Recuerdos de mis viajes ✏️ Blogs de Peru

Después de planificar el viaje a La Merced con el objetivo de conocer las tres de las cataratas más conocidas e importantes de la zona de Chanchamayo, partimos con mi hermano Carlos desde el terminal terrestre de Yerbateros con destino a estos mágicos destinos.

El pasaje en este terminal no se compra con anticipación y su precio es regulado de acuerdo a la oferta y demanda, es muy común que en el lapso de una hora los precios suban y bajen, motivo por el cual la gente llega temprano y espera hasta que se oferte un precio que le parezca razonable y pueda pagar. Eran cerca de las 11.00 pm decidimos pagar S/ 35.00 cada uno y nos embarcamos en una empresa de transporte interprovincial cuyo destino final era PichanaKi, ciudad que se encuentra mucho más allá de La Merced.

Después de un largo tramo de camino se subida serpenteante desde la costa hasta los Andes peruanos, pasamos en la madrugada por el temible abra de Anticona más conocido como Ticlio (4, 818 msnm) , el punto más alto de la ruta. De allí comenzamos el descenso hasta La Oroya (3,750 msnm). En esta ciudad la carretera central que va desde Lima se ramifica en tres rutas de acuerdo a los distintos puntos de destino de la zona centro del Perú: a Huancayo, Tarma y Cerro de Pasco vía Junín. En nuestro caso el ómnibus tomó la ruta hacia Tarma (3,050 msnm) y comenzó el descenso pasando muy temprano por esta ciudad; por entre los cerros ya se veía el reflejo de los primeros rayos del sol. Luego llegamos a San Ramón (815 msnm) y aproximadamente a las 6.00 am estábamos arribando al terminal terrestre de La Merced (751 msnm), capital dela provincia de Chanchamayo, departamento de Junín. Habíamos recorrido unos 310 km desde Lima en unas 7 horas aproximadamente.

La Merced es la capital del distrito de Chanchamayo y de la provincia del mismo nombre; es muy común oir los dos nombres cuando se refieren al mismo lugar. Se puede decir que La Merced es prácticamente el punto de inicio de la zona de selva del departamento de Junín. Aquí como en casi toda la selva del Perú el medio de transporte más común dentro de la ciudad es el mototaxi, de tal manera que abordamos uno con destino a la plaza principal de La Merced.

Estábamos buscando un hotel donde dejar nuestras cosas y a nuestro paso en la parte baja de la pared de una vivienda vimos una mariposa muy grande, familia de las mariposas Morpho que se caracterizan por su gran tamaño y la belleza de su color en donde predomina el azul intenso. En estos viajes siempre hay que estar atentos a todo y ser muy observadores, de lo contrario sin querer podemos dejar de ver cosas inesperadas que no la teníamos en nuestra hoja de ruta.

El servicio hotelero es bueno, con hoteles de todo precio los cuales varian de acuerdo al servicio que ofrecen. Dejamos nuestras mochilas en el hotel escogido y con botella de agua en mano salimos en busca de los autos que hacen la ruta La Merced-San Ramón. La primera catarata a visitar era El Tirol, la cual anteriormente había tenido la oportunidad de conocerla, de tal manera que conocía la ruta y la forma de llegar.

En una de las calles de la plaza principal de La Merced se ubican los autos que hacen la ruta mencionada. Aproximadamente a los 10 minutos de viaje por una carretera asfaltada llegamos a una curva donde se encuentra la Base Aérea de San Ramón, conocida por las siglas BASRA. También se puede abordar en el terminal terrestre de La Merced las combis que hacen el servicio público de la ruta La Merced-San ramón.

Nos bajamos en el paradero BASRA, antes de que el carro doble a la derecha y se dirija a la ciudad de San Ramón. Generalmente en este lugar existe servicio de mototaxis que llevan hasta la entrada desde donde se inicia el camino peatonal por un sendero de ensueño que terminará en la catarata propiamente dicha.

Abordamos una mototaxi que nos transportó unos 2 kilómetros por un camino de tierra que se abre en la espesura de la selva durante unos 10 minutos aproximadamente. También se puede ir caminando si es que se desea pero hay que tener en cuenta el tiempo y el clima tropical de la zona que es muy caluroso; caminando nos podría llevar una media hora dependiendo del ritmo del paso.

