Como ya es habitual, madrugamos, tenemos que dejar el coche en el aeropuerto de Edimburgo antes de las 14 horas. Pero antes de abandonar Stirling todavía tenemos que hacer algunas visitas.
El desayuno está muy rico y es muy completo. Yo vuelvo a los huevos con salmón, están ricos y la cantidad es muy abundante. Además tomamos zumo, fruta, yogur... Éste es uno de los B&B que más me gustó, a pesar de estar alejado del centro, me pareció una buena zona, con una casa muy bonita, la habitación perfecta, cama cómoda, un desayuno rico, rico, por un precio razonable y con una propietaria majísima.
El día está triste y vemos que empieza a chispear. Liz nos explicó ayer que hay una calle al lado del castillo que no es de pago (Ballengeich Pass), así que cogemos el coche y allá que vamos a ver. Ya hay muchos coches y yo no estoy muy segura de si dejarlo allí es muy fiable….aunque cierto es que nada lo prohíbe. Aparcamos y en unos minutos ya estamos en el castillo. Prácticamente acaban de abrir y ya hay muchísima gente. El castillo nos gusta mucho y a pesar del mal tiempo que nos está haciendo y de la cantidad de gente que hay, disfrutamos la visita.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Una vez salimos queremos acercarnos a la Iglesia de Holy Rude. Cuando pasamos ayer ya estaba cerrada y nos gustaría visitarla. La entrada en gratuita y te facilitan información en español.
Volvemos al coche y nos disponemos a abandonar la ciudad. Cada vez llueve más y más.
Decidimos desviarnos un poco y acercarnos para ver la rueda de Falkirk. Cuando llegamos cae agua a mares, tanto, que yo decido quedarme en el parking. Mario se acerca a ver este “monstruo” de la ingeniería.
De camino al aeropuerto vemos que, aunque un poco justos, podemos acercarnos a ver Rosslyn Chapel, aunque sea por fuera. Craso error, no se ve nada!! Pillamos atasco, fuimos con muchísima lluvia y niebla, unos kilómetros horrorosos para luego no ver nada.
Llegamos al aeropuerto on time, dejamos el coche y directos a comprar los tickets para el bus 100, sólo ida 4l por persona (cogíamos el avión el día 5 a las 7:10 horas, como no teníamos claro cómo íbamos a ir al aeropuerto, decidimos comprar el single), que nos llevaría directos al centro de Edimburgo. Tardamos algo más de 30 minutos, nos bajamos en la última parada que deja en Waverley Bridge. Maureen, del B&B, nos había dicho qué buses podíamos coger, estuvimos buscando según sus indicaciones pero nada nos cuadraba, decidimos andar un poco para salir de todo el bullicio, no pasaba ningún bus, pusimos el gps y vimos que teníamos 15 minutos caminando, así que al final fuimos andando.
Llegamos a Elderfields Guest House, www.guest-houses-edinburgh.com/, aquí nos alojaríamos los tres próximos días. La casa es muy grande, la decoración es bastante anticuada y la habitación es algo pequeña, el baño también lo es, aunque está reformado. De todos los alojamientos, este sin duda fue el más flojito de todos, pero también es verdad que era muy económico para Edimburgo y las fechas.
El tiempo parecía que nos daba una tregua así que salimos dispuestos a recorrer la capital. Cuando salimos me “emperejilé” en tirar a la izquierda, yo, que tan bien me oriento. Madre mía, “la que has liao pollito!”, menuda vuelta que nos dimos por vete tú a saber que barrios de Edimburgo. Después de mucho, pero mucho, caminar llegamos a St. Andrew Square. Y empezó a llover de nuevo.
La cantidad de gente que había era terrible (tenemos que sumarle que también era sábado) y que éramos novatos en la ciudad. Paseamos por la zona nueva. Y luego nos acercamos a la Royal Mile.
En Edimburgo durante este mes hay mucho ambiente, durante los días que estuvimos disfrutamos del Fringe, un festival con el que puedes disfrutar de actuaciones en la calle, música, magia, acrobacias, muy divertido, aunque haya momentos en los que te gustaría poder andar por la calle con menos gente…
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nos acercamos a The Elephant House, la supuesta cafetería dónde J.K. Rowling empezó a escribir la saga de Harry Potter, había una fila interesante y tuvimos que esperar unos 15 minutos para que nos sentaran, tomamos un par de cafés y porciones de tarta por 14 libras. El sitio está bien, aparte de cafetería tienen sándwiches, ensaladas…de hecho casi todo el mundo estaba cenando.
Cuando salimos había dejado de llover. Estábamos cansados así que volvimos de nuevo a la Royal Mile y pusimos dirección al B&B, pasamos por el parlamento, el Palacio Holyroodhouse y en diez minutillos más, ya estábamos en casa.
