Como cada mañana madrugamos, una visita al buffet de desayuno, para saborear la deliciosa piña del país y reponer fuerzas, mientras admiramos maravillados el Volcán Arenal ¡Cómo nos hubiera gustado verlo en todo su esplendor!
Lo típico de la zona de Arenal es disfrutar de alguna de sus muchas termas: las del hotel Tabacón son famosas por su belleza, pero hay muchas otras.
Nuestro hotel (Arenal Paraíso) también dispone de unas. De 14 piscinas, 13 son de aguas termominerales, con temperaturas entre los 42ºC y los 26ºC, todas situadas entre los jardines. Vamos, un paraíso en plena naturaleza.
Nuestra intención era probar las piscinas después de la excursión al Volcán Tenorio, que cómo sabíamos que íbamos a llegar cansados, pues un bañito en esas aguas no nos iría nada mal. Pero al regresar de la excursión diluviaba y con el cansancio que teníamos sólo tuvimos ojos para la cama. Así que por la mañana dimos un paseo por los jardines para, al menos, poder ver qué nos habíamos perdido.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
¡Qué pena no haber estado otro día más para poder disfrutarlas!
Con un cielo nublado nos ponemos en marcha camino de Monteverde. Nos esperan unas cuantas horas de viaje, lo peor, la carretera. Más de la mitad del camino es por un camino de tierra, sin asfaltar. Unos 40 kilómetros por esta carretera:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Y cuando ya llevas unos cuantos kilómetros así, tu cuerpo empieza a quejarse. Nos dolían todos los huesos. El conductor hizo varias paradas para que descansásemos, pero ni con esas.
Nada más llegar al Hotel Heliconia, dejamos las maletas en la habitacion y nos encontramos con 2 camas enormes ¡qué bien íbamos a dormir!
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Pero era ya la hora de comer, así que antes de la siesta, bajamos al restaurante del hotel.
Para mí, pizza de jamón y piña, por supuesto, horneada en horno de piedra.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Mi marido pidió un plato de mariscos con salsita, que nos aseguraron que no llevaba gluten.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
De aquí a dormir un rato, que fue más largo de lo esperado, casi no nos dió tiempo a merendar. Habíamos contratado una excursión para caminar por el bosque nuboso de Monteverde por la noche. Nos vinieron a recoger al hotel, y ya estaba empezando a llover. Con tanta agua, no teníamos esperanza de ver a ningún bicho. La caminata duraba una hora, y fue una hora bajo la lluvia, de la que el bosque nos protegió, menos mal. Vimos insectos, insectos y más insectos, y algún mapache que se refugiaba de la lluvia. Ni rastro de serpientes, ranas o mamíferos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Mojados y cansados nos fuimos a dormir. Mañana nos esperaba un día repleto de emociones: Selvatura.
Lo típico de la zona de Arenal es disfrutar de alguna de sus muchas termas: las del hotel Tabacón son famosas por su belleza, pero hay muchas otras.
Nuestro hotel (Arenal Paraíso) también dispone de unas. De 14 piscinas, 13 son de aguas termominerales, con temperaturas entre los 42ºC y los 26ºC, todas situadas entre los jardines. Vamos, un paraíso en plena naturaleza.
Nuestra intención era probar las piscinas después de la excursión al Volcán Tenorio, que cómo sabíamos que íbamos a llegar cansados, pues un bañito en esas aguas no nos iría nada mal. Pero al regresar de la excursión diluviaba y con el cansancio que teníamos sólo tuvimos ojos para la cama. Así que por la mañana dimos un paseo por los jardines para, al menos, poder ver qué nos habíamos perdido.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
¡Qué pena no haber estado otro día más para poder disfrutarlas!
Con un cielo nublado nos ponemos en marcha camino de Monteverde. Nos esperan unas cuantas horas de viaje, lo peor, la carretera. Más de la mitad del camino es por un camino de tierra, sin asfaltar. Unos 40 kilómetros por esta carretera:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Y cuando ya llevas unos cuantos kilómetros así, tu cuerpo empieza a quejarse. Nos dolían todos los huesos. El conductor hizo varias paradas para que descansásemos, pero ni con esas.
Nada más llegar al Hotel Heliconia, dejamos las maletas en la habitacion y nos encontramos con 2 camas enormes ¡qué bien íbamos a dormir!
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Pero era ya la hora de comer, así que antes de la siesta, bajamos al restaurante del hotel.
Para mí, pizza de jamón y piña, por supuesto, horneada en horno de piedra.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Mi marido pidió un plato de mariscos con salsita, que nos aseguraron que no llevaba gluten.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
De aquí a dormir un rato, que fue más largo de lo esperado, casi no nos dió tiempo a merendar. Habíamos contratado una excursión para caminar por el bosque nuboso de Monteverde por la noche. Nos vinieron a recoger al hotel, y ya estaba empezando a llover. Con tanta agua, no teníamos esperanza de ver a ningún bicho. La caminata duraba una hora, y fue una hora bajo la lluvia, de la que el bosque nos protegió, menos mal. Vimos insectos, insectos y más insectos, y algún mapache que se refugiaba de la lluvia. Ni rastro de serpientes, ranas o mamíferos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Mojados y cansados nos fuimos a dormir. Mañana nos esperaba un día repleto de emociones: Selvatura.