Nos levantamos pronto y bajamos a desayunar. Como es nuestro primer desayuno, Mario pide el Scottish Breakfast, a tope! Y yo algo más comedido… Aparte hay zumo, cereales, fruta y tostadas. Todo está riquísimo y nos sienta de miedo! Recogemos las maletas, pagamos (admite tarjeta) y nos despedimos de Stewart.
El día amanece soleado, así que decidimos atravesar la ciudad y cruzar el río para ver una panorámica de la ciudad desde el otro lado. Nuestro próximo destino será Pitlochry, pero antes hacemos una parada en el Scone Palace, es posible entrar a los jardines sin pagar la entrada. De camino vemos el desvío para Stanley Mills, una antigua fábrica de algodón, la visita está incluida dentro de la Explorer, así que nos acercamos. La visita es curiosa, pero no imprescindible, todo depende de sí te "interesa" o tienes tiempo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Continuamos hasta llegar a Pitlochry, un pueblo pequeño, bastante turístico, pero muy bonito. Paseamos tranquilamente por sus calles y de repente, ¡sorpresa!, se puso a llover. Nos cobijamos en una parada de bus, parece que no tiene intención de parar y cada vez llueve con más fuerza, así que después de un rato decidimos ir a por el coche y acercarnos al río Tummel, éste está represado y se puede ver a los salmones subir al otro lado. La verdad es que ver la presa no me pareció ni bonito ni interesante. Aunque pude ver un "salmón”, ¿?¿?, que creo debía estar descarriado.
La última parada del día iba a ser Aberdeen, así que la idea era aprovechar el trayecto para visitar algunos castillos. Por ello nuestra siguiente parada iba a ser Braemar. Cogimos la carretera, literalmente una carretera de cabras, o mejor dicho ovejas, las cuales están a sus anchas durante casi todo el recorrido, de hecho hay carteles que lo indican continuamente para que tengas especial cuidado. Al principio el trayecto estuvo bien, aunque la carretera era pequeña, el paisaje era agradable, ves tantas ovejitas, pero a mí me parecía que la carretera cada vez era más estrecha y los coches venían más rápido, uff, menudo viajecito…. Una de las cosas que no me ha gustado de las carreteras escocesas ha sido la inexistencia de arcenes!! Aunque he de decir que los primeros días se me hizo muy difícil (y eso que ya tenemos experiencia de haber conducido por Malta), después te acabas acostumbrando, menos mal!
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Continuando, nos adentramos en los Cairngorm Mountains donde pudimos disfrutar de unas preciosas vistas de las montañas ,entre ellas, algunas de las principales pistas de ski. Finalmente llegamos a Braemar, mucho más tarde de lo previsto, he de decir que los dos primeros días nos fue complicado calcular bien las distancias-tiempos. Y nos dimos cuenta de que, cerrando tan pronto los sitios, no íbamos a poder visitar todo lo que habíamos previsto para cada día. El pueblo es muy pequeño, fuimos a la oficina de turismo y la chica tampoco nos lo “vendió” muy bien. El castillo cerraba a las 17 y eran las 16:15, según el gps, teníamos casi treinta minutos de viaje, así que lo vimos tan ajustado de tiempo, que decidimos ir a comer. No había mucha oferta, finalmente entramos en "The Bothy", tomamos un sándwich, una porción de quiche, dos refrescos, una porción de tarta y un café por 18'75 £ (Admiten tarjetas y hay wifi). Acabamos de comer y ponemos dirección al castillo, siguiente sorpresa! estaba al lado! Todavía no habían cerrado y decidimos visitarlo por fuera, no me resultó tan espectacular como las fotos que había visto, quizás tampoco ayudasen mucho los andamios que tenía en gran parte de la fachada…
Seguimos nuestra ruta, siguiente parada Ballater y su castillo, también era tarde, pero esperábamos poder verlo aunque fuese por fuera, pero no es posible, está muy resguardado. Nos hicimos los chulitos e hicimos caso al gps, continuamos por una carretera, la cual parecía que llevaba al castillo, sería cierto, si, pero lo que no nos dijo el gps es que tendríamos apostado a un guardia en la puerta, así que…media vuelta. Paramos en Ballater, había salido el sol, y dimos un pequeño paseo por el pueblo. Coche de nuevo y directos a la siguiente parada, el castillo de Crathes, pudimos verlo por fuera y pasear por los jardines.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Aquí ya empezamos a notar el cansancio, lo bueno, que nuestra siguiente parada ya será Aberdeen. Llegamos al Beeches Aberdeen, www.beeches-aberdeen.com/, hay un aparcamiento detrás de la casa, pasamos el coche y entramos. Nos recibió John, hablaba muy rápido y apenas le entendía muy bien, así que me limité a decir a todo que si, ok y gracias, jajajaja, esa fue una de las tónicas del viaje, intentar coger palabras que diesen sentido a las rápidas frases que decían! La casa es muy grande y bastante oscura, de hecho al principio resultó un tanto confusa, pasillo por aquí, otro por allá, puerta, una salida al parking, escaleras…jajajaja. La habitación era muy amplia, en consonancia con la casa, algo oscura, pero estaba bien.
