DÍA 3 - VATICANO
Habiamos comprado las entradas por internet ya que nos dijeron que nos ahorrariamos una buena cola a la hora de entrar. Cogimos el metro en Termini que nos dejo a pocos metros del Vaticano, pero no teniamos ni idea de por donde se entraba a los museos Vaticanos ni a ningún lado. Ibamos un poco justos de tiempo, no sabiamos donde estabamos y para encima empezaba a llover, el día pintaba bien. Después de rodear todo el recinto del Vaticano, llegamos a la Plaza de San Pedro, la que todos vimos alguna vez por la televisión. Había una enorme cola pero era para entrar a la Basílica, entonces preguntamos a un policia por donde podíamos entrar al museo y nos dijo que teniamos que rodear otra vez todo el Vaticano y entrar por la parte de atrás, así que a seguir nuestros pasos y otra buena caminata, nuestra furia aumentaba por momentos. Después de caminar un buen rato a paso ligero llegamos a entrada, lo que evitas comprándolo por internet es la cola en las taquillas, a la hora de entrar al museo no había casi nadie, da igual la hora que pongas cuando las sacas por internet, ya que llegamos 15 minutos tarde y no te dicen nada, pensabamos que se entraría por grupos pero no, allí cada uno va por libre.
Una vez dentro teniamos la intención de coger una audioguía para enterarnos un poco de las cosas, así que nada más subir unas escaleras al entrar te encuentras con un puesto de audioguias, no son precisamente baratas y tienes que dejar un DNI que te devuelven cuando las entregues, el precio era de 7 euros creo recordar. Poco a poco fuimos recorriendo todo los museos guiándonos por el mapa y la audioguía, aquello es enorme y tiene algunas cosas al aire libre. Como siempre fuimos de cabeza para la zona de Egipto ya que nos llama mucho la atención, bastantes cosas nos las pasamos por alto, pero en muchas otras nuestra audioguía echaba humo. Fuimos haciendo poco a poco el recorrido que indicaba el plano hasta que por fin llegamos a la Capilla Sixtina, la verdad es que nos esperabamos algo más, nos la imaginabamos más grande y más espectacular. La sala estaba llena de gente, no entraba ni un alfiler, todo el mundo estaba mirando hacia arriba y tres vigilantes dando voces si veían que acercabas tu mano a la cámara. Conseguimos un sitio donde sentarnos, ya que después de recorrer todos los Museos Vaticanos nuestras piernas pedían un descanso, escuchamos todas las explicaciones de la audioguía y fueron de gran utilidad ya que de muchas cosas si no te dicen nada no te enteras, parece imposible poder pintar esos frescos tan grandes a esa altura y tan perfecto. Después de la Capilla Sixtina el recorrido casi había terminado, vimos lo que nos quedaba y fuimos a devolver las audioguías, nos devolvieron el DNI y todos contentos. Abandonamos los Museos Vaticanos por el mismo sitio por el que entramos, rodeamos de nuevo todo el recinto y llegamos por segunda vez a la Plaza de San Pedro. Para poder entrar a la Basílica hay que esperar una cola enorme para pasar por un control como el de los aeropuertos. Después de pasar por el control tienes la opción de ir a las tumbas Papales o directamente a la Basílica, desde las tumbas hay un acceso directo a la Basílica.
La Basílica por dentro es enorme, nos impresionó muchisimo, nos pareció preciosa. Según entras a la derecha lo primero que te encuentras es una gran multitud intentando sacarse una foto con la Piedad, es impresionante, increíble lo que podía hacer Miguel Angel con sus manos. La Basílica es enorme, tras recorrerla entera, nos dirigimos hacia las tumbas, había gran cantidad de gente muy emocionada en la tumba de Juan Pablo II, nos impresionó bastante. Tras el recorrido volvimos subimos unas escaleras y aparecimos dentro de la Basílica, eso que nos hubiesemos ahorrado si hubiesemos ido primero a las tumbas. Nuestra visita al vaticano había terminado, así que buscamos la salida para dirigirnos al castillo de Sant´Angelo. Primero paramos a preguntar el precio de las monedas de euro del Vaticano, ya que me llama bastante la atención la numismática, pero tras ver que no bajaban de 180 euros continuamos hacia el castillo, no me llama tanto para gastarme ese dinero. No teníamos la intención de entrar en el castillo, ya que estabamos cansados, caminar a velocidad tortuga por un museo destroza las piernas, así que nos apetecía ir a tomar algo más que visitar el castillo. Nos dirigimos hacia la zona de Piazza Navona y finalmente paramos a tomar algo y cenar en una terraza cerca del Panteón, como no, una pizza. Tras la cena continuamos por Vía del Corso hasta la Piazza del Popolo. Después de un rato por la zona, pusimos rumbo al hotel haciendo una parada de nuevo en la Fontana de Trevi, fue una de las cosas que más nos gusto de Roma. Al día siguiente iríamos a visitar la Ostia Antica.
