Poco a poco el viaje a Londres iba llegando a su fin y este era el último día entero en la capital inglesa, pero también el más intenso ya que nos quedaba mucho por ver. Por el momento la idea era montar en la noria, "London Eye", que era algo que nos hacía ilusión, y luego ir caminando por la ribera del río Támesis, en lo que se conoce como la "City" londinense hasta llegar a la "Torre de Londres". Por el camino pues habría que ver la catedral de San Pablo y la Tate Modern Gallery. Y por la tarde ir hasta el British Museum, que nos habíamos perdido la tarde anterior.
Bastante comprimido, si teníamos en cuenta que el British cerraba sobre las 17:30 h.:x :x :x Así que íbamos un poco contrarreloj. Como hicimos el día anterior, la opción era salir sobre las 9 y media, cuando comenzaba la tarifa fuera de horario punta en el metro (Off Peak) y sabiendo que el London Eye comenzaba a funcionar a las diez de la mañana.
Así que cumplimos con lo habitual en estos casos, prepararse y desayunar con calma ya que tampoco había demasiada gente en el comedor. En cualquier caso, comprobamos que el día que habíamos escogido no era el más indicado, ya que estaba lloviendo
Pero no íbamos a dejar de hacerlo.
PROBLEMAS EN EL "LONDON EYE", AUNQUE AL FINAL SUBIMOS
El trayecto en metro ya nos lo conocíamos casi al dedillo
, así que el ritual fue el mismo: comprar dos travelcards fuera del horario punta (acababan de cumplirse las nueve y media) por siete libras cada uno que nos valiesen para todo el día. El viaje iba a ser muy similar al de ir al Big Ben, pero una parada más allá, así que cogimos en la estación de Queensway la línea central (roja), transbordo tras cuatro paradas en Bond Street a la línea Jubilee y tras tres paradas llegamos a Waterloo, que es donde nos bajamos.
Se trata además de una estación grande de trenes situada al otro lado del río. Salimos y tras recorrer un par de calles en dirección al río y más o menos cinco minutos andando, llegamos al "London Eye", la principal noria panorámica de Londres, que alcanza una altura máxima de 135 metros de altura, con lo que se ve todo Londres. Debo decir que a mi novia le daba un poco de respeto lo de montar en una nora tan alta pero al final la acabé convenciendo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
En primer lugar llegamos a la taquilla, y una de las cosas que nos convenció es que disponíamos de la "promoción 2x1" que comenté antes que ofertaba en determinados monumentos la compañía de ferrocarriles ingleses presentando uno de sus billetes. Como teníamos los billetes del Gatwick Express, los presentamos en la taquilla con el bono promoción y solo tuvimos que pagar un billete, que no es barato, porque son 19,5 libras y otra cosa es si tuviésemos que pagar los dos con un coste de casi 40 libras, que ya nos lo pensaríamos mejor (repito que la promoción en el año 2013 ya ha desaparecido).
Sin embargo aquí comenzaron las molestias
Nos dirigimos a la cola, en una única rampa en la que tras pasar el primer control de repente vimos que se paraba y no avanzaba en absoluto, con lo que ya empezamos a dudar si eso era habitual o no.
De repente empezaron a poner avisos de que por una avería se paraba la atracción hasta nuevo aviso, con lo que la gente comenzó a desalojar las colas. Un contratiempo porque queríamos subir, pero tampoco podíamos estar esperando mucho rato, teniendo el día tan comprimido, con lo que fuimos a que nos devolviesen el dinero.
De nuevo en las taquillas, tuvimos que tragar una nueva cola para cumplir dicho trámite. Poco a poco nos fuimos enterando de que había que rellenar un impreso y poner un número de tarjeta donde recibir el dinero, además de otros datos liosos. Menos mal que con un poco de ayuda y encontrar algunos españoles que nos ayudaron, fuimos rellenando el impreso en la cola.
Una de las cosas que pudimos comprobar es que picaresca hay en todas partes, no es propio solo de los españoles
, ya que había gente que se intentaba colar sigilosamente y lo lograba. Al final, justo cuando llegamos a la taquilla, nos encontramos con el aviso de que el servicio se había reestablecido, y preguntamos a la taquillera si podíamos regresar en vez de pedir la devolución y nos dijo que sí
.
MERECE LA PENA EL "LONDON EYE"
Al final una cola inútil pero no nos íbamos a quedar sin subir al "London Eye". Además, al ir rápidamente a la cola de la noria, tampoco encontramos mucha gente y tendríamos que esperar otros 15 minutos, más o menos, con los dos controles de seguridad incluídos. Cuando íbamos a subir, vimos que una de las cabinas había sido desmontada, con lo que el problema probablemente estuviese ahí.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
A punto de subir
Subíamos aproximadamente de 12-15 personas en cada cabina y así fuimos nosotros, en un viaje placentero en una noria muy estabilizada, que no notas balanceo alguno ni notas que te mueves, al tiempo que vas viendo como los edificios londinenses se van haciendo más pequeños y tienes un plano para que te orientas dónde están los principales reclamos de la ciudad.
La pena es que cuando empezamos a subir, la lluvia comenzó a intensificarse, con lo que las gotas se acumulaban en la cabina y estropeaba un poco la vista y las fotos. Aún así merece la pena y es espectacular, más aún cuando llegas arriba del todo. Es la ocasión de tirar infinidad de fotos y recrearse con las vistas.
Tras unos 20 minutos más o menos de viaje, bajamos ya del "London Eye", y decidimos iniciar el recorrido por ese lado del río Támesis hasta llegar al puente de la torre. Así que paciencia y a caminar.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
HASTA EL TATE MODERN Y LA CATEDRAL DE SAN PABLO
Serían sobre las 11 y media de la mañana o las doce casi, ya que con los retrasos acumulados, habíamos echado tiempo en la noria. Ocasión para sacar algunas fotos más panorámicas al "London Eye" y empezar a caminar, aunque rápidamente nos dimos cuenta que el paseo no iba a ser precisamente placentero.
Estaba lloviendo y aunque íbamos provistos de paraguas, al ir al lado del río, las ráfagas de viento eran fuertes con lo que se nos levantaba con facilidad y al final acabó con varias varillas rotas
Aún así el paseo en condiciones normales tiene que ser una pasada, viendo el skyline de la City al lado del río. Todo ello al lado del río y tras llevar un rato caminando y recorrer la curva que en ese punto hace el Támesis, llegamos al primer punto de interés real, el "puente del Milenium", diseñado por el español Calatrava. Desde allí tienes la vista de la catedral de San Pablo y del edificio de oficinas que llaman "El pepinillo", por lo que es imprescindible tomar una foto con todo desde el otro lado del río.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El puente del Milenio, con el edificio conocido como "El Pepinillo" al fondo.
El puente del Millenium es peatonal y había que cruzarlo para ir hasta la catedral de San Pablo, pero antes teníamos detrás uno de los principales museos de arte moderno del mundo, la "Tate Modern Gallery".
Aprovechamos que el acceso a los museos es gratuíto y solo pagas la voluntad que quieras dar en las huchas que hay en la entrada después de hacer la visita. Son donativos para contribuir a su mantenimiento, y me llamó la atención ese concepto ya que salvando las diferencias, era como "dejar propina en un bar".
Hay que decir que tampoco dedicamos mucho tiempo a esta galería (que sale entre otros filmes en la película "Matchpoint" de Woody Allen), porque no teníamos mucho tiempo ni tampoco nos llama la atención demasiado los movimientos de vanguardia ni últimas tendencias.