Dejamos las maletas y ponemos rumbo al centro de la ciudad. John nos recomienda un restaurante de Fish and Chips cercano a la casa, "The Ashvale", pasamos para ver a qué hora cierran, nos dicen que a las 23 horas. Así que como todavía es pronto para cenar, vamos a ver la ciudad. A ver, la ciudad es gris, mucho, vamos, que todo es gris, y del mismo tono!! Jajaja. Pero, como esperaba tan poco de ella, no me resultó tan fea como creía. Me gustó la arquitectura de algunos edificios que me recordaban a los castillos de exin.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Volvimos al restaurante para cenar, y nos comentaros que aunque cierran a las 23h, la cocina cerraba a las 21:30h, menos mal, estábamos “on time”! Pedimos un Ashvale whale y un Fisherman's feast, ambos iban acompañados por guisantes y patatas fritas. Menuda barbaridad cuando nos trajeron los platos! No pudimos acabarnos todo y pedimos una caja para llevarnos lo que nos había sobrado. La cena, con dos pintas, nos salió por 34,60 £. Volvimos a casa derrotados, hablamos con nuestras familias y a dormir.
El día amanece soleado, así que decidimos atravesar la ciudad y cruzar el río para ver una panorámica de la ciudad desde el otro lado. Nuestro próximo destino será Pitlochry, pero antes hacemos una parada en el Scone Palace, es posible entrar a los jardines sin pagar la entrada. De camino vemos el desvío para Stanley Mills, una antigua fábrica de algodón, la visita está incluida dentro de la Explorer, así que nos acercamos. La visita es curiosa, pero no imprescindible, todo depende de sí te "interesa" o tienes tiempo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Continuamos hasta llegar a Pitlochry, un pueblo pequeño, bastante turístico, pero muy bonito. Paseamos tranquilamente por sus calles y de repente, ¡sorpresa!, se puso a llover. Nos cobijamos en una parada de bus, parece que no tiene intención de parar y cada vez llueve con más fuerza, así que después de un rato decidimos ir a por el coche y acercarnos al río Tummel, éste está represado y se puede ver a los salmones subir al otro lado. La verdad es que ver la presa no me pareció ni bonito ni interesante. Aunque pude ver un "salmón”, ¿?¿?, que creo debía estar descarriado.
La última parada del día iba a ser Aberdeen, así que la idea era aprovechar el trayecto para visitar algunos castillos. Por ello nuestra siguiente parada iba a ser Braemar. Cogimos la carretera, literalmente una carretera de cabras, o mejor dicho ovejas, las cuales están a sus anchas durante casi todo el recorrido, de hecho hay carteles que lo indican continuamente para que tengas especial cuidado. Al principio el trayecto estuvo bien, aunque la carretera era pequeña, el paisaje era agradable, ves tantas ovejitas, pero a mí me parecía que la carretera cada vez era más estrecha y los coches venían más rápido, uff, menudo viajecito…. Una de las cosas que no me ha gustado de las carreteras escocesas ha sido la inexistencia de arcenes!! Aunque he de decir que los primeros días se me hizo muy difícil (y eso que ya tenemos experiencia de haber conducido por Malta), después te acabas acostumbrando, menos mal!
