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Llegué a Venecia en tren nocturno desde Viena.
Venecia es otra de esas ciudades que te haces andando, además es la única manera de descubrirla, así que no saqué ningún abono de transporte a excepción del último día cuando visité las islas.
Tuve la suerte de alojarme a unos metros de la Escuela Grande de San Roco, así que fue mi primera visita en la ciudad.
Scuola Grande di san Rocao (entrada 10 euros y 3 la audioguía). Abierto hasta las 17:30 h. En campo San Rocco
Allí te entra Tintoretto por todos los poros de tu piel, es una visita increíble y obligada si estás en Venecia.
También puedes entrar en la iglesia de San Rocco que está a su izquierda, es gratuíta (al menos ese día), pequeña y hermosísima. Recuerda que para visitar cualquier iglesia debes llevar los hombros tapados y la falda hasta la rodilla. En agosto es un poco complicado, pero te dejan unos pañuelos de papel a la entrada...
Si vas a visitar muchas iglesias tal vez te interese sacar la Iglesia Pass con entrada gratuíta a casi todas. Yo no lo hice porque solo visité dos y una de ellas fue la de san Rocco donde se entra gratis.
De allí me fui nerviosa a la plaza de san Marcos. Caminar por Venecia es muy fácil, hay dos sentidos, uno hacia san Marcos por Rialto y otro hacia Ferrovia o Piazzale Roma. Aunque esas calles con los letreros están plagadas de turistas y recomiendo salir de ellas para adentrarse por otra Venecia distinta y más vacía...
En julio la subida al puente de Rialto es imposible. Llegaba a ser desesperante entre el calor y la gente... Pero bueno, Venecia merece la pena de todas formas (aunque deberían limitar un poco el turismo o corre peligro de desaparecer)
La entrada a la basílica de san Marcos estaba imposible, así que me saqué la entrada para visitar el palacio Ducal, Museo Correr, Museo Arqueológico Nacional y la Biblioteca Nacional Marciana. Algo ocurrió con la Biblioteca que siempre me la encontré cerrada...
La entrada me costó 19 euros más 5 euros de la audioguía pero es otra visita imprescindible.
El Palacio Ducal comenzó siendo un castillo fortificado en el siglo IX aunque, después de un incendio, tuvo que ser reconstruido y fue utilizado como fortaleza y como prisión. Puedes admirar obras de Veronés, Tiziano y Tintoretto y el mayor lienzo realizado por este último, "El Paraíso".
La visita termina en los calabozos donde estuvo preso el famoso Casanova que huyó por los tejados en 1756.
Desde el palacio Ducal podrás cruzar el puente de los Suspiros, llamado así porque comunicaba el palacio con las mazmorras y por allí cruzaban los condenados.
A la salida te encuentras el famoso campanile de san Marcos, pero dejé la visita para otra ocasión.
La plaza de san Marcos es una de las más bulliciosas, enormes e increíbles que vi en toda mi vida... y si, está plagada de turistas y palomas.
Al final de la plaza se encuentra el museo Correr, que fue mi última visita del día. En él y a través de las pinturas, esculturas y otros objetos se narra la historia de Venecia desde su fundación hasta su adhesión a Italia en el siglo XIX.
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