Llegamos a la entrada, era muy temprano y no había nadie en el lugar así que decidimos entrar para aprovechar el tiempo e iniciamos el camino que nos conduciría hasta la misma catarata. Lo primero que se encuentra es un cartel que nos da la bienvenida indicándonos donde estamos, datos sobre la catarata y algo muy importante es, que nos indica cuatro recomendaciones a tener en cuenta en todo lugar que visitemos: 1) Siga la trocha; 2) Conserve limpio los lugares; 3) No arroje basura o detergente al agua, y ; 4) No arranque las plantas.

El camino es lleno de verdor con abundante flora algo muy característico de la zona de selva, árboles, arbustos y flores de colores y formas desconocidas observo a cada paso sintiendo en el ambiente un aroma a naturaleza, un olor a tierra húmeda. La fauna no se queda atrás, nuestro camino va acompañado del revoloteo de mariposas de mil colores que salen de sus escondites para abrir su alas y calentarse con los primeros rayos del sol y para beber el néctar de las flores; por doquier escucho el canto y trino de pajaritos y aves que no logro identificar, que imagino deben ser tan hermosas como los sonidos que emiten.

Para cruzar el riachuelo que se origina por la caída de agua de la catarata se han fabricado rústicos puentes hechos con troncos de árboles y con diseños amazónicos. Es un camino fácil de recorrer, a cada instante se disfruta de un ambiente de selva. La época de lluvias en esta zona comprende los meses de Noviembre a Marzo, época en que la ruta debe ser más complicada de transitar ya que debido a las lluvias el camino estará lleno de barro pero seguramente disfrutaremos de un paisaje más verde, con más plantas y con una caída de agua mucho más espectacular. Yo escogí el mes de agosto para hacer este viaje.

El camino cuenta con servicios turísticos básicos, con mapas de ubicaciones y si se desea se puede contratar a algún niño que gustoso nos guiará por el camino contándonos historias y anécdotas. También cuenta con servicios higiénicos y tachos de reciclaje de desechos que ayudan a mantener limpio el lugar.


Era muy temprano y los rayos del sol ya comenzaban a asomar por entre las copas de los árboles calentando el suelo húmedo por la lluvia de la noche anterior, situación que generaba evaporación, la cual se sentía en la humedad del ambiente.

Antes de llegar a la catarata, aproximadamente a mitad del camino encontramos unas caídas de agua de unos 3 metros de altura aproximadamente conocidas como Las Mellizas. Su nombre posiblemente se debe a que son dos caidas de aguas muy parecidas en altura y cantidad de aguas las cuales se encuentran una al lado de la otra.

Después de caminar por espacio de media hora tenía por segunda vez ante mis ojos la catarata EL Tirol, una de las caídas de agua más hermosas del Perú. Su fácil acceso la convierte en la catarata más conocida y visitada por los turistas que viajan a esta parte de la selva central del Perú. Todos los operadores turísticos de la selva central ofrecen paquetes de viajes a esta catarata.

La catarata de Tirol consta de tres saltos, dos de ellos muy pequeños, que en conjunto alcanzan 30 metros de altura. Durante su caída el agua se va abriendo cada vez más llegando en épocas de lluvias hasta alcanzar un ancho de 7 metros en su base.

Finalmente estaba a los pies de la caída de agua, que consiste en una poza natural de piedras de poca profundidad donde está permitido si uno lo desea darse un chapuzón y refrescarse luego de la caminata. Estas pozas generalmente están llenas de gente, si queremos verlas libres hay que ir muy temprano.

La Catarata El Tirol se encuentra dentro de los límites del distrito de San Ramón, conocido como "Puerta de Oro de la Selva Central". Recibe el nombre de Tirol porque se ubica en el transcurso del río del mismo nombre.

Emprendí el camino de regreso con sentimientos encontrados: contento porque había llegado al primer objetivo del día y triste porque tenía que alejarme de aquel bello lugar.

En varias partes del camino debía tener cuidado para no pisar a las mariposas de diferentes tamaños y colores que se posaban en el suelo para beber el agua de la lluvia.

