Cuando uno llega a Taormina y ve ese pueblo en lo alto de la montaña se pregunta, ¿donde narices me estaré metiendo? y más al ir subiendo y subiendo por la carretera; gracias a dios que teniamos plaza de parking reservada en el hotel porque sino hubiera sido sencillamente imposible aparcar en aquellas calles estrechas y atestadas de camaradas turistas.
El Hotel era el Villa Astoria, normalito y sin grandes pretensiones pero limpio y la habitacion con vistas a la costa, muy luminosa, daba gusto levantarse con semejante panorama, amén de un jardincito donde desayunabamos muy tranquilos, pero como he dicho, nada del otro mundo.


Vistas
Taormina si que es la típica típica ciudad turistica, llena de puestos con todo tipo de regalos y de gente por doquier, gelaterias, restaurantes..vamos como benidorm en agosto pero mas pequeño y coqueto;llegamos temprano procedentes de Siracusa, asi que tras el checking teniamos todo el día para descubrir la ciudad; cargados con nuestra mininevera y unos minibotellines de agua salimos a caminar, aqui nos olvidariamos de coche habiendolo dejado seguro en el hotel.
Decidimos irnos a nuestro sitio favorito, efectivamente, la playa





El agua nada que ver con las playas anteriores, era supercristalina y con muchisima visibilidad, ideal para Snorkel, se ven muchisimos peces y la verdad que nos pasabamos horas en el agua (tampoco se paraba mucho afuera del sol que apretaba)

Tras un día espléndido de colchoneta y buceo recogimos el tenderete y subimos a ducharnos y cenar, los clásicos penne a la norma y una lasañita que pidio mi novia, con la ensalada que nunca nos puede faltar.; ni que decir tiene que el ambiente era bullicioso a más no poder:



A eso de la 1 nos retiramos a nuestros aposentos