Según llegas, te encuentras un edificio enorme como si fuese una gran fábrica, y según entras, hay un enorme hall desde donde se suceden las escaleras mecánicas donde vas a una u otra galería. La mayoría son gratuítas, pero en las exposiciones temporales había que pagar.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Edificio del Tate Modern, hall principal, y sala de exposiciones. Sacadas de Wikimedia commons (nosotros no tiramos ninguna foto)
El paso fue bastante breve y nos salimos rápido. Y la idea era ir hacia la catedral de San Pablo. Cruzamos el río a través del puente del Millenium, desde el que intentamos ir lo más rápido posible, porque aquí las ráfagas de viento se notaban más aún. Así llegamos al otro lado del Támesis
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Puente del Milenio, con la catedral de San Pablo al fondo
Seguimos un poco más adelante y ya de repente nos encontramos con el templo. Está en el mismo epicentro de la City londinense, por lo que todo son edificios modernos y en el medio está la Catedral de San Pablo
, realmente en Londres lo que se dice casco antiguo no hay, pero también es cierto que en el siglo XVIII hubo un gran incendio que arrasó con casi todo.
Centrándonos en San Pablo, data de esa época y es el gran templo religioso de la iglesia anglicana (a la que pertenecen la mayoría de ingleses), con una estructura más bien neoclásica con su cúpula, que es de las más altas del mundo. Entrar al templo y subir arriba del todo costaba 15 libras, pero después de estar en el London Eye tampoco lo consideramos imprescindible.
Vamos, que aparte la plaza en la que está situada esta catedral es lo suficientemente pequeña como para sacar una foto en la que se viese toda la fachada principal (hay que recordar que son más de 100 metros de altura), con lo que la decepción en este aspecto apareción en cierta forma.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Luego entramos dentro y no recuerdo si por acceder hacia la bancada costaba algo, pero por dentro tampoco nos pareció nada del otro mundo. Igual digo un sacrilegio, pero hay infinidad de catedrales que me han gustado más que ésta.
Tampoco dedicamos más tiempo y regresamos al puente del Milenio, que cruzamos y nos paramos a sacar algunas fotos panorámicas de la zona, incluso de ese edificio en forma piramidal (Shard London Bridge), que nos había llamado tanto la atención, que estaba en construcción y que es de los más altos de Europa.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Foto tomada desde el puente del Milenio, con el edificio "Shard London Bridge" a la derecha y el "Tower Bridge" muy al fondo
En la parte negativa, la lluvia no cesaba y el viento al pasar por este puente acabó por desgraciar el paraguas que llevábamos.
HACIA LA ZONA DEL "TOWER BRIDGE", DONDE COMIMOS
A esas alturas, decidimos seguir caminando hacia la zona del Puente de la Torre donde habíamos estado el día anterior y comer aproximadamente en esa zona. La idea era seguir yendo al lado del río, pero ahí se acababa el paseo y tuvimos que continuar por una serie de calles paralelas sin vistas al río.
Nos habían dicho que había un mercado de frutas y demás en ese trayecto, pero no encontramos nada en absoluto, aunque cierto es que el día no era el más adecuado para montar puestos. Lo único que encontramos así relevante fue un local donde hacían exposiciones y números de terror, pero igualmente caro.
Vamos, que si hubiésemos ido en metro tampoco hubiésemos perdido nada
Recuerdo que llegamos a una especie de centro comercial y ya regresamos al río y nos encontramos con el "Tower Bridge". Sé que habíamos tirado infinidad de fotos en esa zona, pero volvimos a tirarlas ese día, jajaja.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Ya pasaban de las dos y cuarto y había hambre por lo que buscamos sitio para comer. Hay que decir que en el margen del río en el que estábamos no había casi nadie por la calle, nos encontramos con un local especie de panadería con platos de pasta para calentar en microhondas y ensaladas, pero no había nadie dentro y eso nos echó para atrás.
Al final sacamos fuerzas de flaqueza
y decidimos cruzar el puente y llegar hacia la zona de la Torre de Londres, al lado de cuyas taquillas recordábamos que habíamos visto un anuncio de Fish&Chips, bebida y postre por 7,5 libras. Así cómo tampoco éramos capaces de pensar en una opción mejor, allí nos metimos, cuando ya pasaban de las tres de la tarde.
El sitio estaba en una especie de sótano, regentado por hindús y lo cierto es que había sitio para sentarse y comer tranquilamente el pescado por patatas fritas, con lo que para cumplir con el trámite nos valió. Luego nos dieron el postre, que resultó ser una tarrina pequeña de helado de vainilla y chocolate, pero bueno, siendo Londres y la opción económica, tampoco era mala, jeje.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
AL BRITISH MUSEUM EN VISITA EXPRÉS
Ese día y los posteriores nos dimos cuenta que quizás podíamos haber dejado más tiempo a los museos que nos interesaban. En primer lugar teníamos la "Torre de Londres" delante nuestra, y habíamos comido justo al lado de la taquilla, y teníamos además los bonos de la promoción 2x1 por unas 23 libras, descartamos entrar.
A ver, teníamos también la excusa de que íbamos muy a contrarreloj y queríamos ir también al "British Museum", al cual queríamos entrar de todas todas y lo cerraban a las 17:30 h. Aunque a la vuelta, me dí cuenta de la dimensión real del monumento me arrepentí (he de decir que tampoco llevé muy preparado el viaje y en cosas como éstas se notó).
Así que nos cogimos el metro en la parada denominada "Tower Hill", y fuimos hasta "Tottenham Court Road", donde recordábamos que debíamos bajarnos para ir al British Museum. Un par de calles y en cinco minutos ya estábamos enfrente de la entrada donde había infinidad de gente.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Serían sobre las cuatro y media de la tarde, por lo que apenas disponíamos de una hora para ver el museo. No llega a ser el "Louvre" de París pero también es muy grande por lo que íbamos a contrarreloj y tendríamos que ir casi corriendo, por lo que luego también me arrepentí en cierta forma en no haber dejado más tiempo para esta visita.
Entramos y ya llegamos a la zona central, el atrio, desde donde hay diversas salas y pisos distribuídos según los restos arqueológicos que albergan, pero ni nos molestamos en pedir plano ni nada. Como en el resto de museos, la entrada era gratuíta y a la entrada estaban unas huchas donde podías dejar donativos.
Lo cierto es que los ingleses son de los grandes expoliadores que hay en el mundo
y hay colecciones de sitios a los que llegaron y se llevaron todo lo que encontraron. Un ejemplo muy claro es Egipto, donde hay infinidad de restos arqueológicos, sarcófagos, orfebrería etc.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
No es lo único que hay, ya que también hay su apartado de cultura clásica (Roma y Grecia), América Latina, Oriente Medio, etc. Incluso encontramos algún traje de esquimal a lo largo de las diferentes salas
Merece mucho la pena, es un museo únicamente arqueológico y no vais a encontrar ningún cuadro (para eso ya está la National Gallery y la Tate Modern).
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Descubriendo, nos encontramos con que allí también estaban expuestas las medallas que se iban a entregar a los mejores en los Juegos Olímpicos que empezarían tres meses más tarde.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Pero claro, la mayor intriga, era saber dónde estaba la "Piedra Rosetta", que es el principal reclamo del museo (lo mismo que en el Louvre lo es la "Gioconda") y no sabíamos donde estaba, quedando muy poco tiempo para que el museo cerrase sus puertas.
