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Vladivostok - Moscú en tercera claseAutor: Lazany Fecha creación: ⭐ Puntos: 4.8 (30 Votos) Índice del Diario: TRANSIBERIANO
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Etapas 4 a 6, total 16
Tras una noche en la que pude descansar bastante bien, llegué a Khabarovsk. Pasé de los 27 grados del interior del vagón a los -5. Nada más poner el pie en el andén varios taxistas intentaban buscar clientes y el tiempo era desapacible; tenía curiosidad por conocer esta ciudad de la que dicen es la más agradable para vivir de toda Rusia......disponía tan sólo de 6 horas para descubrirla.
Está situada a 30 kilómetros de la frontera con China y cuenta con cerca de 600.000 habitantes. En la planta baja de la estación se encontraba la "kamera". No era como en otras ciudades que te recoge una persona la maleta; aqui eran consignas automáticas y con indicaciones en ruso.......ya me veía arrastrando la maleta por la ciudad pero por suerte la chica que se encargaba del tema me dijo en inglés que no me preocupara.........tras mostrar mi pasaporte y soltar 120 rublos ella misma salió de su pequeña oficina y activó el mecanismo de cierre.....spasiba bolshoi!!! El edificio de la estación se notaba recien pintado y rehabilitado, parecía más bien una casa señorial. Fué construida en el año 1926 y presidía la plaza que está enfrente una escultura del explorador que da nombre a la ciudad : Yeofrey Khabarov. En cuanto empecé a descender por el bulevar Amursky la nieve hizo acto de presencia lo que unido al hielo , duro como una roca , hizo que el paseo se convirtiera en una auténtica odisea...... era éste un problema que no tenía previsto; antes de partir todos me decían que iba a pasar mucho frío, que era una locura atravesar Siberia a finales de marzo......pero el frío no fué un problema en absoluto sino el estado de las aceras con esa mezcla de nieve-hielo-agua-barro que iba a encontrar en casi todas las ciudades que visité, lo que los rusos llaman "rasputitza". Tuve varios amagos de caída y me desesperaba avanzar tan despacio pero no había otra opción........tras más de una hora llegué al final del bulevar y atravesé una zona deportiva que alberga el estadio Lenin con algunas atracciones como autos de choque y esculturas, supongo que de deportistas ilustres....por fin llegué a la orilla del río Amur. Se encontraba congelado como era de esperar, nada que ver con las imágenes que habia visto en internet; ahora me tocaba luchar contra el hielo, necesitaba tener las manos libres por si me caía y por allí no pasaba un alma, la verdad que estaba acojonado... Tras bordear el paseo junto a la playa a paso de tortuga, subí como pude un buen puñado de escaleras hasta llegar a la parte alta de la ciudad . Allí se encuentra la catedral de Uspensky, se terminó de construir en el 2002. Tras atravesar la plaza Komsolmoskaya recorrí bajo una densa nevada la calle principal : Mouravyova-Amurskovo.........a ambos lados encontré algunos edificios interesantes pero lo único que quería era mantener el equilibrio. Una vez que llegué a la plaza Lenin en dónde no distinguía absolutamente nada, ni siquiera a Lenin, me metí en un café para entrar en calor........... Con mucho cuidado descendí de nuevo hasta el bulevar Amursky y di una vuelta por el mercado.... Junto a la estación encontré una oficina de correos. Me hacía gracia porque vendían jabones, pinzas, bayetas......... pero para ponerme 4 sellos con destino a España tenía que armarme de paciencia. Parecía que les decía que las enviaba a Marte, venga a buscar por aqui, por allá....en todas las ciudades me ocurrió lo mismo, sabías que suponía 15 minutos como mínimo de espera. Tras tomar un chocolate caliente entré en un super que había en un lateral de la estación porque necesitaba provisiones para el que iba a ser el trayecto más largo del viaje. Ya con mi equipaje listo busqué la plataforma número 5 pero era incapaz de encontrarla......tras preguntar a varias personas tuve que salir del edificio y remontar una pasarela. Tren 239 Vladivostok-Moscú. Por el número tan alto ya imaginaba que no iba a ser un vagón moderno...........me disponía a realizar un trayecto de unas 53 horas hasta Ulan Ude (2.582 rublos). El tren paraba una hora y cuando bajaba por las escaleras tenía una sensación agridulce; por una parte de alegría por no haberme caído y por otra de pena porque apenas había visto nada de lo que tenía previsto..... Etapas 4 a 6, total 16
Cuando ocupé mi plaza ví que en la mesa había varias botellas de agua y de zumo pero nadie más; a mi izquierda un grupo de varias parejas de jóvenes chinos....de repente apareció Vlad; me dío efusivamente la mano un par de veces y me indicó con gestos que él ocupaba la litera superior frente a mí......las otras dos estaban vacías..........
