más interesantes (y cercanas) que ver. Bajamos por la Avenida Liberade hasta la Plaza Restauradores y nos disponemos a aparcar el coche. Difícil tarea si osais hacerlo for free, nosotros lo dejamos los dos días en un parking bajo la plaza. Tarifa máxima por día: 20€. Esa fue la opción elegida. La zona azul (aunque yo no vi rallitas azulitas por ningún sitio) sólo permite cuatro horas máximo en el mismo sitio... no me rentaba tener que estar moviendo el coche ni tener que estar atento.

Después de aparcar y de dejar las cosas en el hotel (interesados mirad en la introducción), nos damos una vueltecita por los alrededores. Rua Agusta con sus tiendas (Zara, Bershka, Stradivariuss, Mango,... poco conocidas) todas cerradas ya (cierran prontito eeh). Bajamos hasta el final y vemos el arco que da pie a la plaza del Comercio. Muy chula, pero de noche es un poco oscura y unos tímidos led's en el suelo no ayudan cuando intentas hacer fotos. Al fondo el río, oscurísimo en la noche, de día mejorará la cosa.


Volvemos a subir y pasamos de nuevo por la plaza de Figueira y la plaza de Rossio. De día está bastante poblada. De noche casí desierta. Esperaba más muchedumbre acostumbrado a una noche cualquiera de fin de semana en Madrid.

Cenamos en el McDonalds: atentos todos que los precios son más bajos que en España. Supongo que en este tipo de restaurantes la cosa mejora, en los más normales tampoco es tanta la diferencia. De vuelta vemos y fotografiamos el Elevador de Santa Justa, en otro momento subiremos.


De momento nos vamos a dormir que el viaje ha sido pesado y ya ha caído la noche.

[Nota mental: la oferta de droga en Rua Augusta y alrededores al caer el Sol es amplia y variada. ¡No acepteis caramelos de desconocidos! jaja]

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Día 2: SÁBADO

Despetamos tempranito y a desayunar que hoy nos espera un bueeeen día.

Lo primero es ir a una oficina de turismo porque en el hotel no tenían plano de todas las líneas de transporte público. La más cercana la teníamos en la plaza Restauradores, en un bajo.

Lo siguiente y más importante: hacernos con una tarjetita para esos transportes. Bajamos al metro y en las maquinitas expendedoras de tickets (puesta en Español obviamente) busco la llamada tarjeta 7 Colinas. Ni rastro. Hay una llama Viva Viagem y de color verde. Igual no es sustituta, pero funcionaba idénticamente. 50cents el soporte físico (válido por un año) y 3,95€ de recarga para 24 horas.
[Nota: comprobado, el coche sigue en su sitio sano y salvo.]

Y ahora ya sí podemos empezar la visita a la ciudad, pero de día y con gente alrededor.

Ya que estamos aquí, vemos la plaza Restauradores y un poquito mas abajo la plaza de Rossio, con su mareante suelo.


Nos acercamos al elevador de Santa Justa para subir y verlo todo en versión panorámica. A las 10 de la mañana ya hay cola, pero la cosa va rápido porque subimos de 20ypico en 20ypico. Con la tarjetita verde subimos for free. Arriba tenemos un pasillo cuadrado rodeando el hueco del ascensor y vallado: visión pobre. Ahí está el negocio, subir al mirador: 1,50€. Estamos arriba, ahora ya hay que subir. Escalera mareante de caracol y arriba explanada. Visión 360º, día claro sin nubes. Se vé todo todito: el castillito, el río, las placitas,... todo.


Bajamos y seguimos un poquito calle abajo para coger nuestro primer tranvía (o eléctrico como ellos lo llaman), el famoso nº28. Hay cola para cogerlo y aunque molaba más ir sentado en las vetanas abiertas, hacemos el viaje de pie y subimos hacia el Castillo de S. Jorge. No os fieis del paisaje, en la parada no se ve el castillo por ningún lado... suerte que avisan!!


Nada más bajar hay un mirador hacia el río. Ahora de día se ve inmenso y a lo lejos se atisba tierra, pero los barco van y vienen. Fíjate si es navegable que había atracado hasta un barco militar... de esos de las pelis con parabolicas y todo!

Subimos hacia el castillo y, pasando por un meadero esquinado, o como ellos lo llaman, Urinol, nos ponemos a la cola en la taquilla.

Entrada: 7€. Los afortunados estudiantes pagamos 3,5€.

El castillo tiene sus placitas, tus torretas y sus pasillitos con sus vistas y tal, un flautista sacándose sus pelillas y eso... pero lo que destaca sobre todo es su mirador. Da la vuelta desde las vistas al río hasta más allá de la plaza Marqués Pompal. Se vé todo! Eso sí, no van a dejar esas vistas desprotegidas, una suerte de como poco 6 o 7 cañones salvaguardan la integridad de los turistas.