Tan al límite fuimos, que cuando lo encontramos, estábamos en el grupo de rezagados que estaba tirando fotos a la desesperada
. Hasta el punto que acabó viniendo una responsable de seguridad enfadada pidiendo que nos fuéramos y dejásemos de sacar fotos. Puedo decir que fui el último en poder sacarme una foto con la piedra Rosetta, porque después la señora se plantó ya delante con los brazos abiertos para que no sacásemos más fotos (se le agotó la paciencia). Por fortuna anteriormente a mi novia y con la piedra en solitario le había podido sacar alguna foto.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
La piedra Rosetta
El museo estaba ya cerrado, y solo quedaba abierto al público durante unos minutos más el atrio central, donde está la típica tienda de souvenirs y alguna escultura que invita a hacer la típica foto chorra.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
En mi caso, no me resistí a comprar el llavero con la piedra Rosetta por un precio de 3,5 libras. Así sin más, nos salimos del museo. Eran casi las seis de la tarde y habíamos acabado con la programación del día. ¿Qué hacemos ahora?
CAFÉ Y SOUVENIRS EN EL ENTORNO DE TRAFALGAR SQUARE
Enfrente del British Museum nos encontramos la típica cabina telefónica roja y nos dimos cuenta de que aún no nos habíamos sacado la instantánea guiri de turno saliendo de la cabina, así que ¡zas!... Foto al canto.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Del otro lado de la calle había una tienda de souvenirs, que tenía lo típico que te encuentras de imanes, figuras, camisetas, etc. aunque en este caso un pelo más "fina" que la media, tanto que nos encontramos algunas tazas de porcelana conmemorativas, y cogimos alguna.
Como aún teníamos tarde por delante, decidimos ir caminando hacia Trafalgar Square de nuevo, a contagiarnos un poco del ambiente y de paso si veíamos alguna tienda más de souvenirs con algo interesante... Pues para dentro.
Eso sí, aunque no estaba muy lejos para ir andando, sí que decidimos ir muy tranquilamente, porque ya nos habíamos metido un tute considerable y había que descansar. En vez de ir por las calles principales, nos dejamos perder por las calles cercanas a Covent Garden (aunque eso era un decir, porque teníamos a mano el plano, jeje).
Y casualmente nos volvimos a encontrar otra cafetería de la compañía "Costa" y entramos de nuevo a tomar un café. Hay que decir que a todo ésto había dejado de llover y el paseo se estaba haciendo más agradable, pero nos metimos un rato en esa cafetería más por descansar que porque nos apeteciese un café, jeje.
En cuanto descansamos, continuamos andando, al tiempo que se iba oscureciendo el día. Llegamos a Leicester Square, y después continuamos por Charing Cross hasta Trafalgar Square. Esa plaza me encantó, abierta, con gente de todas partes y sin estar muy recargada a mi me gustó. Aproveché para tirar alguna foto al contador que había de los días que quedaban para la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos (concretamente 142 días, 1 hora, 48 minutos y 59 segundos).
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Tras contemplar un poco la plaza nos fuimos a ver las múltiples tiendas de souvenirs que hay por allí, todas con lo mismo y a precios más o menos similares. Deshicimos nuestros pasos por Charing Cross, donde también son numerosas las tiendas de ese tipo, y recuerdo que en una de ellas compré una camiseta negra con el logotipo del metro y la leyenda "Mind the gap"
La frasecita me hizo gracia escucharla una y otra vez en el metro, tanto que se me quedó y me compré la camiseta (actitud friki total).
PASEO POR LA CALLE INDITEX (¿O ERA OXFORD STREET?)
Con el día oscuro que había, no eran las ocho de la tarde y la noche estaba ya encima. No obstante, mi novia se merecía un detalle después de hacerle caminar todo el día y decidimos ir a la calle de las tiendas asequibles para todos los bolsillos y de franquicias en todas partes conocidas: Óxford Street.
Para ello, había que continuar por Charing Cross hasta llegar a la plaza "Tottenham Court Road" por la que tantas veces ya habíamos pasado. Allí a mano izquierda comienza Oxford Street, una calle inmensa y larguísima que va en dirección a Hyde Park, y más adelante se convierte en Bayswater Road, que era por donde estaba nuestro hotel... Pero caminar hasta allí sería una salvajada.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
En Oxford Street
En cualquier caso, al tiempo que empezábamos a caminar por Oxford Street, la lluvia volvía a aparecer, por lo que el paseo se volvía otra vez incómodo. Como decimos, esta calle era la de las tiendas y franquicias como C&A, H&M o sobre todo Zara.. Sin exagerar, igual nos encontramos 4 o 5 tiendas del la franquicia gallega, amén de un par de tiendas de "Mango". Anda que no se lo tienen bien montado.
Pero nosotros a donde nos dirigimos fue al "Primark", ¡anda que no tendríamos otra cosa que hacer en Londres! Era la única tienda que estaba abierta a esa hora y cerraba a las nueve. Y lo cierto que aunque hay franquicias por todo el mundo (y en España unas cuantas) la tienda estaba a reventar de gente de todas partes mirando los artículos de baja calidad pero precios asequibles. Aún estuvimos ahí un buen rato.
MCDONALDS Y AL HOTEL
Lo cierto es que eran ya casi las nueve cuando salimos de "Primark" y al poco tiempo ya nos encontramos con "Marble Arch", que es lugar donde comienza Hyde Park y el punto donde había una parada de metro. Allí comenzaba precisamente Bayswater, pero todavía había un largo trecho hasta el hotel, por lo que ni se nos pasó por la cabeza ir andando.
En esa zona nos encontramos otro McDonalds, y como lo que realmente deseábamos era cenar y descansar, pues allí que nos metimos a cenar. Se nota que éramos españoles porque realmente se veía que estaba en las últimas el local y con ganas de cerrar. Es el horario del resto de Europa, y si en una capital como Londres andan así, no me quiero imaginar la situación en el típico pueblo pequeño inglés.
Cumplido el trámite de la cena, nos metimos en la estación de metro de "Marble Arch", siendo el trayecto desde allí hasta nuestra parada corto y en la misma linea, la "central" (roja) y desde donde solo había dos paradas antes de llegar a Queensway.
Desde ahí poco más que hacer. Casi casi ya eran las diez de la noche, pero estábamos tan cansados que no tardamos en dormir.
El día siguiente era cuando teníamos que coger el vuelo de regreso a Madrid por la tarde, pero sobre las dos y media había que estar en Gatwick, por lo que no podíamos enredarnos mucho.
Así que el plan era tomárnoslo con mucha calma, quizás acercarnos hasta los almacenes de Harrods y poco más, pero eso ya lo pensaríamos al día siguiente.
Bastante comprimido, si teníamos en cuenta que el British cerraba sobre las 17:30 h.:x :x :x Así que íbamos un poco contrarreloj. Como hicimos el día anterior, la opción era salir sobre las 9 y media, cuando comenzaba la tarifa fuera de horario punta en el metro (Off Peak) y sabiendo que el London Eye comenzaba a funcionar a las diez de la mañana.
Así que cumplimos con lo habitual en estos casos, prepararse y desayunar con calma ya que tampoco había demasiada gente en el comedor. En cualquier caso, comprobamos que el día que habíamos escogido no era el más indicado, ya que estaba lloviendo