Al salir encontramos que ya habían llegado las personas encargadas de controlar el ingreso a la catarata y también habían llegado personas que venden recuerdos y artesanías, tales como llaveros de insectos y hormigas gigantes, collares y pulseras de semillas, algunos tallados en coco y otros trabajos artesanales realizados por los mismos pobladores de la zona. Si se quiere beber o comer algo típico del lugar lo podemos hacer en los puestos de comidas y bebidas que se ubican muy cerca de la entrada. La entrada a la catarata es de S/.1.00 la cual pagamos en nuestro caso al salir.

Después de un descanso en la salida me puse a observar los mapas que señalaban las principales atracciones turísticas de la selva central. Compramos algunos recuerdos y salimos del lugar.

Con una mototaxi nuevamente regresamos al lugar de partida donde se encuentra el BASRA y de allí al terminal de La Merced. Este terminal es el más importante de la sierra central , desde aquí parten todo tipo de vehículos de transporte que se internan cada vez más en la selva, existiendo rutas por ejemplo a las zonas de Oxapampa, Pozuzo, Villa Rica, Pichanaki, Satipo entre otros. También encontramos servicios de transporte de todo tipo, para todos los gustos y precios a la zona centro, a ciudades como Tarma, Jauja, Huancayo; y por supuesto a Lima.

Nuestro siguiente objetivo eran las cataratas de Bayoz y el Velo de la Novia. No había tenido oportunidad de llegar anteriormente a estas cataratas, pero antes de viajar me había documentado de información y había leído que tenía que ir hasta la zona de Yuranaki. Preguntamos a algunas personas y choferes del terminal sobre la forma de llegar hasta este lugar y nos dijeron que no había una ruta establecida La Merced-Yuranaki. De toda la información recolectada llegamos a la conclusión de que solo nos quedaba dos opciones: alquilar un taxi o abordar los carros que van hasta Pichanaki y bajarse a la altura de Yuranaki.

Como éramos dos personas, económicamente nos convenía abordar los autos de la ruta a Pichanaki, los mismos que se ubican frente al terminal en la misma carretera. Conversamos con el chofer para que nos avisara en el lugar indicado porque queríamos ir a las cataratas Bayoz y Velo de la Novia. El costo del pasaje hasta este punto de la carretera fue de S/.15.00 cada uno.

La ruta La Merced -Yuranaki tiene una distancia de 50 km de carretera asfaltada que lo hicimos en 45 minutos de viaje aproximadamente. En el trayecto pasamos por el distrito de Perené de origen Asháninka y gran parte del camino nos acompaña el rio del mismo nombre.

En Yuranaki encontramos varias mototaxis que hacen la ruta hasta la entrada de las cataratas desde donde se inicia el camino peatonal. En estos casos lo mejor es hacer un acuerdo con el chofer de la mototaxi para que el servicio sea de ida y vuelta, pagando un precio mayor por la espera, pero no importa porque nos da la tranquilidad y seguridad del retorno. El costo ida y vuelta con una espera de 2 horas fue de S/.30.00 por los dos. Debemos ser precavidos de no pagar la mitad del servicio al llegar al primer destino, lo que hicimos fue pagar un valor mucho menor de la mitad, de esta manera nos aseguramos que el chofer esperaria el tiempo acordado para llevarnos de regreso.

Al comienzo del camino, nos encontramos con una tranquera que sirve para bloquear el paso, es como una especie de peaje controlado por personal del municipio el cual cobra S/2.00 para que pueda proseguir la mototaxi. Después de hacer el pago correspondiente nos dijeron que no debíamos pagar nada para poder acceder a las cataratas, que este pago incluía el ingreso.

En este mismo lugar unos niños nos ofrecían unas bolsas con unas 8 mandarinas grandes a S/2.00. La pinta de las mandarinas era muy buena y previniendo que nos iba servir para refrescarnos nos compramos 2 bolsas. Mientras avanzabamos con la mototaxi decidimos abrir una de las bolsas para probar las mandarinas y nos llevamos una gran decepción, estaban ácidas y gran parte de su pulpa estaba seca. Durante el trayecto vimos que al borde del camino estaban los árboles de mandarinas y naranjas ofreciéndonos sus frutos al alcance de las manos. Parece que llenan las bolsas de estas mandarinas que están al alcance de las manos sin saber si están buenas o malasl, o tal vez son los sobrantes de la selección de calidad que se hace después de las cosechas. Estas situaciones que vivimos en los viajes forman parte de las anécdotas que tiene cada viaje.

