Como cada día nos levantamos sin necesidad de despertador. Las habitaciones del hotel eran cabañas orientadas a la falda del volcán para poder disfrutarlo en todo su esplendor, y aunque no vimos ninguna erupción, pudimos disfrutarlo despejado de nubes.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Desayuno típico tico (gallo pinto, huevos revueltos y fruta) y esperamos a que nos vengan a buscar. Son muy puntuales. La excursión la realizaremos con una pareja de estadounidenses muy majos. Por el camino, el guía, Alberto, nos comenta que hace unos días que está habiendo terremotos en la zona a dónde nos dirigimos. El último, de 5.1, hacía un par de días. Creen que es el volcán Tenorio, que va a hacer externa su actividad. Así que imaginad que caminata tuvimos. Cada vez que había un ruido extraño, nos mirábamos todo por si teníamos que salir corriendo.
Por el camino paramos en un súper para comprar tentempiés, y puestos a elegir, que mejor que fruta del país. Así que una piña y manzanas fueron nuestra elección. Además, eso no tiene gluten.
Al llegar a la entrada del Parque Nacional, nos incribimos en el registro por si hubiese algún accidente o entrara en erupción el Volcán (¡qué bien!) nos tuviesen identificados. Comimos la piña (deliciosa otra vez más) y nos ponemos en marcha.
La caminata se hace en el interior del Volcán Tenorio, siguiendo el curso del Río Celeste. El río coge el nombre por su aspecto. La leyenda cuenta que cuando Dios terminó de pintar el cielo, limpió su pincel en ese río. La explicación científica es que el color se lo aporta los minerales de la zona volcánica. Sea como sea, el paisaje es espectacular y la caminata, aunque cansada, merece la pena.
Esta zona es de aguas termales:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Esto son los teñideros, es el punto donde el agua comienza a tener ese color celeste, y dónde dicen que se limpió el pincel:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
De aquí teníamos que elegir o volver por dónde habíamos venido y luego llegar a ver la cascada, o cruzar el río y llegar por el otro lado. Muy aventureros decidimos cruzar el río, claro, no habíamos visto por dónde!!! Primero atravesar 2 árboles que hacían de puente, mejor no os imaginéis cómo crucé el segundo....
Por el camino vimos borbotones de agua, lagos celestes, y unas vistas increíbles.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Y después de subir a un mirador y una buena caminata, el guía nos anuncia que tenemos que volver a cruzar el río!! Y, ¿por dónde? ¿por algún sitio de aguas tranquilas y poco profundas? ¿por encima de algún tronco? Nooooo, justo por una cascada, en una zona de fuertes corrientes y con el suelo lleno de piedras. Yo me puse en biquini, pero claro, la mochila con las cámaras la llevaba encima. Me agencié con un palo a modo de bastón e intenté aventurarme. Dos pasos dí, no podía caminar más. Mi marido estuvo a punto de caer al agua, pero aguantó el equilibrio. El guía no tuvo tanta suerte, y él, su móvil, cartera,.... fueron a darse un buen chapuzón. Después de mucho pensarlo me atreví y crucé sin ningún percance.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nos habíamos ganado la comida, así que después de elegir unos zumos naturales, disfrutamos de nuestros casados típicos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
De camino al hotel, nos encontramos con más de una sorpresa:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Este pobre perezoso estaba un poco perdido, se había quedado a dormir en un cable de la luz. Me dió una pena irnos y dejarlo allí....
También vimos monos, tucanes, loros, más perezosos,.... Y después la lluvia. Una ducha, y a dormir, que estábamos tan cansados que ni nos paramos a cenar. Al día siguiente tocaba un buen madrugón y muchas horas de carretera. Monteverde nos espera.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Desayuno típico tico (gallo pinto, huevos revueltos y fruta) y esperamos a que nos vengan a buscar. Son muy puntuales. La excursión la realizaremos con una pareja de estadounidenses muy majos. Por el camino, el guía, Alberto, nos comenta que hace unos días que está habiendo terremotos en la zona a dónde nos dirigimos. El último, de 5.1, hacía un par de días. Creen que es el volcán Tenorio, que va a hacer externa su actividad. Así que imaginad que caminata tuvimos. Cada vez que había un ruido extraño, nos mirábamos todo por si teníamos que salir corriendo.
Por el camino paramos en un súper para comprar tentempiés, y puestos a elegir, que mejor que fruta del país. Así que una piña y manzanas fueron nuestra elección. Además, eso no tiene gluten.
Al llegar a la entrada del Parque Nacional, nos incribimos en el registro por si hubiese algún accidente o entrara en erupción el Volcán (¡qué bien!) nos tuviesen identificados. Comimos la piña (deliciosa otra vez más) y nos ponemos en marcha.
La caminata se hace en el interior del Volcán Tenorio, siguiendo el curso del Río Celeste. El río coge el nombre por su aspecto. La leyenda cuenta que cuando Dios terminó de pintar el cielo, limpió su pincel en ese río. La explicación científica es que el color se lo aporta los minerales de la zona volcánica. Sea como sea, el paisaje es espectacular y la caminata, aunque cansada, merece la pena.
Esta zona es de aguas termales:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Esto son los teñideros, es el punto donde el agua comienza a tener ese color celeste, y dónde dicen que se limpió el pincel:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
De aquí teníamos que elegir o volver por dónde habíamos venido y luego llegar a ver la cascada, o cruzar el río y llegar por el otro lado. Muy aventureros decidimos cruzar el río, claro, no habíamos visto por dónde!!! Primero atravesar 2 árboles que hacían de puente, mejor no os imaginéis cómo crucé el segundo....
Por el camino vimos borbotones de agua, lagos celestes, y unas vistas increíbles.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Y después de subir a un mirador y una buena caminata, el guía nos anuncia que tenemos que volver a cruzar el río!! Y, ¿por dónde? ¿por algún sitio de aguas tranquilas y poco profundas? ¿por encima de algún tronco? Nooooo, justo por una cascada, en una zona de fuertes corrientes y con el suelo lleno de piedras. Yo me puse en biquini, pero claro, la mochila con las cámaras la llevaba encima. Me agencié con un palo a modo de bastón e intenté aventurarme. Dos pasos dí, no podía caminar más. Mi marido estuvo a punto de caer al agua, pero aguantó el equilibrio. El guía no tuvo tanta suerte, y él, su móvil, cartera,.... fueron a darse un buen chapuzón. Después de mucho pensarlo me atreví y crucé sin ningún percance.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nos habíamos ganado la comida, así que después de elegir unos zumos naturales, disfrutamos de nuestros casados típicos.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
De camino al hotel, nos encontramos con más de una sorpresa:
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Este pobre perezoso estaba un poco perdido, se había quedado a dormir en un cable de la luz. Me dió una pena irnos y dejarlo allí....
También vimos monos, tucanes, loros, más perezosos,.... Y después la lluvia. Una ducha, y a dormir, que estábamos tan cansados que ni nos paramos a cenar. Al día siguiente tocaba un buen madrugón y muchas horas de carretera. Monteverde nos espera.