PROBLEMAS EN EL "LONDON EYE", AUNQUE AL FINAL SUBIMOS
El trayecto en metro ya nos lo conocíamos casi al dedillo


Se trata además de una estación grande de trenes situada al otro lado del río. Salimos y tras recorrer un par de calles en dirección al río y más o menos cinco minutos andando, llegamos al "London Eye", la principal noria panorámica de Londres, que alcanza una altura máxima de 135 metros de altura, con lo que se ve todo Londres. Debo decir que a mi novia le daba un poco de respeto lo de montar en una nora tan alta pero al final la acabé convenciendo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
En primer lugar llegamos a la taquilla, y una de las cosas que nos convenció es que disponíamos de la "promoción 2x1" que comenté antes que ofertaba en determinados monumentos la compañía de ferrocarriles ingleses presentando uno de sus billetes. Como teníamos los billetes del Gatwick Express, los presentamos en la taquilla con el bono promoción y solo tuvimos que pagar un billete, que no es barato, porque son 19,5 libras y otra cosa es si tuviésemos que pagar los dos con un coste de casi 40 libras, que ya nos lo pensaríamos mejor (repito que la promoción en el año 2013 ya ha desaparecido).
Sin embargo aquí comenzaron las molestias


De repente empezaron a poner avisos de que por una avería se paraba la atracción hasta nuevo aviso, con lo que la gente comenzó a desalojar las colas. Un contratiempo porque queríamos subir, pero tampoco podíamos estar esperando mucho rato, teniendo el día tan comprimido, con lo que fuimos a que nos devolviesen el dinero.
De nuevo en las taquillas, tuvimos que tragar una nueva cola para cumplir dicho trámite. Poco a poco nos fuimos enterando de que había que rellenar un impreso y poner un número de tarjeta donde recibir el dinero, además de otros datos liosos. Menos mal que con un poco de ayuda y encontrar algunos españoles que nos ayudaron, fuimos rellenando el impreso en la cola.
Una de las cosas que pudimos comprobar es que picaresca hay en todas partes, no es propio solo de los españoles





