Comenzaba el último día entero de nuestra estancia en Barcelona y lo hacíamos temprano, ya que es como si nos levantásemos a las siete y cuarto de la mañana, pero como esa noche habían cambiado la hora, eran realmente las ocho y cuarto, así que tocaba cambiar el chip desde ya.
Aparte, el lado bueno era que la visita a la Sagrada Familia estaba reservada para las 15:30 h., con lo que no se nos haría una hora tan rara, porque es como si fuese las dos y media y nos quedaba tiempo para hacer más cosas por la tarde. A partir de ahí había que rellenar huecos en la programación del día y eso es lo que íbamos a hacer, dejando algo de hueco a la improvisación o imprevistos (que también los hubo).
Así que tocó prepararse y asearse para salir inmediatamente del hotel y comenzar nuestra ruta. No nos complicamos mucho y decidimos desayunar en el mismo sitio que el día anterior, con su tostada en buen pan, barato y con buen trato, así que ¿para qué cambiar?
CONTINUARÁ...
Aparte, el lado bueno era que la visita a la Sagrada Familia estaba reservada para las 15:30 h., con lo que no se nos haría una hora tan rara, porque es como si fuese las dos y media y nos quedaba tiempo para hacer más cosas por la tarde. A partir de ahí había que rellenar huecos en la programación del día y eso es lo que íbamos a hacer, dejando algo de hueco a la improvisación o imprevistos (que también los hubo).
Así que tocó prepararse y asearse para salir inmediatamente del hotel y comenzar nuestra ruta. No nos complicamos mucho y decidimos desayunar en el mismo sitio que el día anterior, con su tostada en buen pan, barato y con buen trato, así que ¿para qué cambiar?
CONTINUARÁ...