Día 4. Gijón y el Museo de la Minería de El Entrego ✏️ Diarios de Viajes de España

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El día amaneció nublado como siempre en Asturias pero una vez llegué a mi destino el tiempo cambió a mejor (el Dios del Clima si es que existe siempre me acompaña).

Comencé la visita a la ciudad desde la estación de autobuses hacia arriba.

La estatua de Don Pelayo con el Palacio de Ribagagedo al fondo es una maravilla, y da paso a través de un soportal a la Plaza Mayor que alberga el maravilloso Ayuntamiento re la ciudad.


De ahí caminé unos metros hasta llegar a otra zona maravillosa que merece la visita a Gijón, la Playa de San Lorenzo, con un paseo que hará las delicias de cualquier viajero.


Recorriendo el paseo llega un momento que ves al fondo a orillas del mar la Iglesia de San Pedro, de gran belleza tanto exterior como interior a pesar de su sencillez. Anexa a la Iglesia, nos encontramos unas escaleras que bajan hasta Las Termas romanas, una visita breve que nos llevará al pasado (me gustaron más que las de Toledo).


Al salir de allí, fui caminando encontrando diversos elementos culturales como el Palacio Valdes, Capilla de Nuestra Señora de Guadalupe, el Museo Jovellanos, Capilla de Nuestra Señora de los Remedios, la Torre del Reloj (una elevada construcción de color rosa) y la Capilla de San Juan Bautista.

En menos tiempo del esperado me encontré en el Cerro de Santa Catalina, para mi el punto más bonito de la ciudad.


El Cerro de Santa Catalina era un cónclave de defensa de la ciudad, pero actualmente es un un área de descanso, con un parque recreativo, un enorme paseo, y varios miradores impresionantes que terminan en la parte más alta de la ciudad con un elemento moderno que poco a poco se ha ido convirtiendo en un símbolo, el Elogio del Horizonte. Desde ahí baje de norte a sur hasta llegar al puerto de la ciudad.



Finalizada la visita a Gijón, mi plan era ir a Lastres, pero los pésimos horarios de combinación entre ambas ciudades me decidieron volver a Oviedo.

Cómo buen viajero odio pasar tiempo en el hotel o hostel o alojamiento elegido (para eso me quedo en casa que es más barato) y por tanto en el bus de Gijón a Oviedo busqué una alternativa para la tarde y decidí visita el Museo de la Minería (MUMI) del pequeño pueblo de El Entrego.

Para ir de Oviedo a El Entrego se coge el cercanías o feve en la estación de tren. En información comprar los billetes e indicar que vais a visitar el museo porque os sale más económico. Para ir y venir como no son billetes normales en los tornos pulsar el botón de información e indicar que tenéis un combo para el Museo de la Minería.

Al salir de la estación girar a la izquierda y seguir los carteles de chapa que forman la palabra MUMI, cruzar un puente azul y seguir avanzando y al fondo veréis el gigantesco museo.


Decir que lo que iba a ser una alternativa se convirtió en una visita impresionante. El museo es muy grande y muestra los mecanismos de extracción del mineral, diversas maquetas de cómo trabajaba el hombre en la mina, instrumental médico, algunos inventos y como curiosidad tenéis una rueda gigante en la que podéis montar y ver cómo gracias a la fuerza humana se sacaba agua del pozo.


Pero el momento clave de la visita es la bajada a la mina de las manos de un profesional que te explica todo con un detalle, claridad y, sobre todo, entusiasmo que te traslada a los tiempos de la minería antigua. Mañana toca Llanes y Ribadesella.

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