Por delante teníamos la etapa más larga y más dura hasta el momento y éramos conscientes. Queríamos llegar a Manang, así que salimos hacia las 7 de la mañana dispuestos a darlo todo.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Este día se levantó nublado y hacía bastante frío. Por el camino nos íbamos cruzando con lugareños llevando enormes fardos de paja para los animales, muchos kilos de peso para personas tan pequeñas y mayores, qué buena vida llevamos en europa y cuanto nos quejamos...
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Menos de una hora después de salir llegamos a la que fue la subida más dura que habíamos hecho, unos 400 metros de desnivel positivo que nos dejó sin aliento. Después de casi dos horas subiendo por fin llegamos al Ghyaru, uno de los pueblos con más encanto que vimos en todo el circuito.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Las vistas eran acojonantes y aunque íbamos cansados y teníamos que parar a coger aire cada poco el paisaje lo compensaba con creces. Además , a la entrada de Ghyaru, había una señora mayor ofreciendo samosas, que son una especie de empanadillas vegetales, así que aprovechamos para comernos algunas y contemplar las vistas durante un buen rato.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Durante el resto del camino fuimos contemplando el Annapurna II, no podíamos parar de flipar con el tamaño y la majestuosidad de estas montañas, por muchas fotos que habíamos visto no nos esperábamos tanta belleza.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Fotografía: Camino que parte de Ghyaru
Después de unas 5 horas de caminata llegamos a Nawal y decidimos parar ahí a comer y a descansar. A partir de este pueblo según el mapa se puede continuar por el NATT marcado en rojo y blanco o por un camino cuesta abajo más directo marcado en azul y blanco, así que como estábamos bastante cansados y aún nos quedaban al menos 3 horas más decidimos coger este último.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Nawal
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Llegamos a Manang literalmente reventados, hacía mucho frío y aún teníamos que buscar donde pasar la noche. Este pueblo era el más grande de lo que llevábamos de circuito, además la mayoría de trekkers hacen aquí dos noches (una de aclimatación) y nosotros también.
*** Imagen borrada de Tinypic ***
Fotografía: A pocos minutos de Manang
No encontramos ningún hotel que fuera gratis, así que nos quedamos en uno que aparentemente tenía buena pinta. Luego resultó que la ducha no funcionaba bien y pasamos muchísimo frío para lavarnos. Además nos cobraron 400 rupias (3,5€) por noche, aunque todos los hoteles cobraban un precio similar.
Cenamos en la sala común y estuvimos charlando con una chica malaya y su guía con los que habíamos coincidido en una etapa anterior. No aguantamos mucho tiempo más porque estábamos muy cansados, así que nos fuimos a dormir sobre las 8 y media o 9, pero no me extraña después de 8 horas caminando!
Con el paso de los días nos fuimos dando cuenta de lo importantes que son las expectativas, ya que si somos conscientes de que tenemos una larga jornada por delante parece que tenemos más fuerzas y aguantamos más, y viceversa, en otras ocasiones que pensábamos que la etapa era más corta y sencilla se nos hacía muy dura, curioso no? Seguro que podemos extrapolar esta experiencia a otros ámbitos de la vida...las enseñanzas del camino...