Las entradas a los museos vaticanos las podéis comprar online desde la web del vaticano
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Una vez dentro teniamos la intención de coger una audioguía para enterarnos un poco de las cosas, así que nada más subir unas escaleras al entrar te encuentras con un puesto de audioguias, no son precisamente baratas y tienes que dejar un DNI que te devuelven cuando las entregues, el precio era de 7 euros creo recordar. Poco a poco fuimos recorriendo todo los museos guiándonos por el mapa y la audioguía, aquello es enorme y tiene algunas cosas al aire libre. Como siempre fuimos de cabeza para la zona de Egipto ya que nos llama mucho la atención, bastantes cosas nos las pasamos por alto, pero en muchas otras nuestra audioguía echaba humo. Fuimos haciendo poco a poco el recorrido que indicaba el plano hasta que por fin llegamos a la Capilla Sixtina, la verdad es que nos esperabamos algo más, nos la imaginabamos más grande y más espectacular. La sala estaba llena de gente, no entraba ni un alfiler, todo el mundo estaba mirando hacia arriba y tres vigilantes dando voces si veían que acercabas tu mano a la cámara. Conseguimos un sitio donde sentarnos, ya que después de recorrer todos los Museos Vaticanos nuestras piernas pedían un descanso, escuchamos todas las explicaciones de la audioguía y fueron de gran utilidad ya que de muchas cosas si no te dicen nada no te enteras, parece imposible poder pintar esos frescos tan grandes a esa altura y tan perfecto. Después de la Capilla Sixtina el recorrido casi había terminado, vimos lo que nos quedaba y fuimos a devolver las audioguías, nos devolvieron el DNI y todos contentos. Abandonamos los Museos Vaticanos por el mismo sitio por el que entramos, rodeamos de nuevo todo el recinto y llegamos por segunda vez a la Plaza de San Pedro. Para poder entrar a la Basílica hay que esperar una cola enorme para pasar por un control como el de los aeropuertos. Después de pasar por el control tienes la opción de ir a las tumbas Papales o directamente a la Basílica, desde las tumbas hay un acceso directo a la Basílica.
La Basílica por dentro es enorme, nos impresionó muchisimo, nos pareció preciosa. Según entras a la derecha lo primero que te encuentras es una gran multitud intentando sacarse una foto con la Piedad, es impresionante, increíble lo que podía hacer Miguel Angel con sus manos. La Basílica es enorme, tras recorrerla entera, nos dirigimos hacia las tumbas, había gran cantidad de gente muy emocionada en la tumba de Juan Pablo II, nos impresionó bastante. Tras el recorrido volvimos subimos unas escaleras y aparecimos dentro de la Basílica, eso que nos hubiesemos ahorrado si hubiesemos ido primero a las tumbas. Nuestra visita al vaticano había terminado, así que buscamos la salida para dirigirnos al castillo de Sant´Angelo. Primero paramos a preguntar el precio de las monedas de euro del Vaticano, ya que me llama bastante la atención la numismática, pero tras ver que no bajaban de 180 euros continuamos hacia el castillo, no me llama tanto para gastarme ese dinero. No teníamos la intención de entrar en el castillo, ya que estabamos cansados, caminar a velocidad tortuga por un museo destroza las piernas, así que nos apetecía ir a tomar algo más que visitar el castillo. Nos dirigimos hacia la zona de Piazza Navona y finalmente paramos a tomar algo y cenar en una terraza cerca del Panteón, como no, una pizza. Tras la cena continuamos por Vía del Corso hasta la Piazza del Popolo. Después de un rato por la zona, pusimos rumbo al hotel haciendo una parada de nuevo en la Fontana de Trevi, fue una de las cosas que más nos gusto de Roma. Al día siguiente iríamos a visitar la Ostia Antica.
Las entradas a los museos vaticanos las podéis comprar online desde la web del vaticano
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MUSEOS VATICANOS
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CAPILLA SIXTINA
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PLAZA SAN PEDRO
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BASÍLICA DE SAN PEDRO
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LA PIEDAD
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PIAZZA DEL POPOLO