6 días en Holanda ✏️ Blogs de Holanda

Llegamos el 9 de agosto del 2012 a Holanda, aeropuerto de Schipol, a la salida hay unas maquinitas donde se puede sacar el billete a Amsterdam Central, se tarda unos 20 minutos en llegar.

Nada más salir de la estación ya estás metido de lleno en la ciudad, el edificio de la estación es imponente y uno de los más bellos de la Amsterdam. Construida entre 1882 y 1889, es una de las estaciones más importantes del país, donde confluyen trenes provenientes de toda Europa y las más importantes líneas de metro de Amsterdam. Fue la primera estación de los Paises Bajos para cuya construcción se convocó a un arquitecto (los proyectos de este tipo eran encargados normalmente a ingenieros), el elegido para encarar el proyecto en el aspecto artístico fue el arquitecto P.J.H. Cuypers, mientras que el ingeniero A.L. de Gendt encaró los aspectos constructivos y L.J. Eijmer tuvo a su cargo las estructuras de techado de las vías.

El emplazamiento elegido originó no pocas protestas ya que implicaba el cierre del embarcadero en Damrak, el antiguo puerto.


Frente a la estación se encuentra la VVV, la oficina de turismo de Amsterdam, en Stationsplein 10 y los tranvías.
El tranvía cuesta 2,70 euros por viaje, pero te puedes sacar el turístico por 7 euros y pico para viajar el día entero. También es interesante la tarjeta I AMSTERDAM CARD si le vas a dar mucho uso.

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Empiezas a ver bicicletas por todas partes, medio de transporte preferido en Amsterdam, en agosto debe ser maravilloso pero no sé cómo lo pasarán en invierno, aunque a los holandeses no parece importarles el frío ni las casas sin ascensor... Tal vez tenga algo que ver con la media de edad, para ver un anciano hay que esperar... es inquietante...parece que se los haya tragado la tierra... Una amiga holandesa nos explicó que no suelen salir de las casas o viven en las afueras, en casas de planta baja o asilos. Francamente, las ciudades no están preparadas para ellos... Me chocó no ver familias, todo eran parejas o grupos de jóvenes, ni una sola familia junta comiendo en un restaurante o paseando por la calle, no hay gritos ni ruidos de claxon, cuando escuchabas una conversación algo animada era en italiano o español, ellos hablan tan bajito y tan pausado que puede resultar estresante...

Pero para pasar unas vacaciones es una maravilla. Entramos en materia:

El primer día conocimos el Sex Museum, entre la estación central y la plaza Dam (Damrak, 18), lo vimos de casualidad y decidimos entrar. El precio de entrada es de 4 euros y merece la pena, es divertido y original.


Recomiendo no buscar el barrio Rojo, él te encontrará a ti... de repente y sin darte cuenta te puedes encontrar paseando por un callejón solitario con prostitutas detrás de las ventanas mirándote descaradamente. El mismo callejón por el que habías pasado 15 minutos antes y estaba en calma...

Como estábamos muy cansados del viaje nos fuimos a dormir pues al día siguiente nos esperaban las visitas a los museos.

Primer museo: Van Gogh.


Merece la pena sacar la entrada por internet (14 €) pues las colas son interminables, hay un señor en la entrada (a la derecha de la cola) que te deja pasar sin problemas cuando le enseñas tu entrada ya impresa. Prohibidísimo hacer fotos dentro del museo. Siempre saco por internet las entradas a los museos, suelen costar un euro más caras, pero merece la pena.

Sitio web para la compra de entradas: www.vangoghmuseum.nl/ ...tie_online

Siguiente parada el Rijksmuseum, también compramos las entradas por internet por 14 euros. Aquí www.rijksmuseum.nl/etickets?lang=en IMPRESCINDIBLE. Es una experiencia única.

Tanto para el museo Van Gogh como para el Rijksmuseum, no hay horario ni fecha marcada para la visita, te dan unos meses para ir, así que puedes elegir el día que quieras, no ocurre lo mismo con la entrada a la casa de Ana Frank, ahí tienes que ser puntual en fecha y hora.

Delante del Rij se encuentras las típicas letras de I amsterdam para hacerse la foto.


Para descansar de tanto museo no hay nada mejor que tirarse al sol (si el tiempo lo permite) en el Vondelpark, 48 hectáreas para pasear, llevar los bocatas, andar en bici, ligar... Es el parque más grande de Amsterdam y en 1996 fue declarado "monumento real".