Vlad no hablaba ni una palabra en inglés, aún así pude entender que iba de Vladivostok a Moscú y que su ciudad de origen era Tula. Cuando yo repetía el nombre se reía porque lo pronunciaba mal. Rondaba la cuarentena y su rostro parecía el de un boxeador, tenía pinta de que le habían arreado a base de bien. Cuando mirábamos por la ventana me explicaba cosas del paisaje, de los árboles, de las montañas, de los animales con su voz ronca...todas sus frases terminaban con una exclamación, mientras yo repetía : da da da... Varias veces recibió llamadas a su móvil y yo escuchaba la voz de una mujer, ¿sería la suya???? ; la voz era suave, dulce, pausada..........él respondía con arreones y de repente callaba...yo tenía curiosidad por saber qué había hecho en Vladivostok, cuál era el motivo de su viaje...pero nunca iba a obtener la respuesta. El grupo de chinos también iba a Moscú, aunque tampoco pude saber el motivo. La chinita que tenía junto a mi litera era menudita y morena, tenía rasgos atractivos. Cada cierto tiempo cogía un kleneex y lo pasaba por el cortorno de su ventana para que no cayeran gotas de agua. Un rato después de arrancar una pareja de policías le pidió a Vlad la documentación; sacó de una carpeta verde una serie de papeles y se los mostró. Las rondas policiales se hicieron habituales durante el resto del viaje; siempre en pareja recorrían el tren de un extremo a otro. En las paradas que hacíamos solían preguntar a los provodniks si todo estaba correcto. Las horas transcurrieron en calma con el paisaje nevado que no dejaría hasta llegar a Moscú. De vez en cuando pasábamos frente a pequeños poblados formados por casas de madera y techos de uralita. El agua la proporcionaban camiones con aljibes. Varias veces al día pasaban las chicas del vagón-restaurante con carritos de comida y bebida. Iban vestidas de uniforme y apenas hacían caja; la gente viajaba con sus sopas instantáneas que preparaban en el samovar o aprovechaba las paradas para aprovisionarse. Pese a que llevaba comida, los samsas y los piroguis que ofrecían estaban deliciosos y eran baratos por lo que cada vez que pasaban siempre se paraban frente a mí porque sabían que algo iban a vender. La jornada discurría entre sueñecitos, un poco de lectura y alguna peli que me ponía en el portátil. El paisaje se tornaba bastante monótono...taiga y más taiga... Cuando llegó la hora de acostarse el bueno de Vlad me tapó bien con la manta, yo me partía de risa y se lo agradecí con un : spasiba mami !!!! A la noche me despertó el haz de luz de una linterna sobre mi cara...una vez más la policía y de nuevo pidieron los papeles a Vlad......yo miraba de reojo y los polis escudriñaban sus pertenencias mientras charlaban en voz baja. De repente desapareció con ellos y me preocupé......pensaba que ya no volvería a verle pero por suerte al cabo de unos minutos apareció y se acostó en su litera. Cuando me desperté al día siguiente Vlad me saludó sonriente con un "dobre utra". Las nubes no dejaban ver el sol y el paisaje no cambió con respecto al día anterior. En nuestro vagón teníamos a un muchacho de provodnik, se llamaba Yurguin....me preguntó de dónde era lo que confirmó mi sospecha de que cuando muestro mi pasaporte con el billete no se enteran de nada........así iba a suceder en casi todos los trayectos. Hacia el mediodía un grupo de revisores hizo una especie de ronda general de las plazas ocupadas. Eran una mujer con una falda muy ceñida, rubia y regordeta seguida de un hombre con tantas estrellas en su uniforme que parecía un general; tras ellos iba Yurguin. Ese día decidí acercarme al restaurante para fisgar un poco. Tan sólo dos personas tomaban un refresco. La carta estaba en inglés afortunadamente y me pedi un bol de pollo con mayonesa, un sandwich de queso y una cerveza Baltika 7 que estaba rica, rica; por todo ello pagué unos 8€. En el restaurante trabajaba demasiada gente para la faena que había; un chico sentado frente a un ordenador se encargaba de cobrar y dar los cambios y tres muchachas hacían el servicio más otra mujer que estaba en la cocina.....por eso se les alegraba la vista cuando alguien aparecía por allí. La tarde no se hizo aburrida puesto que tuvimos 3 paradas en el plazo de 4 horas que me permitieron salir al andén a estirar las piernas... La primera llevaba el nombre del fundador de la ciudad de Khabarovsk : Erofey Pavlovich. Aquí estuvimos 20 minutos. Vlad salío a echar un pitillo con su chamarra y su gorra de color negro; pero había otros que estaban en chanclas y en bermudas pese a que la temperatura rondaba los cero grados.....como toda estación que se precie tenía su perro vagabundo en busca de un bocado. Los depósitos exteriores del vagón estaban congelados y Vlad ayudó al provodnik sosteniendo una bolsa caliente de agua para desatascarlos... Un par de horas después nos detuvimos en Amazar otros 20 minutos. Aqui coincidimos con el tren Rossiya que iba para Vladivostok. Y por último parada de 15 minutos en un tétrico lugar de nombre Mogocha........ Poco después se formó una partida de cartas entre Vlad y los chinos, la verdad es que no sé a qué jugaban, yo me limité a mirar........... Tras la partida le dije a Vlad si venía a tomar algo al restaurante, me hizo gestos como de que tenía que pagarle yo..........ya me lo imaginaba así que atravesamos los 3 vagones y me tomé una Pepsi mientras Vlad se pidió una Tuborg......se quedaba mirando la botella como si nunca hubiese visto esa marca....cuando le dije que pidiese la cuenta el muy pillo aprovechó para pedirse otra....le puse cara de mala leche porque además se quería quedar con la propina que había dejado a las chicas. Después nos fuimos a dormir. A las 7 de la mañana paramos en Chita. Cuando salí al andén Vlad ya estaba dando vueltas por allí fumando. Hacía bastante rasca, -5 grados y yo con mi pijama y mis chanclas me acerqué a la catedral para hacer una foto. Aterrido de frío regresé al vagón y continué durmiendo. Al cabo de unas cinco horas otra parada en Jilok, una ciudad de unos 10.000 habitantes que pertenece a la región de Zabaikalie. Llegué a Ulan Ude a las 18,30. Vlad me acompañó y en el andén nos fundimos en un abrazo. El corto camino hasta mi hotel por pseudo-calles llenas de barro que bloqueaban las ruedas de mi maleta y una jauría de perros que ladraban como posesos me hacía pensar en qué leches pintaba yo allí.......... Etapas 4 a 6, total 16
Tenía reservada una noche en el hotel Odon (40€ con desayuno). En recepción la empleada de aspecto buriato quería que pagase en cash, decía que no sabía cómo hacer el pago con la visa pero le dije que nanay.......me dió una tarjeta y tuve que subir 3 pisos con la maleta ya que no había ascensor.......en la planta había otra mujer tras un pequeño mostrador a la que dí la tarjeta y ella me pasó las llaves......así había que hacer : deja tarjeta, toma las llaves..........deja las llaves, toma la tarjeta .. back to the URSS !!!!!!
La ventana de mi habitación daba a la avenida Gagarin; el baño estaba renovado y me tiré un cuarto de hora disfrutando de la ducha. Aunque ya estaba anocheciendo decidí salir a dar una vuelta con mi navajita en el bolsillo por si me tenía que defender de los perrazos......afortunadamente habían desaparecido.........en la estación de tren me agencié un mapa de la ciudad. Como en todas las estaciones importantes había mucha seguridad. Tenías una sóla puerta de acceso y había que pasar por un arco como en los aeropuertos.....lógicamente siempre pitaba pero no te registraban nada.........pero la calle estaba desierta y tras atravesar la pasarela de la estación y hacer unas fotos me di media vuelta y volví a mi habitación. Dormí como un lirón hasta que a las 8,30 llamaron a mi puerta para decirme que podía ir a desayunar; le dije a la mujer que no me apetecía y me preparé para salir. Ulan Ude es la capital de la República de Buriatia y los Buriatos son un grupo étnico de origen mongol compuesto por unas 400.000 personas. Era sábado y comencé por la omnipresente estatua de Lenin, ésta era de cuerpo entero, y la coqueta iglesia de San Nicolás.......... enfilé la avenida de la Revolución que va a la par de las vías del tren pero no había un alma.......miraba adelante y atrás y tan sólo circulaban algunos vehículos.........la acera estaba con placas de hielo en algunos puntos y tuve que caminar con cuidado........... había una locomotora junto a un edificio oficial.......y tras un paseo de media hora llegué al despoblado centro de la ciudad. Es bastante compacto y no necesitas moverte mucho para ver lo más importante.........aquí también tenemos Arco de Triunfo y una bonita plaza con la Ópera Nacional Buriatia. En la rectangular plaza Sovetskaya otra estatua de Lenin pero tan sólo su cabezón.........dicen que es la más grande que existe. Encontré el supermercado Sputnik y entré a hacer algunas compras; no había un sólo cliente... Tras recorrer la calle Borsoyeva que tenía unas curiosas esculturas de guerreros subí por la pasarela de la estación. Me puse a hacer unas fotos desde arriba y un tipo que no sé si controlaba el tráfico peatonal de la pasarela o qué leches me dijo que no se podía.........pero no le hice caso....se veía mucho movimiento de trenes de mercancías. Cogí mis cosas del hotel y me dirigé a la estación. En el camino un buriato me preguntó que cómo yo no llevaba el gorro en la cabeza con la temperatura que hacía? le dije que para frío el de Moscú y echó una carcajada........ era mi tercer tren, el 007, como James Bond... Ulan Ude-Krasnoyarks (1.600 rublos). Etapas 4 a 6, total 16
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