Euskadi: Tres ciudades que marcan un hito ✏️ Blogs de España

El primer día de viaje no lo contamos porque fué enteramente de traslados, eramos 10 amigos y emprendimos viaje Menorca-Barcelona en avión y, puesto que salía más barato, alquilamos dos coches en el aeropuerto de Barcelona y nos pusimos en ruta, los más de 400 Km que recorrimos nos llevaron el día entero, con parada en Zaragoza inclusive (ciudad bastante bonita por cierto).

Vitoria:

Después de descansar en un hermoso caserío rural con nuestros amigos vascos que allí nos esperaban, emprendimos ruta hasta Vitoria, que se situaba a escasos kilómetros. Bueno, ante todo decir que el paisaje que durante estos días vimos fueron espectaculares, montañosos y verdes con bonitos caseríos vascos de fondo, nada que envidiar a Asturias o Cantabria desde luego.
De Vitoria empezamos visitando la famosa plaza de la Virgen Blanca, hermosa, llena de gente y cafeterías alrededor, para desayunar como no, entramos en una taberna vasca a empezar con unas tapitas ya de tarde, tipo "brunch" porque de hecho, teniamos el tiempo muy justo y había que aprovechar el día al máximo. Después de comer unas tapas y txakoli buenísimo entramos en la maravillosa catedral, ya dentro de la ciudad vieja, dónde hicimos una visita guiada por las zonas más destacadas y que aún están en obras. Vale bastante la pena porque vees todo el proceso de reconversión y además subes por una preciosa torre dónde tienes magníficas vistas de la ciudad, lo recomiendo. Al cabo de una hora de recorrido por la catedral, decidimos explorar más a fondo el casco antiguo, y que decir, que nos encantó, pero no fué lo que, a mi personalmente, me gustó más, puesto que el paseo por los parques, paseos y zonas residenciales (soy muy malo con los nombres) me fascinó más que cualquier otra cosa de la ciudad, por ejemplo había un hermoso paseo arbolado lleno de palacetes y grandes mansiones, una de las cuáles si no recuerdo mal, era la residencia del lehendakari o algo así, también debo resaltar lo verde que es la ciudad, tranquila y me pareció excelente para pasear, además de moderna tiene unas infraestructuras excelentes y no sólo eso, la gente va mucho en bicicleta (aunque de dónde yo vengo, ciutadella de menorca, el uso de este medio es bastante común también) y la ciudad está totalmente impoluta, junto con Girona y Oviedo es la ciudad más limpia que he visitado de España.
En resumen, nos encantó Vitoria y el cuidado de sus jardines, su limpieza, sus paseos, su casco antiguo, etc. Una magnífica solana es la que produce esta ciudad si hace buen tiempo, además era abril y el solecito que tocaba nuestras pálidas pieles después del hinvierno eran de agradecer !!

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Nos levantamos en medio del paraíso rural en el que nos encontrábamos, desayunamos y emprendimos ruta a San Sebastián-Donostia, a una hora de camino. Al llegar a la ciudad y aparcar el coche ya notábamos un cierto toque a ciudad "franco-europea" y de "riviera", es decir, con glamour y más al estilo de París que al de Sevilla, por poner un ejemplo y realmente fué así, pequeños boulevards, un hermoso casco antiguo (y muy concurrido) y una increíble fusión entre lo tradicional y lo referente a las grandes urbes europeas, y es que San Sebastián a mi me pareció una ciudad con bastante glamour, al estilo también de su vecina Baionna o Biarritz, aunque la estrella, como no, fueron la playa de la Concha y sus paseos, de fábula, el puerto antiguo también nos gustó mucho y desde fuera su aquarium tentaba bastante, pero al final no entramos. Los precios aquí se disparaban un poco respecto a Vitoria, pero daba gusto pasear por la ciudad, por último recomiendo llegar hasta la zona dónde se encuentran el Kursaal y el hotel María Cristina, dónde tiene lugar el famos festival.
Conclusiones, San Sebastián es una ciudad atípica en España que da gusto descubrir paseando por sus también limpias calles.

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Este último día entero en el país vasco nos decidimos por la capital económica, Bilbao, que a mi pesar es la ciudad "más capital" y realmente más "ciudad" al estilo Barcelona y Madrid que hay en Euskadi, pero a mi me habían hablado de que Bilbao era una ciudad gris y oscura, y yo después de haberla visitado en 2011 puedo afirmar que Bilbao a cambiado y no a peor.
Es verdad que la llegada en coche no fué precisamente eufórica, ya que como toda gran ciudad, todo eran bloques monótonos de pisos un tanto grises que daban (parecía) la sensación de que iba a ser una ciudad más bien aburrida y bastante oscura, muy industrial, pero la cosa cambió rápido cuándo aparcamos el coche y llegamos hasta la plaza elíptica, aquí ya se percibía otro aire, moderno, renovado y sobretodo daba la impresión de ser, como las otras dos, una ciudad limpia. Atravesamos el río y llegamos hasta el teatro, justo en la entrada del casco viejo de Bilbao, dónde pasamos gran parte del día, paseando en medio de magníficos edificios más coloridos de lo que me imaginaba encontrar en Bilbao, folklore en la plaza de la catedral, y muchos muchos bares de tapas, con su ruta del tapeo y todo. El ambiente era genial, la ciudad vieja tenía mucha mucha vida, también había una feria de libros en la plaza principal cuyo nombre no me acuerdo, pero era bastante bonita.
Acabamos el día en el Guggenheim, un hito que se marcó esta ciudad en su reinvención casi total, y la verdad no fué lo que más nos gustó el museo en sí, sinó el edificio y su arquitectura, además del paseo junto al río (o la ría, no sé exactamente que era) que me encantó y es excelente para pasear. En resumen, las conclusiones que saco de Bilbao són buenas, la de una ciudad reinventada, moderna y tradicional a la vez y muy muy vasca.

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