Nos encaminamos hacia la casa de Rembrandt, pero ya estaba cerrada. OJO, en Holanda todo suele cerrar a las 5 de la tarde y tampoco abren muy pronto, hasta las 10 de la mañana es raro encontrar algo abierto...
Así que entramos en De Krijtberg. Es una iglesia católica en Amsterdam, situada en el Singel, frente a Spui. La iglesia fue
diseñada por Alfred Tepe e inaugurada en 1883. Está dedicada a San Francisco. Se reconoce
por sus dos torres puntiagudas. De estilo neogótico, sustituyó a la iglesia clandestina
que ocupaba el mismo lugar desde mediados del siglo XVII. Preciosa.



Al día siguiente teníamos programada la visita a la casa de Ana Frank, hay que ir preparados para lo que vas a ver, más bien, para lo que vas a sentir... Es necesario comprar la entrada por internet, si no lo haces tendrás que esperar una cola interminable. Si llevas la entrada de casa, dirígete a la puerta de entrada, a mano izquierda hay una puerta de cristal cerrada con un timbre que pone (Reservas) o algo así, picas justo a la hora programada (si vas antes no te dejan pasar, aunque sea por 10 minutos) y entras directamente. Prohibido hacer fotos, pero en esos momentos poco importa...




A la salida de la casa de Ana Frank, toma la primera calle a la izquierda, antes del Westerkerk, en Westermarkt 6 (es la misma manzada de la casa de Ana Frank) y allí verás la fachada de la casa de Descartes, donde una placa marca el lugar. Esta casa pasa totalmente desapercibida a pesar de que la cola para visitar el museo Ana Frank está a pocos metros de ella.



Si tu cuerpo aguanta puedes subir a la torre del Westerkerk (la Iglesia del Oeste) es la mayor iglesia protestante de Holanda y data de 1631. Es una bella estructura con una imponente torre de 85 metros de alto desde la que se ve toda Ámsterdam.




Plaza Dam y alrededores.

La Plaza Dam es el centro neurálgico de Amsterdam, merece la pena la visita al Palacio Real (ojo con el horario y los días de apertura) Precio: 7,50 €. Reducida a estudiantes 6,50 €(vale cualquier carnet de España)
Como hay miles de fotos de la plaza en la actualidad, os dejo esta tomada el 7 de mayo de 1945. Minutos antes, numerosos holandeses se encontraban en la plaza Dam de Amsterdam celebrando la liberación de la ciudad de manos del ejército nazi. Tropas alemanas que se encontraban emboscadas en edificios cercanos a la citada plaza abrieron fuego contra la masa de ciudadanos causando 22 muertos y 120 heridos. Aquellos que se encontraban en la plaza no encontraron otro refugio que el estrecho parapeto proporcionado por unas farolas...


Y no dejéis de visitar la Nieuwe Kerk (Iglesia Nueva), aunque solo sea por admirar el púlpito tallado en madera de caoba merece la pena pagar los 5 euros que cuesta la entrada.



A la salida podéis acercaros a la Plaza Magna, actualmente es un centro comercial, pero durante muchos años albergó la oficina de correos de la ciudad. Según sales de la Iglesia Nueva la podrás ver a mano derecha, muy cerquita.


Visita imprescindible: El Begijnhof

Es algo complicado encontrarlo, así que intentaré que os resulte fácil. Sitúate frente al palacio Real en la plaza Dam, a tu izquierda hay un semáforo que da a una calle comercial a tope de gente, llena de tiendas de todo tipo, la reconocerás fácilmente. Bajando por esa calle, a unos 150 metros, hay un callejón por donde se entra al Museo de Amsterdam. Pues por ahí también accederás al Begijnhof.



El Begijnhof (patio de beguinas) es uno de los lugares más hermosos de Ámsterdam. Se trata de un patio que data de alrededor del año 1300 en el que se alzan típicas casas del estilo de Ámsterdam. El Begijnhof tiene una historia fascinante en la que se incluyen numerosos acontecimientos relevantes, una hermandad católica e incluso milagros.

A mediados del siglo XII, un grupo de mujeres religiosas llegaron a vivir en una comunidad a Ámsterdam buscando cuidar de los enfermos y las personas menos agraciadas. Estas mujeres no eran monjas y no tenían ningun tipo de votos ante la iglesia, de hecho, ellas eran libres de de abandonar la comunidad en el momento que quisiesen y después casarse sin ningún problema.

