Comenzaba otro día con madrugón. El tiempo no acompañaba pero, bien abrigados y con paraguas en mano, nos dirigimos a la Estación Central para coger el bus 391 que nos llevaría a Zaanse Schans. La última parada deja justo enfrente del Zaans Museum & Verkade Pavilion. Allí cuentan un poco la historia de los molinos y sus diferentes usos, los productos que se elaboraban y algunas de las máquinas que se utilizaban. También hay una fábrica de galletas y chocolatinas donde se puede ver todo el proceso de elaboración.
Tras ver el museo, dimos un paseo para ver de cerca los molinos, incluso entramos a uno a ver cómo era por dentro.
La visita al museo y la entrada a los molinos era gratis con la City Card.
Volvimos a Amsterdam con el bus 391 hasta la estación central y allí mismo cogimos otro, el 316 dirección Edam. Comimos en un restaurante de allí, compramos su famoso queso y dimos una vueltecita por el pueblo, muy bonito la verdad.
Después de ver Edam, volvimos a coger el bus 316 y paramos en Volendam. Paseamos por la zona del puerto donde hay muchas tiendas y puestos de pescado, y tras esta visita rápida cogimos el Volendam-Marken Express: el ferry que lleva hasta Marken. Era gratis con la city card así que había que aprovecharlo.
Marken se ve muy rápido y la verdad es que es un pueblo de cuento, con todas sus casitas iguales.
Pasadas las 5 de la tarde pusimos rumbo a Amsterdam con el bus 315. Aprovechamos lo que quedaba de tarde para dar un paseo por el barrio de Jordaan y algunas calles que nos quedaban por ver, y también comprar los recuerdos para regalar.
Nuestra estancia en esta maravillosa ciudad se acababa, al día siguiente tocaba coger bus de vuelta a Bruselas
.



Tras ver el museo, dimos un paseo para ver de cerca los molinos, incluso entramos a uno a ver cómo era por dentro.
La visita al museo y la entrada a los molinos era gratis con la City Card.





Volvimos a Amsterdam con el bus 391 hasta la estación central y allí mismo cogimos otro, el 316 dirección Edam. Comimos en un restaurante de allí, compramos su famoso queso y dimos una vueltecita por el pueblo, muy bonito la verdad.



Después de ver Edam, volvimos a coger el bus 316 y paramos en Volendam. Paseamos por la zona del puerto donde hay muchas tiendas y puestos de pescado, y tras esta visita rápida cogimos el Volendam-Marken Express: el ferry que lleva hasta Marken. Era gratis con la city card así que había que aprovecharlo.

Marken se ve muy rápido y la verdad es que es un pueblo de cuento, con todas sus casitas iguales.



Pasadas las 5 de la tarde pusimos rumbo a Amsterdam con el bus 315. Aprovechamos lo que quedaba de tarde para dar un paseo por el barrio de Jordaan y algunas calles que nos quedaban por ver, y también comprar los recuerdos para regalar.



Nuestra estancia en esta maravillosa ciudad se acababa, al día siguiente tocaba coger bus de vuelta a Bruselas