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Continuando, nos adentramos en los Cairngorm Mountains donde pudimos disfrutar de unas preciosas vistas de las montañas ,entre ellas, algunas de las principales pistas de ski. Finalmente llegamos a Braemar, mucho más tarde de lo previsto, he de decir que los dos primeros días nos fue complicado calcular bien las distancias-tiempos. Y nos dimos cuenta de que, cerrando tan pronto los sitios, no íbamos a poder visitar todo lo que habíamos previsto para cada día. El pueblo es muy pequeño, fuimos a la oficina de turismo y la chica tampoco nos lo “vendió” muy bien. El castillo cerraba a las 17 y eran las 16:15, según el gps, teníamos casi treinta minutos de viaje, así que lo vimos tan ajustado de tiempo, que decidimos ir a comer. No había mucha oferta, finalmente entramos en "The Bothy", tomamos un sándwich, una porción de quiche, dos refrescos, una porción de tarta y un café por 18'75 £ (Admiten tarjetas y hay wifi). Acabamos de comer y ponemos dirección al castillo, siguiente sorpresa! estaba al lado! Todavía no habían cerrado y decidimos visitarlo por fuera, no me resultó tan espectacular como las fotos que había visto, quizás tampoco ayudasen mucho los andamios que tenía en gran parte de la fachada…
Seguimos nuestra ruta, siguiente parada Ballater y su castillo, también era tarde, pero esperábamos poder verlo aunque fuese por fuera, pero no es posible, está muy resguardado. Nos hicimos los chulitos e hicimos caso al gps, continuamos por una carretera, la cual parecía que llevaba al castillo, sería cierto, si, pero lo que no nos dijo el gps es que tendríamos apostado a un guardia en la puerta, así que…media vuelta. Paramos en Ballater, había salido el sol, y dimos un pequeño paseo por el pueblo. Coche de nuevo y directos a la siguiente parada, el castillo de Crathes, pudimos verlo por fuera y pasear por los jardines.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Aquí ya empezamos a notar el cansancio, lo bueno, que nuestra siguiente parada ya será Aberdeen. Llegamos al Beeches Aberdeen, www.beeches-aberdeen.com/, hay un aparcamiento detrás de la casa, pasamos el coche y entramos. Nos recibió John, hablaba muy rápido y apenas le entendía muy bien, así que me limité a decir a todo que si, ok y gracias, jajajaja, esa fue una de las tónicas del viaje, intentar coger palabras que diesen sentido a las rápidas frases que decían! La casa es muy grande y bastante oscura, de hecho al principio resultó un tanto confusa, pasillo por aquí, otro por allá, puerta, una salida al parking, escaleras…jajajaja. La habitación era muy amplia, en consonancia con la casa, algo oscura, pero estaba bien.
Dejamos las maletas y ponemos rumbo al centro de la ciudad. John nos recomienda un restaurante de Fish and Chips cercano a la casa, "The Ashvale", pasamos para ver a qué hora cierran, nos dicen que a las 23 horas. Así que como todavía es pronto para cenar, vamos a ver la ciudad. A ver, la ciudad es gris, mucho, vamos, que todo es gris, y del mismo tono!! Jajaja. Pero, como esperaba tan poco de ella, no me resultó tan fea como creía. Me gustó la arquitectura de algunos edificios que me recordaban a los castillos de exin.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Volvimos al restaurante para cenar, y nos comentaros que aunque cierran a las 23h, la cocina cerraba a las 21:30h, menos mal, estábamos “on time”! Pedimos un Ashvale whale y un Fisherman's feast, ambos iban acompañados por guisantes y patatas fritas. Menuda barbaridad cuando nos trajeron los platos! No pudimos acabarnos todo y pedimos una caja para llevarnos lo que nos había sobrado. La cena, con dos pintas, nos salió por 34,60 £. Volvimos a casa derrotados, hablamos con nuestras familias y a dormir.