La programación para hoy nos lleva a Tortuguero.
Nos levantamos tempranito para ir a la Pavona, donde embarcaríamos con destino a Tortuguero.
El GPS nos llevó por Heredia, y este fue un grave error, ya que la carretera estaba en obras y el atasco se hizo eterno. Atravesamos el parque Braulio Carrillo y llegamos a La Pavona con tiempo de comernos un casado y tomar la barca con puntualidad tica.
Casado en la Pavona
[/url]
Pura vida. O sea que esperamos mas de hora y media.
Allí el embarque es paletizado, como podeis observar:
Uploaded with ImageShack.us
Los de la barca la llenaron de gente, equipajes y mercancías hasta que no cabía un alfiler y como el río Suerte va un metro mas bajo de lo habitual (por escased de lluvias), hubo que hacer maravillas para llegar, porque tocábamos en el fondo cada dos por tres. Total que un viaje de poco mas de media hora se convirtió en casi dos horas. Pura vida.
Como se puede ver, al rio le falta un metro de agua.
[img]http:// Uploaded with ImageShack.us[/img]
Al llegar, el barquero nos dejó en el embarcadero de casa Marbella, por lo que no tuvimos que andar dando vueltas.
Después de instalarnos nos dio tiempo a dar un paseo y ver los primeros ejemplares de fauna local. cangrejos, monos cariblancos, arañas hilo de oro, monos ardilla, y bastantes aves.
[img]http:// Uploaded with ImageShack.us[/img]
mono ardilla
[img]http:// Uploaded with ImageShack.us[/img]
Al acabar el paseo fuimos a cenar a miss Miriam, donde nos había recomendado Gina, la chica de casa Marbella. La cena, a pesar del aspecto del sitio, muy correcta. Tanto en calidad como en precio.
Y digo lo del aspecto, porque aquí todavía tenía el síndrome de Europa. Irremediablemente comparaba todo con mis referencias europeas. Aquí las cosas son diferentes. La economía es otra, las construcciones son mas sencillas, las infraestructuras mas precarias o inexistentes. Pero no por ello dejan de ser felices.
Miss Miriam
[/url]
Después de cenar fuimos a ver el desove de la tortuga en el turno de las 8. Y esto se sortea.
Por la tarde se reúnen los guías y se sortean los turnos y los emplazamientos, para no crear masificaciones.
A mi el proceso de desove me gustó. Me dio la impresión de que no afecta al animal, que la tortuga está en una especie de trance del que no se entera mucho de lo que hay en el entorno, al menos en el trato que allí se le da.
Se la deja salir del agua, que haga el agujero y que ponga los primeros huevos y aquí entra en un punto de no retorno, donde se acerca el guía acompañado de algunos de los turistas, en silencio y con una luz roja, solo por la parte de atrás del animal, para ver caer los huevos. Esto dura más de una hora. Luego la tortuga tapa concienzudamente el agujero de casi un metro y lo compacta a conciencia antes de emprender el retorno al mar.
Hay que decir que no te dejan llevar ni cámaras. Ni fotos ni videos.
Al fondo de la playa vimos unas lucecitas y le preguntamos al guia que eran.
Son gente que van por libre, sin guia. Y si les cogen, no pasa nada. Le invitan a abandonar la playa. Nada mas.
Pero ceo que es mejor ir con guía. Además de las explicaciones, que merecen la pena, contribuyes económicamentede alguna manera, al mantenimiento de la zona y sus gentes. Aparte de que se garantiza que no se perturbe el proceso de desove de estos animales, que son un lujo para todos, del que aún podemos disfrutar.
Nos levantamos tempranito para ir a la Pavona, donde embarcaríamos con destino a Tortuguero.
El GPS nos llevó por Heredia, y este fue un grave error, ya que la carretera estaba en obras y el atasco se hizo eterno. Atravesamos el parque Braulio Carrillo y llegamos a La Pavona con tiempo de comernos un casado y tomar la barca con puntualidad tica.
Casado en la Pavona
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Pura vida. O sea que esperamos mas de hora y media.
Allí el embarque es paletizado, como podeis observar:
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Los de la barca la llenaron de gente, equipajes y mercancías hasta que no cabía un alfiler y como el río Suerte va un metro mas bajo de lo habitual (por escased de lluvias), hubo que hacer maravillas para llegar, porque tocábamos en el fondo cada dos por tres. Total que un viaje de poco mas de media hora se convirtió en casi dos horas. Pura vida.
Como se puede ver, al rio le falta un metro de agua.
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Al llegar, el barquero nos dejó en el embarcadero de casa Marbella, por lo que no tuvimos que andar dando vueltas.
Después de instalarnos nos dio tiempo a dar un paseo y ver los primeros ejemplares de fauna local. cangrejos, monos cariblancos, arañas hilo de oro, monos ardilla, y bastantes aves.
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mono ardilla
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Al acabar el paseo fuimos a cenar a miss Miriam, donde nos había recomendado Gina, la chica de casa Marbella. La cena, a pesar del aspecto del sitio, muy correcta. Tanto en calidad como en precio.
Y digo lo del aspecto, porque aquí todavía tenía el síndrome de Europa. Irremediablemente comparaba todo con mis referencias europeas. Aquí las cosas son diferentes. La economía es otra, las construcciones son mas sencillas, las infraestructuras mas precarias o inexistentes. Pero no por ello dejan de ser felices.
Miss Miriam
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Después de cenar fuimos a ver el desove de la tortuga en el turno de las 8. Y esto se sortea.
Por la tarde se reúnen los guías y se sortean los turnos y los emplazamientos, para no crear masificaciones.
A mi el proceso de desove me gustó. Me dio la impresión de que no afecta al animal, que la tortuga está en una especie de trance del que no se entera mucho de lo que hay en el entorno, al menos en el trato que allí se le da.
Se la deja salir del agua, que haga el agujero y que ponga los primeros huevos y aquí entra en un punto de no retorno, donde se acerca el guía acompañado de algunos de los turistas, en silencio y con una luz roja, solo por la parte de atrás del animal, para ver caer los huevos. Esto dura más de una hora. Luego la tortuga tapa concienzudamente el agujero de casi un metro y lo compacta a conciencia antes de emprender el retorno al mar.
Hay que decir que no te dejan llevar ni cámaras. Ni fotos ni videos.
Al fondo de la playa vimos unas lucecitas y le preguntamos al guia que eran.
Son gente que van por libre, sin guia. Y si les cogen, no pasa nada. Le invitan a abandonar la playa. Nada mas.
Pero ceo que es mejor ir con guía. Además de las explicaciones, que merecen la pena, contribuyes económicamentede alguna manera, al mantenimiento de la zona y sus gentes. Aparte de que se garantiza que no se perturbe el proceso de desove de estos animales, que son un lujo para todos, del que aún podemos disfrutar.