Decididas a aprovechar al máximo nuestra semana en Berlín decidimos estar preparadas para desayunar a las 8 de la mañana. La habitación no tenía incluido el desayuno pero el hotel si contaba con un desayuno buffet por 9 euros que sobre el papel no tenía mala pinta, de todas formas teníamos justo enfrente del hotel un Backer con una pinta estupenda también así que nos decidimos a probarlo. Al final se convertiría en nuestro lugar de desayuno de todos los días, excepto el día de visita del campo de concentración que decidimos desayunar en el buffet un poco más fuerte.
Teníamos gran variedad de pan (normal, integral, de semillas, de cereales,…) que ponían con mantequilla y mermelada, a mayores había bollería, bocadillos de todo tipo, yogurt con frutas, Muffings y gran variedad de zumos. Solíamos desayunar por 6 euros cada una.
El día amaneció nublado, con bastante fresquito y con miras de empezar a llover en breves así que optamos por el pantalón largo, el chubasquero y el paraguas. Para ese día teníamos en el plan el Tour gratuito de New Berlín así que decidimos ir andando hasta el punto de encuentro, la Puerta de Brandemburgo, llegamos a la puerta sobre las 10 de la mañana con la lluvia ya a cuestas. Hicimos tiempo por la plaza haciendo fotos hasta que se empezaron a juntar y a organizar los grupos para el Tour. Para ese momento ya había parado de llover e incluso estaba empezando a despejar. Nos toca Xavi como guía, un apasionado de la historia que nos introduce en la historia de Berlín para empezar el Tour.
De los famosos tours de New Berlín y de sus guías poco hay que decir, son fantásticos, te centran en la ciudad y te enseñan en unas cuatro horas lo esencial de la ciudad. Empezamos en la Pariser Platz y en la Puerta de Brandemburgo, seguimos con el Memorial conmemorativo a los Judíos Asesinados en Europa y con el búnker en el que se suicidó Hitler. Aquí Xavi nos cuenta una de las muchas curiosidades que harían el Tour más interesante si cabe. Resulta que próximamente habrá elecciones en Berlín y aunque parece ser que los neonazis están bastante controlados, existe un partido que aunque niega ser de este tipo, sus mensajes dejan bien poco a la imaginación. Colocados en lugares estratégicos como dicho bunker o delante de antiguos edificios nazis se encuentran diversos carteles electorales en los que se puede ver al representante del partido montado en una moto y con una chupa de cuero con un mensaje que dice lo siguiente “Dales gas!”, en otro de ellos se ve una caricatura de un turco, un árabe y un negro montados en un tipo de “alfombra mágica” con otro mensaje del tipo “Feliz viaje de regreso a casa”, eso sí, ellos niegan cualquier parecido con la realidad y dicen aquello de que aquellos que piensen algo así es porque están obsesionados con el pasado de la ciudad y del país.
Continuamos andando hasta toparnos con los primeros trozos del muro de Berlín colocados justo delante de la Topografía del Terror, más tarde llegamos al Check Point Charlie donde hacemos la parada para comer.
Retrocedemos unos pasos para probar las famosas Currywurst en un puesto por el que habíamos pasado unos minutos antes con el grupo.
A la hora acordada nos volvemos a reunir con el grupo para continuar con el Tour. Llegamos a la Gendarmenmark donde nos explican la historia de las dos iglesias gemelas y su teatro para continuar a la Bebeltplatz y al edificio de la Nueva Guardia.
Al terminar en esa zona teníamos pensado dedicar la tarde a ver los museos pero para ello decidimos, dado que estábamos al lado del hotel, acercarnos a cambiarnos de ropa ya que para esa hora ya no podíamos soportar los vaqueros y estábamos hartas de cargar con paraguas y chubasqueros.
Una vez cambiadas y de nuevo en la Isla de los Museos nos disponíamos a comprar las entradas pero resultó que después de las cinco de la tarde ya no dan más pases hasta el día siguiente.
Cambiando de planes decidimos empezar a nadar en dirección a la Tacheles, a los Hackesche Höfe y a la Sinagoga.
El sitio una maravilla y la comida muy bien de precio. Decidimos pedir varios platos para ir picando las seis y así probar varias cosas: salchichas variadas, albóndigas y un plato con carne y patatas salteadas que no recuerdo muy bien el nombre. Y para beber, cerveza de la casa.
Al terminar de cenar nos vamos andando hacia el hotel y nos dan casi las doce disfrutando de las calles del Berlín nocturno.