La distancia desde la carretera hasta el lugar de entrada a las cataratas es de 5 km aproximadamente, unos 20 minutos en mototaxi por un camino de subida y lleno de curvas, en donde algunos trechos tienen barro, piedras y agua.

Una vez que se llega con la mototaxi hasta el final del camino encontramos que en el mismo lugar se encuentra dos carteles, una para ir al velo de la novia y la otra para ir a Bayoz. Miramos y decidimos ir primero al velo de la novia. Comenzamos a caminar unos metros y nos salieron al paso unas señoras que nos dijeron que teníamos que pagar para poder seguir hasta la catarata.

Les dijimos que al pagar el peaje nos habían dicho que la entrada era libre y que no debíamos de pagar nada. La señoras decían que teníamos que pagar si queríamos entrar, argumentaban que el municipio no hacía nada por el ornato y que ellas con ese dinero limpiaban y mantenían en buenas condiciones el camino. Las señoras estaban intransigentes y realmente nos parecía justo que se hiciera un pago para mantener en buenas condiciones estos lugares. Asi que pagamos cada uno los S/ 2.00 que pedían y nos adentramos por el camino. Lo que si no nos pareció correcto es que las autoridades y pobladores del lugar no lleguen a un acuerdo y se contradigan entre ellos mismos.

Como es natural el camino era muy similar al que vimos en El Tirol, un camino de tierra que con la humedad se habia formado barro y el ambiente estaba rodeado de una exuberante vegetación compuesto de plantas y árboles, se escuchaba gritos y sonidos emitidos por animales, posiblemente monos, loros y alguna otra ave o animal del lugar. Era media mañana y los rayos solares con toda su fuerza penetraban las copas de los árboles llegando a provocar la evaporación de los últimos restos de la lluvia nocturna; sentía una humedad y un ambiente sofocante.

Conforme íbamos avanzando escuchábamos cada vez con mayor intensidad el sonido del agua al caer desde una gran altura. Mi primera impresión fue de asombro porque cuando uno llega lo hace por la parte de arriba, de tal manera que lo único que se ve es un gran torrente de agua que se pierde en el vacío. Generalmente cuando uno llega por un sendero hasta una catarata lo que uno tiene que hacer es levantar la cabeza para poder apreciarla; en este caso es al revés, si queremos ver tenemos que mirar hacía abajo.

La catarata Velo de la Novia, presenta una caída de agua más impresionante, en cuanto a altitud, si la comparamos con las cataratas El Tirol y Bayoz. Según datos oficiales en época de lluvias se les considera una altura de 50 m de alto por 20 m de ancho en la base.

Para contemplar en toda su magnitud el Velo de la Novia, es necesario descender con mucho cuidado por un camino hasta el Cañón de Yurinaki. Este precario camino es ligeramente peligroso, compuesto de tierra y piedras puestas a manera de peldaños que forman una especie de escalera que no tiene barandas de protección. No importa correr riesgos, ensuciarte con el barro o mojarte con el agua porque desde éste punto se observa la impresionante caída de agua, donde la catarata es solo una elemento más de la belleza del lugar. Las personas que lo desean se pueden refrescar en sus cristalinas aguas, esta permitido darse el gusto.

Las aguas de la catarata discurren por un lecho de piedras encerradas con una frondosa vegetación, paisaje típico de la selva alta o rupa rupa. Esta región comprende la vertiente oriental de la cordillera de los Andes entre los 400 y 1,000 msnm y se le considera una de las ocho regiones naturales del Perú según el geógrafo peruano Javier Pulgar Vidal. La característica de esta región está compuesta por un denso bosque tropical con un relieve complejo y accidentado conformado por los valles amazónicos y montañas; se le considera la región más nubosa y lluviosa del Perú; su clima es tropical, cálido y húmedo; los ríos han tenido que abrirse paso rompiendo o erosionando profundamente los andes orientales para ingresar a la llanura amazónica, formado en su camino grandes cataratas como las que visito en esta oportunidad.