MERECE LA PENA EL "LONDON EYE"
Al final una cola inútil pero no nos íbamos a quedar sin subir al "London Eye". Además, al ir rápidamente a la cola de la noria, tampoco encontramos mucha gente y tendríamos que esperar otros 15 minutos, más o menos, con los dos controles de seguridad incluídos. Cuando íbamos a subir, vimos que una de las cabinas había sido desmontada, con lo que el problema probablemente estuviese ahí.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
A punto de subir
Subíamos aproximadamente de 12-15 personas en cada cabina y así fuimos nosotros, en un viaje placentero en una noria muy estabilizada, que no notas balanceo alguno ni notas que te mueves, al tiempo que vas viendo como los edificios londinenses se van haciendo más pequeños y tienes un plano para que te orientas dónde están los principales reclamos de la ciudad.
La pena es que cuando empezamos a subir, la lluvia comenzó a intensificarse, con lo que las gotas se acumulaban en la cabina y estropeaba un poco la vista y las fotos. Aún así merece la pena y es espectacular, más aún cuando llegas arriba del todo. Es la ocasión de tirar infinidad de fotos y recrearse con las vistas.
Tras unos 20 minutos más o menos de viaje, bajamos ya del "London Eye", y decidimos iniciar el recorrido por ese lado del río Támesis hasta llegar al puente de la torre. Así que paciencia y a caminar.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
HASTA EL TATE MODERN Y LA CATEDRAL DE SAN PABLO
Serían sobre las 11 y media de la mañana o las doce casi, ya que con los retrasos acumulados, habíamos echado tiempo en la noria. Ocasión para sacar algunas fotos más panorámicas al "London Eye" y empezar a caminar, aunque rápidamente nos dimos cuenta que el paseo no iba a ser precisamente placentero.




