MSC Splendida del 7 al 14 Enero 2013 ✏️ Blogs de Mediterráneo

Se supone que Roma es la guinda del pastel de este viaje. El problema es que no llegamos a Roma, llegamos a Civitavecchia que está a una hora y pico del centro de Roma. Lo cual es un fastidio. Vimos en el foro que hay una empresa que hace recorridos por Roma saliendo de Civitavecchia, se llama Civita Tours. Reservamos el Panoramic Tour en su página web, que es el único que tienen en Enero, 25€ por cabeza, que nos pareció muy económico. Luego vimos que estaban en el puerto ofreciendo el tour a todos los que bajamos del barco. En Enero aún sobraron plazas en el autobús, pero es posible que en otro mes más concurrido no sea así. El problema con esta empresa es que recoge también pasajeros de otros cruceros. Nosotros contabamos con la compañia del Costa Pacifica ya desde Palermo, siempre lo llevabamos por delante o por detrás, pero parece que ese barco navegaba más lento que el nuestro, ya en Palermo zarpó a las dos y media (nosotros zarpamos a las 5,30) Y en Civitavecchia zarpaba a las 5,30, mientras que nosotros zarpabamos a las 8. Asi que los de Civita Tours programaron el viaje para llegar al puerto a las 5 de la tarde.
Perdimos dos horas de visita a Roma tontamente. El tour recorría el Vaticano, con entrada por una puerta especial a la basilica de San Pedro para no hacer cola, el Coliseo, donde paramos apenas media hora, vimos el Foro y otros lugares desde el bus y nos dejaron en las inmediaciones de la Fontana di Trevi, quedando citados a las 3,30 en la Plaza Navona.
En fin, Roma es inabarcable, y siempre te deja con ganas de más, y desde luego no se puede visitar en una mañana. La visita a Roma nos dejó con la miel en los labios, y en honor a la verdad es imposible visitar más de Roma en menos tiempo. La escala en Roma nos ha provocado unas tremendas ganas de hacer una nueva visita con varios días de tiempo. En Roma se acabaron los contrastes, es una ciudad europea, como cualquier otra, y el caracter racial italiano está completamente "desnatado". El otro problema de hacer una visita en autobús a una ciudad es que te aislas de los ciudadanos y el ambiente del lugar. Sobre todo cuando te centras exclusivamente en visitar los lugares turísticos. Solamente te relacionas con tenderos de tiendas de recuerdos y con camareros de restaurantes, y claro, con vendedores ambulantes pakistanies. Lo de los pakistanies es mágico, basta que lluevan cuatro gotas para que aparezcan por todas las esquinas vendiendote paraguas. Nosotros también compramos un paraguas hortera en un puesto callejero, pero también les compramos recuerdos a los pakistanies. Quien sabe, es posible que en unos años seamos españoles los que salgamos por las esquinas vendiendo paraguas a turistas pakistanies.

