A las 9 de a mañana cogimos un taxi, para recoger nuestro estupendo coche y ponernos en marcha hasta Sopot, nuestro objetivo era desayunar en la terraza de "The Crooked house" y perdernos hasta el medio día.
Sopot se encuentra a 12 km. de Gdansk, aunque el tráfico es muy intenso y se tarda bastante en realizar este trayecto.
Al rededor las 11h. llegábamos al centro de la ciudad, la calle principal Ul. Bohaterow Monte Cassino, una enorme calle que llega hasta las playas.

Es una ciudad muy turística.
"The Crooked House"

Seguimos nuestro itinerario hasta el muelle, para acceder al mirador hay que pagar 8Pln, las vistas merecen el paseo.

Tal y como teníamos previsto, emprendimos rumbo al Castillo de Malbork, nos quedaba a 1:30h. de viaje, unos 67 km. los límites de velocidad 70 km. hora por carreteras nacionales.
CASTILLO DE MALBORK
Es el castillo de la Orden de los Caballeros Teutónicos.
Llegamos a Malbork sobre las 15:00h. hay una zona de aparcamiento y está todo muy bien montado, ya que es una zona turística. cerca de la entrada del castillo hay restaurantes y puestos donde venden todo tipo de souvenirs.
La entrada al Castillo cuesta 39,50Pln es una visita que se puede coger guiada o por libre, nosotras la hicimos por libre. Una larga visita...

El acceso a la torre, para poder ver las vistas de la ciudad se paga a parte, 8Pln.
Empezamos a darnos cuenta que se paga por todo, la impresión es que todo lo relacionado con las zonas turísticas, lo tienen muy controlado, no se les escapa nada.

Salimos de Malbork en dirección a Torun nos quedaban unos 150 km. que de nuevo por carreteras nacionales, aunque con algún tramo de autovías, las carreteras están mejor de lo que nos lo habían dicho.
TORUN
Llegamos de noche y nuestro albergue se encontraba justo en el centro del barrio viejo, es decir sin acceso para vehículos, la suerte que tuvimos es que muy cerca del Hostel había un hotel estupendo que por 30 Pln pudimos dejar el coche en el aparcamiento hasta las 17.00h. del día siguiente.
Esa noche llovió a mares, por lo que nos sentamos en una terraza a cenar. El detalle en este país es que las terrazas las tienen muy bien acondicionadas y abren todo el año.
Volvimos a probar la cocina polaca.