Aún así el paseo en condiciones normales tiene que ser una pasada, viendo el skyline de la City al lado del río. Todo ello al lado del río y tras llevar un rato caminando y recorrer la curva que en ese punto hace el Támesis, llegamos al primer punto de interés real, el "puente del Milenium", diseñado por el español Calatrava. Desde allí tienes la vista de la catedral de San Pablo y del edificio de oficinas que llaman "El pepinillo", por lo que es imprescindible tomar una foto con todo desde el otro lado del río.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
El puente del Milenio, con el edificio conocido como "El Pepinillo" al fondo.
El puente del Millenium es peatonal y había que cruzarlo para ir hasta la catedral de San Pablo, pero antes teníamos detrás uno de los principales museos de arte moderno del mundo, la "Tate Modern Gallery".
Aprovechamos que el acceso a los museos es gratuíto y solo pagas la voluntad que quieras dar en las huchas que hay en la entrada después de hacer la visita. Son donativos para contribuir a su mantenimiento, y me llamó la atención ese concepto ya que salvando las diferencias, era como "dejar propina en un bar".


Hay que decir que tampoco dedicamos mucho tiempo a esta galería (que sale entre otros filmes en la película "Matchpoint" de Woody Allen), porque no teníamos mucho tiempo ni tampoco nos llama la atención demasiado los movimientos de vanguardia ni últimas tendencias.
Según llegas, te encuentras un edificio enorme como si fuese una gran fábrica, y según entras, hay un enorme hall desde donde se suceden las escaleras mecánicas donde vas a una u otra galería. La mayoría son gratuítas, pero en las exposiciones temporales había que pagar.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Edificio del Tate Modern, hall principal, y sala de exposiciones. Sacadas de Wikimedia commons (nosotros no tiramos ninguna foto)
El paso fue bastante breve y nos salimos rápido. Y la idea era ir hacia la catedral de San Pablo. Cruzamos el río a través del puente del Millenium, desde el que intentamos ir lo más rápido posible, porque aquí las ráfagas de viento se notaban más aún. Así llegamos al otro lado del Támesis
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Puente del Milenio, con la catedral de San Pablo al fondo
Seguimos un poco más adelante y ya de repente nos encontramos con el templo. Está en el mismo epicentro de la City londinense, por lo que todo son edificios modernos y en el medio está la Catedral de San Pablo


Centrándonos en San Pablo, data de esa época y es el gran templo religioso de la iglesia anglicana (a la que pertenecen la mayoría de ingleses), con una estructura más bien neoclásica con su cúpula, que es de las más altas del mundo. Entrar al templo y subir arriba del todo costaba 15 libras, pero después de estar en el London Eye tampoco lo consideramos imprescindible.
Vamos, que aparte la plaza en la que está situada esta catedral es lo suficientemente pequeña como para sacar una foto en la que se viese toda la fachada principal (hay que recordar que son más de 100 metros de altura), con lo que la decepción en este aspecto apareción en cierta forma.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Luego entramos dentro y no recuerdo si por acceder hacia la bancada costaba algo, pero por dentro tampoco nos pareció nada del otro mundo. Igual digo un sacrilegio, pero hay infinidad de catedrales que me han gustado más que ésta.
Tampoco dedicamos más tiempo y regresamos al puente del Milenio, que cruzamos y nos paramos a sacar algunas fotos panorámicas de la zona, incluso de ese edificio en forma piramidal (Shard London Bridge), que nos había llamado tanto la atención, que estaba en construcción y que es de los más altos de Europa.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Foto tomada desde el puente del Milenio, con el edificio "Shard London Bridge" a la derecha y el "Tower Bridge" muy al fondo
En la parte negativa, la lluvia no cesaba y el viento al pasar por este puente acabó por desgraciar el paraguas que llevábamos.
HACIA LA ZONA DEL "TOWER BRIDGE", DONDE COMIMOS
A esas alturas, decidimos seguir caminando hacia la zona del Puente de la Torre donde habíamos estado el día anterior y comer aproximadamente en esa zona. La idea era seguir yendo al lado del río, pero ahí se acababa el paseo y tuvimos que continuar por una serie de calles paralelas sin vistas al río.
Nos habían dicho que había un mercado de frutas y demás en ese trayecto, pero no encontramos nada en absoluto, aunque cierto es que el día no era el más adecuado para montar puestos. Lo único que encontramos así relevante fue un local donde hacían exposiciones y números de terror, pero igualmente caro.
Vamos, que si hubiésemos ido en metro tampoco hubiésemos perdido nada


