Ayer nubes y algo de lluvia y hoy anunciaban sol y tocaba visitar la Isla de Arousa, o sea que perfecto!

Desayunamos en casa (Os Migueliños) y Berta, además de dejarnos a primera hora pan recién hecho, nos había dado también una tarta casera. Cada día preparaba una para el desayuno... Y estaba buenísima

Coche, equipo de playa y dirección a la Isla de Arousa. No encontramos mucho tráfico y el paisaje ya presagiaba un día bonito.


Teníamos pensado pasar la mañana en el sur de la isla, y visitar el norte por la tarde...

..., por lo que aparcamos lo más cerca posible de la entrada de la zona protegida del Parque Natural de Careirón, pasado el camping El Edén y el camping Salinas (más al sur).

Cogimos los enseres y seguimos el camino de arena, bordeando una primera playa, y siguiendo toda la zona sur de la isla, hasta encontrar la calita que más nos atrajera.

Encontramos unas calas muy bonitas y solitarias, y un agua tranquila, de un azul intenso y muy transparente.



Disfrutamos mucho del agua, de las palas, de la tranquilidad, del sol, hasta casi la hora de comer, que volvimos al coche y nos despedimos de este precioso paraje.

Tras mirar las diferentes opciones, habíamos reservado en el restaurante O Tuno, Paseo do Cantiño nº 21, 36626, Illa de Arousa, Tel: 986 52 74 46. Llegamos al restaurante sin problemas de tráfico y encontramos aparcamiento en la primera vuelta.

Vistas bonitas y comida buena, unos primeros para picar y un arroz con mucho marisco que nos sentó de maravilla


Paseamos por el puerto, vimos el pequeño mercadillo que había y volvimos al coche para ir al Faro de Punta Cabalo.
A mitad de camino, sorpresa! Encontramos un montón de moras, así que paramos y recogimos las más maduras en una botella de agua para hacer mermelada al llegar a casa por la tarde


Aparcamos cerca del faro y paseamos un rato por la zona. Muy bonita!





Paramos en el Eroski que está justo en la entrada de la península, viniendo de la isla de Arousa, para avituallarnos para la cena y donde encontramos unas empanadas increíbles (que después confirmaron la buena apariencia

En casa, tras una refrescaste ducha, especial además de por lo grande de la ducha, por estar iluminados solamente con la luz de la buhardilla, nos pusimos a preparar la mermelada con las moras cogidas por la tarde.

Y salió buenísima! Nos acompañó en los desayunos restantes en Os Migueliños
