Tempranito como todos los días pusimos rumbo al primer destino del día, Getaria. La carretera hacia Getaria es muy chula, vas por la costa al lado del mar y las vistas son preciosas, lástima que no haya más altos en el camino para poder parar y ver el paisaje.
Llegamos a Getaria, aparcamos en zona de parquímetro, para variar un poco, y subimos hacia el casco viejo a dar una vuelta por él. Como no llevábamos planos de ningún sitio, las visitas consistían en callejear por los pueblos.
En este pueblo la verdad que estuvimos poco tiempo, no es muy grande y todo lo que hay para ver esta en la misma zona.
Ya nos vamos a Zumaia, qué ganas tenía de llegar a este pueblo, no por la película de 8 apellidos vascos que no soy muy fan de ella la verdad...no me hizo tanta gracia como se supone que hacía, sino porque tenía muchísimas ganas de bajar a las playas a ver el flysch, me encanta la naturaleza y me encanta ver este tipo de creaciones hechas por ella, así no es de extrañar que fuera donde más tiempo pasamos y de donde haya más fotos casi en comparación con el resto de sitios…jeje
Aquí también pudimos aparcar en una calle gratuitamente, nos acercamos a la oficina de turismo pedimos un plano para llegar a la zona del flysch y a preguntar sobre las salidas del barco, una pena ya estaban llenas las de ese día así que nos quedamos sin hacerla

Fuimos hacia la ermita, la vimos y tomamos el camino señalizado en el mapa que te lleva a un pequeño acantilado desde donde ves las calas y playas y el flysch, el camino no es muy largo son unos 10 min y es muy fácil de hacer por lo que lo recomiendo totalmente, no os quedéis solo en la ermita.
Después bajamos hacia la playa, nos tomamos unas coca colas en la terracita que había en la playa ya que el sol pegaba bien y de hacer el caminito estábamos muertos de sed y sudando la gota gorda y bajamos a ver el flysch desde abajo, espectacular
Llega la hora de irse, siguiente pueblo: Mutriku.
Aquí también pudimos aparcar gratis en un parking que hay nada más entrar al pueblo, aunque luego hay que bajar andando y volver a subir por las poco empinadas calles de este pueblo, jeje.
Como era ya hora de comer, vimos un par de bares en el puerto y nos acercamos a ver. Nos sentamos en el Bar taberna del puerto. Nos pedimos un bocata de calamares para compartir y unas bravas, con dos coca colas. El bocata estaba riquísimo, como se nota la diferencia de calamares congelados a los que te sirven en estos sitios…no hay color, las bravas no nos hizo mucha gracia la salsa.
Fuimos hacia un espigón a ver desde ahí el pueblo y después ya a callejear calles arriba hasta que llegáramos de nuevo al coche.
Ponemos la dirección del siguiente destino en el GPS y allá que nos vamos. Enseguida llegamos a Ondarroa, la verdad que este pueblo tampoco tiene gran cosa así que estuvimos poco tiempo en él y enseguida nos fuimos al hotel de nuevo.
Volvimos al hotel, estuvimos un rato en la pisci y subimos al monte Igeldo que nos faltaba por ver, el funicular fueron 3€ con algo cada uno la subida y la bajada.
Las vistas desde el monte Igeldo son una maravilla.
Arriba está el antiguo parque de atracciones pero ya era muy tarde así que estaban cerrando todo. Lo que si vi y me horroricé fue a los ponis… El típico carrusel este de ponis para subir a los niños a dar un paseo, había un pobre poni con una curvatura de columna impresionante producto de años y años de explotación a sus espaldas…aún sigo sin creer que en la época que estemos haya padres que sigan subiendo a sus hijos en este tipo de “atracciones” sabiendo todo lo que hay detrás de ello, y me escandalicé mucho más de ver como papás permitían a sus hijos montar en ese pobre poni, solo viéndole sabes que algo no iba bien con el… una vergüenza vamos y por supuesto que denunciaré el hecho…
Con mal sabor de boca después de ver esto lo único que quería era irme de ahí así que volvimos al funicular, bajamos y fuimos hacia el centro a cenar algo. Teníamos poco hambre así que mi novio se cogió un helado y yo un batido de plátano en una heladería y nos sentamos en el paseo a tomárnoslos.
Volvimos al hotel, hicimos maletas ya que al día siguiente ya dejábamos ese hotel y a dormir.