Porto Vecchio, Solenzara, Levie ✏️ Diarios de Viajes de Francia

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Día 9

Hoy vamos a volver hacia el norte porque en un sólo día ya nos hemos hartado de playas. Nos tira mucho más la montaña y los ríos. Desayunamos y nos vamos pronto porque de nuevo son muchos kilómetros. Tenemos unas cuantas dudas de hacia donde ir exactamente,pero al final nos decidimos por la carretera de la costa oeste. Nos aprovisionamos en una tienda de productos típicos en la carretera y llegamos a Porto Vecchio. También es turístico pero es bonito y hacemos un paseo agradable aunque el día es ventoso.


Probamos la playa Benedetto pero no se está muy bien por culpa del viento que sopla fuerte y solo nos quedamos un rato.


Continuamos hacia Sari-Solenzara pero no paramos, sino que cogemos la carretera que lleva al Col du Bavella. La idea es seguir el recorrido del río montaña arriba, hasta encontrar la zona de pozas. El paisaje de nuevo montañoso es magnífico, no podemos pedir más que un hueco en el río para hacer el picnic. Nos cuesta un poco porque la verdad es que hay bastante gente pero finalmente lo encontramos. Nos instalamos en una especie de playa al lado del río, tan arenosa que podemos plantar la sombrilla para protegernos del sol. A unos veinte metros, andando por las rocas, localizamos una poza que parece una piscina olímpica.


Hay bastante gente, pero es tan grande que no pasa nada. Tenemos nuestra playa privada y vamos y venimos de un sitio al otro. Cuando nos cansamos, proseguimos el camino de vuelta al sur, que es realmente impresionante.


Pasamos de nuevo por Zonza, aunque esta vez no paramos, y nos dirigimos a Bonifacio pasando por Levie. Íbamos a ir a las ruinas de Cucuruzzu pero al final optamos por ir a probar la playa de Roccapina, al este de Bonifacio. Desgraciadamente al llegar vemos desde arriba en la carretera que ya no le da el sol y que sigue haciendo bastante viento, así que escogemos una playa más accesible que alcanzamos a ver desde la carretera, y donde todavía llega el sol. Ya no queda nadie, suponemos que por el viento que sopla fuerte, y solo estamos un rato.

Volvemos a Bonifacio. Como todavía es temprano, vamos a ver la puesta de sol a Pertusato, muy bonito, con la ciudad al fondo. Llegamos justo a tiempo, son las 8. Incluso llegamos al faro. El recorrido con la puesta de sol al fondo es magnífico así que toda esta vuelta extra ha valido la pena.


Por la noche, después de una buena ducha, vamos a cenar de nuevo a Bonifacio y nos vamos a dormir.

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