Era sábado. El mejor día de la semana para visitar el mercadillo de antigüedades de Portobello Road.
Después de desayunar, anduvimos hacia Notting Hill y enseguida empezamos a encontrarnos con una multitud que seguía nuestro mismo camino. Qué paseo más agradable. Las fachadas de colores de las casas, el olor de las comidas de los puestos (desde tortitas hasta paella!) al son de jazz. Así da gusto ponerse en pie por la mañana...

Cogimos el metro para llegar a Tower Hill. Por la hora que era y la cantidad de gente que había, me reservo la visita a la Torre de Londres para la próxima vez, que para verla corriendo no merece la pena. Así que me quedé con las ganas!
Una cosa curiosa... me sentí observada por unos intrépidos amiguitos... y no eran los cuervos!

Como era una vista que ya llevaba tiempo esperándola y aprovechando los puestos de Fish & Chips que hay por esta zona, nos pedimos un menú para llevar y nos sentamos en las escaleras que dan a la torre para transportarnos a otra época... Dicen que el fantasma de Ana Bolena se pasea por el castillo con la cabeza bajo el brazo!
No podíamos irnos de este lugar sin ver el London Bridge!

De nuevo nos metimos al metro para llegar al hostal y cenar por allí. Pero todavía era pronto para irse a dormir. Cómo van a ir dos españolas y no conocer la otra cara de Londres? It's party time! Quedamos con unos amigos y fuimos a un pub que conocían en Nevern Place St. La entrada 10 libras y consumiciones aparte...
Ahora sí, cogimos un autobús de vuelta y a dormir.