Para empezar el día, me encantó el desayuno y el servicio del hotel Ramada, muy majos todos. Ya iba yo intercambiando Mar-habas (Hola, qué tal?, en árabe). Ellos se partían de risa también.
Cambiamos 40 euros en el hotel, y nos dieron 32 (mal cambio), pero necesitábamos al menos para echar a andar. Mi pareja prefería vivir la ciudad, el mundo árabe, mejor que visitar Bethania y perder la mañana, porque anochecía muy temprano. Así que nos pusimos a caminar y un taxista muy majo nos llevó a la Ciudadela (nos pedía 5 JOD, pero lo saqué por 3, jejeje). En teoría, eso estaba incluido en nuestro circuito, pero como no sabíamos nada, ni habíamos visto al guía aún, por si acaso…

Vimos la Ciudadela, el Museo Arqueológico, la Iglesia bizantina y el palacio Omeya (2 JOD todo), echamos algunas fotos, y bajamos al Teatro Romano.
Unos niños se pusieron pesados alrededor nuestra bajando al Teatro, más al estilo El Cairo (con todos mis respetos), hablando en árabe alrededor y montando jaleo, un poco acosadores. Se aburrieron y se fueron.
El teatro nos gustó bastante, pero tuvimos la mala suerte de tener la plaza hachemita, muy típica en Ammán, con una obra monumental. Y nos dieron las 11.45: Primer llamada al canto por la mañana… alucinante.
Paseamos por el Ninfeo y fuimos a cambiar al banco, y nos salió mucho mejor , a 0,93 €.
Paseamos por los zocos, percibiendo los olores, la fruta, los objetos personales, las tiendas de segunda mano, las comidas, el zoco del oro, las tiendas de alcohol, las kafiyas a la venta, las narguileh, la vida. Porque nos apetecía ver el estilo de vida.

Es indescriptible pasear entre la vida en el mundo árabe (los gritos de los fruteros para vender su género, las mujeres sentadas vendiendo sus pollos y conejos), y en medio de todo eso, una población super hospitalaria, sonriente, y muy amable. En España ando todo el día estresada, que calma urbana hay en Ammán
Nos fuimos a comer a Hashrem: Hummus, fuul, falafel, ensalada, 2 cocacolas, 2 tés, y pan por 3,5 JOD los dos!!! Riquísimo todo, y la gente muy auténtica: ammanitas y turistas… tan agusto.

De allí nos fuimos a Al-Rashid Court Café en la calle del oro, Al Malek Faisal. Aquello parecía una película, si hubieran dicho “Cooortén” y quitan los decorados me lo creo: Una tele con una serie americana subtitulada, 2 chicas con el Network y el Facebook “al revés”, invertida la letra, un chico negro fumando y todos bebiendo té.
Esto eran las 14.30 de la tarde, y nos fuimos a hacer compras, ya que leímos que en Ammán salen bastante bien: Jabones para mis amigas, una cachimba (narguileh) para mí, pañuelos palestinos (kafiyas)… todos los recuerdos que queríamos llevar
Seguimos paseando y fuimos a la pastelería Habiba (por recomendación de yasomosdos del foro), y compramos un riquísimo surtido para ofrecer a la vuelta, aunque nada que ver con tomarlo allí.
Un taxista kamicaze – que risa- nos llevó a la mezquita azul, la de Abdulah I (nos cobró 0,80 JOD, nos puso el taxímetro). La mezquita preciosísima, lástima que la hora de visita fuera hasta las 14 horas!!! Y justo allí volvieron a llamar al rezo, precioso.

Volvimos al hotel con un taxista muy majo, que iba con su segunda esposa, muy muy buena gente, nos habló de las costumbres jordanas, etc.
Nos fuimos a fumar una cachimba a un barrio cerca del Ramada, Shmesiani. Muy cerca del Marriot, hay varios sitios para tomar algo, algunos internacionales. ¡Qué narguileh más rica de sandía y menta!, y ¡qué batidos!!.
Volvimos andando al hotel, y la cena muy buena… nos encontramos con las otras 2 parejas que venían en nuestro grupo: se lo habían pasado estupendamente en Ma´in y las otras en el Mar Muerto y Bethania.

Luego nos dedicamos a doblar series jordanas en la habitación… vaya par.
Resumen de la etapa
Imperdible:
Hashrem
Entrar en un café típico
Pasear por el zoco.
No me gustó:
Que no regatee mucho (en Jordania casi no se regatea)
Se quedó en el tintero:
Ir a Bethania
Volverías?
SI!!! Cualquier viajero tiene que meterse en la vida del país, no sólo ir a lo monumental.