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Martes 29 de Junio
Día largo.... y completito, muy intenso. Como siempre nos levantamos prontito, y bajamos los primeros a desayunar. Desayuno buffet, que sacamos a la terraza, al solecito, con unas vistas magníficas del lago.
Nos dirigimos tras hacer el check-out dirección Copenhaguen. En teoría a hora y cuarto de distancia... pero con las obras tardamos unos veinte minutinos más. En la autopista, la velocidad máxima es de 130 Km/h, aunque hay muchos tamos de 110.
Al llegar al hotel Rossini, en el distristro de Valby nos encontramos con una grata sorpresa. Nos costó la habitación doble, con desayuno buffet incluido y párking 78 € (me parecen importantes los precios para alguien que se plantee ir...) La habitación grande, confortable. Tele plana
y párking gratuito, lo que en Copenague es de agradecer.... Paramos a comprar agua y yógur líquido en un Netto (de lo más barato allá) y cogimos el tren para llegar al Parque Churchil, con a iglesia de San Albano y la fuente de Gifyon, la diosa que según la mitología haró con la ayuda de su cuatro hijos convertidos en bueyes la isla de Selania en una noche.
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En fin, fuimos emocionados en busca de la Sirenita (den Lille Havfre)... y no la encontrábamos... vale que es pequeña... pero tanto tanto...
¡sorpresa!!!! Está hasta noviembre en la Expo de Shangai. Hay una pantalla gigante donde se ve a la sirenita en directo... pero la verdad es que Jose se quedó bastante decepcionado...
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De alí fuimos al Amelieborg, palacio sede de la casa real, de fondo la Marmokirken, construida emulando San Pedro. Tiene una cúpula espectacular de 30 m de diámetro.
Salimos al puerto Amelie (Amelihaven) y comimos en os jardines... Así volvimos al palacio para ver el cambio de guardia, que a mí y a Jose nos parece de risa. Tenían que reemplazar a cuatro guardias. Al ir a cambiar al último el reemplazo tropezó y casi se cae... y los compañeros ahogando la risa.
¡yo qué creía que ni sentían ni padecían! 
Al marcharnos corrí haciendo "slalom" entre las barras donde se amarran las bicis.. y un guardia me chilló "eh, eh hello, hello"... me puse roja como un tomate y Jose se moría de la risa aggg....
Nos metimos para ver el Nyhavn (nuevo puerto, se parece mucho al alemán el idioma, deriva del germánico), y caminamos por la callita, salpicaa de terracitas y con vistosas fachadas de colores. El cnala, lleno de barcos a cual más bonito.
Salimos a la Kongens Nytorv. Con edificios espectaculares y tanta amplitud... mee encantó el teatro, con sendas estatuas de dramaturgos daneses a cada lado.
Subimos por Strøget, la calle con más vidilla, tiendas, bares.. y nos dimos más cuenta (si cabe) de lo carísima que es la ciudad. Fuimos alegrándonos ante cada plaza, ya que es una calle que se une con cinco plazas, a cual más linda. Me gustó especialmente Nytørv con el Domhuset, el antiguo ayuntamiento.
Finalmente salimos a la Rådhuspladsen. Me gustó todo...la estatua de Andersen, el ayuntamiento... pero sobre todo la torre del Unibank. Es un barómetro que consiste en una imagen de una mujer de bronce que monta en bici cuando se preveé buen tiempo, o con un paraguas sino. Nosotros teníamos 24ºC... y un sol que picaba mucho. La plaza estaba totalmente tomada por una pantalla gigante, con el partido Japón - Paraguay.
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Abandonamos la zona para ver (por fuera) el Tívoli, uno de los parques de atracciones más antiguos de Europa.
Tras ver la estación central fuimos a Christianhavn (menuda caminata) porque se me metió en la cabeza que quería visitar Christiania. Está en una isla al otro lado del canal. Desde el puente vimos a niños disfrutar del buen tiempo, y tirarse al canal desde una altura considerable.
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Llegamos a Christiania, una comunidad hippie que se creó en los 70 ocupando edificios del ejército. La visita fue cuando menos curiosa. Gente muy colgada, consumiendo ycomprando en la calle. Mercadillos, "restaurantes" y sobre todos muchas risas de la gente. Of course, no se dejaban hacer fotos...la única pena fue ver algún niño por alí (incluso con sus madres que iban a consumir) y otros en fase de pubertad. También algún turista extraviado con cara de susto, que se pensaba que iba a otro sitio..
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De la isla me enamoró vor Frelsers kirke, con una vistosa torra espiral negra.
Volvimos por Slotholmen, otra pequeña isla. Tienen el Parlamento, la Bolsa... me impresión lo enorme qu es el edificio de la Bolsa, y que el Christiansborg (precioso) es el tercero que se hace... porque los toros dos se quemaron.
Cenamos una ensalada en el McDonalds (todo es muy caro.. comer en un buffet chino son 30 euros por persona) y fuemos de nuevo dirección Nyhavn, para ver en una pantalla gigante el encuentro España-Portugal. ¡qué decir! Muchos españolos (o al menos muy ruidosos), y cómo no, me quedé afónica, especiamente tras el gol de Villa... cuando ya se me fue la olla totalmente y me puse a gritar PUXA ASTURIES, resulta que había más asturianos por allí
¡qué prestoso!
Fue perfecto, en el puerto, unas mil personas, todos sentados en el suelo..... al volver al hotel nos dimos cuenta de que estábamos hechos polvo... y otro día que se acaba
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