Yakarta ✏️ Diarios de Viajes de Indonesia

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Nos apetecía estar al menos un día en Yakarta, para ver la capital y no arriesgarse a salir de Yogya el mismo día que pilláramos el vuelo internacional. Así pues, llegamos un día antes por la noche a Yakarta, donde pasamos la noche (Hotel Take's mansion, hotel de 3 estrellas por 30 euros la noche, a 10 minutos de Merdeka y 5 de Jalan Jaksa).


Si os digo que Yakarta fue de lo mejor del viaje diréis que estoy loco, pero es una custión de expectativas y de gustos: me encantan las ciudades, no me esperaba nada de ésta y además me propuse disfrutar las últimas horas de mi viaje a Indonesia...¡y lo conseguí! Yakarta no vale nada si te esperas mucho, si te agobian las grandes ciudades y si te estás más de medio día. Pero si no es así, se puede disfrutar.

La experiencia fue excitante nada más llegar a las 21:00. La terminal era novísima y estaba vacía...sólo había un pianista y un cantante con tres personas de público. Fue el momento más freak del viaje, cuando animaron a mi mujer a cantar. Interpretó "Bésame mucho" y un rock'n'roll de Elvis Presley delante de 2 militares entusiasmados que no paraban de fumar y aplaudir....os juro que fue uno de los momentos más divertidos y surrealistas de cuantos viajes que he hecho.


Tras negociar con el taxista para que nos llevara al hotel (130.000 IDR), al día siguiente, como he dicho, nos propusimos disfrutar de las últimas horas de viaje en esta fea ciudad. Yo soy de los que piensa que una cosa no tiene por qué ser bonita para ser disfrutada. Si es diferente es interesante, y por eso se puede disfrutar...eso es lo que tienen y creo que es como hay que ver gran parte de las grandes ciudades africanas y del sudeste asiático.

Es interesante el Monumento Nacional, erigido por y para Suharno en una plaza colosal digna de cualquier gran ciudad de glorioso pasado comunista. También fue intersante entrar en la gran mezquita, con una estética ochentera y algo kitsch curiosa de ver. Y también fue interesante visitar Kota, con su pasado colonial y ahora totalmente decadente. Hay que ver la herencia holandesa para entender parte de este país. Y disfrutamos un montón de Glodok, el barrio chino donde hay un callejón donde pelan ranas vivas y que no es apto para estómagos sensibles. Vi un par de turistas en toda la ciudad, y la gente super amable.

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