No se sabe cuando se usó el nombre de Béguinage por primera vez, aunque documentos mencionan referencias por primera vez en 1307, y después en documentos oficiales de 1346. En éstos últimos documentos se habla de una casa de esta hermandad, la Beghijnhuis, que les fue donada.

Posteriormente, en 1393, Alberto de Bavaria (Albrecth van Beieren) creó regulaciones para la hermandad y puso a estas mujeres bajo su protección. En las regulaciones establecidas, se estipulaba que una mujer podía ser admitida en la comunidad solo cuando hubiese vivido en el Beguinage por al menos 18 meses.

Originalmente, el Begijnhof estaba completamente rodeado de agua, con una sola entrada que estaba ubicada en el Begijnensteeg, una pequeña calle conectada con un puente.

La última miembro real de la hermandad murió en los años 70's, pero actualmente aún existen mujeres solas viviendo en este lugar, por lo que se les pide a todos los visitantes que guarden silencio y sean muy discretos durante su visita. Es importante notar que el Begijnhof es propiedad privada y no es un lugar público, por lo que las puertas se encuentran cerradas para grupos y excursiones.



En el Begijnhof podrás ver la casa más antigua de Amsterdam.


Y antes de entar al Begijnhof por la zona del museo de Amsterdam podrás hacerte una foto en otras letras más pequeñas y menos concurridas de " I amsterdam"

Dedicamos la tarde a callejear un poco, pasamos por la zona okupa en Spuistraat, donde vimos fachadas pintadas como esta, creo que fue el primer edificio "okupado" de Amsterdam.


Y un montón de graffitis...


Miles de tiendas pequeñas donde se vendía de todo...


Y bicicletas para todos los gustos...


Al día siguiente fuimos al Hermitage, sucursal del Hermitage de San Petesburgo donde había una exposición increíble sobre Impresionismo, la entrada al museo costó 15 € (no hace falta comprarla por internet, no suele haber cola). La exposición dura hasta el 13 de enero de 2013, así que si tenéis pensado viajar a Amsterdam antes de esa fecha, no dudéis en visitar el museo. Información de la exposición: www.hoyesarte.com/ ...erdam.html



Antes de llegar al edificio del Hermitage (Amstel, 51) hay que cruzar un pequeño puente...es precioso...no pongo foto, hay que descubrirlo

Después del Hermitage nos dirigimos a visitar la Sinagoga Portuguesa y el Museo Judío. No recuerdo el precio de la entrada (es conjunta para los dos sitios) pero si que era algo carilla.


La Sinagoga Portuguesa es una monumental edificación de estilo clásico que fue alzada durante el siglo XVII (entre 1672 y 1675) por los judíos sefarditas en el antiguo barrio judío de la ciudad de Amsterdam.

Esta sinagoga cuenta con una entrada desde el número 1 de Mr Visserplein. Su interior abovedado es sostenido por cuatro columnas jónicas inmensas. Cabe destacar que en su interior alberga una de las bibliotecas más importantes del mundo de su género.

Cuando la Sinagoga Portuguesa fue construida era las más grande del mundo, y se encontraba dominando esta gran zona de la ciudad, cosa que aún hoy en día hace. Actualmente la sinagoga se encuentra en el centro de un gran patio rodeado de edificios. Su construcción a sido guiada tomando como referencia el famoso templo de salomón.

Actualmente la Sinagoga Portuguesa además de celebrar sus actos religiosos alberga diversas exposiciones y conciertos de carácter público.

La sinagoga no puede ser visitada por los turistas los sábados. Es conveniente revisar la lista de ropa y alimentos no permitidos por la comunidad judía para entrar en su interior.




Al salir de la sinagoga, al otro lado de la plaza, podrás ver esta iglesia, edificada en el mismo lugar donde nació Baruch Spinoza.



