Pues sí! Escapada a Ámsterdam! Cuando planificamos este viaje entre septiembre-octubre no teníamos pensado escaparnos a Holanda, pero un familiar nos animó a hacerlo...y la verdad no nos arrepentimos.
Reservamos los billetes de tren thalys en España, en la página web www.sncb-europe.com , llevamos los billetes impresos desde casa. Nos salió la ida y vuelta por 90€ cada uno.
El tren sale de Brussels Midi a las 8:50h, en los paneles está muy bien señalizados los andenes y antes de subir al tren el revisor comprueba que estás subiendo en tu vagón (los asientos estaban reservados).
Hubo un pequeño error, qué novedad en este viaje! jeje los revisores nos subieron al thalys a Paris, no a Ámsterdam...asi que los viajeros que íbamos a Ámsterdam tuvimos que cambiarnos al thalys correcto.
Los trenes son modernos, hay wifi y enchufes. La clave para la conexión wifi aparece en los billetes.
Pasamos Amberes, Rotterdam y 2h después llegamos a Ámsterdam.
Salimos de la estación central, sacamos las fotos de rigor con la preciosa fachada y empezamos a notar el gélido temporal que azotaba Europa, un viento que nos congelaba las ideas y una granizada de campeonato nos recibieron.
En frente de la estación está la oficina de turismo, decidimos comprar un mapa de la ciudad (los venden en unas máquinas expendedoras, vienen empaquetados en una simpática cajita que parece un medicamento),compramos los billetes para hacer la visita por los canales a cubierto, hay que coger número y esperar tu turno para que te atiendan en la ventanilla. La chica que nos atendió hablaba castellano, nos marcó los puntos imprescindibles del mapa y nos dió los tickets para el barco. Escogimos la empresa Canal Cruise, cada billete nos costó unos 15 € y la duración es de 1 hora.
El embarcadero está al lado de la oficina de turismo, no tiene pérdida. Hicimos cola para embarcar y cuando el barco estuvo lleno empezamos el viaje. El barco estaba cubierto y con calefacción

Regresamos al muelle de partida para desembarcar. Nos dirigimos hasta la plaza Dam por Damrak, que está repleta de puestecitos navideños desde el principio al final...con todo tipo de productos y comida. Vimos un puesto con figuras y objetos de chocolate, asi que compramos un pequeño souvenir: unas tuercas de chocolate muy originales, había muchísimas herramientas de chocolate (martillos, alicates,destornilladores...).
Caminando llegamos a Vlaamse Friet (Damrak,58), local dedicado a las famosas patatas fritas, pues allá vamos, primeros cartuchos de patatas. Puedes escoger entre un montón de salsas y hay diferentes tamaños. Nosotros nos zampamos un cartucho entero cada uno y nos dejó superempachados. La verdad que las patatas están riquísimas

Llegamos a la plaza Dam, llena de gente y de palomas! Son las 13,30h aprox y ya notamos que el atardecer se va acercando...
Aunque sólo le dedicamos un día a Ámsterdam, no podíamos marcharnos sin visitar la casa de Anna Frank. Habíamos leido que las colas son monumentales (lo pudimos comprobar en el paseo por el canal, pasamos delante de la casa de Anna Frank y la cola era bastante larga...), asi que fuimos previsores y arriesgados, compramos las entradas por internet cuando organizamos el viaje, desde la página web www.annefrank.org/ ...-en-linea/ Nos salió por 9,50€/persona, hay que escoger la hora de visita al comprar las entradas.
Desde la plaza Dam a la casa de Anna Frank se tarda unos 5 min andando. Nuestra reserva es para las 14,40h, vamos con tiempo, aprovechamos a hacernos las primeras fotos rodeados de bicis y en el exterior de la casa.
La entrada para los visitantes que tienen entrada reservada online no entran por la misma puerta que la gente que hace cola... si lleváis las entradas compradas hay que entrar por la puerta que hay junto a la entrada "original" a la casa (de todas formas está señalizado

