Nos despertamos bastante temprano, a las 6:45. Teníamos que salir a las 8:10 dirección al Monte Nebo y recoger, porque ya íbamos camino de Petra. Esta jornada es más de transición que otra cosa, pero vamos… se aprovecha.
Llegamos al Mt Nebo y me gustó bastante el sitio: Pese a estar la iglesia en restauración, me imaginaba a Moisés divisando desde allí la tierra prometida y tiene bastante valor socio-cultural. Hay unas inscripciones, que fotografié con esmero, me gustaron mucho.

Estas son las inscripciones dedicadas a los Franciscanos, que cuidan la Tierra Santa.

Fuimos a Madaba, y por el camino había muchos olivos. Paramos en una fábrica de mosaicos… no me gustó, parecíamos borregos comprando, no me gustan esos típicos sitios “tengodetodoengañaturistas”.
Llegamos a la Iglesia de San Jorge, y vimos Madaba en autobús. Nos dieron una breve explicación del mosaico y fuimos a verlo in situ Por lo visto lo que tenemos es un 10% de lo que había… tenía que ser enorme!

Con esto, por la carretera de los Reyes, a las 14:30 aproximadamente llegamos a Kerak, comimos allí, en el restaurante al lado del Castillo. Nos costó unos 16 JOD comer con cerveza.
Comimos mansaf, que es un plato típico jordano con base de cordero asado, yogur y arroz. Estaba yo muy pesada con comerlo, y lo tenían en el restaurante ya que era viernes y es típico de ese día (porque es un día festivo, es como comer paella o un asado un domingo en España, o lo que vuestra madre disponga, oiga!). Si podéis probadlo, es elaborado y muy rico.
Después de comer vimos el Castillo de Kerak, también es de las cruzadas del S.XII.

Desde allí se divisa una panorámica estupenda, es un sitio muy estratégico. El castillo está semi-derruido, pero en ello está parte de su encanto. Tiene multitud de galerías subterráneas, cárcel, habitaciones dispares. Nos hubiéramos quedado una hora más perdiéndonos… pero era hora de partir…
Nos fuimos entonces camino de Petra por la carretera del desierto y fuimos viendo que realmente el 80% de la población vive en las inmediaciones de Ammán… por el sur hay muy pocos pueblos.
Llegamos como a las 20 de la noche al hotel Panorama de Petra. Al día siguiente nos esperaba un día muy muy gordo, una de las joyas del viaje. Nos fuimos a cenar y nos dormimos muy muy temprano, a las 21.45 aprox.
El hotel Panorama no me gustó casi nada: Las habitaciones eran antiguas, parecía un hotel de playa español de 3 estrellas, y el buffet era aceptable... tirando a cutre. El servicio era también bastante regular. Deberían cuidar más las instalaciones y no abusar de la expectación turística de la ciudad para bajar el nivel. Además las mesas se organizaban por grupos, en plan abrevadero y el servicio estaba muy relajado.
Imperdible:
El Mt Nebo, si acaso.
No me gustó:
El hotel Panorama de Petra
En el tintero:
Nada, esta jornada es la más floja.
Volverías?
Pse… no.