*** Imagen borrada de Tinypic ***
Ya pasaban de las dos y cuarto y había hambre por lo que buscamos sitio para comer. Hay que decir que en el margen del río en el que estábamos no había casi nadie por la calle, nos encontramos con un local especie de panadería con platos de pasta para calentar en microhondas y ensaladas, pero no había nadie dentro y eso nos echó para atrás.
Al final sacamos fuerzas de flaqueza



El sitio estaba en una especie de sótano, regentado por hindús y lo cierto es que había sitio para sentarse y comer tranquilamente el pescado por patatas fritas, con lo que para cumplir con el trámite nos valió. Luego nos dieron el postre, que resultó ser una tarrina pequeña de helado de vainilla y chocolate, pero bueno, siendo Londres y la opción económica, tampoco era mala, jeje.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
AL BRITISH MUSEUM EN VISITA EXPRÉS
Ese día y los posteriores nos dimos cuenta que quizás podíamos haber dejado más tiempo a los museos que nos interesaban. En primer lugar teníamos la "Torre de Londres" delante nuestra, y habíamos comido justo al lado de la taquilla, y teníamos además los bonos de la promoción 2x1 por unas 23 libras, descartamos entrar.



A ver, teníamos también la excusa de que íbamos muy a contrarreloj y queríamos ir también al "British Museum", al cual queríamos entrar de todas todas y lo cerraban a las 17:30 h. Aunque a la vuelta, me dí cuenta de la dimensión real del monumento me arrepentí (he de decir que tampoco llevé muy preparado el viaje y en cosas como éstas se notó).
Así que nos cogimos el metro en la parada denominada "Tower Hill", y fuimos hasta "Tottenham Court Road", donde recordábamos que debíamos bajarnos para ir al British Museum. Un par de calles y en cinco minutos ya estábamos enfrente de la entrada donde había infinidad de gente.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Serían sobre las cuatro y media de la tarde, por lo que apenas disponíamos de una hora para ver el museo. No llega a ser el "Louvre" de París pero también es muy grande por lo que íbamos a contrarreloj y tendríamos que ir casi corriendo, por lo que luego también me arrepentí en cierta forma en no haber dejado más tiempo para esta visita.
Entramos y ya llegamos a la zona central, el atrio, desde donde hay diversas salas y pisos distribuídos según los restos arqueológicos que albergan, pero ni nos molestamos en pedir plano ni nada. Como en el resto de museos, la entrada era gratuíta y a la entrada estaban unas huchas donde podías dejar donativos.
Lo cierto es que los ingleses son de los grandes expoliadores que hay en el mundo



*** Imagen borrada de Tinypic ***
No es lo único que hay, ya que también hay su apartado de cultura clásica (Roma y Grecia), América Latina, Oriente Medio, etc. Incluso encontramos algún traje de esquimal a lo largo de las diferentes salas


*** Imagen borrada de Tinypic ***
Descubriendo, nos encontramos con que allí también estaban expuestas las medallas que se iban a entregar a los mejores en los Juegos Olímpicos que empezarían tres meses más tarde.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Pero claro, la mayor intriga, era saber dónde estaba la "Piedra Rosetta", que es el principal reclamo del museo (lo mismo que en el Louvre lo es la "Gioconda") y no sabíamos donde estaba, quedando muy poco tiempo para que el museo cerrase sus puertas.
Tan al límite fuimos, que cuando lo encontramos, estábamos en el grupo de rezagados que estaba tirando fotos a la desesperada


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La piedra Rosetta
El museo estaba ya cerrado, y solo quedaba abierto al público durante unos minutos más el atrio central, donde está la típica tienda de souvenirs y alguna escultura que invita a hacer la típica foto chorra.
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En mi caso, no me resistí a comprar el llavero con la piedra Rosetta por un precio de 3,5 libras. Así sin más, nos salimos del museo. Eran casi las seis de la tarde y habíamos acabado con la programación del día. ¿Qué hacemos ahora?


CAFÉ Y SOUVENIRS EN EL ENTORNO DE TRAFALGAR SQUARE
Enfrente del British Museum nos encontramos la típica cabina telefónica roja y nos dimos cuenta de que aún no nos habíamos sacado la instantánea guiri de turno saliendo de la cabina, así que ¡zas!... Foto al canto.