Bajando por esa misma calle, en Jodenbreestraat, 4, se encuentra la casa de Rembrandt, imprescindible visitarla. Deambulando por sus habitaciones del siglo XVII tendrás la sensación de viajar en el tiempo. Podrás ver una multitud de objetos que él mismo coleccionaba (mariposas, corales, animales exóticos...). La luz de la cocina te dará la oportunidad de hacer una foto-cuadro



Muy cerca de la casa de Rembrandt, en Nieuwmarkt, 4, se encuentra el Waag: En la Edad Media, lo que hoy se conoce como Waag, formaba parte de la antigua muralla medieval que defendía Amsterdam, siendo utilizada como una de las puertas a la ciudad, la conocida como Sint Antoniespoort (Puerta de San Antonio).
Durante el siglo XVI sus plantas superiores fueron ocupadas por diferentes gremios. Desde 1679 el Gremio de Cirujanos tuvo aquí su sala de reuniones y de anatomía, y añadió en 1691 su torre central octogonal. A Rembrandt se le encargó un lienzo sobre unos cirujanos realizando su trabajo, dando lugar a 'Lección de anatomía del Dr. Tulp' y a 'Lección de anatomía del Dr. Deijman'.


(La visita a La Haya y a Zaanse Schans la haré en otras dos etapas)

Comencé el día visitando La Oude Kerk (Iglesia Vieja), fue construida en 1302 y es el edificio más antiguo de la ciudad. La iglesia comenzó siendo una capilla de madera que con el paso de los años se fue ampliando hasta convertirse en una gran basílica gótica. El interior de la iglesia Oude Kerk quedó sin decoración en 1566 por culpa del movimiento iconoclasta. En esta época los Calvinistas saquearon los templos católicos y destruyeron sus cuadros y estatuas.

Es importante prestar atención al enorme techo abovedado de madera que aún conserva algunas pinturas del siglo XV, las preciosas vidrieras que se mantienen intactas y su órgano mayor, un instrumento que cobra aún más importancia ante la escasa decoración que se conserva en la iglesia.

La entrada cuesta cuatro euros y el señor de la puerta es encantador.



Muy cerca del Oude Kerk se encuentra otra visita imprescindible en Amsterdam: Amstelkring es uno de los museos más antiguos de Ámsterdam y uno de los más sorprendentes. Construida hace 350 años, esta casa de apariencia normal alberga en su interior un gran tesoro oculto: la iglesia clandestina de Nuestra Señora del Ático.

Tras la Reforma, Ámsterdam se convirtió en una capital protestante en la que se prohibió el culto católico en público. Es en este momento cuando surgen las primeras iglesias católicas secretas.

Amstelkring fue la segunda iglesia clandestina de Ámsterdam después de la capilla de las beguinas de Begijnhof.

El precio de entrada es de 8 euros y te dejan una audio-guía en tu idioma.


Terminamos nuestra visita a Amsterdam visitando el EYE.
EYE es el único museo de cine de los Países Bajos y se dedica exclusivamente a las filmaciones y las imágenes en movimiento. En EYE se muestra el cine como arte, entretenimiento, patrimonio cultural y medio informativo. Ofrece exposiciones y programa películas relacionadas prestando especial atención a los desarrollos actuales, históricos y artísticos, y pensando también en la gente joven. Además de películas para niños y sus familias, EYE organiza programas educativos y actividades, tanto para niños como para adultos.

Para llegar al EYE cruza la estación central hasta el otro lado, y al salir, a la izquierda, encontrarás unos ferris que cruzan el río cada cinco minutos (son gratuitos). Te recomiendo tomar algo en la terraza, las vistas son magníficas.



Cenamos en Plaza Rembrand (la zona más canalla de la ciudad) unos mejillones al vapor buenísimos y nos despedimos de la ciudad.

Volveremos, sin duda.

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Habíamos reservado un día para visitar La Haya. Ir desde Amsterdam es muy fácil, en la Estación Central pide en ventanilla un billete para Den Haag Central (nombre holandes de La Haya), en esta web puedes mirar los horarios, pero creo que hay un tren cada cuarto de hora. www.ns.nl/ Sólo sacamos el billete de ida, creo que fueron unos 11 euros.


En tres cuartos de hora llegarás a La Haya. Para hacer una visita al parlamento puedes enviar un e-mail a esta dirección bezoekerscentrum@prodemos.nl, ellos se encargarán de asignarte un día y una hora para hacerlo, recuerda reservar con tiempo pues suelen formarse grupos muy rápidamente. La visita conjunta al parlamento y al senado cuesta 6 euros.

Llegar al Binnenhof también es muy fácil, solo tienes que seguir los letreros que te encontrarás nada más salir de la estación central (a mano izquierda, a unos 15 minutos andando desde la estación).