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Ya era sábado, después de una noche movidita de viento y olas, llegamos a Genova.
Yo tenía el capricho de ir a Portofino, pero mis compañeros de viaje no se animaron. Tal como está explicado en el foro no parece dificil llegar. Pero en verano es mucho más fácil, te subes al barquito que sale al lado del acuario y llegas de un tirón.
Génova es una ciudad marinera, y el aspecto ya desde el barco es muy prometedor.
El puerto es grande y muy activo, sin embargo no se ven gruas de contenedores, ni contenedores. El barco atraca cerca de la ciudad y se puede ir andando, aunque es un rato.
Decidimos buscar un transporte cómodo en Génova (es que nos sobra peso a todos). Y a la salida del puerto estaba una chica que nos ofreció un pequeño tour por Génova por 10€. El tour daba una vuelta completa por la ciudad y luego te dejaba en frente del acuario para visitar por nuestra cuenta el centro histórico que es peatonal. Posteriormente te recogen enfrente del acuario para llevarte de regreso al barco.
El viaje se hace en autobús descubierto, y como hacía frio acabamos helados. La zona del puerto es turística a tope. Está el museo del mar, el acuario, un submarino, una reproducción de un barco pirata (usado como atrezzo para películas) y muchos barcos de recreo, muchos atracados justo delante del apartamento del dueño. Es una zona moderna, amplia y bien cuidada. En el mismo punto donde te deja el autobús está la oficina de turismo, en donde nos facilitaron un plano del centro histórico.
Enfrente del puerto empieza la ciudad. Y ya desde el principio se puede corroborar el espiritu marinero de la ciudad. La ciudad está completamente volcada al mar, y todo su frente es el puerto. Frente al puerto del acuario una calle peatonal (Via si Sottompa) en forma de falso tunel nos recibe con tiendas de pescado, de fiambres, de recuerdos y algunas cafeterias y restaurantes, también aqui con dueños chinos. Un poco más allá llegamos a la peatonal Via San Lorenzo, en donde está la catedral, muy bonita tanto por fuera como por dentro. La catedral está flanqueada por un par de leones en piedra con aspecto de tristes. También hay un mercado, un museo y una iglesia con un par de pinturas de Rubens de mediana calidad y al final de la calle la Porta Soprana, una versión en miniatura de las Torres de Quart de Valencia. Las calles del barrio antiguo son una gozada, estrechas y oscuras. La Plaza Ferrari no tiene ningún interés mas que la fuente gigante que tiene en su centro, que tampoco es que sea nada especial, pero es grande. Resulta que la fuente original solo tenía un chorrito, y a los genoveses les pareció que era poco, y la reformaron para la reunión del G7 de hace unos años, y le pusieron tropocientos chorritos para que quedará más molona. Desde ahí y por la via Roma se accede a la via Garibaldi en donde están todos los palacios de los ricachones comerciantes genoveses.
El ayuntamiento está en esta calle, también en el interior de un palacio.
En un par de horas está vista la ciudad. Por el camino entramos en un Carrefour Express a comprar agua, que entro en el barco nuevamente sin problemas.
De vuelta al puerto nos encontramos con un mercadillo de negros ofreciendo falsificaciones de bolsos y otros productos. Aprovechamos para comprar un bolso y un attaché de "Prata" y una cartera de "LuisBuiton".
El acuario no tiene interés para nosotros, no creemos que pueda superar al Oceanografic de Valencia, y por si acaso preferimos no entrar. Y los museos no son lo nuestro.
Yo hubiera caminado un poco más por la ciudad y el puerto, pero nosotros no perdonamos una comida, y nos volvemos al barco a comer, que ya lo tenemos pagado.

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En realidad debería decir barco, por que no bajamos.
Después de otra noche movidita, con un viento salvaje, llegamos a Marsella. Hacía frio, llovía y era domingo. Y los domingos en Francia está todo cerrado. Además el puerto está alejado de la ciudad, y hay que ir en taxi o autobús. Y los abusones del barco cobraban nada menos que 15€ por el autobús de traslado a Marsella. A nosotros nos pareció un timo, creemos que es un servicio que debe prestar MSC gratuitamente, y que debía estar incluido en el precio del viaje. Por otro lado mi mujer y yo ya conocemos Marsella. Tenemos varios clientes allí y los visitamos varias veces al año. Para mi Marsella tiene el interés de ciudad francesa portuaria e industrial, con una gran cantidad de habitantes de las antiguas colonias francesas. En algunas zonas de la ciudad podrías pensar que estás en Argelia. El centro de la ciudad es interesante, y toda la zona del puerto viejo. No es una ciudad monumental, es una ciudad para callejear y entrar en contacto con ella.
Cuando llegamos al puerto ya estaba esperando nuestro acompañante de travesía, el Costa Pacifica, atracado al otro lado del muelle, estaba a la distancia justa para verlo en todo su esplendor. Y supongo que a ellos les pasaría lo mismo con el MSC Splendida.
Asi que decidimos pasar el día disfrutando del barco, y recorriendolo en su integridad, por que después de seis días de viaje aún no lo habíamos visto por completo y nos quedaban muchos rincones por ver.
Pudimos comprobar nuestra gran originalidad, por que casi nadie bajó de barco.
Disfrutamos del jacuzzi nuevamente, y de las excelentes instalaciones del barco y de la comodisima cabina que nos había tocado. Ya habíamos visto en los planos del barco que este es un barco con la mayor parte de los camarotes exteriores (1200), y muy pocos interiores (280). Por eso no es de extrañar que pagueis por un camarote interior y luego os den un camarote exterior, como nos pasó a nosotros . Y supongo que pasará lo mismo en el resto de los barcos gemelos de la compañia: Fantasia, Preciosa, Divina, Magnifica, Poesia, etc.
Y zarpamos tristes para Barcelona

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