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Del otro lado de la calle había una tienda de souvenirs, que tenía lo típico que te encuentras de imanes, figuras, camisetas, etc. aunque en este caso un pelo más "fina" que la media, tanto que nos encontramos algunas tazas de porcelana conmemorativas, y cogimos alguna.
Como aún teníamos tarde por delante, decidimos ir caminando hacia Trafalgar Square de nuevo, a contagiarnos un poco del ambiente y de paso si veíamos alguna tienda más de souvenirs con algo interesante... Pues para dentro.


Eso sí, aunque no estaba muy lejos para ir andando, sí que decidimos ir muy tranquilamente, porque ya nos habíamos metido un tute considerable y había que descansar. En vez de ir por las calles principales, nos dejamos perder por las calles cercanas a Covent Garden (aunque eso era un decir, porque teníamos a mano el plano, jeje).
Y casualmente nos volvimos a encontrar otra cafetería de la compañía "Costa" y entramos de nuevo a tomar un café. Hay que decir que a todo ésto había dejado de llover y el paseo se estaba haciendo más agradable, pero nos metimos un rato en esa cafetería más por descansar que porque nos apeteciese un café, jeje.
En cuanto descansamos, continuamos andando, al tiempo que se iba oscureciendo el día. Llegamos a Leicester Square, y después continuamos por Charing Cross hasta Trafalgar Square. Esa plaza me encantó, abierta, con gente de todas partes y sin estar muy recargada a mi me gustó. Aproveché para tirar alguna foto al contador que había de los días que quedaban para la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos (concretamente 142 días, 1 hora, 48 minutos y 59 segundos).
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Tras contemplar un poco la plaza nos fuimos a ver las múltiples tiendas de souvenirs que hay por allí, todas con lo mismo y a precios más o menos similares. Deshicimos nuestros pasos por Charing Cross, donde también son numerosas las tiendas de ese tipo, y recuerdo que en una de ellas compré una camiseta negra con el logotipo del metro y la leyenda "Mind the gap"



PASEO POR LA CALLE INDITEX (¿O ERA OXFORD STREET?)
Con el día oscuro que había, no eran las ocho de la tarde y la noche estaba ya encima. No obstante, mi novia se merecía un detalle después de hacerle caminar todo el día y decidimos ir a la calle de las tiendas asequibles para todos los bolsillos y de franquicias en todas partes conocidas: Óxford Street.
Para ello, había que continuar por Charing Cross hasta llegar a la plaza "Tottenham Court Road" por la que tantas veces ya habíamos pasado. Allí a mano izquierda comienza Oxford Street, una calle inmensa y larguísima que va en dirección a Hyde Park, y más adelante se convierte en Bayswater Road, que era por donde estaba nuestro hotel... Pero caminar hasta allí sería una salvajada.


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En Oxford Street
En cualquier caso, al tiempo que empezábamos a caminar por Oxford Street, la lluvia volvía a aparecer, por lo que el paseo se volvía otra vez incómodo. Como decimos, esta calle era la de las tiendas y franquicias como C&A, H&M o sobre todo Zara.. Sin exagerar, igual nos encontramos 4 o 5 tiendas del la franquicia gallega, amén de un par de tiendas de "Mango". Anda que no se lo tienen bien montado.
Pero nosotros a donde nos dirigimos fue al "Primark", ¡anda que no tendríamos otra cosa que hacer en Londres! Era la única tienda que estaba abierta a esa hora y cerraba a las nueve. Y lo cierto que aunque hay franquicias por todo el mundo (y en España unas cuantas) la tienda estaba a reventar de gente de todas partes mirando los artículos de baja calidad pero precios asequibles. Aún estuvimos ahí un buen rato.
MCDONALDS Y AL HOTEL
Lo cierto es que eran ya casi las nueve cuando salimos de "Primark" y al poco tiempo ya nos encontramos con "Marble Arch", que es lugar donde comienza Hyde Park y el punto donde había una parada de metro. Allí comenzaba precisamente Bayswater, pero todavía había un largo trecho hasta el hotel, por lo que ni se nos pasó por la cabeza ir andando.



En esa zona nos encontramos otro McDonalds, y como lo que realmente deseábamos era cenar y descansar, pues allí que nos metimos a cenar. Se nota que éramos españoles porque realmente se veía que estaba en las últimas el local y con ganas de cerrar. Es el horario del resto de Europa, y si en una capital como Londres andan así, no me quiero imaginar la situación en el típico pueblo pequeño inglés.
Cumplido el trámite de la cena, nos metimos en la estación de metro de "Marble Arch", siendo el trayecto desde allí hasta nuestra parada corto y en la misma linea, la "central" (roja) y desde donde solo había dos paradas antes de llegar a Queensway.
Desde ahí poco más que hacer. Casi casi ya eran las diez de la noche, pero estábamos tan cansados que no tardamos en dormir.
El día siguiente era cuando teníamos que coger el vuelo de regreso a Madrid por la tarde, pero sobre las dos y media había que estar en Gatwick, por lo que no podíamos enredarnos mucho.
Así que el plan era tomárnoslo con mucha calma, quizás acercarnos hasta los almacenes de Harrods y poco más, pero eso ya lo pensaríamos al día siguiente.