Llegamos a Madrid a las 8 de la mañana, en facturación ya había una buena cola, pero la cosa se movía bastante rápido. Mientras esperábamos nos dieron etiquetas para identificar el camarote al que debían llegar, ponerlas q si no, no llegan al camarote y tenéis que ir a buscarlas a la recepción.
Desayunamos algo por nuestra cuenta y al avión. A bordo no sirven nada, Con lo que mejor os llevéis un aperitivo de casa, ya sabéis los precios a bordo.
Salimos en el primer vuelo, apenas 15 minutos de retraso, llegamos sobre las 15 horas a Atenas y nos van colocando en buses que van saliendo para el Puerto del Pireus a 1 hora aproximada; una vez allí un poco de caos, 10 mostradores para hacer las tarjetas de embarque, foto y zumo de bienvenida, vaya colas, tardamos unos 40 minutos y todavía quedaba gente detrás.
Cuando subimos a bordo ya son casi las 18 horas, empieza la aventura; a orientarse por el barco, hay mapas del barco pegados en los pasillos de los ascensores. Los camarotes cuanto más alto es el número mas te acercas al final, a popa.
Vamos a nuestro camarote, cama cómoda, armarios suficientes (creo que escasos para los que facturaron 2 maletas grandes mas 3 mochilas de mano), como detalle botella de agua de 1 l. de cortesía, solo al primera, el resto a 0,75€.
No nos da tiempo de visitar Atenas hoy, son ya las 19 horas, con lo que lo dejamos para la vuelta.
Nos vamos a comer algo mientras llegan las maletas, parece que se nos olvidó poner las etiquetas esas que os decía antes


