Las Playas del Alentejo ✏️ Blogs de Portugal

En este diario veremos una ruta que hice en coche desde la punta de Sagres hasta la desembocadura del Río Mira en Vila Nova de Milfontes por la costa. Playa, pescadito y relax.


Todo el recorrido está dentro del Parque Natural del Sudoeste Alentejano, por lo que suele estar casi todo bien cuidado y señalizado.

Esta zona tiene mucho de Asturias, pero también de la árida Extremadura. Encontrarás espectaculares acantilados rodeados de sistemas dunares y desde pequeñas calas con aguas turquesas a grandes playas llenas de surfetas.

El Algarve al sur es la zona mas guiri, está realmente saturada aunque sobretodo por la zona de Faro, que es rollo Benidorm. Según te vayas alejando de esa zona empezarás a encontrar playas casi desiertas y dejarás de ver holandeses rojos como cangrejos. Al estar orientadas hacia el sur suelen ser playas mas pequeñas y con aguas mas tranquilas que las del Alentejo.

El interior del Alentejo es muy extremeño, dehesas hasta el infinito y grandes pantanos, ruinas romanas y una gastronomía maravillosa.

Bajamos en coche desde Madrid, haciendo noche en Évora, que apenas hay que desviarse de la autopista y está chula, típico pueblecito extremeño en una colina, todo blanco, con buen jamón e interesantes ruinas romanas.


Al día siguiente bajamos hasta Sagres para hacer el resto de la ruta subiendo.

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En Vila do Bispo todavía se nota la influencia del Algarve, en precios y en cantidad de gente. El pueblo está lleno tiendas de suf y alojamientos, tomamos un café y bajamos a Punta de Sagres con su fortaleza, en la que no entramos porque había que pagar entrada y no ofrecía demasiado, y Cabo de San Vicente con sus grandes acantilados que son realmente espectaculares.

Pasamos la tarde en la Playa de Beliche. Está entre el Cabo y Sagres, es preciosa y tiene un chiringuito colgado de las rocas donde comer pescadito. La playa estaba bastante llena y según iba subiendo la marea nos quedaba menos sitio pero merece la pena.



Nosotros llevábamos reservados apartamentos en todos los sitios, de media 35 euros por noche para dos personas y siempre con cocina, pero si quieres abaratar costes por todo el camino encontramos campings con muy buena pinta y en las playas mas apartadas también nos encontramos con gente que montaba allí la tienda.

Aquí todavía encontramos turismo masivo pero será la última vez en el viaje. Era finales de julio y aún así de aquí para arriba la mayoría de las playas que vimos estaban casi vacías.

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Subimos hacia Carrapateira donde teníamos reservado un apartamento. El pueblo es pequeño y muy soso pero lo interesante está en los alrededores.

Los apartamentos se llaman Pensao das Dunas y eran de lo mas barato de la zona y estaban muy cuidados, lo regenta una pareja de holandeses muy simpáticos que hablan castellano, bastante recomendable.

Justo antes de llegar al pueblo sale un camino para la Praia do Amado, playa grande con zonas para bañarse tranquilo y otras con buenas olas llenas de surfetas. Ideal para ver el atardecer y descansar.

Un poco mas al norte, entre el pueblo y el mar hay unas dunas brutales y puedes hacer un recorrido por la costa que va pasando por miradores a grandes acantilados y termina en la Playa de Bordeira, que no acaba nunca y si caminas un ratito puedes estar totalemente solo. Se puede hacer en coche o caminando y el camino sale justo desde la pensión.



A partir de aquí empiezan a verse menos turistas y surfetas, las playas empiezan a ser cada vez mas salvajes y solitarias, los pueblos mas pequeños y la gente mas ruda, hemos llegado al Alentejo.

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