Regresamos nuevamente a la entrada y nos dirigimos a la otra catarata programada, conocida como la catarata Bayoz. La distancia de este lugar hasta la catarata misma es de aproximadamente 3 km que tranquilamente lo hacemos en unos 15 minutos por un sendero que a diferencia de las otras si tiene barandas de protección, pero en el tramo final hay que bajar por unas escaleras de piedra, que con la tierra y el agua se convierten en peligrosas de poder resbalar, hay que tener cuidado. Aquí también se paga una entrada que tiene un precio de S/ 1.50. En realidad estos son precios simbólicos en comparación con lo que uno puede apreciar y disfrutar estando en el lugar.

La catarata de Bayoz está compuesta por dos saltos de agua que en total suman 50 m aprox. Lo majestuoso de este lugar es que su caída de agua es bien abierta. Si asi se ve en agosto, me imagino que en época de lluvias que son los meses de noviembre a marzo debe ser expectacular.

En cada salto de agua se han formado pozas con lecho rocoso no muy profundo que permiten refrescarse y practicar la natación. Cuenta además con amplios espacios formados íntegramente de roca en las que se puede practicar descensos de rappel. Todo el alrededor se encuentran copado de vegetación, las caidas de agua aparecen en medio de la selva.

Las aguas de esta catarata se unen a las aguas del río Yurinaki y juntos, pocos metros más adelante, forman el atractivo Cañón de Yurinaki. Las aguas que caen desde gran altura adicionadas a las pequeñas caídas y todo esto encerrado dentro de un angosto cañon genera un ruido asombroso y un paisaje sin par.

El cañón de Yurinaki se encuentra a una altura de 535 msnm , es pequeño ya que solo tiene una longitud de 2 Km. La pequeñez de su extensión no se compara en nada con su belleza; las paredes rocosas del cañón alcanzan alturas que superan los 100 m. Todo el camino se encuentra lleno de vegetación representada por arbustos y árboles propios del lugar, mi escaso conocimiento sobre las plantas solo me permitía reconocer algunas palmeras, lianas, helechos y musgos.

En la ruta siempre hay niños y señoras que venden diferentes productos generalmente para beber y comer. Lo que más te ofrecen son los cocos con una cañita que te permite beber el agua que se encuentra dentro del coco y de esta manera se calma la sed y se alivia el cansancio.

Al final terminé cansado pero contento de haber logrado los objetivos trazados al inicio de este viaje, que me permitió conocer estos bellos parajes, que no hacía más que confirmar la variedad de paisajes naturales que tiene el Perú para sorprender y satisfacer al turista.

Este viaje lo realice el 8 de agosto del 2011, algunos datos pueden haber variado a la fecha, esperemos que para bien, sin embargo aquí alguna información y comentarios que pueden ser útiles antes de viajar:

Estas cataratas son hermosas caídas de agua fáciles de llegar, son muy turísticas y con bastantes medios de transporte para acceder hasta ellas; se encuentran próximas a la carretera; en los tramos finales se llega fácilmente a través de caminos peatonales. Se puede hacer por cuenta propia.

Es recomendable ir con zapatillas para el camino inicial y llevar ropa adicional para poder refrescarse en las pozas de las cataratas. En cuanto a la alimentación la encontramos en las entradas de cada una de ella, compuesto de platos típicos de la selva, como juanes, plátanos fritos, tacacho con cecina y refrescos de aguaje, carambola o el agua de coco con su coco incluido.

Los mejores meses para poder apreciar en todo su esplendor las cataratas son las épocas de lluvia que corresponde a los meses de Noviembre a Marzo. También son los meses en que el camino se encuentra más maltratado por las lluvias y hay que tener mas cuidado.

En cada una de estas cataratas hay anuncios donde nos recuerdan su gran valor ecológico, el cual debemos cuidar y proteger en cada visita respetando las disposiciones e indicaciones de los guías o carteles. Por las características del lugar es el habitad natural de animales en peligro de extinción como es el caso del gallito de las rocas y el paucar. Recordemos que el gallito de las rocas es el ave nacional del Perú.

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