Qué decir de la casa, estás en la casa de Anna Frank, en las habitaciones que describe en el libro, donde vivieron, donde se escondieron, sientes que estás viviendo una parte de la historia, que puedes palpar aquello que nos narró Anna, en mi caso leí el diario de Anna Frank con 12 años y me impactó mucho. Asi que fue una visita increible. La visita es muy dinámica, con audios, videos, cientos de fotos, testimonios...el tiempo me pasó volando. Al final del recorrido hay una sala muy original, está repleta de zonas con pulsadores (sí/no) y pantallas gigantes en las que se lanzan preguntas al auditorio (por ejemplo: sobre el racismo, religiones...) y tú con tu pulsador tienes que escoger sí o no. Dejan un tiempo determinado para contestar y hacen la estadística al momento: por ejemplo " en esta sala un 10% de las personas creen que el velo islámico debería estar prohibido en lugares públicos". Y hay datos que no te dejan indeferente. Una visita para reflexionar.
Después de la visita nos apetecía beber algo, ir al baño...esas cosas tan fisiológicas jeje asi que nos quedamos a tomar algo en la cafetería de la casa de Anna Frank y aprovechamos el wifi gratuito un rato mientras descansábamos.
Regresamos a la plaza Dam y empezamos a callejear por Kalverstraat, luego pasamos a Spuitstraat y bordeamos en canal Singel hasta el mercado de las flores, en la familia hay fanáticas de las flores que necesitaban sus tulipanes holandeses. Hay bastantes puestos, muchas opciones y precios. Nosotros compramos 2 bolsas con bulbos de tulipanes variados (luego florecieron todos idénticos jaja). Al lado del mercado de las flores encontramos la típica tienda de quesos para turistas, no nos complicamos, íbamos en plan turisteo total, asi que compramos un pack con 3 quesos edam-comino y unos cuantos paquetes de galletas de caramelo. Con este cargamento de bulbos, queso y galletas seguimos caminando al Rijksmuseum.
Sólo pudimos admirarlo por fuera... viendo lo impresionante que es el exterior, no me quiero imaginar cómo será por dentro. Una pena que la visita sea Express y no podamos visitarlo.
Al lado del Rijksmuseum están las famosas letras gigantes "I (am)sterdam", foto de rigor al canto

Ahora nos toca la visita idónea al caer la noche, nos vamos al barrio rojo

Tras una caminata empezamos a ver cada vez más coffee shops (se huelen a la legua, nosotros no entramos, porque no fumamos y el colocón podía ser de órdago) y sex shops, con escaparates bastante explícitos: puedes encontrar cualquier cosa que te puedas imaginar...desde referencias criticando a la iglesia, condonerías, maniquís hermafroditas, de todo! Llegamos al "punto cero" del barrio rojo, plagado de turistas, hombres, mujeres, gente joven... es llamativo ver cómo se exhiben en los escaparates. Hay locales tipo club, en los que los porteros intentan persuadir a mi novio para que entre


Camino de la estación volvemos por Damrak y picamos algo: a estas horas apetece algo caliente, entramos en delifrance a tomar unos cafés y algo dulce.
Llegamos a la estación central, antes de entrar pudimos contemplar cómo embarcaban los comensales de una cena en un barco superchulo. Debe ser maravilloso poder cenar una noche en un barco en un canal de Ámsterdam, además llevaban un grupo de música. Romanticismo elevado a la enésima potencia.
En la estación central tenéis bastantes tiendas, tanto de comida, supermercado, un HEMA





Después de hacer acopio de chorradinas en HEMA comprobamos nuestro tren en las pantallas. Salimos a las 20,20h de Ámsterdam y llegamos a Bruselas sobre las 22h aprox.
El día había sido agotador, asi que regresamos al hotel en metro desde Midi hasta Brouckere.
Mañana nos vamos a Brujas



