![]() ![]() Domingo 7 de diciembre del 2008 ✏️ Diarios de Viajes de Reino Unido
El domingo empezamos desayunando otra vez en el Costa, recién despiertos no nos apetecia investigar más y dimos por válido el refrán “más vale malo conocido…” La primera visita del dia fue la Catedral de Westminster, a apenas cinco minutos del...![]() Diario: Fin de semana en Londres⭐ Puntos: 4.5 (4 Votos) Etapas: 4 Localización:![]() [align=justify]El domingo empezamos desayunando otra vez en el Costa, recién despiertos no nos apetecia investigar más y dimos por válido el refrán “más vale malo conocido…” La primera visita del dia fue la Catedral de Westminster, a apenas cinco minutos del hotel. Hacia bastante más frio que el dia anterior. No llegamos a ver la temperatura en ningún lugar, pero si se estaban cumpliendo las predicciones que habia consultado un par de dias antes de la partida, debiamos rondar los 2º C. Por suerte, la falta de lluvia hizo que el viaje fuera más agradable. La Catedral de Westminster está situada en Victoria St. y pudimos visitarla por dentro, aunque estaba en obras y llena de andamios pudimos admirar su originalidad. Volvimos a coger el metro en la estación Victoria y nos plantamos en la de Westminster, asi que pudimos ver solo salir del subterráneo, la torre que soporta el Big Ben, las Houses of Parliament y la Abadia de Westminster, pero solamente por fuera, la entrada costaba casi 25 euros. Lo dejamos pasar. Regresamos sobre nuestros pasos y volvimos a coger el metro en la misma estación donde nos habiamos parado 33 fotos antes y nos acercamos a la catedral de St. Paul, (la parada de metro es St, Paul, pero nos bajamos en Mansion House para no tener que hacer ninguna clase de transbordo) lugar de culto donde se casaron Diana de Gales y Carlos de Inglaterra. Me gustó bastante, ya que no cumplia con los estereotipos de catedral. Desde fuera pasaba más por un edificio público (como podria ser el parlamento). Dentro se estaba celebrando un oficio, por lo que no se nos permitió pasar más allá de la pila bautismal de la entrada. Regresar al metro nos dió mucha pereza, y llegar a Tower Hill implicaba muchas escaleras arriba y abajo, asi que decidimos probar el bus rojo londinense de dos pisos, que nos fue genial porque iba directo a la Torre de Londres, que divisamos desde la ventanilla del piso inferior de tan antiguo vehículo. El único inconveniente que encuentro a este medio de transporte es que no menciona las paradas que hace, por lo que si no conoces la forma y el color de tu destino, puede ser un poco complicado. El revisor puede que te eche un cable en caso de duda. Nos dimos un paseo alrededor de la Torre de Londres, ignorando que dentro se guardan uno de los mejores tesoros, las joyas de la corona, y vimos el famoso puente compuesto de dos torres por el que cruzaban cientos de personas ese dia. Una vez más, el hambre arreciaba y decidimos satisfacer nuestra necesidad cerca de nuestro próximo destino, el Museo Británico (al fin, algo gratis) Y, con la mente puesta en algo con sabor oriental, cogimos el metro en Tower Hill y nos bajamos en Holborn. Paseando en busca del museo localizamos un hindú que tenia buena pinta, en las inmediaciones de Covent Garden, y después de mirar un par de tiendas y comprarme un capricho (si, si, yo encantada con las tiendas abiertas en domingo) nos sentamos y recordamos nuestras viejas y respectivas aventuras con la comida picante asiática (por el módico precio de unos 21 euros por cabeza) El Museo Británico estaba repleto de gente, pero al ser muy espacioso, no resultaba molesto contemplar las esculturas. Por desgracia ya llevábamos muchas horas caminando y no apreciamos mucho las 5 plantas que se nos ofrecian, pero hicimos un sobreesfuerzo, filtramos por preferencias, y elegimos un bonito y tranquilo banco donde observamos por tiempo indefinido y con cierta desgana una vitrina que contenia un traje de samurai. La última parada que decidimos hacer después de tumbarnos tal cual sacos de piedra en la cama fue visitar un pub irlandés en el Soho, donde actuaban en directo unos jóvenes con mucho vigor y ánimo unas alegres canciones de su pais. El Waxy o’Connors está situado en el Soho, cerquita de Picadilly, y es un lugar bastante grande, dividido en diversas salas y niveles, por lo que puedes elegir entre sentarte en la zona de restaurante, degustar cervezas de pie mientras oyes a Bono y escuchar música en directo. Nos hizo ilusión cenar en un lugar típico, asi que nos quedamos allí, aun sin estar muy seguros de acabar encontrando mesa, la suerte nos sonrió. La comida que sirven yo la compararia con las cafeterias de platos combinados españolas, es decir, un poco de todo en plan rápido: pasta, sandwiches, fisch and chips, pasteles de carne, hamburguesas…. En la página web tiene la carta detalladita: www.waxyoconnors.co.uk. Volver a casa fue lo más pesado, ya que el avión salía el lunes a las 7 de la mañana y tuvimos que levantarnos a las 2.30 de la mañana para terminar de hacer las maletas, caminar hacia la estación, esperar el tren (evidentemente el lento, que cuesta menos), hacer todo el trayecto, facturar con al menos dos horas de antelación para poder elegir asiento, y finalmente desayunar ese “mini” café latte con muffin y sabor a catering de aeropuerto Índice del Diario: Fin de semana en Londres
03: Domingo 7 de diciembre del 2008
04: Otros
Total comentarios: 2 Visualizar todos los comentarios
📊 Estadísticas de Etapa ⭐ 0 (0 Votos)
![]() Total comentarios: 2 Visualizar todos los comentarios
CREAR COMENTARIO EN LA ETAPA
Diarios relacionados ![]() ![]() ![]() ![]()
![]() |