Después de la visita callejeamos un poco por la ciudad, era lunes y los museos estaban cerrados. De todas formas el Mauritshuis estaba de reformas y habían trasladado la colección a otro museo más pequeño. Y la "joven de la perla" estaba de viaje en Japón para una exposición, así que... habrá que volver a La Haya cuando todo esté en orden.

Habíamos quedado con una amiga holandesa para pasar el día y nos llevó a una pastelería donde probamos unas tartas típicas de Austria, riquísimas! También nos tomamos algo tranquilos en una plaza y admiramos la nueva arquitectura...


La Haya es una ciudad mucho más tranquila que Amsterdam, aunque con más coches... Hacía buen día y la gente estaba en la calle, pero no resultaba agobiante, vimos pocos turistas y a pesar de no profundizar en la ciudad, nos encantó.

Nuestra amiga nos llevó en coche a conocer su pueblo, Leiden, pasamos por la "zona rica" de La Haya, donde viven los príncipes y hay unas mansiones que quitan el hipo.
El campo holandés tiene la misma luz que hay en los cuadros, vimos tulipanes, granjas, huertas y casitas preciosas.

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Llegamos a Leiden y aunque era un poco tarde paseamos un poco por el pueblo. La ciudad de Leiden es llamada la "Ciudad-llave" (Sleutelstad en neerlandés). El origen de este símbolo de la ciudad se remonta a 1293, fecha para la que hay documentos con un sello donde aparece el apóstol Pedro (santo patrón de la ciudad), guardián de las puertas del cielo, llevando una llave.


Leiden tiene 9 molinos, entre ellos el Molen de Valk (1743), molino de grano que funciona como museo. Nos tomamos algo cerca de este molino y como estaba a dos minutos de la estación central, desde allí volvimos a Amsterdam a pasar la noche.



Habría merecido la pena dedicar un día a visitar este pueblo. Otro sitio para volver...

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Una mañana me escapé sola a visitar Zaanse Schans. En la estación central de Amsterdam pide un billete de ida y vuelta para Koog-Zaandijk, te costará 6,30 euros. Está tan solo a cuatro paradas, a unos 20 o 25 minutos. Sale un tren cada cuarto de hora (plataforma 10 a).
Mucho ojo a la vuelta! Pasan dos trenes por el mismo sitio, uno va a Amsterdam Central y el otro a Rotterdam Central, cuidado con subirse al de Rotterdam Hay unos paneles con los horarios donde explica bien qué tren debes coger (las paradas del tren vienen señaladas en negrita, fíjate cuando veas en negrita Amsterdam Central, ese es tu tren)

Nada más bajar del tren en Koog-Zaandijk, caminas una calle (todo muy bien indicado) y al final, a mano izquierda verás el primer molino...


Un adelanto de lo que te espera al llegar al puente...


Con su tradicional pintura verde, las casas, los almacenes y los molinos de viento de Zaanse Schans causan la sensación de haber retrocedido en el tiempo a los siglos XVII y XVIII, sin embargo toda esta zona no es un museo al aire libre, es un colorido y efusivo trabajo de vecindad.



La mayoría de los edificios fueron re-ubicados en otras zonas de Zaanstreek en el 1960 y 70 debido a que con el desarrollo urbano se encontraban bajo la amenaza de la aniquilación. Se trasladaron a la Zaanse Schans, el lugar exacto donde en 1574 Diederik van Sonoy, un gobernador al servicio de Guillermo de Orange, con la ayuda de la población local, levantaron trincheras para detener el avance del ejército español.


Zaanse Schans es un pueblo de cuento de hadas y no puedes dejar de hacer fotos por todas partes.


Los molinos se pueden visitar, la entrada cuesta 3 euros, 1,50 para los niños. Si tienes vértigo te recomiendo que no entres, te puedes quedar atascada en la primera escalera... (no es para tanto, suben hasta los niños)



Si esperas, podrás ver el molino en funcionamiento desde la primera planta... Impresiona.

Todo el pueblo huele a chocolate, pero es debido a una fábrica cercana. Es una visita imprescindible si vas a Holanda y quieres ver molinos, aunque es turístico no se acumula mucha gente en los molinos y puedes pasear bastante tranquilo por sus calles (y eso que era agosto).

Al irme de vuelta a la estación pude presenciar el levantamiento del puente por el que acababa de pasar


Y hasta aquí mi visita a Holanda. Gracias por leerme.

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