El desayuno está muy rico y es muy completo. Yo vuelvo a los huevos con salmón, están ricos y la cantidad es muy abundante. Además tomamos zumo, fruta, yogur... Éste es uno de los B&B que más me gustó, a pesar de estar alejado del centro, me pareció una buena zona, con una casa muy bonita, la habitación perfecta, cama cómoda, un desayuno rico, rico, por un precio razonable y con una propietaria majísima.
El día está triste y vemos que empieza a chispear. Liz nos explicó ayer que hay una calle al lado del castillo que no es de pago (Ballengeich Pass), así que cogemos el coche y allá que vamos a ver. Ya hay muchos coches y yo no estoy muy segura de si dejarlo allí es muy fiable….aunque cierto es que nada lo prohíbe. Aparcamos y en unos minutos ya estamos en el castillo. Prácticamente acaban de abrir y ya hay muchísima gente. El castillo nos gusta mucho y a pesar del mal tiempo que nos está haciendo y de la cantidad de gente que hay, disfrutamos la visita.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Una vez salimos queremos acercarnos a la Iglesia de Holy Rude. Cuando pasamos ayer ya estaba cerrada y nos gustaría visitarla. La entrada en gratuita y te facilitan información en español.
Volvemos al coche y nos disponemos a abandonar la ciudad. Cada vez llueve más y más.
Decidimos desviarnos un poco y acercarnos para ver la rueda de Falkirk. Cuando llegamos cae agua a mares, tanto, que yo decido quedarme en el parking. Mario se acerca a ver este “monstruo” de la ingeniería.
De camino al aeropuerto vemos que, aunque un poco justos, podemos acercarnos a ver Rosslyn Chapel, aunque sea por fuera. Craso error, no se ve nada!! Pillamos atasco, fuimos con muchísima lluvia y niebla, unos kilómetros horrorosos para luego no ver nada.
Llegamos al aeropuerto on time, dejamos el coche y directos a comprar los tickets para el bus 100, sólo ida 4l por persona (cogíamos el avión el día 5 a las 7:10 horas, como no teníamos claro cómo íbamos a ir al aeropuerto, decidimos comprar el single), que nos llevaría directos al centro de Edimburgo. Tardamos algo más de 30 minutos, nos bajamos en la última parada que deja en Waverley Bridge. Maureen, del B&B, nos había dicho qué buses podíamos coger, estuvimos buscando según sus indicaciones pero nada nos cuadraba, decidimos andar un poco para salir de todo el bullicio, no pasaba ningún bus, pusimos el gps y vimos que teníamos 15 minutos caminando, así que al final fuimos andando.
Llegamos a Elderfields Guest House, www.guest-houses-edinburgh.com/, aquí nos alojaríamos los tres próximos días. La casa es muy grande, la decoración es bastante anticuada y la habitación es algo pequeña, el baño también lo es, aunque está reformado. De todos los alojamientos, este sin duda fue el más flojito de todos, pero también es verdad que era muy económico para Edimburgo y las fechas.
El tiempo parecía que nos daba una tregua así que salimos dispuestos a recorrer la capital. Cuando salimos me “emperejilé” en tirar a la izquierda, yo, que tan bien me oriento. Madre mía, “la que has liao pollito!”, menuda vuelta que nos dimos por vete tú a saber que barrios de Edimburgo. Después de mucho, pero mucho, caminar llegamos a St. Andrew Square. Y empezó a llover de nuevo.
La cantidad de gente que había era terrible (tenemos que sumarle que también era sábado) y que éramos novatos en la ciudad. Paseamos por la zona nueva. Y luego nos acercamos a la Royal Mile.
En Edimburgo durante este mes hay mucho ambiente, durante los días que estuvimos disfrutamos del Fringe, un festival con el que puedes disfrutar de actuaciones en la calle, música, magia, acrobacias, muy divertido, aunque haya momentos en los que te gustaría poder andar por la calle con menos gente…
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nos acercamos a The Elephant House, la supuesta cafetería dónde J.K. Rowling empezó a escribir la saga de Harry Potter, había una fila interesante y tuvimos que esperar unos 15 minutos para que nos sentaran, tomamos un par de cafés y porciones de tarta por 14 libras. El sitio está bien, aparte de cafetería tienen sándwiches, ensaladas…de hecho casi todo el mundo estaba cenando.
Cuando salimos había dejado de llover. Estábamos cansados así que volvimos de nuevo a la Royal Mile y pusimos dirección al B&B, pasamos por el parlamento, el Palacio Holyroodhouse y en diez minutillos más, ya estábamos en casa.
*** Imagen borrada de Tinypic ***