Tras la vuelta a la Edad Media nos volvemos a nuestra zona de acción (Baixa) en el eléctrico para volver a visitar el arco y la plaza do Comercio ahora sí de día. Mucho mejor para echar foticos y apreciar el Tajo en toda su magnitud a ras del agua.


Haremos un descansito para comer y descansar para empezar la tarde con fuerzas: nos vamos a Belem.

No tenemos demasiada suerte... hay una manifestación relacionada con el paro en Portugal, demanda de trabajo, etc... Conclusión: tranvía out! Nos toca buscarnos la vida... Total, que nos vamos en bus.

Bajamos y nos encontramos con el Monasterio de los Jerónimos. Precioso por fuera. Lástima que por el cambio de hora, aunque era temprano, se nos hacía de noche rápido y decidimos no perder los últimos rayos de sol en verle por dentro e ir a ver el Monumento a los Descubridores. Muy chulo, hombrecitos tallados a muy alta resolución, gigantes vamos jajaja


Nos vamos caminando hacia la Torre de Belem pero cometemos el error de hacerlo por el carril bici-paseito que hay siguiendo la ribera del río... al final había un embarcadero y el paso obviamente estaba impedido. Dar la vuelta nos suponía tiempo y Sol, que ya nos decía adios. Así que lo vimos un poco de lejos sin acercarnos del todo y nos dimos la vuelta para ir a la parada obligada: la pastelería!

Al pasar con el bus vimos la cola, y creedme que llegaba al infinito. A estas alturas de la vida, las casi 8 de la tarde y la merienda lejos, no había tanta gente y pudimos comprar unos cuantos. Precio por pastelito: 0,90€. Compramos 6... ojalá hubieran sido 20! Ricos no, lo siguente! Ese azuquitar... esa canelita... mmm... a mi me olían (aún sin condimentar) a torrijas... pero hojaldradas! jajaja Los recomiendo 100%.

De vuelta a casa (hotel) cogemos el bus y el metro. Éste último bastante soso en cuanto a decoración y en cuanto a maquinaria se parecen bastante a los coches más viejos del metro de Madrid. Pocas líneas, pero oye, si son efectivas a mi me vale.

Ya cenamos a la vuelta y nos fuimos al hotel, rechazando droga por el camino (no estaría mal un par de polis por ahí, de día se pasean con su segway, pero de noche...), para prepararnos para la mañana del domingo y la vuelta a casa por Navidad.

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Día 3: DOMINGO - Sintra

Ya hemos visto en un día y poco lo más importante y destacado de Lisboa a nuestro juicio. Organicé un poco el viaje para poder visitar Sintra porque había visto en algún diario vuestras fotos y me parecia muy cuco. Así que nada más salir del hotel (ya desayunados) y recuperar el coche (no sin antes pagar unos señores 40€ por los dos días), ponemos rumbo a Sintra.

El viaje cortito, está bastante cerca. La subida hacia el paraje natural, o parque natural, o lo que fuere, venía después. No recomiendo aparcar en los primeros parkins que os encontreis, esperad un poquito porque más arriba, cuando parece que nunca vas a llegar, está la puerta y taquillas del recinto y un cartel que te dice que a pocos metro está el último parking. Ahí aparcamos nosotros. Con suerte no tendreis que bajar más abajo. Yo me la jugué un poco jajaja

Entrada al recinto con visita al Palacio da Pena: 8€. Jóvenes: 7€. Entendiendo por jóvenes aquellos que poseemos el carné jóven jajaja Lo siento por aquellos que no pertenecen a este grupo de elite

En la taquilla te dan un mapita personalizado, muy abispada la señora taquillera capta fácilmente con sus métodos cuál es tu idioma y rápidamente te lo tiende para sorprenderte.

El palacio... qué puedo decir del palacio? Es precioso, sin más. Así visto parece que es atrezzo y que es un decorado del parque de atracciones. Pero luego tocas y no! Es piedra de la buena! jaja
La arquitectura es muy rara, parece un castillo de princesa Disney. Colorines, formas raras,... me gustó mucho. Las vistas son buenas con todo el monte y el pueblo abajo del todo.
El interior no difiere mucho de lo que te puedes encontrar en una construcción del estilo: la cámara de la reina, la del secretario, la de maroto el de la moto... con sus camitas y sus cosillas de reyes. Dentro no permiten hacer fotos ni vídeos. Fuera todo lo que quieras.


Y para terminar el viaje y las visitas, como última parada el Cabo de Roca. Fin del mundo... occidental al menos, sin contar América... pero ahí queda la cosa. Muy chulo con las vistas al mar.



Conclusión final del viaje: personalmente me ha gustado mucho. Siempre rondaba la idea de que Portugal no era merecedor de un viaje, pero gracias a vuestros diarios y demás información, vale la pena visitarla.
Quizá haya otra visita en un futuro u otros viajes que poder contaros.
Un saludito!

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